Wonyoung estaba en la cocina preparando los snacks que comería con su hermano mientras ven la televisión, cuando lo escuchó hablar. Primero creyó que le estaba diciendo algo a ella así que se asomó por la puerta para poder escucharlo mejor, pero luego se dio cuenta de que estaba hablando por teléfono. Por la conversación que Sunghoon estaba teniendo pudo deducir que hablaba con su casi novio y no pudo evitar reírse al escuchar a su hermano actuar tierno y preocupado; ya quería conocer al chico que atrapó el "helado" corazón de su hermano mayor.

—¿Hablando con tu chico?— la voz de Wonyoung desde el umbral de la sala sobresaltó a Sunghoon.

—Jesus, ¿Quieres matarme de un infarto, Youngie?— preguntó llevando una mano a su pecho dramáticamente.

—Lo descubriste, mi intención secreta.— dijo con seriedad, dejando el tazón de palomitas calientes sobre la mesa del centro, luego volteó y le sacó la lengua con burla.

—Si bueno, no me quejo.— se encogió de hombros y le devolvió el gesto. —En fin, ¿escuchaste mucho?

—Nah, casi no escuché su sexting, pero si la parte en la que le decías a tu gatito cuánto lo amabas.— se burló del apodo que si hermano usó. —¿Ya es tu novio al fin?— preguntó ilusionada.

—Nop, aún no se lo he pedido.— dijo el mayor, sonriendo inocente ante la mirada indignada de su hermana.

—¿Qué esperas, oppa?

—El momento indicado.— dijo con sinceridad, quería que sea perfecto. Jungwon merecía lo mejor y el planeaba dárselo.

—Que cursi.— fingió arcadas y luego se tiró sobre el sofá. —¿Estás seguro de querer pasar toda la tarde aquí conmigo? No me molestaría si quisieras salir con tu casi novio.

—¿Qué dices? Te prometí una maratón de Crepúsculo, además, hace bastante que no tenemos tiempo de calidad entre hermanos.— miró con indignación a su hermana, agarró un par de palomitas y se las tiró en la cara.

—¡Hey!— ella tomó uno de los cojines y se lo arrojó, pero Sunghoon lo esquivó. Ambos gritaron cuando casi me s al bowl sobre la mesa.

—¡Idiota!— reprochó él, con una mano en el pecho.

—¡Fue tu culpa!— reclamó. —Como sea, ¿no prefieres ir con él? Yo voy a estar bien aquí.— volvió a acomodarse en el sofá, mirando fijamente al rubio.

—No, Wonyo, puedo verlo otro día.— negó. Por más que le gustaría ver a Jungwon, su hermana era más importante; ella estaba pasando por algo difícil y él quería estar ahí para apoyarla. —Es momento de burlarse del personaje insípido de Bella y alabar los abdominales de Taylor Lautner.— se mordió el labio en un exagerado gesto coqueto, ganándose la risa de Wonyoung.

—Que gay.— dijo cubriéndose la boca.

—Bien que te gusta Alice.— tomó asiento en el otro extremo del sofá y agarró el control en sus manos.

—No lo voy a negar.— admitió. —Pero hagamos esto.

—¿Qué cosa?— dejó de mirar la pantalla plana y dirigió su mirada sobre su hermana.

—Veremos las tres primeras pelis hoy, y luego de eso llevarás a tu chico a cenar.

—Pero-

—Y nada de peros, ya veré yo para convencer a papá de continuar viendo Diario de una Pasión; ¿te puedes creer que lo dejamos a los diez minutos?— bufó ofendida. —No aguantó y se durmió.

—Sabes que es imposible ver algo con papá, a menos que le des un litro de café.

—No entiendo cómo, mirá la televisión dos segundos y ya está roncando.— se rieron. —Pero no me cambies el tema, vas a ir.— dijo firme.

—En serio no hace falta, Youngie, te prometí que pasaría el día contigo, animarte y eso.— intentó restarle importancia.

—Y claro que pasarás el día conmigo, pero la noche la vas a pasar con mi futuro cuñado. Si me dices que no me pondré a llorar.— amenazó, comenzando a lagrimear voluntariamente.

—Bueno, bueno. Si él está libre iré con él.— levantó las manos rendido. —¡Pero no me vengas con tus lágrimas de cocodrilo! Ya no me afectan.

—Excelente.— aplaudió emocionada. —El clima está perfecto para sopa de pastel de pescado, por cierto.

—Gran idea. Ahora, toca ver un poco de drama juvenil.— Sunghoon finalmente le dio play a la primera película de la saga de Crepúsculo.

Se quedaron en silencio viendo los primeros minutos de la película. Sunghoon estaba totalmente concentrado, llevándose puñados de palomitas a la boca cada tanto. Seguía reaccionando a cada escena como si fuera la primera vez que las veía y no la milésima. Wonyoung cada tanto recitaba algunos diálogos, pero no estaba prestando demasiada atención.

Una duda le carcomía la cabeza.

¿Por qué la voz del casi novio de su hermano sonaba como su mejor amigo? No podía decirlo con seguridad pues no había alcanzado a escuchar bien, pero podría jurar que el chico que habló por teléfono con su hermano mayor unos minutos atrás casi sonaba igual a Jungwon. ¿Podría ser?

Pensó que sería extraño. Si su hermano y su mejor amigo se conocían y salían ella ya se habría enterado, ¿verdad? Aunque si lo pensaba bien, Jungwon jamás le había dicho el nombre del chico con quién salía; no porque no quisiera, simplemente pasaron por alto el detalle. Además, si no recordaba mal Sunghoon le contó que conoció a alguien casi al mismo tiempo en que Jungwon le habló del chico de la fiesta.

De repente, muchos detalles que en un momento pasó por alto aparecieron en su cabeza. Aquella vez que Jungwon llegó tarde a estudiar y tenía una remera que había visto a su hermano vestir en la mañana. O cuando Sunghoon tuvo una cita y le pidió ayuda para hornear galletas de limón glaseadas, las favoritas de su mejor amigo. O cuando Jungwon le contó que su cita lo había llevado a un lugar privado para tener un picnic y se besaron al atardecer. ¿Acaso Sunghoon no había tenido una cita en el terreno privado de su padre también?

Todo podría ser una gran coincidencia, pero, vamos, también podría estar en lo cierto. Solo le quedaba esperar un poco para tratar de confirmarlo. Talvez el lunes podría preguntarle a Jungwon cuál es el nombre de su novio, ya que Sunghoon había dicho que no quería decir mucho sobre el suyo hasta que sea oficial.

Para cuando acabaron la tercera película de la tarde, ella ya había dejado de lado aquellos pensamientos. Solo tenía que ser paciente.

Cuando Sunghoon se fue y Wonyoung se quedó en la cocina observando a su padrastro cocinar la cena, un pensamiento le hizo abrir los ojos en grande. ¿Su mejor amigo y su hermano? No sabía cómo se sentiría al respecto si fuera real.