(Narrador Omnisciente) 

Un Omega rubio se levantó aquella mañana con malestares en el estómago, mareos, y ganas de vomitar. Se levantó rápidamente y se dirigió al baño, vómito todo lo que comio ayer en la pequeña Bienvenida. 

El Alfa se levantó cuando escucho las arcadas provenir del baño y encontró a su pequeño Omega vomitando en el escusado, se acerco y empezo a acariciar la espalda y cabello, del más bajo. El pelirosa se sentía de la patada, estos malestares no lo habían atacado tan fuerte, hasta ese día.

— ¿Ya estás mejor cielo? — Le habló el Alfa. 

— Si Yoonnie. No me acostumbro a esto, en el hospital no me pasaba 

— Por que te daban suero y eso te calmaba, te preparare una taza de té cariño. Ven vamos a la cama. 

Se lavó los dientes y luego Yoongi lo llevó a la cama, lo acostó en esta y el Omega trato de hacerse bolita, Yoongi salió de la habitación, pero el menor empezó a sentirse incómodo al no sentirlo cerca. 

El Omega se levantó y comenzó a acomodar las sábanas, formando un círculo, se dirigió al armario y sacó varias prendas de vestir del armario, de él mismo y de Yoongi. Las acomodó al rededor de la cama y exparcio varias al medio, se acomodó nuevamente en la cama y sólo así pudo quedar más tranquilo, al sentir el aroma de su Alfa y el suyo propio, en su cama. 

Cerró sus ojitos intentando dormir, pero sólo pudo descansar la vista. 

A los minutos un Alfa pelinegro entró a la habitación y al ver lo que su pequeño había hecho, se quedó en la puerta, el sabía que no podía entrar al nido de un Omega embarazado sin su autorización. Por que si sentían a alguien que no fuera de su manada interrumpir su nido, podían hacer salir a su Omega y puede llegar a entrar en depresión al sentir un intruso en el lugar que ha hecho para su cría. 

El Omega sintió el aroma de su Alfa y abrió sus ojitos y sonriéndole en el acto. 

— Ven Yoonnie — Llamó el Omega. 

— ¿Puedo entrar amor? 

— Claro que si, este es nuestro nido, tuyo y mío. Así que ven acá. 

El Alfa sonrió y dejando la taza de té en la mesita de noche, se metió al nido que su Omega había hecho, se acurrucaron siendo un completo lío de piernas y brazos, pero al final estaban juntos y hechos bolita en el nido improvisado, hecho por el Omega. 

— ¿ Te sientes bien amor? — Preguntó el Alfa. 

— Si cariño, estoy bien. Sólo fue un pequeño malestar, pero ya se me pasó. 

— Me alegra cariño. 

— Yoonnie, creó que debemos hablar de algo muy importante. 

— Si amor lo se. Se que debemos hablar de muchas cosas. Pero.... ¿Qué te parece si lo hacemos luego? Hay que disfrutar de nuestro pequeño nido ¿Si? 

— Me parece una muy buena idea amor. 

Ambos se sonrieron y dieron un dulce beso, para luego dormir una vez más. 

Tenían mucho de que hablar y aunque tenían que aclarar un sin fin de asuntos, no deseaban arruinar ese bello momento. Se sentían tranquilos y protegidos uno con el otro, en su pequeño nido de amor y su nido familiar. 

♡ ♡ 

Jimin y Yoongi estaban en su sala viendo la televisión, habían decidido ir a ver al señor Park, el siguiente día, ya que el Omega aún sentía mareos. 

— Iré hacer palomitas amor. Ya vengo 

El Omega sólo asintió, aún con la vista clavada en el televisor. El Alfa, fue hasta la cocina a preparar aperitivos para poder seguir viendo la película con su pequeño. 

El Omega sintió que un teléfono vibró cerca de él, lo tomó y vió que era el de su Alfa. Curioso por ver quien era, leyó el mensaje y lo que vio lo dejo helado. 

Sora  

Hola cariño. Estoy en Corea, quisiera verte y hablar contigo amorcito y no se... Tal vez pasar un buen momento. Llámame cuando leas este mensaje. Te amo amorcito. Bye♡ 

El Omega sintió que su mundo se empezaba a desmoronar nuevamente, sintió sus mejillas humedecerse y las lágrimas bajar por ellas. ¿Su Alfa lo estaba engañando? ¿Todas sus palabras fueron mentiras? ¿Sólo fue un juguete para él? 

El pelirosa no aguantó más y subió a su habitación, cerró la puerta con llave y se hundió en su nido, a llorar con su pequeño corazón destrozado. Su lobo aullaba de dolor y gimoteaba deseando tener a su Alfa cerca.

El Alfa aún en la cocina, ya con los aperitivos listos, sintió un malestar en el pecho y salió a la sala, esperando ver a su pequeño ahí, pero no vio a nadie. Extrañado, subió a la segunda planta y cuando llegó a la habitación escucho los chillidos lastimeros de su Omega, se asustó e intento entrar pero grande fue su sorpresa al encontrar la puerta con llave. 

— ¿Jiminie? ¿Amor? ¿Estás bien? Abre mi vida. ¿Qué tienes? 

El Alfa sólo escucho los sollozos de su Omega y empezó a preocuparse más, al no saber que tenía. 

— ¡¡Vete de aquí!! ¡¡No te quiero cerca!! ¡¡Alejate de mi hijo y de mi!! ¡¡Mentiroso!!

El pelinegro quedó estupefacto al escuchar los gritos de su pequeño y la forma en que le hablaba. Estaba desconcertado por haber escuchado al Omega gritarle que se vaya y se aleje de él. 

— Cariño ¿Qué tienes? ¿Por qué me pides eso? ¿Qué esta pasando mi vida? Hablemos por favor. 

— ¡Yo no tengo nada que hablar contigo! ¡Me ha quedado claro que sólo estas jugando conmigo! ¡Vete de aquí! ¡Vete con tu amante! 

— ¡¿De que mierda hablas Jimin?! ¡¿De que amante hablas?! ¡¡Sal ahora mismo!! 

El Alfa ya se había desesperado y empezaba a enojarse, sin pensarlo había usado su voz de mando en el Omega, que al escucharlo se encogió en su lugar, pero no se levantó, su lobo agachó las orejas y metió la cola entre las patas chillando de miedo. 

El pelinegro se dió cuenta de su error y se dio una bofetada mental por lo idiota que fue. 

— Amor, Perdóname. No te quise hablar así, lo siento mi vida. Ábreme y hablemos por favor. 

— Vete — Escuchó la asustada voz de su pequeño y el Alfa se odio más por ser tan estúpido

— Minnie. Por favor mi cielo. Hablemos 

— Vete 

— Jiminie 

— ¡¡Qué te vayas!! ¡¡No te quiero en mi casa!! 

El Alfa no sabía que hacer y tampoco entendía el repentino cambió de actitud de su pequeño Omega. 

Pero no pudo hacer nada más, dió la vuelta y bajó a la planta baja, tomó su teléfono, sus llaves y se fue a la casa de sus padres. Tal vez si habla con ellos y con su hermano estos lo podían ayudar, o eso es lo que el Alfa esperaba. 

Tocó la puerta y en segundos su hermano abrió y le sonrió, aunque su sonrisa se desvaneció al ver el rostro de su hermano. Abrió por completo la puerta y lo dejó entrar. 

— ¿Qué sucede Hyung? ¿Minnie esta bien? 

— Tae, necesito hablar contigo y mis padres. ¿Están? 

En esos momentos sus padres salían de la cocina y cuando vieron a su hijo con su cara llena de angustia y desesperación se acercaron a él. 

— ¿Qué pasa Yoongi? ¿Dónde está Jiminie? — Le preguntó el señor Min 

— Necesito hablar con ustedes en este momento y que me ayuden por favor. 

Los cuatro se sentaron a hablar y Yoongi les contó todo lo que pasó, la forma en que Jimin le habló y que el sin pensarlo uso su voz de mando en el Omega. 

Recibió reproches y regaños de sus tres familiares. 

— ¿Minnie reviso tu celular? Tal vez el sin querer vió algo y mal interpreto las cosas Hyung. 

— ¿Pero que pudo ver? Yo no le escondo nada. 

— Revisalo

El Alfa desbloqueo su teléfono y cuando eso sucedió, automáticamente apareció un mensaje ya leído, del que él no se había dado cuenta. Lo leyó y sintió toda su sangre irse hasta sus pies. 

No podía ser cierto. 

Ella había vuelto a su vida. 

Su pasado venia a dañar su presente y futuro con su pequeño. 

Sora. Su ex novia había regresado.

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Cha!!

Amigos, solo les diré que se preparen para más drama.

Espero no me odien😅

Nos seguimos leyendo!

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐