¡O.K! ¡Recapitulemos!

Yo, Kokoro, estaba en la casa de los Midoriya por órdenes explícitas de Inko-chan, luego me ordena de que cada vez pase a visitarlos cuando yo quiera me quite la "máscara", después; Izuku-kun me dice un sinfín de preguntas como el gran fanboy que es, me agrada de que se interese mucho por mí, ¡pero que no exagere!

Ahora, pasaron no sé cuantas semanas desde que paso lo del examen práctico y escrito, obviamente no pasé el escrito porque no nos llevamos bien, pero el práctico... Meh, puedo pasar a con el director Nezu y amenazarlo para que me deje entrar y protega a Pequitas-kun, sí es que lo logro.

Pero... Todo cambió a como lo tenía planeado.

Estaba en mi apartamento abandonado mientras me miraba en el espejo mi cara, siempre me había preguntado el porque siempre tenía rostro de Uke, mi cabello rubio o amarillo caído de forma rizada, sólo que unos cuantos mechones caían en mis sienes o por frente la cabeza, también porque tengo todo el cabello desordenado hasta el cuello. Mi rostro facial se miraba delicada, pero lo que en realidad me sentía orgulloso era la cicatriz vertical que portaba en mi ojo derecho hasta la mitad de la mejilla. Bueno, mis ojos azules, siempre se me hacían curiosos del porque me fueron heredados por mis progenitores, de mi Oto-san, o de mi Oka-san. Tampoco en mis años de inmortalidad los he llegado a conocer, siempre me acostumbraba en dormir en casas ajenas o en las calles, me daba igual sí a las personas no les gustaban mis gustos, cada cosa lo suyo. Yo siempre he querido estar solo. Gratamente no era como yo esperaba que fuera, porqué en el pasado hubieron muchas personas que me enseñaron a tomar el camino correcto, y no caer en el puto infierno.

—Tal vez en realidad merezca ir en el infierno por todos los pecados que he echó, Kami-sama.— Mis ojos azules apagados, veían sin ningún punto fijo en el techo de mi apartamento, acostado en el sucio sofá de tres personas, mirando a la nada.

Como sí me cambiara el ánimo, tuve una magnífica idea.
Digo, hace mucho que no hago Parkur, sería un buen momento para hacerlo ahora y despejarme mis pensamientos por unos días. Pero antes... ¡QUIERO COMER~! Tal vez ir a estás horas de la madrugada no afecté a Chica Buena-Gente😇.

—¡CHICA BUENA-GENTE! ¿ESTÁS AHÍ?—. Pego mi oreja izquierda a la puerta café por sí la peliverde ocasiona un ruido, se escucha muy callado como para ambos Midoriya.

No me despegaba para nada de la puerta cuando siento aire golpear mi rostro. ¿Qué coj...?

*¡POW!*

—Ay.— Me había caído al suelo, cuando iba a decir mis típicas groserías, se escucha la voz de Inko.

—¡Oh por Kami-sama! ¡Kokoro, ¿estás bien!?—. Lamento ser sarcástico contigo Inko-chan... ¿¡PERO VES QUE ESTOY BIEN!? Yo mejor guardo mis palabras hacia la peliverde que me mira preocupada.

Como flash de la Liga de la Justicia me paré, sonriéndole a la Chica Buena-Gente. —¡No te preocupes, Inko-chan! “Aunque lamento mentirte y no hacerte sentir mal.” ¿Cómo has estado?—. Miro por el rabillo de la ojiverde haber si estaba cierto chico con pecas, extrañado me dirigo a Buena-Gente. —Oye Inko-chan. ¿Y Pequitas-kun, dónde está?

—¡Oh, justamente se fue a la Academia U.A!—. Inconscientemente sonríe, no pude evitar también sonreír, justo en estos momentos no tenía la capucha puesta. Así que no había problema sí me descubrieran o no. —Y... bueno.— Hace contacto visual conmigo. —Estoy muy orgullosa de él.— Se miran sus ojos cristalinos, oh no... no me gusta verla llorar. —Ojalá en el pasado, le hubiera dicho que siguiera adelante, y no lamentarme porque no tuviera Kosei. Aún así.. él jamás se rindió.

Suspire pesadamente, sin nada más que hacer o que decir, mejor momento para abrazarla y que ella se aferrase a mí, estos momentos me recuerdan a muchos años atrás, cuando ella tenía esos cambios de humor de cuando estaba embarazada, no dude en estar en esos tiempos para ella. Acariciaba su espalda para que se calmase un poco. Mejor me despegue un poco y por los hombros la encaminé al sillón, cerrando con mi pie la puerta del departamento.

Nos sentamos al mismo tiempo, sin despegar mis manos de sus hombros. Por esas obvias razones, no quería decirle la verdad a Inko por mi manera de contestar cuando estoy de mal humor sí estoy con el estómago vacío, ya que.. es muy sensible ésta Chica Buena-Gente.

—Ko-Kokoro-san.— Hice un mohín en forma de que siguiera hablando y que le estoy poniendo atención, desviando mi mirada con la suya. —¿Es cierto lo que dijiste de Izuku? Cuando tu lo salvaste de.. ¿un robot gigante en el examen práctico?—. Asentí, con nerviosismo. —Entonces, ¿fuiste aceptado en la U.A.?- ......

Ouo. Se me había olvidado.

—¡KUSOOO!—. Llevé ambas manos a mi cabeza, corriendo por todos lados la mini casa de Inko-chan, ¡¿CÓMO SE ME PUDO OLVIDAR ESO SÍ ES TAN IMPORTANTE QUE MIS CUCHILLOS Y ARMAS TORTUOSAS!? —¡LO LAMENTO INKO-CHAN!—. Corro hacia la entrada, gritando a la calle y a los cuatro vientos.. —¡¡PERO TENGO QUE IR A PROTEGER A IZUKU DE VIOLADORES POR LO SHŌTA QUE ES!!—. ¡Me valía madres sí la gente me veía como sí estuviera loco! ¡¡Porque prácticamente sí lo estoy!!

¡¿POR QUÉ CARAJOS NO ME DIJO PEQUITAS-KUN QUE ÉL SI FUE APROBADO!? ¡¿Y SÍ ME LO VIOLAN!? ¡¡ÉL ES MUY JOVEN PARA PERDER SU VIRGINIDAD A ESTA EDAD!! ¡¡NO EN MI NUEVO JUICIO Y AÑOS DE INMORTALIDAD SE ACERCARÁN A MÍ PEQUITAS-KUN!! ¡¡IZUKU, ALLÁ VOY!!

¡¿A quién le importa por como voy vestido!? ¡¡Me meteré a U.A a como dé lugar, sí es que me cueste la vida entera!! D:<

Como sea, les diré porque me vale chorizo por como voy. Ando con mi típico suéter sin cierre color negra, pantalones grises de la escuela Yūei, pero lo que no traigo es la camisa de U.A., pero me valió verga y seguí corriendo como si literalmente fuera el fin del mundo, aunque no es así.

Aún seguía mi corrida buscando locamente a Izuku-nii. No dejaba de mirar de izquierda a derecha, por los costados del gran edificio en forma de H. Todavía me he preguntado el porque la pusieron en forma de hache cuando en realidad debe de decir U.A. que ilógico :v.

Mejor, para no perder tiempo, fui a la sala del director Nezu con amenazarlo en entrar a está escuela de mediocres. De una patada la derribe, exaltando al pobre animal quien estaba tomando té a gusto.

—¡DIRECTOR NEZU! ¡¿PODRÍA EXPLICARME EL PORQUÉ NO ENTRÉ A ESTA PUTA ESCUELA!?—. Ups, parece que no era el único en la sala. Midnight, o quise decir.. Alías: La Chica Látigo. Quería ponerle La Chica Buenota pero... Para ella le pareció vulgar 7-7

—¿Oh? Ohayō muchacho, ¿hay algún problema?—. ¡¿QUÉ CARAJOS!? ¡¿NO ME RECONOCEN!? ¡¿REALLY NEGA!?

—¡Ahem! ¡Sí hay uno! ¿¡POR QUÉ PUTAS MADRES NO ESTOY EN ESTÁ PREPARATORIA CULERA, EH!?—. Nuevamente el oso pequeño escupe por mi lenguaje, ¡nah! Pues me vale, ¡porque ya estoy muy cabreado!

—¡Oye! ¡Guarda tu lenguaje mocoso! ¡Más respeto en este lugar! ¡Estás en la sala del director de está prestigiada escuela!—. Me grita en la cara la pelinegra, ¡Ay sí, mira como tiemblo!

—¡CHICA BUENOTA! ¡YO LE ESTOY HABLANDO AL OSITO O PERRO DE NEZU! ¡NO A UNA QUE SE PARECE ALFA EN CELO!

—Eres un...

—¿Kokoro?—. Ahora yo soy el que se queda petrificado, ¿komo lo shupo?

Nemuri también se queda callada, mientras lleva ambas manos a su boca, jadeando sorprendida. Bajé la mirada un poco, inconscientemente llevé ambas manos a los costados de la capucha y... dejándome al aire mi rostro, sin cambiar mi faceta de molestia por la pequeña pelea verbal con la ojiazul.

—¿Qué? ¿Les gusto o qué pedo?—. Ambos se lanzan a abrazarme, Nezu se restregaba en mi mejilla y casi tengo los pechotes de Midnight en mi cara, ¿es en serio?

—¡Gomen'ne, Kokoro-Sama!—. ¡¿Aún me llaman así!? ¡No-mames!

—¡Oigan, les he dicho millonésimas veces que no me llamarán por el “Sama”! ¡Llamenme por...! ¡Agh! ¡Io khe she, a su manera!💢—. Lo único que me faltaba, estar en el piso con dos pesos de encima, la Kayama me responde.

—¡Está bien, Kokoro-Sama!

—¡Ambos son...!—. No terminé la oración ya que sonó el timbre para la primera clase. ¡MIERDA!

[Un Rato Después] (Inserte Demo de Voz, Bob Esponja xD).

—“No puedo creer que no haya aprobado con tan solo derribar a un robot de cero puntos. Bueno, al menos mi plan con amenazar a Nezu no fue tan difícil.”— Entonces ahí fue cuando vi a... ¡Pequitas-kun! ¡TE ENCONTRÉ~!

Haber en que sala le tocó... ¡¿1-A!? ¡Dioz meoh! ¡Es la misma clase que iban Nemuri y Hizashi! De nuevo y repito, ¡estoy teniendo un déjà vu wey!

—¡Ohayō, Pequitas-kun!—. Antes de que abriera la puerta salta de su lugar, río lascivo, me excita verlo tan asustado y nervioso.

—¡Ho-Hola, Kokoro-san!

—¡Nee, Izu-kun~! ¡Ya te he dicho que no seas tan formal conmigo!—. Inflo las mejillas haciendo puchero, aunque no se notase por la gorra de mi suera, reprochándole. —Sabés que puedes decirme como tu quieras.

—E-Ehh, está bien, Kocchan.— Sonreí complacido, cruzándome de brazos.

—¡Así está mejor! Ahora...— Agarro ambas mejillas a mi disposición, ¡estirándolas hasta jamás no poder! —¡EXPLICAME PORQUE TE FUISTES SIN AVISARME QUE IBAS A ENTRAR A U.A., DEKU-KUN!

—¡I-Itai! ¡Gomen'nasai, creí haberlo dicho antes por mensaje! ¡En serio!—. Lo suelto con cara de Poker Face. Pero... ¿desdé cuándo me había mandado un mensaje, y en qué momento?

Porque yo soy una de las pocas personas que no ven su celular todo el día, ¿para qué las necesitan? Para eso están los juegos, los deportes, las matanzas... ABRGFDBR.

Justo cuando de nuevo, iba a abrir la puerta... por un lado de su hombro miraba con desdén quienes estaban en ese salón futurista y eran... 💢💧

La Rubia Explosiva y El Chico Corpulento. Hijos de la...

(...)

Melanny: Se que es corto pero... *le lanzan tomates y hasta una piedra, lanzada por Kokoro* ¡Oe! ¡¿PERO QUÉ TE PASA CARA-AFEMINADA!?

Kokoro: Nada, sólo que aún no puedo creer que se te haya acabado la maldita imaginación y me hayas escrito por mi nombre unas cuantas veces sólo para decir, que la señorita ya esta cansada.

Melanny: Ash.. es que no sé porque publico historias que me ponen de indecisa. Ya sabés...

Kokoro: ¡Ajá, seh!

Melanny: Bueno, como sea, ¡perdonen que no haya seguido con esta historia! ¡Próximamente habrá segunda parte!🙇😃