•°|Episodio 2|°•
Aún seguía buscando la casa de Izuku. No sé en donde carajos es su maldita casa, ¡sí hay un montón de edificios por toda la ciudad joder!
Me senté en la banqueta pesadamente, apoyándome ambos codos en mis rodillas relajado, suspirando con cansancio. Aún no puedo creer que tenga una mentalidad de retraso mental en mi persona, ¿cómo es posible qué me convierta en héroe, sí soy un bueno para nada que ni siquiera sabe la contraseña de su celular o anime de pérdida?
Aún estando en la misma posición, puse ambas manos en mis mejillas, con la mirada fijada en el pavimento hundiéndome en mis pensamientos, ó más bien. Recordando ese día...
FlashBack
Revisaba en mí laptop unas cuantas descargas de fotos que me había tomado hace unos años atrás, algunos eran de mis amigos de la infancia (quienes habían fallecido lamentablemente), otros eran vídeos que hacía al azar en mí antigua escuela, etc.
Iba a irme a la página de YouTube a ver vídeos graciosos ya que estaba aburrido y no se me antojaba entrenar por la flojera que emanaba en mí, IBA, porque me llego en el centro de la pantalla que tenía un mensaje de Izuku por Skype. Inconscientemente sonreí en pensar en platicar con él un ratito (¡o un RATOTE!), quien sabe.
—¡Ohayō mí pequeño Izuku!—. Le salude alegremente, sólo con él me he llegado a abrir lo suficiente. Gracias al ojiverde por enseñarme a confiar en mí mismo. —¿Cómo has estado?
—¡Ohayō, Hajime-kun! Yo estoy bien, arigatō.— Me sonríe con un leve rubor en sus mejillas, ya sabía sus gestos porque la mayoría en que platicamos se pone nervioso o tímido, pero para mí es algo que me gusta de él. —¡Oye, ¿haya en donde vives te ha llegado el cómic de All Might!?—. Negué con la cabeza, el hace un adorable puchero que hasta solté una risa.
—La mayoría de las veces no transportan los mangas aquí en ciudad ______, luego no tienen el tiempo para transportarlos aquí ¿sabías?—. Le guiñe el ojo diciendo con énfasis, el soltó también una risilla, seguido de mí claro.
Y así seguimos conversado animadamente haciéndonos anécdotas de todo tipo y hablando de anime y cómics, como he dicho anteriormente, me hice muy fácil siendo su ahora y mejor amigo de red.
Pero... si no me fijaría bien a través de la pantalla, su mirada era una de, tristeza y nostalgia. No quería preguntar del porqué pero, la curiosidad me mató.
—Izuku.— El me mira curioso, aún sin saber de lo me había dado cuenta desde hace un rato. —¿Puedo saber?, ¿por qué tienes esa mirada pérdida EH?—. Le sonreí, transmitiéndole confianza. De pronto su mirada se le volvió sombría, confundiéndome ahora a mí. Creo que la había cagado, así que me exalté pensando en lo que dije si lo había hecho recordar algo que no. —¡S-Si quieres no me cu-cuentes, en serio! ¡Sólo me entró curiosidad nada más, pero no te enojes conmigo, Onegai!
Esperaba a que me dijera algo o siquiera esperar un insulto, también esperando a que se excusará como siempre. Pero nunca llegaban esas palabras esperadas. Miré de nuevo la pantalla e Izuku me vio con una resplandeciente sonrisa.
—No importa, te preocupas por mí y eso es muy gentil de tu parte. Así que como ya nos tomamos confianza, te lo contaré desde al principio.— Asentí cambiando de personalidad, mi característica seriedad, poniéndole atención al peliverde. Hasta el más mínimo detalle.
Fin del FlashBack
Apreté mis nudillos con fuerza sin quejarme del dolor o punzadas que me daban, tenía la mirada pérdida en el piso viendo que se teñía de un rojo vivo. Era sangre, MÍ sangre. Agité mis manos rápidamente secándomela por completo ¡como nuevo! Espero que nadie me haya visto, sino ya pensarían que estoy loco o mal de la cabeza, ¡ó yo que sé!
Solté un sonoro suspiro al igual que me revolvía mi ahora desordenado cabello negro, sentía una presencia acercándose a mí, le resté importancia y seguí mirando el suelo como si fuera lo mas importante ahora. La presencia se iba acercando más, hasta que vi que sus píes pararon en dirección a mí. Alzo la mirada encontrándome con una... ¡¿WATH THE FUCK!?
—¿Ha-Hajime-kun?—. ¡No manches! ¡Esto no puede estar pasando! ¡IZUKU MIDORIYA ESTÁ AQUÍ! ¡Pero así no es como debió ser la sorpresa! ¡La cagué hasta tapar el WC de mí departamento! —¿¡E-Eres tú, de verdad!?—. Casi se le salen sus ojos de su órbita xD.
—¡Ehh! ¡Jejejeje!—. me reía nervioso ya que no esperaba verlo por aquí, y menos en la misma calle para empezar. Pero eso me dio tiempo para buscarlo :D. —¡Hola, Izuku! ¡Cuánto tiempo!—. le sonreí.
Su bolsa que traía en mano se cayo y vino hacia mí, me pare para resivir su abrazo con mucho gusto correspondiéndole. Me da mucha felicidad en verlo personalmente y más sí es en la realidad.
—¿C-Cómo es que veniste hasta aquí?—. me pregunta con un brillo en sus ojos al igual que estaba emocionado.
—Jijiji,— me rasco con un dedo mi mejilla nervioso. — me fui de viaje en autobús, hubiera preferido irme en el metro pero.. ¡Nah! ¡Estaba bien caro y pues no quería desperdiciar mí dinero en eso! ¡Así que decidí venirme en autobús!—. le decía todo eso con énfasis mientras oía como se reía y se sonrojaba a la vez. Me gustaba eso de él, teniendo esa confianza de sí mismo al igual que yo.
Después de ese pequeño "reencuentro" entre nosotros, le platicaba de que en el camión conocí a un chico Sin Quirk, quien también soñaba con ser héroe pero ahora trabaja para mantenerse a él mismo. Izuku me miraba con un extraño brillo en él, eso me mantenís seguro de mí ya que creo que le gustaba como narraba todo aquello con énfasis y todo el rollo. Me contó que todavía seguía mirando ese vídeo en el cual salé su héroe favorito; All Might, y salva a un montón de personas con una sonrisa en su rostro y así. Eso lo motivaba al Midoriya en ser un héroe aún así sin tener un poder en específico, en cuanto a mí... bueno, aún no le he contado sobre mí fuerza sobrehumana pero... Ya será para la próxima cuando estemos solos y en su casa. Uno nunca sabe cuando y donde te estén espiando, eso lo mantengo con precaución literalmente.
Llegando a un edificio dónde también hay más departamentos, me dijo que Izuku vivía más o menos arriba de ahí, así que felizmente (sin exagerar) lo seguí mirando todo curioso. Izuku tocó la puerta de su casa (nota: ¡sorry, es que no me sé el lugar en donde vive si en un departamento o en su casa gigante). La perilla se movía leve cuando alguien abrió la puerta, al parecer era la madre de Izuku, creo que su nombre es Inko. ¡Yei! ¡A fin que me acordé de algo! :'D.
—Ōhayo mamá.— le saluda con un beso en la mejilla, me señala con su mano: presentándome. —Madre; él es Hajime Tanaka, mí mejor amigo.— me sonríe, ¡aww kawai! Muy bien Hajime, autocontrolate por favor.
Inko alza su mano para saludarme. —:Jmjm, es un placer conocerte Hajime-kun. ¡Izuku me ha hablado mucho de ti!—. me habla animadamente, tal como lo hace el peliverde Kawaii. ¡Momento! ¿Dijo que hablaba de mí? Ahhh, lo mire pícaramente 7u7, moviendo mis cejas de arriba a abajo rápidamente.
—¡N-No pienses mal, Hajime-kun! ¡Le dije que sólo eres mí amigo y ya!—. movía sus manos temblorosas por el nerviosismo que sentía en ese mismo instante. Reí leve y puse su mano en su cabeza para después, revolverlo más de lo que estaba.
—¡Tranquilo! Entiendo perfectamente.
—¡Vamos Hajime-kun! ¡Pasa! ¡Izuku, ¿trajiste lo que te pedí!?—. el silencio reino en el lugar, Izuku tenía la piel blanca y gotas en toda su cara se hacían presentes. Eso no paso desapercibido a la peliverde. —¿Hijo, te encuentras bien?
—¡LO OLVIDÉ!—. entonces, ¿lo que traía en mano eran las compras para la señora Inko?. Vaya, bueno hora de ser generoso.
—Si quieren puedo ir por la bolsa, no está muy lejos.— me incluí en la misión: Traer la bolsa pérdida de la madre de Izuku.
—¡N-No es necesario, Hajime-kun! ¡Fue mí culpa dejarla por lo despistado que fui!
—No te preocupes Izuku. Voy a ir por ella. ¡La traeré sana y salva!—. sin perder tiempo y sin decir nada. Salí rápido para ya no dar tantas excusas en ir.
—Jiji, tu amigo es muy amable hijo, debería quedarse aquí para la cena. ¡O mejor aún, en nuestra casa! ¡Gracias a dios hay una habitación extra para él!—. *exclamaba emocionada*.
Suspira. —Bueno, además ¿por qué no? Apenas es nuevo y sí debería quedarse aquí.— *sonríe, mirando todavía la entrada de su casa*.
—¡Lo encontré!—. ¡Misión cumplida! ¡Ahora devuelta a la casa de Izuku! —“Un momento— miré a todas partes, parece que me he perdido, de nuevo. —, ¡Kuso!”
¡¿CUÁNDO DEJARÉ DE SER TAN DESPISTADO!?
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