Capítulo 12.
Los chicos no estaban en la cabaña aún, el detective los tenía también bajo custodia y seguramente les estaría preguntando dónde me podría encontrar, esto era agotador, mire mi reflejo en el espejo del baño notando las ojeras y mi piel más pálida de lo normal, suspire quitándome la ropa y meterme en la bañera, abrí la llave y deje que el agua recorriera mi cuerpo, cerré mis ojos relajándome poco a poco, comencé a lavar mi cuerpo quitando finalmente la sangre, pase las manos por mis pechos a lo que mordí mi labio inferior al momento que un jadeo salió de mis labios. Pase saliva al recordar aquella ocasión en mi habitación, acaricie mi abdomen con mis dedos sintiendo mi respiración agitarse, detuve mi mano por unos instantes pero luego la deslice entre mis piernas, con mis dedos acaricie mi intimidad despacio soltando pequeños jadeos que intente retener al morder mi labio.
—Rosie, estas desperdiciando el agua— me sobresalte alejando mi mano de mi intimidad al escuchar su voz, agradecí que la cortina estuviese tapando su vista pero él no era estúpido.
—D-debes tocar antes de entrar— estire mi mano hacia la llave para cerrarla, saque luego mi mano y sujete la toalla para secar rápidamente mi cuerpo mordiendo mi labio por lo sensible que estaba, cubrí mi cuerpo y corrí la cortina de la ducha mirándolo parado en el marco de la puerta.
—Lo tendré en cuenta en la otra vida— revolotee mis ojos y salí con cuidado de no resbalar, coloque mis sandalias y pase por su lado para ir a mi armario, humedecí mis labios estando un poco nerviosa.
—Sal de mi habitación, necesito vestirme— saque la ropa cómoda que me pondría y al girarme di un respingo al tenerlo tan cerca de mí, mire las bragas de encaje que sostenía—Estoy comenzando a pensar que estas obsesionado con estas cosas.
—Preparare la cena— Mostró una sonrisa ladina y se retiró cuando sujeté las bragas, sin más inicie a vestirme.
Sequé mi húmedo cabello con el secador y cepille mis dientes, me subí luego a la cama arropándome completamente con las sábanas para dormir un poco, que me despierte cuando la cena estuviese lista, bostece un poco y deje que Morfeo hiciese de las suyas, necesitaba descansar estas ojeras debían irse.
Mi respiración era agitada, mis pezones estaban completamente erectos debido a la gran excitación que tenía, hace mucho no tenía sueños húmedos y este se sentía tan real, el contacto de su húmeda lengua sobre mi sexo era increíble y me hacía desearle más, deslice mi mano por su cabellera castaña hasta darle un sutil jalón, su suave mordida sobre mi clítoris me hizo gemir alto, espera, ¿Sentí eso?, abrí mis ojos topándome con los suyos, ay dios, esto no era un sueño sino la realidad, seguramente diría algo sino hubiese introducido sus dedos en mi entrada de manera tan deliciosa. Abrió un poco más mis piernas y movió sus dedos un poco más rápido, arquee un poco mi espalda apretando la almohada por la increíble sensación que sentía, necesitaba más de él, ya no estaba pensando con claridad, no me faltaba mucho para tener mi orgasmo.
—Daren...— gemí su nombre sintiendo como cada vez más el ritmo de sus dedos aumentaba, intente cerrar mis piernas pero me lo impidió, le volví a mirar nuevamente topándome con su oscura mirada, sentía aquel conocido cosquilleo aumentar—No, ¿Q-que haces?.
—El pollo está listo, debo sacarlo o se quemara— había sacado sus dedos de mí y sonrió ladino, negué ante eso y sujete su mano para atraerlo hacia a mi besando sus labios, enrede mis piernas alrededor de su cintura, el beso era desesperado por ambas partes, se alejó un poco de mí mirando mis labios—Tus amigos están cerca y debo sacar el pollo Rosie.
Deje caer mi cabeza sobre la almohada y cerrar mis ojos, asentí sintiendo como se levantaba de la cama y salía de mi habitación cerrando la puerta, suspiré sentándome por unos instantes, mis piernas temblaban un poco pero aun así me levante quitando solo la camisa que tenía sobre mí y meterme a la ducha para quitar la humedad. Me sentía frustrada, maldito pollo, bufe bajando las escaleras con mala cara mirando a mis amigos entrar a la cabaña, respire hondo recibiendo el abrazo de Lina con una pequeña sonrisa, no quería ni verle la cara al estúpido.
—Estamos aquí de milagro, dios mío deberías dejar de desaparecer querida— reí un poco y asentí, Helios beso mi mejilla y acarició mi cabello.
—Demonios, te ves terrible—Revolotee mis ojos abrazándolo y agitarlo un poco— yo te ayudaré a recuperarte belleza pero primero necesito una buena ducha, con permiso.
Lina lo acompaño entre risas y solo asentí, desvié mi vista directamente a Harry y mordí mi labio acercándome a él abrazándolo fuertemente siendo correspondida, acaricie su cabello despeinándole un poco, deje un beso en su mejilla y le mire con alegría, era bueno que estuviesen aquí.
—Joder nena, sí que te vez fatal— me hizo dar una pequeña vuelta y solo negué riendo— Me alegra que sigas viva bebé.
—Créeme, a mí no.
—Calla y abrázame— volví a reír abrazándolo con fuerza y olisquee su perfume sintiéndome tranquila, estaba en casa, sí señor, el carraspeo de Daren hizo que lo miráramos, tenía un semblante serio y no le quitaba la vista de encima de mi amigo, una grandiosa idea llego a mi mente.
—La cena está lista.
—Qué bueno, vamos a comer— sujete la mano de Harry y lo jale hacia la cocina pasando por su lado sin tomarle mucha importancia, me senté al lado de mi mejor amigo mirando luego la comida, pase la lengua por mis labios escuchando mis tripas sonar.
—Pasado mañana es la fiesta en tu instituto, ¿Iras?— pase el bocado que tenía en mi boca, mire a Daren el cual negó y yo solo fije mi vista en mi amigo asintiendo.
—Claro que sí, y tú serás mi cita— comí un poco más de pollo mientras sonreía coqueta, claramente no tenía planeado ir pero ahora sí lo haré, además, que rápido pasaron los días— Sabes que no tengo a nadie más, a Lina no le gusta estar rodeada de colegiales y Helios se embriaga muy rápido.
—De acuerdo, seré tu cita pero ¿Ya tienes el disfraz?— claramente entendió mi juego y siguió el rollo como siempre, negué encogiéndome de hombros, bebí del jugo.
—No, pero mañana lo compraremos—Asintió sonriendo, mi vista se desvió al hombre que estaba sentado enfrente de ambos el cual no dejaba de mirarme, mantuve la postura y el tono tranquilo de mi voz—Tú serás Hades y yo Perséfone.
—Acepto nena— abrí mi boca para recibir un bocado que me estaba extendiendo para comerlo, limpió la comisura de mis labios con su pulgar para así llevar luego el mismo a su boca—Helios se pondría celoso si me ve haciendo esto.
—Eso no es cierto, al contrario ¿No quieren un cuarteto?.
—Yo digo que lo hagamos—Ambos chicos entraron a la cocina a lo que reímos por su loca ocurrencia, se sentaron en sus lugares y yo solo termine mi plato, limpie mi boca.
—Tío de Rosie, no tendría problema ¿Cierto? —Helios bateo sus pequeñas con dulzura mirándole fijamente, Daren lo miró con ganas de arrancar su cabeza pero luego suavizó su mirar y negó.
—No hay problema, yo estaré ocupado con mi esposa ustedes, diviértanse— mostró una sonrisa tranquila sujetando su plato vacío y comenzar a lavar lo sucio.
—Ay por dios, será nuestro primer cuarteto— aplaudió con mucha alegría, yo solo fruncí mi ceño, Harry dejo un golpecito en mi codo negando—Por fin van acabar lo que iniciaron, que emoción chicas, Rosie tienes que contarme luego como es Lina en la cama ¿De acuerdo?.
—Helios, habla menos y come más corazón— le dio una cucharada de arroz la cual comió agusto, me levante para dejar el plato en el lavadero sin mirarle, salí de la cocina para ir a mi habitación.
¿Esposa?, arrugue mi nariz cerrando la puerta con seguro y acomodar mi cama cambiando las sábanas dejando estas en la ropa sucia, suspiré sintiendo una opresión en mi pecho, bufé terminando de manera rápida ¿Acaso debería de importarme?, no seas tonta Rosie, no siente nada por ti y no sentirá jamás, tiene una maldición ¿Recuerdas?, me tiré boca abajo ocultando mi rostro de las almohadas, ahogue un gritito y me tranquilice, solo has el cuarteto y listo, tu menté estará relajada. Me removí en mi sitió callando mentalmente a mi subconsciente, alce mi cabeza al momento que sentí un bulto en mis nalgas, gire mi cabeza topándome con la mirada lujuriosa de Daren.
—Apártate de mí ahora— me removí para intentar que se alejara pero eso provocó un gruñido en él, ¿En qué momento entró? —Daren voy a gritar.
—Claro que lo harás, eso te lo prometo— su voz ronca me hizo estremecer, pase saliva temerosa a que entrase alguno de los chicos, hizo mi cabello a un lado para poder besar mi cuello, cerré mis ojos al sentir la calentura recorrer mi cuerpo—No te preocupes por ellos, están ocupados.
—Ve con tu esposa, a mi déjame en paz— conseguí librarme de él, con rapidez y como pude Salí de la cama, acomode mi camiseta escuchando su risa ronca, lo ignore para caminar hacia la puerta he ir con mis amigos pero me acorralo en la puerta—He dicho que me dejes en paz.
—No provoques sino te gusta que lo hagan contigo— alzo mi mentón pero solo gire mi cabeza a la derecha, volvió a sujetarlo— Mi esposa eres tú, nadie más.
—Cierto que estás obligado a fingir interés, se me olvidaba tal detalle— retire su mano y lo empuje apartándole—Sin tu permiso, voy a unirme a los chicos.
Me gire colocando la mano en la perilla dispuesta abrir la puerta pero me giró algo brusco y estampo sus labios contra los míos, solo pude resistirme por unos cuantos segundos, enrolle mis brazos en su cuello siguiendo el beso que se estaba volviendo muy intenso, me sujetó de los muslos a lo que enrolle también mis pies de su cintura, me dejó sobre la cama a lo que retire su camisa sin darme tantos rodeos, no debería caer pero necesitaba probarlo, la ropa de ambos quedó en el piso. Su tacto sobre mi piel quemaba, sus besos descendieron desde mis labios hasta mi mandíbula, cuello, pechos y abdomen, mi respiración ya estaba más que agitada y quería sentirlo, abrí mis piernas siguiendo sus acciones con la mirada, humedecí mis labios viendo como sacaba su lengua he iniciaba a lamer mi intimidad de manera realmente deliciosa.
Enrede mis dedos en las hebras de su cabello apegándolo más a mi feminidad, jugueteo con mi clítoris a su antojo, mordisqueo y chupo sumergiéndome en una delirante y exquisita tortura, sus dedos se hundieron en mi causándome un poco más de placer, lleve mis dedos a mis pezones para dejar suaves pellizcos, me queje cuando dejo de lamer y saco sus dedos, achine mis ojos pero al verlo acomodarse entre mis piernas solo pude ver sus ojos con deseo. Me acomode mejor en mi lugar recibiendo sus dedos gustosa, lamí saboreando mi propio fluido, su mirada me hacía estremecer, ese hermoso color dorado estaba presente, sus dedos apretaron mi cuello sacándome un jadeo, entrelazado su otra mano con la mía luego de posicionar su miembro en mi entrada, bese sus labios sintiendo como entraba despacio en mí.
—E-espera un poco— coloque mis manos en su pecho mirando sus ojos, suspire relajándome, estaba doliendo por el grosor—soy muy estrecha y tengo mucho tiempo sin nada, duele un poco.
—Tranquila, estas bien lubricada pasará luego—acarició mi labio inferior a lo que asentí, tomé aire indicándole que siguiera.
Inicio nuevamente a entrar en mí despacio, gemí en sus labios cuando finalmente entró, enrolle mis piernas temblorosas en su cintura volviéndolo a besar sintiendo sus leves movimientos, los jadeos y gemidos eran callados por sus besos, este se los bebía sin problema, encaje mis uñas en su espalda ancha soltando su nombre entre gemidos cuando dejo mis labios para besar y morder mi cuello, gire mi cabeza para darle más acceso a él, dios mío, esto era increíblemente delicioso.
Él era completamente delicioso, claro que sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro