Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2.

No, ellos no iban a la feria, un auto aparte los recogió y yo solo me senté en la banca a esperar, uno de ellos había mencionado que abrieron un bar nuevo, me sentía un poco nerviosa, ya que todo estaba un poco oscuro y solitario. La brisa era fría, pero eso no era molestia para mí, me abrace a mí misma mirando hacia los lados con impaciencia, me estaba inquietando, no quería regresar a casa, pero si ellos no aparecían pronto, me iría.

Debía haberle hecho caso a mi amigo ¿Cierto?, mordí mi labio inferior moviendo mi pierna y suspirar de frío, ¿Por qué tardaban tanto?, gire mi cabeza y observe un auto totalmente negro acercarse a donde estaba, claramente ese no era el auto de Harry.

Sentí miedo, así que me levante con sutileza y comencé a caminar hacia la primera casa cercana que podía ver desde mi posición, de reojo mire hacia atrás y mi corazón se aceleró a más no poder, el auto avanzaba despacio claramente siguiéndome, me regañe mentalmente por no haber esperado en casa.

Con el corazón en la garganta, comencé a correr lo más rápido que podía, fue ahí cuando escuche el rugir del motor, giré la cabeza para mirar hacia atrás y vi el auto acercarse más y más a mí, solté una maldición y aceleré lo más rápido que mis pies me permitían. Estaba cansada y no sabía cuánto más podía correr y aún no llegaba a la casa que miraba, sentía que mientras me acercaba esta se alejaba.

—¡Auxilio! — grité desesperada al ver un hombre caminar hacia mi dirección, por un momento me sentí aliviada, seguramente su casa estaba cerca, el auto se detuvo y yo suspiré deteniendo mi correr al estar cerca de aquel hombre—E-ese auto, ese auto me está persiguiendo y...

—La tengo— con respiración agitada, lo mire horrorizada, el hombre no tenía ojos y al sonreír solo podía ver sus encías ensangrentadas, grite girándome para correr, pero otro me detuvo con firmeza.

—¡No!, ¡Papá! — volví a gritar removiéndome entre sus brazos, pero el agarre solo se volvió más fuerte, logrando dañarme, tapo mi boca arrastrándome hacia el mismo auto que me estaba siguiendo, volví a forcejear y este me empujó hacia el auto y golpeé mi cabeza cayendo en segundos al suelo.

Mi vista era borrosa y sentía un líquido en mi frente, me queje llevando mi mano hacia esta y alce mi cabeza adolorida viendo como el otro hombre me sujetaba del cuello fuertemente para así meterme en el auto, tome una bocanada de aire y en cuanto pude intente abrir la puerta, pero claramente estas tenían seguro.

Giré mi cabeza hacia la ventana trasera y grité mientras golpeaba el vidrio mirando el auto de Harry a lo lejos acercarse, su auto era blanco y tenía líneas negras. El auto en el que estaba se puso en marcha y con desesperación volví a golpear la ventana al ver el vehículo ajeno aún más cerca, caí de golpe en el asiento quejándome, me acerque a la ventana derecha y golpee el vidrio.

—¡Harry! — ya estaba llorando mientras golpeaba el vidrio con la poca fuerza que tenía, pero solo lograba hacerme daño en los nudillos, de estos brotaba sangre, pero no le di importancia, el auto del chico pasó a nuestro lado y solo vi a mi amigo reír mientras conducía—¡Estoy aquí!

Y sin más los perdí de vista, el auto donde estaba había girado y condujo a la dirección opuesta a la de ellos, claramente irían a buscarme, solté otro grito golpeando una pequeña división negra que separaba el puesto de conductor y copiloto de donde yo estaba, estaba perdida, ya nada de lo que haría iba a servir, solo pude llorar y abrazarme a mí misma mientras me acostaba en el asiento.

¿Qué sería de mí después de que me bajen del auto?, ¿Por qué ese hombre no tenía ojos ni dientes?, cerré mis ojos queriéndome despertar de esta horrible pesadilla, anhelaba que eso fuese y que nada de esto estuviese pasando en realidad.

Claramente, los culparían a ellos por la nota que le había dejado a mi padre, pensarían que ellos eran los responsables de mi desaparición cuando eso no era cierto, no sabía cuántas horas llevaba en el auto, pero de un momento a otro no sentí ningún movimiento, con miedo me alejé de la puerta cuando fue abierta repentinamente, había una luz que me cegaba por ende cubrí un poco mi rostro.

Vi muchas películas y sabía que si seguía resistiéndome seguramente me golpearían hasta el cansancio, pero cooperar a esto no era tampoco lo mejor. El hombre me bajo del auto por mi brazo, apretando este con fuerza, asegurándose de que no me escapara, no dije nada, solamente mire el lugar donde estaba, ¿Un almacén, tal vez?, no sabía.

—Si van a asesinarme, háganlo rápido— dije con firmeza sin demostrar lo aterrada que estaba, el hombre me llevó hacia una habitación oscura, si eso iba a pasarme por lo menos que fuesen rápidos, no quería sufrir.

—Nadie va a asesinarte, Rosie— esa voz la conocía perfectamente, cerré mis ojos cuando la luz fue encendida de golpe, parpadeé y por fin pude mirarla—Bienvenida, hija mía.

No dije nada, solamente la miré sin poder creer que ella haría tal cosa, sé que no me quería, pero llegar a este grado, era increíble, estaba sentada en una silla de terciopelo rojo mientras sostenía una copa de vino en su mano, se levantó lentamente tomando de la copa, se acercó a mí con pasos lentos y decididos.

Ella lucía un vestido negro que se le ceñía a su delgado cuerpo, no iba a mentir, era una mujer muy hermosa, pero con un corazón muy podrido. Mostró una sonrisa pequeña y estiró sus dedos a mi mentón, solo moví mi cabeza para que no me tocara, la mire con seriedad.

—¿Por qué estoy aquí?

—Porque quiero pasar un buen rato contigo, mi amor— hizo un ademán indicando que me soltaran, llevé mi mano derecha hacia mi brazo para acariciar este, me reí con amargura mirándola de arriba hacia abajo. —Un momento de madre e hija.

—Dile esa estúpida mentira a alguien que no te conozca— dejó de sonreír y me miró con seriedad, di un paso hacia atrás cuando apretó con fuerza la copa hasta quebrarla, abrí y cerré mi boca mirando el líquido manchar su mano y vestido llegando al suelo.

—Mira lo que me hiciste hacer— uno de los hombres le dio un pañuelo y agradeció intentando sonreír, la mire con atención cómo limpiaba su mano sin problema, como si el cristal roto no le hubiese hecho nada—Bien, ¿Quieres saber por qué estás aquí, ¿no?

—¿Qué no es obvio? — me queje cuando sentí su mano en mi mejilla derecha con fuerza, lamí mi labio inferior sintiendo el sabor de la sangre, acomode mi cabello alzando mi mentón.

Perra.

—Estas por cumplir los dieciocho y no has quedado embarazada, y eso está molestando a Drácula— sin poder evitarlo, me carcajeé en su cara, tape mi boca y negué limpiando mi mentón al retirar la poca sangre que había brotado de mi labio. —¿Acaso esto te parece gracioso, Rosie?

—Haces que me secuestren, luego haces que me traigan aquí, me abofeteas ¿Y me dices que Drácula está enojado porque no he quedado embarazada? — volví a reírme y chasquee mi lengua—Okay, creí que era la única de la familia que se drogaba.

—No estoy jugando, niña.

—¿Qué?, ¿Ahora me dirás que eres vampiro y debes ofrecerme en sacrificio para calmar su enojo? — Frote un poco mi rostro, sintiéndome mareada, carraspee pellizcando mi nariz— claramente sigo drogada.

—Demonio, Rosie, eso es lo que soy— hizo otro ademán y en segundos el mismo hombre que le dio el pañuelo colocó un cuchillo en su palma, ella no me miró y yo solo pude retroceder— Yo ni siquiera soy tu madre, solo uso su cuerpo para estar cerca de ti y esperar a que él te embarace, pero al parecer no te ha conocido.

—¿A quién te refieres con "Él"? — seguí retrocediendo hasta chocar con la fría pared, mi corazón latió con rapidez mirando el cuchillo moverse entre sus dedos, pasé saliva alzando mi mentón al momento que ella apretó el filo contra mi cuello.

—El hijo de Drácula— por el rabillo del ojo pude notar el color oscuro de sus ojos, cerré mis ojos emitiendo un quejido al sentir la punta del cuchillo, perforar poco a poco mi piel, de acuerdo, esto no es una pesadilla. —Esto trae consecuencias, pero por ahora te estaré vigilando, Rosie.

Solté un quejido alto al sentir el cuchillo perforar mi abdomen, la miré sin creer lo que hizo una vez más, pude sentir la sangre brotar de mi boca y abdomen, sostuve el mango y como pude lo saque cayendo en segundos al suelo aún apoyada contra la pared, su silueta ya casi no la podía ver, escuchaba su voz y pasos a lo lejos.

Mi cuerpo pesaba y solo me tumbé más en el piso mirando el techo blanco, ¿Iba a morir así?, ¿Cómo me vigilaría si iba a morir?, ¿Qué estaba sucediendo? Mis párpados pesaban demás y la oscuridad me envolvió completamente, sentía que aún tenía los ojos abiertos, pero habían apagado la luz, estaba confundida, si no era mi madre ¿Quién era entonces?

Mi aliento era escaso y ya no podía mantenerme despierta, el dolor que sentía me era fuerte, tomé una bocanada de aire y sin más pude sentí el aire abandonar mis pulmones.

No sabía qué estaba sucediendo, simplemente me sentí completamente viva como si nada me hubiese pasado, excepto por el dolor que sentía en mi abdomen, me removí entre quejidos sintiendo frío, poco a poco fui abriendo mis ojos y lo primero que vi fue a una enfermera anotando algo en unos papeles, me apoye de ambos codos y parpadee sintiéndome aturdida, ella me miró con una sonrisa cálida y yo solo pude ver mi cuerpo, tenía una bata de hospital. ¿Me habían encontrado en ese lugar?

Mi cabeza comenzó a doler, suspire acostándome otra vez.

—Le avisaré a tus padres que estás despierta— no dije palabra alguna y solo cerré mis ojos frotando mi sien para calmar el dolor que sentía, llevé mi mano hacia mi abdomen, pero no había nada, o por lo menos no sentía nada.

—Oh, por dios— volví abrir mis ojos, pero solo me negué a que me tocara, ahí estaba otra vez, su semblante de preocupación casi me hacía creer que no actuaba.

—No quiero que me toques ¿De acuerdo?, estás loca Ana— mi voz era un poco alta, me senté con un poco de dolor, pero lo ignoré.

De tan solo mirarla ya temía por mí, no sabía qué estaba sucediendo, pero el "Te estaré vigilando" aún seguía presente.

—Rosie, ¿Qué sucede? — el semblante de mi padre dejó de ser serio a ser uno de preocupado, miro a la mujer y luego se acercó, tome su mano comenzando a llorar, era él.

—Ella me apuñaló e hizo que me secuestraran anoche cuando esperaba a los chicos— alce mi cabeza para mirarlo con ojos cristalizados, él miró inmediatamente a la mujer y ella negó completamente.

—Llegué esta mañana de Seattle, hace dos noches no aparecías— su voz y su semblante era de total asombro y preocupación, si no supiese lo que sucedió juraría que decía la verdad. — Sé que no hemos convivido tanto y no te he dado el cariño ni la atención que mereces, pero jamás haría tal cosa, eres mi hija.

—Por favor papá, ella me hizo daño— claramente no le creía, ¿Hace dos noches desaparecida?, sorbí mi nariz aferrándome a sus brazos temblando, cerré mis ojos—no quiero verla, por favor.

—Lo mejor será que espere afuera mientras es interrogada— la enfermera con un tono de voz calmado la condujo hacia la puerta.

Escuche el suspiro pesado de mi padre, pero no lo mire, seguía en mi posición mientras me aferraba más a su brazo, me sentía segura con su presencia, sé que aquí no podrá hacerme daño, es un punto a mi favor, sentí sus caricias en mi cabello y me tranquilice poco a poco, escuche más voces en la habitación así que abrí poco a poco mis ojos viendo a dos hombres, un policía y otro con ropa de salir, pase saliva acomodándome mejor.

—Bien Rosie, dinos qué sucedió el viernes por la noche cuando saliste de casa— tomé una gran bocanada de aire y asentí mientras mi padre sostenía mi mano.

¿Me creerán?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro