Abrí mi mochila de Dragon Ball Z metiendo en ésta mí ropa interior, mis pans, camisas, playeras y unos cuantos fideos instantáneos que acabo de comprar. ¡Oh! Sin olvidar mis discos de Michael Jackson y mi cargador y auriculares. Y mi preciado celular.

—“¿No me faltará nada?, ¡nah! Ya tengo todo para el viaje.” Dormiré entonces.— Me dirigí a mi habitación dirigiéndome a la cama, de ahí ya caer a los brazos de morfeo. 😪

(...)

El sonido de mi teléfono me alarmó bastante, casi hace que lo llegue a matar al pobre celular, que culpa tiene (?). Mire de quien era el mensaje y...

—Ah, sólo es Izuku.— Le respondí como siempre y me fui a bañar para alistarme y comer hasta atragantarme. *=*

Después de comer Udon y arreglarme para estar decente, le mande un mensaje a Izuku que estaría muy ocupado el día de hoy y que no pudiera resivir sus mensajes, él comprendió el asuntillo así que me fui a la parada de autobuses, llevando conmigo en la espalda mi mochila de la insignia de Gokū. ^^

Caminé hasta por fin llegar y formarme en la parada a esperar que avisen para subir. Miré el cielo que todavía seguía anaranjado el día, ya que eran las 7:05 de la mañana, sonreí levemente ya que mantenía mi expresión monótona de siempre.

Que~ aburrido. Sólo con mirar la ventana del bus me reflejaba a mí mismo lo aburrido que estaba, me dedique a mirar a las demás personas...

—¿Eh?—. Miré por todos lados y no había ni un alma que esté aquí, sólo el chófer joven y yo somos los únicos, significa incomodidad. —Disculpe, ¿qué pasó con las demás personas?

—¿Acaso no te diste cuenta, joven? Los demás pasajeros bajaron en la antes parada hace una hora.— Quedé en blanco, de tanto que me distraía por la ventana no me había dado cuenta de eso... debo dejar de ser un completo ignorante. —¿Tú adónde te dirigías?

—Hacía ciudad Musufatu, señor.— Alcance a mirar que se puso serio el tipazo.

—Creo que tendrás que caminar hasta allá.— Sentía que el chófer paraba el autobús de viaje, miraba al señor joven confundido por no seguir. Quería decirle que no pero, en vez de eso solté un sonoro suspiro sabiendo que no quería problemas con el señor que amablemente me transportó hasta aquí. Me paré de mi asiento dirigiéndome hasta la puerta de la calafia dándole al chófer una mirada con desdén, llena de ira.

—¿Sabés? Pienso que eres un tonto sin valor, que le temes a esa estúpida ciudad. Hubieras sido más amable al llevarme hasta allá pero— Suspiré.—, no te culpo, comprendo.— Terminé mi supuesta “frase” ya bajándome del maldito autobús, ¿a quien le importa sí camino 3 kilómetros hasta la ciudad? Con tan sólo escuchar mi música favorita, todo bien.

Mientras caminaba de lo más normal del mundo y escuchaba la canción de One Punch Man (opening 1), alcance a escuchar un pitido de un claxon del autobús de antes, me gire a mi izquierda mirando serio el bus de antes, éste abrió la compuerta y se mostró al “joven” sonriendo con desdén.

—¿Qué esperas? Sube de una vez.— No dije nada, sabía que había recapacitado por lo que dije anteriormente, sin decir nada me subí y me senté al primer asiento del lado izquierdo. —Estaba pensando en lo que dijiste y... quiero decir que, lo siento.— Ya sabía que se hacía del rogar —Fue muy tonto de mi parte al dejar a un pasajero atrás, y fue algo muy tonto al temerle la ciudad Musufatu.

—Ya lo sé.— Me miró atento y ofensivo. —Sé porque actuaste de esa manera tan indiferente conmigo, en la mayoría de las ciudades de las cuales van muchos villanos y tienen problemas, Musufatu es la que más tiende a tener muchos problemas de ello.— Lo miraba con desdén, éste me miraba por el retrovisor de arriba.

—Hm, por eso me dio el impulso de volver por los problemas que ha tenido desdé ahora.— Su sonrisa aparece. —¿Sabés? Siempre he soñado con ser un héroe, pero que al mismo tiempo trabaje y sea alguien más.

—¡Eso me recuerda a una película que miré desde pequeño! ¡Ajh! ¿¡Cómo se llama!?—. ¡¿Por qué siempre me pasa esto!?

—¡Ah! ¡Se llama “Súper Man”! Amaba esa película cuando era pequeño.— Vaya, alguien que tiene mis mismos gustos. —Dem, cuando fui al farmacéutico haber si ya había manifestado mí Quirk a los cinco...

—Deberías rendirte, muchacho. No tendrás ningún futuro siendo un héroe sin Particularidad.

Su mirada decía todo, pude sentir el también, siendo un Sin Quirk; también quería ser un héroe. Ahora aquí estamos, siendo él un típico chófer para ganarse la vida y yo siendo también un Sin Particularidad careciendo de fuerza sobrehumana. Entiendo como se siente, nuestro sentimiento es como mutuo.

—¿Creés qué eres el único Sin Particularidad? Fíjate amigo que no es así.— Vi que su mirada se posó en mí en shock, al igual que suspira sorprendido. Pongo una cara de terror al ver que no prestaba atención al camino. —¡OYE, MIRA AL FRENTE!—. Parece que logró reaccionar y volvió a manejar con tranquilidad, ya pasando el temor de haber “muerto”. Suspiré aliviado.

—Por poco y casi morimos, Baka.— Murmuré, pero parecé que me alcanzó a escuchar el muy...

—¡Uruse!— Sólo chasque la lengua divertido, será un camino largo que recorrer hasta ciudad Musufatu.

[=====]

—Muchas gracias por llevarme a mi destino.— Lo miraba desde las dos puertas corredizas abiertas, mirando al joven quien se llamaba Daisuke.

—Gracias a ti, por haberme quitado el miedo de venir aquí.— Me sonríe y yo le devuelvo el gesto, sólo que el mío más bien fue una mueca —A propósito, ¿cómo te llamas? Se me olvidó preguntarte.

—Jeje, me llamo Hajime Tanaka.— Hago una leve reverencia, yéndome al lado opuesto despidiéndome de Daisuke-san.

Ahora ya caminaba por las grandes ciudades de ciudad Musufatu en Tokyo. Miraba con una sonrisa como había mucha civilización caminando tranquilamente o platicando entre sí animadamente, o también como había mucha naturaleza al igual que miraba los árboles verdes y algunos de cerezo. Simplemente hermoso sin duda.

Todo eso y más, hasta que mi vista clavó en la tele hologramica por los edificios viendo al héroe número uno, All Might; una mueca aparece en mi rostro y solamente cruzo los brazos viendo el anuncio.
Recuerdo que mi amigo Izuku me contó que ése hombre era su ídolo a seguir en ser un héroe, también diciéndome que lo había visto un montón de veces en su computadora de su cuarto como él mismo salvaba a las personas aún con esa sonrisa característica en el héroe. Sin duda me sorprendió mucho cuando me dijo que con, o sin particularidad, sería un héroe reconocido. Pensó que nuestra amistad se rompería si no tenía un Quirk en específico, pero lo apoye hasta llegar a una amistad casi imposible de romper. ¿Por qué creen qué me hice amigo de él tan rápido? No soy de socializar mucho con personas que no conozco pero, conocer a Izuku me cambio mucho la vida y es algo de lo que no me arrepiento para nada.

Aún seguía caminando por las coloridas calles de la prestigiosa ciudad, viendo los puestos de comida, de ropa, básicamente de todo. Hasta que veo una de...

—“¡ANIME~!”.— En un milisegundo ya estaba pegado a la ventana embeleselado por los mangas Yuri o Yaoi, unos cuantos cómics de héroes con el género de acción, simplemente genial en mi opinión. Pero todo aquello me desilusionó cuando vi el precio de aquellos libros hechos por dioses. ¡Costaban un montón (para mí millones) de yenes!

Lentamente me separé de la ventana con una mirada sombría, me puse de rodillas apoyándome con ambas manos al suelo perdiéndome en el piso con una mirada en shock y, al parecer, iba a explotar.

—¡MALDICIÓOOON!—. La gente se me quedó mirando con miedo, ya que, literalmente grite a los cuatro vientos.

(...)

—Ahora que recuerdo, una vez me dijo Izuku dónde vivía.— Miraba para todas las direcciones de los hoteles cual era en la vivía mí amigo peliverde.

No me di cuenta que había chocado por un tipo, sentí que caí de trasero al suelo, sorprendiéndome del golpe, ya que como soy fuerte no tengo ningún tipo de dolor. El otro se mantuvo parado escuchando que el sí se quejaba, ¡y muy molesto al parecer!

—¡Tch! ¡¡Fíjate por dónde vas, Baka!!—. Y apuesto a que por su tono de voz índica que... no es muy amable. Me dediqué a mirarlo mejor y... ¡Oh por dios! ¡Scaner, activate!

Primero miré su cabello, era de un rubio cenizo con las puntas arribas y un poco desordenado.

Esa mirada carmesí que tiene una mirada llena de odio y disgusto a todo lo que le rodea, pero si los miras bien de cercas... pueden ser increíblemente bellos.

Su rostro facial era una de esos típicos que fruncen el ceño al ver algo que los incómoda o disgusta.

Y su cuerpo, se mira que no mantiene el tórax al aire pero su posición en la que está con los hombros caídos, sus manos en sus bolsillos en su pantalón de, ¿su academia será? No lo sé.

Definitivamente es...

—“¡Me crucé con un Tsundere!.”— Por dentro no me lo podría creer, estaba tan emocionado por encontrarme uno en persona, pero al mirar al pelirrubio/cenizo, sabría que después las cosas no saldrían bien. Es mejor ser ignorante por una vez en tu vida, aveces te salva, en serio.

—¿¡Qué acaso no me escuchaste!?, ¡QUITATE DE MI CAMINO! ¡EMO!—. Simplemente me le quedaba mirando con seriedad, no apartaba mis ojos negros en su mirar roja, sabía que lo incomodaba, ese era el chiste. —¡¿Acaso eres zurdo o qué!?

Mágicamente saqué una libreta pequeña de notas y una pluma para ¡anotar lo siguiente! Lo miré ahora sí normalmente.

—¿Cuál es tu nombre?—. Estaba listo para apuntar, él al ver mis acciones, abrió levemente los ojos ya que los tenía achicados. Me miró enojado y de nuevo, me gritó :'v.

—¡Eso a ti que te importa! ¡Pierdete!—. Haciendo todo un dramático y Tsundere no tendrá amigos, en especial con personas que apenas conoce.

—¡Oye, sólo dímelo y ya! ¡Me iré de tu vista para siempre y ya no me verás nunca más!—. Lleve mí mano derecha atrás de mí espalda, cruzando los dedos sin que se de cuenta el ingenuo.

—¡Grr!, ¡no le daré mi nombre a un extra de-!—. Calló cuando ya me encontraba apuntando con suprema rapidez a todo lo que decía. Soy fuerte pero muy rápido. —¡¿Oye qué estás apuntando!?

—Vi que tenías un gafete en tu lado derecho de tu suéter de la academia; al igual que apuntaba to~do lo que decías.— Le sonreí inocentemente, al mismo tiempo que guardaba mis cosas con rapidez. Lo miré y éste, habría sus ojos un poco con un tenue sonrojo.

Pero su expresión cambio a una de enojo, oh ouh, pensándolo bien, la he cagado. Sus ambas manos soltaban leves pero a la vez sonoras explosiones como si fueran bombas. ¡¿Ese es su Quirk!? ¡¿Explosiones!?

Él al ver mi rostro de sorprendido por enseñarme tal Particularidad, me dijo con su voz egocéntrica. —¡Jah! ¿¡Te sorprende al ver mi Individualidad!? ¡Está vez colmaste mi paciencia!

Cada vez que decía una milésima palabra, tenía muchas explosiones en sus manos cada vez que se intensificaba.

¿Acaso, el destino me miró con compasión por tener al fin... un rival fuerte? ¡Pesándolo bien, me gusta! ¡Espero que valga la pena en está batalla, y no hagamos escándalo después!

Sonreí emocionado, hace tiempo que quería probar mis habilidades, quien sea alguien digno para luchar sobre mi fuerza.

Saitama, si fueras real y me vieras en esté momento. ¡Estarías orgulloso de mí!
Me puse en posición de batalla para comenzar con un duelo.

—Así que, ¡¿vas a luchar contra mí, ó qué!?

Estaba intentando contenerme por su gran impulsismo. Pero no lo lograba, chasqueo la lengua.

—¡¿Qué esperas!? ¡¡Atacame!!

Al verme que no me inmutaba, prosiguió en dar el siguiente paso.

—Sí no vas hacía a mí.— Su mirada se volvió sombría y sus explosiones se hacían más poderosos. Espero con ansías. —¡YO IRÉ A TI!

Lo que en verdad quería, es que sus golpes impacten a mí, para verificar si realmente lo consideró como un verdadero rival para mí. Él llegaba corriendo con toda la furia que tenía, sí que es muy impulsivo el tipazo.

Cuando vi que en cámara lenta sus explosiones acercarse en mi cara, sonreía inconscientemente. Fue tan fuerte el impacto que casi se agrietaba toda la calle en vertical o sólo por el impulso, lo que ninguna ventana o persona nos mirara en ese momento.

—Haber si sobrevives a eso, Baka.— Lo escuché decir con su tono de superioridad hacía mí, abrí los ojos ya que los tenía cerrados, esperando un rasguño siquiera pero...

Me miré el cuerpo y... —“¡¡KUSOOO!!”— ¡Me pegué varias veces en la cabeza y mejillas aún estando inerte! Mis golpes eran tan fuertes que no me hacían daño, pero el pavimento temblaba o hacia una mini ventisca por los fuertes golpes míos. ¡Maldita sea!

Cuando el humo ya se disipaba y me calmé un momento de tanta desilusión mía, miré con total decepción y enojo al ojirrojo, cuando ambos cruzamos miradas, me miró con impresión a la vez que abría su boca abajo como unos... ¿20 centímetros?

Me señala estupefacto. —¿Có-Cómo... so-brevi.. vistes a-a mí... a-ta-que?—. Se le miraba sorprendido, ¿qué otra cara facial tendrá aparte de una de “Los odio a todos”?

Inconscientemente se me apareció una aura sad :'v, con mi mirada pérdida al suelo... ¡ESTÚPIDO DESTINO, ME ENGAÑASTE! D":<. Suspiré cansado.

—Creí que eras un oponente digno para probar mis habilidades pero...— Lo miro serio, éste aún tenía su mirada pérdida en la calle, su cara mostró una de total enojo y, no había falta que me la dedicaba a mí. —Veo que encontré al rival equivocado.— Le dije secamente, pasando de lado. Pero sentí su mano fría en mí hombro. Sentí que me voltea bruscamente mirándolo ahora cara a cara, ¿ahora qué se trae?

—¡No me subestimes!—. Me grita el muy... —¡¡Sólo quiero saber, ¿cómo evitaste mis explosiones, Baka!!?—. Se me cae una gota en la sien por tal pregunta. —¡Respóndeme!

—Ya, aguantame las aguas.— Aguantaba de no reírme por el mal chiste que me hice a mí mismo. Al tener contacto nuevamente con él, me calle por que seguramente la había cagado, y mucha.

—¡Tsk! ¡No quiero oír bromas! ¡Quiero oír LA VERDAD!

—Bueno, bueno... Tengo un Quirk SÚPER raro~.— Hacía movimientos ninja al igual que movía las manos raramente. —¡Tengo... Tengo...— El esperaba mí respuesta con ganas. —Hambre!—. Cayó de espaldas, no lo pude aguantar y me reí como foca retrasada.

—¡SHINEE! (💢💥💥)

¡Oh mierda! Me iba a pegar pero... Su acción lo dejo sorprendido y en shock.

Iba a golpearme con su puño derecho, alze mí palma para detener el supuesto golpe, cuando ya chocó su puño derecho en la palma de mi mano, se hizo presencia una gran ventisca por el “supremo” golpe que dio el pelicenizo. Lo miré serio cuando mire que tenía ganas de llorar por el fuerte golpe que había dado cabo.

—¡AGHHH~ MI MANO! ¡KUSOOOO!—. Tenía unas inmensas ganas de reírme como daba vueltas con su mano roja soplándola con desesperación.

—Cómo te lo había dicho.— Dije serio. —Tú no eres rival para mí.— Me giré a seguir mi camino derecho hasta la casa de Izuku, pero un recuerdo se me pasó como balazo.

Lo miré y éste a mí, pero con más odio e ira indescriptible, sonrío levemente hacia el pelirrubio. Aún no podía creer que lo tratará así, pues abrió los ojos como platos. Alze mi mano dándole la espalda en forma de despedida, sin decir ni una palabra, siguiendo en mí búsqueda de la casa de “Deku”. Mí mirada se volvió sombría al recordar lo que me dijo el ojiverde sobre el videochat... Sobre él.

Por fin sé quien eres: Katsuki Bakugō.