CAPÍTULO 9
Maratón (2/5)
Tanto el Alfa como el Omega se sentían en cielo mismo, se basaban como si fuera la última vez que lo harían, con amor y dulzura. Un amor que nadie podría romper jamás.
Yoongi recostó al rubio en la cama y se posicionó sobre él, sin despegar los labios del Omega. Recargó una mano en el colchón y con la otra, daba leves caricias en la delgada cintura del menor. Se posicionó bien entre las piernas del Omega, para tener más comodidad para ambos. Jimin se aferraba a los brazos del Alfa, apretando de vez en cuando, por la cantidad de sensaciones que sentía, abrió un poco más sus piernas dándole mejor acceso al Alfa.
Yoongi dirigió sus labios a la barbilla del Omega, repartiendo tiernos besitos en todo su rostro, nariz, ojos, mejillas, labios y luego avanzando hasta su cuello, donde estaba más concentrado el dulce aroma de su Omega. Fresas y flores con un toque de miel. Que lo hacía delirar de lo delicioso que es. Siguió con sus besos en toda el área para bajar a las clavículas del rubio, poco a poco sus manos fueron bajando a los muslos del menor, para acariciar y apretarlos a su antojo, de manera tierna. No quería ser brusco con el menor y asustarlo.
Ambos se retiraron sus camisas, sintiendo que se ahogaban por el calor que sus cuerpos emanaban.
Yoongi empezó a desabrochar el pantalón del menor, se lo fue bajando lentamente junto a sus boxers, dejándolo completamente desnudo y otorgándole una de las mejores vistas al mayor. El Omega al percatarse de la mirada que le daba su Alfa a su cuerpo se quiso tapar por la vergüenza que sentía que lo viera desnudo.
— No Mochi, no te tapes. Eres... Eres lo más hermoso que jamás haya visto — Le dijo el Alfa de manera dulce, otorgándole la seguridad que deseaba al Omega y apartando las manitos de su entre pierna.
El Omega se dejó hacer, abriendo más sus piernas y brindandole una aún mejor vista al Alfa. Que casi lo hizo babear en ese instante, al pelinegro le brillaron los ojos cuando vio esa entrada tan rosada que tenía el Omega y más aún cuando se dió cuenta del lubricante natural que desprendía el cuerpo del Omega y bañaba su entrada, y gran parte de sus muslos. El Omega estaba más que listo para recibirlo. Pero él haría las cosas bien, no quería dañar a su pequeño.
— ¡Ah!, Alfa~ por f-avor~ lo necesito, Mng~
— Tranquilo Mochi, todo a su tiempo, mi pequeño.
El Alfa se quito su propio pantalón y boxers que lo estaban ahogando de tan apretado que estaba su entrepierna. Se quitó las prendas, bajó la atenta mirada y llena de lujuria que le lanzaba el Omega.
Cuando estuvo completamente desnudo, se volvió a posicionar entre las piernas de su Omega y se acercó a sus labios a devorarlos, todo lo que ellos quisieran. Sus entrepiernas se rosaban un poco, causando jadeos y suspiros de placer en ambos amantes que necesitaban de más.
El Alfa dirigió sus besos a los rosados pezones del Omega, estimulandolos con su hábil lengua y el otro con su mano. Dando leves caricias a las piernas del rubio. Fue bajando sus besos poco a poco hasta llegar al vientre del Omega, donde repartió pequeños besos cariñosos en la zona. Sacando suspiros placenteros en el Omega.
Sabemos que esa es una de las partes más sensibles de los Omegas, lugar donde promete llevar vida, procrear y cuidar a sus crías. Un lugar tan sensible que no cualquiera puede tocar. Pero para Jimin era una sensación hermosa sentir como su Alfa trataba con todo el amor posible, no sólo esa parte de su cuerpo , si no todo de él. No iban a tener simple sexo y ya. No, el Alfa le estaba haciendo el amor de la manera más tierna y amorosa posible. Demostrandole todo el cariño que sentía hacía él.
Yoongi siguió con sus besos hasta llegar a la entre pierna del menor. Empezó con leves besos en el glande de este. Sacando roncos gemidos de placer al Omega, al sentirse al borde del colapso. Luego siguió con láminas a toda el área, estimulando de arriba hacia abajo. Para luego meterlo a su boca por completo y chuparlo a su antojo. Tomando con una mano lo que no alcanzaba a meter a su boca.
Estimulando de manera exquisita al Omega, siguió masturbando el miembro del Omega, dándole todo el placer que merecía tener.
— ¡Ah! Yoon~ Me ven... ~
No logró terminar la frase cuando ya se había corrido en la boca del Alfa. Con un suspiró de satisfacción el Omega alzó la vista hacía el Alfa que estaba tragando toda su esencia y dándole una sonrisa que sólo demostraba deseo y lujuria. Despertando nuevamente el miembro del Omega.
El pelinegro, se acercó a los labios del Omega para fundirse en un profundo beso, mientras una mano se aproximaba a la entrada de este mismo, haciendo que abriera más las piernas. El Alfa dirigió un dedo a la rosada entrada del rubio. Ingresó cuidadosamente un dígito, sacando suspiros y chillidos de dolor de parte del Omega. El mayor al percatarse, empezó a repartir besos en todo el rostro del Omega para que se fuera acostumbrando de a poco. Empezó a estimular la entrada del Omega poco a poco, aunque ya estuviera muy bien lubricada debía preparar bien al rubio por que sabía que era su primera vez.
Después de unos segundos ingresó un segundo dedo, esta vez el menor no lo sintió mucho por estar concentrado en los besos de su Alfa. Asi facilitandole un poco mas al mayor, el estimular de mejor manera a su chico, haciendo movimientos de tijera en su interior para tratar de expandir más la zona. Pocos minutos después ingresó un tercer dedo. Donde el Omega entre besos jadeaba moviendo sus caderas, pidiendo más a su Alfa.
— Yoon~ Mgh~ Te n-ecesito a tí. Por favor~
Y como buen Alfa que cumple lo que su pequeño diga, sacó sus dedos, y se posicionó mejor entre las piernas del Omega. Alineado su miembro en la rosada entrada.
— Si sientes algún dolor dime de inmediato, ¿De acuerdo amor?
Con un asentimiento de cabeza, el Omega enrolló sus brazos sobre la nuca del Alfa. Poco a poco el mayor fue ingresando en la rosada entrada de su Omega. No quería dañarlo, bajo ningún motivo. Cuando entró por completo se quedó quieto unos momentos esperando que el dolor pasará en su pequeño y poder seguir.
—¿Estás bien pequeño? ¿Quieres que salga? — Le preguntó el Alfa al menor, al ver las muecas de dolor y pequeñas lágrimas que caían de los ojos de su pequeño.
— No~ sólo d-eja que me acostumbré~ — Respondió entre cortadamente el Omega. Por la cantidad se sensanciones que su cuerpo sentía. Le dolió horrores al inicio pero empezaba a sentir un placer inexplicable poco a poco, su cuerpo empezó a reaccionar de manera estimulante.
El Alfa al sentir como el menor meneaba las caderas, entendió que ya podía moverse. Unió sus labios con los del Omega y empezó un vaivén lento en su interior, lento pero placentero para ambos. Solataban jadeos y suspiros de puro placer. Eran estocadas, lentas pero certeras. El Alfa se sentía en el paraíso al estar dentro de su Omega.
— Más~ ¡AH!~ — Pedía el Omega entre jadeos y gritos de puro placer.
— Joder! Estas tan estrecho pequeño, me encantas~ ¡Ah!
El Alfa aumentó su velocidad dando certeras estocadas en el interior del Omega. Cuando Jimin dió un gritó de placer supo que dió con su punto dulce. El Omega enrolló las piernas en la cadera del Alfa para mas profundidad y placer. Yoongi empezó a golpear la próstata de su amante de manera rápida, fuerte pero delicada. Sentía que en cualquier momento iban a acabar. Se sentían en las nubes de tanto placer proporcionado.
- ¡Ah! ¡Yoongi! ~ Dijo el Omega para luego correrse entre los abdomenes de ambos mientras apretaba sus brazos y piernas en el cuerpo del Alfa. Así contrayendo su entrada en una exquisita señal de que llegó a su tan anhelado placer. Apretando más el miembro del Alfa que aún estaba dando certeras estocadas en el Omega, buscando su culminación. Después de un par de embestidas más, se corrió dentro del Omega. Creando el nudo en el interior del rubio, y aguantando todas sus ganas de marcar a su pequeño, sus encias picaban por marcarlo. Pero no podía hacerlo aún por más que quería, debía hablar con sus padres y hacer bien las cosas con su pequeño antes que nada. Cuando ambos llegaron a su clímax, cayeron rendidos por el cansancio.
Jimin con todo su cuerpo tembloroso y sudado. Y Yoongi cayendo encima del rubio, mientras esperaba a que el nudo se desinflamara. Ambos con la respiración errática y cansados, se vieron a los ojos y sonrieron por todas las nuevas sensaciones que albergaban sus interiores. Jamás se habían sentido tan plenos y amados como en esos momentos. Acercaron sus rostros para unir sus labios en un profundo beso lleno de amor y cariño. Nada más del morbo, solamente un beso que demuestra lo felices que se sentían y lo plenos que sentían sus pechos. Sus corazones saltaban a un ritmo inimaginable. Y aunque no había marca de por medio, ellos se sentían la pareja más dichosa del mundo.
Cuando el nudo se desinflamo , el Alfa salió con cuidado del interior del Omega, para luego recostarse al lado de este, los envolvió con una sábana y lo atrajo hacía él, para abrazarlo y poder descansar por unas horas. Se sentían agotados por todo lo que habían hecho, pero felices al fin de cuentas. El Omega recargo su cabeza en el pecho del Alfa, repartió un par de besos en su pecho y sonrió como bobo enamorado. Sentía una emoción tan grande que no le cabía en su interior.
— Mochi, ¿Estás feliz? — Preguntó el Alfa.
— Más feliz que nunca Yoonnie — Dijo un sonriente y feliz Omega.
— ¿Aunque no te haya marcado?
— Yoon, aunque hubiera deseado que eso sucediera, ambos sabemos que por el momento eso no es posible. Moría por mostrarte mi cuello en el momento y que me marcaras, pero debía mantener un poco de control. Aunque créeme que fue difícil por mi celo. Pero ambos sabemos que debemos llevar las cosas con calma. Todo a su debido tiempo.
— Tienes toda la razón del mundo mi pequeño — El Alfa repartió muchos besitos en el rostro de su Omega, que soltaba leves risitas por las acciones de su Alfa.
— Ya~ Yoon — Soltó entre risas su Omega. El pelinegro y el rubio estuvieron tan ensimismados en darse mimos que por poco olvidan algo muy importante.
— ¡OH JODER! — Se levantó el Alfa — Por la madre luna, Jimin ¡no use condón! — Dijo el Alfa con su rostro lleno de terror. El Omega se asustó por un momento pero luego de escuchar las palabras de su Alfa, empezó a reír, cosa que extraño al mayor — ¿De qué te ríes enano? — Soltó muy serio el Alfa, no entendía que le parecía tan gracioso a su Omega.
— Tranquilo Yoonnie, he tomado supresores desde que me presenté y no puedo quedar en estado a menos que los deje de tomar. Y aún así tendría que esperar tres meses para poder embarazarme, así que no tienes de que preocuparte — Soltó seguro de sus palabras el Omega.
— ¿Seguro Minnie? — El Alfa aún estaba dudoso.
— ¡Claro! Es más, tomaré estas pastillas para que no ocurra una tragedia — El Omega se llevó dos pastillas a la boca, que había sacado de su mesita de noche, bajo la atenta mirada de su Alfa. Que con ceño fruncido se preguntaba. ¿Por qué demonios su Omega tenía pastillas de planificación en su habitación?
— Jimin — Llamó serío el Alfa, se notaba por que ni siquiera lo llamó con esos sobre nombres tan tiernos que estuvo usando.
— Dime
— ¿Por qué demonios tienes tu esas pastillas en tu habitación?, creí que eras virgen — Dijo de manera furioso el Alfa.
— Tranquilo gatito gruñón — Soltó el Omega, causándole gracia los celos de su Alfa — ¿Si te digo la verdad no te enojaras? — El Alfa asintió aún con el ceño fruncido — Promentemelo...
— Te lo prometo — Respondió de mala gana.
— No son mías, son de Tae — Con eso bastó para que el Alfa abriera sus ojos como dos platos — Ya no te alteres, tú sabes que mi TaeTae, tiene pareja desde hace más de un año y no van a estar siempre sólo de besitos y abrazos, ¿Verdad?. Las tengo yo, por que mi tía siempre le revisa sus cosas de la habitación y Tae tenía miedo que se las encontrará y pues por eso se las guardo yo. Y mira que me sirvieron ahora — Solto divertido, pero cuando vio el rostro de su pareja, calló al instante.
— Jimin, ¿Por qué le ocultas estas cosas a mi hermano?
— ¿Por qué, es mi mejor amigo?
Soltando un suspiro de resignación, el Alfa se recostó nuevamente atrayendo con sigo a su tierno Omega. Ambos quedarón abrazados, con el Omega escondiendo la cabeza en el cuello de su Alfa y el anterior mencionado, recargando su barbilla en los cabellos de su amado. Oliendo el delicioso aroma que desprendía.
Ambos eran un lío de piernas y brazos, fundidos en un cálido abrazo, que demostraba lo territoriales que llegarían a ser uno con el otro y lo felices y llenos que se sentían. Después de un par de caricias por parte del Alfa en los brazos del menor y con el último mencionado, dando leves suspiros de satisfacción. Se dejaron caer por los brazos de Morfeo, en un profundo sueño que los llevo a viajar por el espacio.
Ambos, Alfa y Omega. Hicieron por primera vez el amor entre ellos, demostrando que el lazo de pareja predestinada puede más que un odio de niños.
Por que nadie podría romper ese dulce amor que empezaba a surgir de esos dos amantes, ¿Verdad? O tal vez el pasado alcance a uno de ellos y lo lleve a cometer errores que podría dejar un corazón roto.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno les dije que no soy experta en esta área pero espero que les allá gustado.
Sigamos con nuestra maratón amigos!!
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro