De acuerdo, ya casi no podía siquiera levantarme de mi lugar y Harry mucho menos podía ¿Cómo llegaríamos a casa?, ya eran las siete de la noche y aun seguíamos en el bar de mi padre, que creo que será mío cuando cumpla los dieciocho, claramente las bebidas eran gratis para ambos y la compañía sobraba, estábamos en zona VIP. Mire a mi amigo dejar que una hermosa chica le diera un beso, reí por eso desviando mi vista a mi bebida, le di un trago largo hasta acabarlo.

—Lamento lo que sucedió con tus padres—gire mi cabeza hacia la izquierda mirando a una chica más alta y robusta que yo sentarse a mi lado.

—Yo también lo lamento— deje el vaso en la mesita junto a los otros y carraspee acomodando mi cabello, claramente arrastraba las palabras—Pero el idiota de Daren no lo lamenta.

—¿Quién es Daren?— sonrió sirviendo más licor en mi vaso, ladee mi cabeza tratando de mirarla mejor pero no podía por la poca luz—Por cierto, soy Airam, mis padres conocían a los tuyos.

—Daren es, es un tonto más— sujete el vaso y bebí un trago, humedecí mis labios asintiendo—lo lamento, pero nunca me hablaron de ti.

—Creo que deberías dejar de tomar, estas muy ebria ya— intento quitarme el vaso pero negué alejándome un poco— Ya ya.

Soltó una pequeña risa sirviéndose también un vaso, desvié mi vista a Harry pero ya no estaba fruncí mi ceño buscándole con la mirada, sujete las bolsas y su celular, debía buscarlo no quería que me dejará sola o le sucediera algo malo, al intentar levantarme derrame la bebida sobre mí, maldije dejando el vaso en la mesa tambaleándome.

—Tu amigo se fue con una mujer creo que a los baños— la chica llamada Airam me miro señalando la puerta de salida, asentí levantándome he ir a donde dijo con algo de dificultad, en la sala donde estábamos habían baños ¿Por qué se irían a los de abajo?.

Sostuve bien las bolsas y su celular mirando nuevamente la hora, eran las ocho y media de la noche y tenía muchas llamadas de los chicos y de un número desconocido que seguramente era de Daren, se me revolvió el estómago al pensar en él pero desvié mi atención a las escaleras, suspire con una mueca bajando las mismas poco a poco para no caer. Después de encontrarlo nos iríamos a casa, debía llamar a Lina y nos regañaría pero por lo menos nos vendría a buscar, al por fin llegar con torpeza me dirigí a los baños.

—¿Harry?— lo llamé pero no estaba ahí, salí del baño tropezando con alguien más, pedí disculpas y me aleje sintiendo las horribles ganas de vomitar, respire profundo saliendo del bar por la parte trasera, el frío me recibió haciéndome temblar—¿Harry eres tú?.

Intente mirar mejor a las personas que estaban en la pared, me acerqué intentando no caer y al llegar gire a la persona que a mi mala suerte no era mi amigo, me disculpe por eso y rasque mi cabello alejándome, ya estaba empezando a preocuparme y las ganas de vomitar se hacía mayor, me sostuve de la pared cerrando mis ojos, respire profundo para calmar las náuseas, me sobresalte cuando sentí una mano en mi hombro, al girarme ahí estaba esa chica Airam, suspire leve.

—¿Aún no lo encuentras?— negué pegándome a la pared para no caer, me sostuvo del brazo con mirada cargada de preocupación—Seguramente se fue a casa, dime dónde vives y te llevo.

—No, él no me dejaría aquí sola— volví a negar pasando mi mano por mi abdomen haciendo una mueca—Harry, él no es así.

—¡Rosie!— me asome en cuanto escuche la voz de mi mejor amigo un poco cerca de nosotras, sentí que el alcohol ya se había ido cuando mire como unos hombres lo subían a la fuerza a una camioneta negra.

—Ven conmigo o te harán daño, Rosie.

—No— me aleje de ella y corrí como pude hacia el auto, él se resistía a que cerraran la puerta, cuando vi que lo golpearon mi corazón dolió, no quería que le hiciesen daño—¡Déjenlo en paz!.

—¡Largo de aquí, es una trampa!— tarde para darme cuenta de eso, caí al suelo cuando algo duro golpeo mi cabeza mareándome más de la cuenta, me queje intentando ponerme de pie pero alguien lo hizo por mí—Si la tocas ¡Te juro que te asesino!.

—Mejor cierra la boca niño lindo— desvié mi vista lentamente hacia la dueña de la voz, era la misma mujer que beso a mi amigo en el bar, hice una mueca por el dolor que sentía—Hola Rosie, ¿Me recuerdas?.

—N-no te conozco— logre pronunciar tras unos segundos de silencio, intente mantenerme despierta pero me estaba costando—Déjalo ir, por favor.

—Oh cariño, eso no sucederá esta noche— se acercó a mí lentamente con una sonrisa, intente alejarme pero claramente no pude— Podría llevarte a ti y dejarlo pero eso sería muy fácil, y a Drácula le gusta mucho el drama así que por ahora él será quien me acompañe en esta ocasión.

—Es a mí a quien quiere, no a él— sujetó mi mentón con dureza haciéndome daño, me quejé mirando sus ojos.

—Estas en lo correcto, pero así son las cosas cariño.. — Tosió alejándose de mí, caí al suelo cuando el sujeto que me sostenía me soltó bruscamente—Debemos irnos, hay una maldita bruja aquí.

—¡No, no Harry!— no podía levantarme, mi cuerpo se sentía pesado y solo pude mirar como lo metían al auto y se marchaban a toda velocidad, las lágrimas no tardaron en salir, llevé mi mano a la cabeza sintiendo un líquido en mis dedos.

No tenía fuerzas para levantarme y mi vista se estaba nublando, serian capaz de hacerle daño solo por jugar y no quería eso, escuche pasos a lo lejos cosa que quería mirar quien era pero mis parpados me traicionaron, en cuestión de segundos solo pude sumergirme en una total y fría oscuridad.

Lo primero que hice al abrir mis ojos fue sentarme de golpe, mi corazón se aceleró rápidamente y mi vista se paseó por todo el lugar, mi cabeza y cuerpo ya no dolían, esta habitación no era la mía pero tenía un aroma a flores que me lograba tranquilizar, quite la sábana de mi cuerpo mirando una pijama realmente ancha para mí, me levanté para acercarme a la puerta pero esta fue abierta antes de que yo tocase la perilla, di varios pasos hacia atrás mirando a Daren junto con la chica llamada Airam, ¿Acaso se conocían?.

—Buenos días linda ¿Gustas desayunar?— la chica enseño una bandeja con unos huevos revueltos, tocineta y unas tostadas más un jugo de Naranja, desvié mi vista al hombre que pasó por mi lado empujando un poco mi hombro—Tomaré eso como un sí.

—Harry está en peligro, debemos ir por él, no puedo dejarlo solo— la contraria cerró la puerta mirando por unos segundos a Daren y luego suspiro dejando la bandeja sobre la mesita de noche, los mire a los dos.

—¿Debemos?, no linda, tú irás a tu fiesta en la escuela y yo me encargaré de eso— negué ante eso abriendo mi boca para protestar pero él me interrumpió.

—Airam, por favor déjanos solos— asintió pasando por mi lado dejando una palmadita en mi hombro para así salir cerrando una vez más la puerta, me acerque a la cama sentándome con el corazón en las manos, tenía miedo de que le harían.

—Por favor encuéntralo— a este punto mis ojos estaban cristalizados, pase saliva mirándole ahí parado con sus brazos cruzados y semblante serio—Si él muere será por mi culpa.

—Mi obligación es protegerte a ti, no a ellos— descruzo sus brazos encogiéndose de hombros restándole importancia al asunto— lo que le suceda no es mi asunto, no voy a negociar su vida por la tuya, ahora ¿Tomaste la pastilla?.

—¿Cómo puedes pensar en eso ahora?, mi amigo está secuestrado por demonios— me levante frunciendo mi ceño acercándome un poco a él— tal vez no sea tu asunto pero el mío sí, y si tengo que dar mi vida por la suya lo hago sin dudarlo.

—¿Y crees que dejaré que lo hagas?, abre los ojos niña no estamos en una telenovela— solté una risa amarga mirando sus zapatos y luego sus ojos, chasquee mi lengua.

—Pero te encanta cogerte a esta niña— crucé mis brazos acercándome más a él alzándome un poco—Y no Daren, no tome la estúpida pastilla porque estuve distraída en el bar de mi padre divirtiéndome con mi mejor amigo y quien sabe con quién más.

Su mano fue a parar en mi cuello apegándome a él lo que podía, su mano libre rodeo mi cintura y yo solo mire el color dorado de su iris con una sonrisa triunfante, esa era la reacción que esperaba de su parte.

—Déjate de estúpidos juegos Rosie— pase mi lengua por su labio inferior de forma lenta hasta dejar luego un sutil beso en sus labios.

—Debería darte igual con quien me acueste, a final de cuentas tú y yo no somos pareja y tampoco sientes nada por mí, cariño no te amargues— coloque ambas manos en la que sostenía mi cuello alejándola al igual que su brazo en mi cintura, no dijo palabra alguna ni hizo algún otro movimiento—Si tu padre quiere negociar entonces negociaremos.

Humedecí mis labios girándome lentamente, me acerque a la cama para sentarme y comenzar a desayunar tranquilamente, no lo mire solo me concentre en mi comida he iniciar a divagar en mis pensamientos, pude escuchar la puerta cerrarse indicando que se había ido, debía encontrar la manera de ir por él, sé que hacerlo sería algo estúpido ya que podría acabar muerta pero era Harry y por él haría cualquier cosa, suspire dejando la bandeja aun lado y sacudir mis manos un poco, me levante mirando la habitación, tenía varias flores en las esquinas, eran moradas y se veían muy bien cuidadas, la cama era individual, un pequeño closet y un escritorio.

Sujete la bandeja para salir de la habitación con ella en manos y cruzar un pasillo escuchando las voces de ambos, no dije nada solo fui a la cocina a dejar la bandeja sobre el mesón que esta tenía, era un departamento muy acogedor, me gire mirando a ambos hablar en voz baja ocasionando que revoloteara los ojos, me acerque a ellos importándome poco su conversación, debía salir de aquí he ir con Lina y Helios.

—¿Dónde están Lina y Helios?— pregunte mirando a Daren achinando mis ojos, él se sentó en el sofá pasando su mano por su boca, desvié mi vista a la chica la cual rasco su cabello—¿Qué sucede?.

—Bueno...

—Mi padre los tiene a los tres, al salir a buscarte los deje sin protección así que aprovecharon y se los llevaron— lo mire de golpe sintiendo mis manos picar por aquello, abrí y cerré mi boca, otra razón más para negociar.

—Los vamos a encontrar Rosie, tranquila— mire nuestras manos y asentí sin palabras, sentía un nudo en mi garganta, me aleje de ella para sentarme en el sofá individual—Tengo un plan pero no creo que quieras ejecutarlo.

—¿Cuál es? — sorbí mi nariz acomodando un mechón por detrás de mí oreja mirándola.

—Vas a ir a la fiesta hoy con Daren, debes fingir que no te interesan tus amigos durante algunas semanas— mire al recién nombrado que tenía su vista fija en otro lado— tu desinterés hará que los liberen porque no les servirán para atraerte o negociar.

—¿Y si en vez de soltarlos los asesinan?— negó ante eso y sobo mi hombro lentamente— no quiero que los asesinen.

—Drácula no haría eso debido a que Daren tiene a alguien que le interesa, no es tonto sabe que él haría cualquier cosa que le ordenaras.

—Excepto que traiga a mis amigos de vuelta— le di una mala mirada la cual él me devolvió, se inclinó un poco hacia adelante— que lo haga sería mucho mejor que fingir durante semanas algo que no es cierto.

—No puedo ir al submundo, es parte de la maldición— se levantó con mala cara y se dirigió a la cocina, pase mis manos por mi cabello suspirando pesado—Y te corrijo Airam, no haría cualquier cosa porque quiera sino porque..

—Porque es una obligación, ya lo sabemos, mejor cierra la boca.

Cruce mis brazos mirándolo de reojo, tensó su mandíbula y la chica solo se carcajeo bajo alzando sus hombros cuando él le dio una mala mirada, lo odio, en serio.