Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•|Capítulo 2|•

Al día siguiente, Jigme fue a la Secundaria solo. Se extrañó que en ése mismo día, Midoriya no asistió a clases en todo el día., no sólo eso; Bakugō se comportaba extraño, ya que desde que comenzaron las clases no había hecho escándalo como de costumbre. El ojigris juraría que el pelicenizo se hallaba perdido en sus pensamientos.

En la hora de receso comió en el salón, solo, y los demás se retiraban como si nada, extrañamente los amigos de Bakugō no se juntaron con él. Jigme no sabía lo que ocurría.

Lo más tenso para él es que estaban los dos solos, sin interrupciones, sólo estando en un silencio sepulcral.

Urahara tragó saliva. —Debo hablarle, yo... Pero...— Bajó su mirada neutral, pensando en negativo. —Soy demasiado directo como para decirle algo.

Recordó lo que había pasado ayer, cuando le dijo de frente lo que sentía, pero había llegado demasiado lejos con sus palabras. Suerte que los “amigos” de Katsuki estaban ahí, y que Midoriya-kun lo defendiera.

Después de todo, Jigme decidió estar con Izuku porque lo apreciaba, lo comprendía desde hace tiempo.

Pero desde que se enteró de que aparte de él, Izuku tenía otro amigo, bueno, ex-amigo. Por lo que le contó el peliverde; él y Bakugō-kun eran amigos de la infancia, cuando se conocieron en el Jardín de Niños. Pero meses después cuando Katsuki manifestó su Kosei, y éste, al enterarse de que “Deku” (comenzándolo a llamar así) no tenía Quirk, lo criticaba mucho y hasta aveces se pasaba con sus burlas racistas.
Izuku admiraba al ojirrojo, pero éste, veía al susodicho Deku como si fuese inferior a él. Por lo que su actitud, superficial, egocéntrica y altanera ya lo tenía arrastrando desde corta edad.

Izuku le había contado con total confianza a Jigme toda su historia, que hasta él también se vio obligado a contar la suya resumida, pactando un lazo de confianza entre ambos.

Tal vez el pelibeige sea honesto y, a veces directo. Pero sabía guardar un secreto profundo, que eso es parte de un ser humano.

Y la verdad, es que él, sabía que Katsuki se guardaba algunas cosas cuando estaba en ese ánimo tan calmado y a veces neutral.

Pero jamás olvidaría el día en que ambos se habían topado. Jigme supo que el pelicenizo era igual que él, directo ante sus objetivos y con lo que quiere.

Con una mirada decidida, el pelibeige se levantó con pesar, caminando lentamente hacia el lugar de Katsuki con indecisión, no obstante, no había marcha atrás.

Ba-Bakugō...

El mencionado se quedó quieto, sin darle la cara todavía al chico inexpresivo, jamás creyó que le volvería a dar la palabra, especialmente él. Sorprendido e incrédulo, observó con desdén la pequeña silueta en frente suya sin decir nada. Acción que Jigme le dio oportunidad para seguir hablando.

No sé porqué te comportaste hoy, diferente, ¿sabés? Pero...— Bajó su mirada grisácea, para luego levantarla decidido, aunque no se notara. —Me preocupo por ti.

El mismísimo Katsuki no tenía palabras, él entendía que indirectamente Jigme...

Así que... si necesitas a alguien con quien hablar y que te trate de comprender... Dímelo y ahí estaré.

Urahara no sabía porqué una calidez comenzó a rondar en su corazón, como si lo que dijo en verdad venían de ahí.

—Tch. ¿Por qué de repente vienes a hablarme, escoria?

Ya lo dije, Bakugō-san.— Dijo ahora más calmado, llevando su mano izquierda a su cuello un poco incómodo. —Porque me preocupas.

El pelirrubio se levantó bruscamente de su asiento, mirando con enojo total al pelibeige sin cambiar su ceño fruncido.

—¡¿Después de mucho ahora te dignas a hablarme, ah, basura!? ¡No me mires por encima de tu hombro! ¡Y NO NECESITO TU LÁSTIMA, BA-KA-HA-RA!

Bakugō...

—¡Deja de nombrar mi apellido, imbécil!

El menor se acercaba a él con lentitud, sin cambiar su faceta. El contrario miró sus intenciones, y como advertencia, activó su Quirk explosivo estirando sus brazos en dirección al ojigris.

—¡Hablarme no me hará cambiar de opinión! ¡No te acerques, basura!

El menor hizo caso omiso, estaba a centímetros de Katsuki; él no quería hacerle daño, por impulso de su orgullo...

—¡SHINEEE!

•|Semanas Después|•

Quiero entrenar contigo, para hacerme más fuerte en cuanto a lo físico.

—¿Estás seguro, Jigme? N-No es tan fácil, a-aparte de que...

Entrenas con All Might, lo sé.

El peliverde se quedó en blanco, dejando de comer con sus palillos el bentō que le preparó su madre, gritando a los cuatro vientos.

—¡¿CÓ-CÓMO LO SABÉS~!?

Shhh~, Midoriya, estamos en la azotea, pensarán que te vas a suicidar.

—L-Lo siento. Pero, Jigme... Con respecto a lo que... bueno, dijiste.

No te lo creerás.

Comió una porción de su ramen, para después degustar de ella y tragársela, soltando un suspiro satisfactorio. Miró al ojiverde con aburrimiento, pero por dentro se burlaba de él por lo alterado que se oyó hace unos momentos.

Si no mal recuerdo, ayer fui a una tienda cercana a comprar unas papitas, luego en la fila; en frente mío se hallaba un hombre de dos metros, cabello rubio desordenado con dos mechones caídos en ambos lados de su cabeza, playera holgada de color blanca, pantalones igual de holgado de un color verde musgo, zapatos cafés. ¡Ah! Y cuando lo miré detenidamente note una vista sombría de sus ojos, entre ellas un par de ojos azul fuerte.

—“Creo que es habilidoso en reconocer a las personas.”— Pensó el Midoriya mirando con una gota en la sien a Urahara, pero sin dejar de prestarle atención.

Cuando él le tocó pagar, sin querer dije: “¿Usted no es All Might?” Él saltó de su lugar mirándome con clara sorpresa combinada con su expresión; ahí concluí que si lo era. Mi hipótesis era: ¿por qué su apariencia era así?

—Es típico de ti, Jigme.— Sonrió cohibido.

Supongo. Oh, en el camino fuimos conversando, me preguntó si te conocía y le dije que sí, luego me preguntó varias cosas que no recuerdo con claridad.— Izuku no dejó de prestarle atención, seguía el relato de Jigme minuciosamente. —Le pregunté si te entrenaba y me contestó con la verdad, que sí. No quise perder la oportunidad de pedirle cordialmente en que él también me entrenara. Para ser fuerte en lo físico y mental.

—¡Es muy arriesgado, Jigme! N-No es que sea egoísta contigo ni nada, pero los regimenes de entrenamiento de All Might son difíciles y...

El pelibeige le enseñó una hoja con varios requerimientos de su propio entrenamiento.

All Might me hizo la lista. No te preocupes, Izuku.

—Ah...— Si el ojigris decía su nombre era que... en verdad no había de qué preocuparse, y que confíe más en él. El peliverde suspiró resignado, sonriendo al último. —Procura llegar temprano al sitio donde entrenaremos.

Hm.— Asintió más serio.

Ambos amigos siguieron comiendo su almuerzo, está vez desviándose del tema anterior y disfrutando de la compañía del otro.

Después de ése día, Izuku y Jigme empezaron a entrenar arduamente teniendo a All Might como su mentor, entrenando a ambos alumnos. A veces el héroe número uno, ponía un pequeño combate de cuerpo a cuerpo poniendo de contrincantes a Midoriya y Urahara.

Antes de pelearse, se analizaban primero, para luego dar los primero ataques ofensivos y defensivos. Como aún Izuku no podía tener el One For All, Jigme estaba en desventaja, ya que aveces Midoriya le alcanzaba a dar un golpe y las heridas comenzaban a aparecer, pero claro que Jigme también le daba con todo y no se apiadaba del pobre peliverde; cuando él ganaba, se disculpaba de rodillas el pobre ojiverde de pecas por haberse pasado demás, en fin, ya conocen a Midoriya.

All Might no se molestaba en entrenar a ambos aspirantes a ser héroes, aunque no se esperaba tener dos discípulos.

Los meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y en el último mes, justo el día de hacer los exámenes en la mañana, Urahara y Midoriya habían cumplido con su objetivo: limpiar la playa. :v

Después de que All Might le heredara el poder a Midoriya. También quería ofrecerlo al pelibeige, pero el mayor seguía insistiendo. Hasta que al final... Urahara tuvo que acceder.

Pero All Might no sabía la habilidad de Jigme, ni siquiera Midoriya.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro