Caelus

Tiempo atrás.

Hay unos tambores en el palacio, es un lugar apartado de Escalya, es una mezcla de cueva y castillo en donde hay un extraño culto, un culto que venera a mi raza, los hellroad. Bailo al ritmo de la música. Los seguidores parece que se divierten. Danzo alrededor de los árboles y la vegetación, pero me detengo cuando mi mirada se cruza con las de algunas muchachas. Los hombres se enfadan por el gesto de miedo que muestran ellas conmigo.

Mamá corre entre el pastizal, me agarra del brazo y me aleja de la situación. Aunque yo quería ver por qué se estaban enfadando con las chicas.

―No me gusta cómo me miran ―acoto cuando llegamos a mis aposentos―. Pero no creo que hayan hecho nada malo. ¿Les van a pegar?

―Caelus, ignora eso ―pide mi madre y observo sus ojeras. Me aproximo a ella, entonces toco su rostro. Se ha vuelto más baja y yo más alto en tan poco tiempo―. Escucha... ―Se aparta, se ve muy preocupada―. Cuando yo no esté aquí...

―¿A dónde irás? ―la interrumpo.

Suspira.

―Muy lejos.

―¿Vas a dejarme? ―consulto, triste.

―No es mi decisión.

―¿Por qué no? ―Me indigno―. Puedo decirle a Lorneiz que lo impida ―refiriéndome al actual líder de la secta.

―Ojalá fuera tan fácil. ―Se limpia las lágrimas.

―Madre, no llores, dime qué pasa.

―Yo...

La puerta de mis aposentos se abre y el mencionado entra.

―Mi príncipe. ―Me reverencia―. No sabía que estaba aquí.

Mis pupilas alargadas se mueven, despacio, analizando todo. Las aberturas en mi cuello se expanden e intento percibir la tensión en el ambiente. Por otro lado, mi larga cola puntiaguda se menea lento como la de un felino.

Ninguno de mis sentidos me ayuda a comprender qué ocurre, aun así, me pongo delante de mi madre.

―¿Tú eres el que la está echando? ―Frunzo el ceño.

―Mi príncipe, yo vine a acompañarla, ella tiene un largo viaje. ―Gira su vista hacia mamá, entonces entrecierra los ojos―. Es lo que te contó, ¿cierto?

Mamá contesta:

―Sí, solo quería pedirle que fuera un buen niño mientras no estoy.

Mi madre me da unas palmaditas en el brazo, así que se va con el líder de la secta. De alguna manera, entiendo que no la volveré a ver jamás, y lo confirmo de inmediato.

Días después.

El cadáver de mamá está en frente de mí, alguien lo tiró fuera de mis aposentos a propósito. Lorneiz me da palmadas en el hombro mientras los hombres se llevan su cuerpo para que yo no lo vea más. Mis lágrimas no paran de caer mientras me quedo parado ahí, estático, viendo el sitio en donde la encontré tirada.

―Fueron las chicas ―declara el líder muy calmado―. Es terrible la envidia. Cuando al fin una mujer puede irse de este infierno, estas cosas pasan, es lamentable.

No parece ni que sienta lo que dice, pero yo solo puedo seguir quieto, observando aquel lugar vacío en la tierra.

―Príncipe, debes permanecer en tus aposentos, temo por tu seguridad.

Pongo la garra en mi cara, cuando me agito. Aparto su mano de mi hombro, entonces entro al cuarto. Corro a sentarme en un rincón a llorar.

El dolor es desgarrador.

~~~

Los días pasan muy lento y no quiero comer. Incluso aunque me han traído miles de manjares deliciosos, de los que tanto me gustan, de los muchos que le encantaban a mamá. Parecía que era lo único que la hacía feliz, y si ella ya no está para disfrutarlos, yo menos.

Los gritos habituales que genera mi familiar, persiguiendo a sus víctimas, hoy se escuchan más cerca de lo normal. No somos hermanos de la misma madre, así que no le afecta, ni siquiera creo que comprenda como me siento ahora. Lo único que sé es que parece que se está divirtiendo, y no le importa nada más.

La puerta se abre, entonces me sobresalto, pero no dejo de cubrirme la cara. Una chica ha entrado a mis aposentos. Nuestras miradas se encuentran y no hay desprecio al verme. Sus cabellos cobrizos son de un color electrizante, es muy bonita. Está llorando, su rostro se encuentra empapado en lágrimas, pero no está quieta como yo. Deja de mirarme cuando chilla, ya que la enorme garra de mi hermano entra, así que se tropieza.

―Pi... lar ―dice el enorme monstruo y le atrapa la pierna.

Reacciono, entonces me levanto, corro hasta las zarpas de mi pariente consanguíneo. Aunque mis garras son más pequeñas, le corto una y él ruge de dolor, retrocediendo, sacándolas de mi habitación.

La muchacha ni se ha dado cuenta de que la he ayudado, solo sigue su instinto de supervivencia y actúa con velocidad, huyendo por la ventana.

Gracias a este encuentro, dejo de mantenerme encerrado en mis aposentos.

~~~

Pilar está embarazada, lo oí de uno de los seguidores. Todos están festejando porque el Gran Señor va a tener un hijo pronto, yo solo estoy asustado porque mi coraza se rompa y me convierta en alguien como mi hermano. Ojalá pudiera hacer algo para ayudarla. Sé que es muy fuerte, quiere escapar y tiene la determinación para hacerlo, solo necesita una oportunidad.

―Deberían hacer el ritual fuera del castillo ―le sugiero a Lorneiz―. Mi hermano está obsesionado con ella, podría matar al bebé.

Se forma un silencio, en aquella reunión, donde están todos los de la secta, observándome por mi propuesta. Al líder le gusta mi interés, así que apoya su mano en mi hombro, orgulloso de que participe en esto, como pensando que estoy de acuerdo con sus actos ruines.

―Mi príncipe, creí que te habíamos perdido del camino, pero al fin estás entendiendo de que va todo esto. La reproducción es lo más importante en esta gran familia, así que estoy seguro de que serás un excelente Gran Señor. Tu turno será muy pronto, lo sé.

No le respondo, solo me voy y espero los días para que ocurra lo inevitable, entonces Pilar se va de esta cueva del infierno. Aunque yo también. Encuentro una abertura en el castillo, entonces escapo.

~~~

Avanzo muy lejos en el camino y, con el pasar del tiempo, descubro que Pilar se ha casado con un tal Darey. Me duele un poco el corazón, pero estoy de acuerdo, pronto seré lo que ella odia, así que está bien que se case con un humano.

Tengo mucho miedo de convertirme en un monstruo, pero sé que hay una daga que puede eliminarme. Madre, ya voy contigo, espérame.

El pilar más poderoso es el que toma ventaja de lo inimaginable.

―Destruyeron la daga. ―Entro a la carpa y miro los planos en la mesa―. Aunque con mi carne puedo crear otra.

Supongo que debo agradecerles.

Todo siempre se trató de Pilar y Darey.

Este extra me dejó un vacío existencial y por eso terminé escribiendo otro.

En el siguiente y último extra, cumplí 2 de mis sueños, aunque no sé cómo se lo van a tomar ustedes 😂

Saludos, Vivi.