🚫 ATENCIÓN🚫
Este capítulo tiene contenido explicito, sexual. Si dicho contenido no es de tu agrado. Abstente de leer.
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Jimin y Yoongi ingresaron a su cabaña y cuando entraron al lugar quedaron aun más asombrados que antes. El lugar era bellísimo. Una cama matrimonial con sábanas blancas, frente a ella estaba unas puertas correrísas transparentes, que dejaba ver los árboles y montañas, un lugar estupendo. 

Arriba de la cama habían unas cortinas de color café cahoba que si las extendias, cubrían por completo la cama, sin duda muy conveniente para la pareja que sonriendo se voltearon a ver. 

Jimin no aguantó más y se lanzó a los brazos de su amado y esté lo recibió gustoso, de un salto el Omega enrolló sus piernas en las caderas del Alfa, este no perdió el tiempo al tomarlo de su abultado trasero que tanto amaba, se fundieron en un apasionado beso, demostrando una vez más el amor que se tienen, sintiendo como sus corazones laten uno por el otro y sintiendo esas mariposillas revolotear en sus interiores. Sus lobos daban vueltas y mostraban sus pancitas felices por sentirse cerca. 

— Este lugar es increíble Yoonnie. Debes traerme aquí nuevamente en otra vez — Dijo el rubio a su pareja. 

— Claro que te traeré las veces que quieras amor ¿Qué te parece si estrenamos esa cama? Siento que nos ha estado llamando desde que entramos - Sonrió coqueto hacía su pequeño. 

— Me parece una excelente idea Yoon, pero recuerda que debemos bajar en media hora a cenar —  Dijo el rubio con un pronunciado puchero, que su Alfa no dudó en besar. 

— ¿Rápido? — Lo vió con ojitos de gatito regañado 

— Contigo nunca son rápidos cariño. Pero aceptó el reto —  Sonrió el rubio y unió sus labios una vez más. 

El Alfa no perdió el tiempo y llevó a su pequeño a la cama lo recosto en esta, extendió las cortina que colgaba del techo, cubrió la cama y se metio en ella. Su pequeño novio ya lo esperaba sin camisa y con el pantalón desabrochado.  El pelinegro sonrió y se relamio los labios para luego meterse entre las piernas del Omega. 

— ¿Por qué tan rápido amor? — Dijo el Alfa, simulando pequeñas embestidas sobre la tela que cubría sus muy abultadas partes bajas y que sacaban gemidos y suspiros del Omega y Alfa.

— ¡Ah! Yoon ~ h-azlo ya~ 

— Como mi pequeño ordené 

Acto seguido, el Alfa quitó todas sus prendas tanto las del Omega como las de él mismo, quedando completamente desnudos, él Omega abrió más sus piernas y el pelinegro no perdió más el tiempo; se posicionó entre ellas y atacó los labios de su Omega. Sentían sus cuerpos calientes, sudorosos por la excitación, sus miembros rosandose entre si, sacando jadeos de ambos. Los antebrazos del Alfa estaban a cada lado de la cabeza del rubio, mientras seguía devorando sus labios, bajo lentamente hasta su mandíbula para luego llegar hasta su apetecible cuello que esperaba algún día llevará su marca. El Omega ladeo la cabeza dándole más acceso a su Alfa, mientras suspiraba y jadeaba de puro placer. 

Las manos del Omega se enredaron entre las hebras del Alfa, mientras sus piernas se enrollaban en las caderas del mencionado. Creando más fricción entre sus palpitantes  y deseosos miembros. El Alfa bajó sus labios hasta los pezones del Omega, mientras una mano se dirigía hasta la entrada del menor, para empezar a preparar a su pequeño como era debido. 

Mientras lamía los rosados y erectos pezones, su mano jugaba con con la entrada del rubio, metió un dedo y masajeó a su antojó, el Omega se retorcía bajó el tacto de su Alfa. Un segundo dedo entró y empezó hacer movimientos de tijeras. A los minutos el tercero hizo presencia, el Omega sentía que tocaba las estrellas pero quería mas de su Alfa, por lo que entre jadeos le pedía al pelinegro que entrará de una vez, que lo necesitaba. 

El Alfa después de estimular lo suficiente con el poco lubricante natural que su Omega estaba produciendo, ya que no estaba en celo, por eso era poco. Beso nuevamente los labios del Omega y alineó su miembro en la rosada y palpitante entrada. Poco a poco fue entrando y pasó sus besos al cuello del Omega, donde repartía besos húmedos y mordiscos que dejarían marca definitivamente. 

Una vez dentro, se quedó quieto esperando que su pequeño se acostumbrara a su tamaño. Aunque lo hicieran mil veces el rubio siempre sentiría como si fuera la primera vez. Una vez la incomodidad pasó, movió sus caderas, indicándole a su Alfa que podía moverse. El pelinegro, empezó las embestidas lentas pero profundas. Embestía al rubio a su antojo, los jadeos, gemidos y suspiros de placer y satisfacción en ambos eran todo lo que se escuchaba en esa habitación, acompañado del choqué de pieles que sus cuerpos creaban de una manera exquisita para sus oídos. 

El Alfa salió un momento del Omega y se sentó, recostado su espalda en el respaldo de la cama. 

— Montame cariño, hazlo~ — Jadeó el Alfa 

El Omega no espero más y se sentó a horcajadas sobre el Alfa, alineó nuevamente el miembro erecto de su amado y fue entrando poco a poco, se tomó de los hombros del pelinegro y los apretó en el proceso, cuando entró por completo, empezó a dar pequeños saltitos sobre el miembro del mayor. 

Tirando su cabeza hacía atrás, el Omega gemía en voz alta, importandole  poco si alguien escuchaba,  aunque era casi imposible, ya que la cabaña de ellos estaba muy alejada del resto. El Alfa tomó la estrecha cintura de su pequeño y las apretó un poco para ayudarlo a saltar y así tener una mejor profundidad. 

— ¡Ah! Yoongi! ¡Ahí! J-usto ahí ~ 

Con esas palabras el Alfa sabía que había dado en el punto dulce de su Omega. Por lo que sus movimientos eran más fuertes, atrajo el cuerpo de su amado hacía él y lo abrazó mientras seguía moviendo las caderas, el Omega apretó el cuerpo de su Alfa y hundió su cabeza en el cuello de este mientras aspiraba y suspiraba de placer, el pequeño rubio, rasguñaba la espalda del Alfa en el proceso, soltando un pequeño gritó acompañado de un gemido que fue música para los oídos del Alfa, este entendió que su pequeño estaba cerca, por lo que aumentó las embestidas y llevó una mano al miembro del Omega, masturbandolo para que el Omega se corriera entre sus manos, y así fue, el menor soltó un gemido y se corrió entre la gran mano del Alfa, su entrada se contrajo de placer, apretando más el miembro del Alfa y haciendo que este último ocultara su cabeza en el cuello del Omega, sintió como su nudo se formaba en el interior del menor, y sus colmillos hacían acto de presencia. 

El Omega ladeó la cabeza dándole acceso a su Alfa, en modo de sumisión. Pero con todas las fuerzas que pudo, el Alfa se contuvo de marcarlo aún no podía hacerlo, debían esperar un poco más. 

Cuando ya no pudo más, se corrió dentro del Omega, entre fuertes gemidos de placer apretó más el pequeño cuerpo de su pequeño novio, mientras lo llenaba de su ensencia, haciendo que el rubio se corriera por segunda vez. 

Entre suspiros, respiraciones agitadas y cuerpos sudorosos, Alfa y Omega se mantuvieron abrazados, mientras el nudo pasaba. Soltando risitas de satisfacción, el Omega salió del cuello de su Alfa y levantó la cabeza de este, depositando besos en todo el rostro y labios del pelinegro. 

— Te amo Yoonnie ¿Sabías? 

— Lo sé amor. También te amo. 

Sonrieron de manera sincera y se fundieron en un nuevo beso, cargado de anhelo, amor, pasión, cariño, satisfacción. Eran uno sólo y eso los complacía aún sin ninguna marca de por medio. Sabían que el momento llegaría y sería totalmente especial. Pero para eso, aún deben esperar, sólo un poco mas. 

Cuando el nudo se desinflamo, el Omega se levantó y salió de la cama, para ir hasta el baño a tomar una ducha. 

— ¿Vienes? O ¿Te quedarás ahí? — Habló el Omega a su Alfa. 

— Voy — Dijo riendo por su adorado novio. 

No pasó a más, sólo caricias y besos robados, ambos se bañaron. Sabían que ya no podían demorar más, quizá ya los estaban esperando y ellos aún no salían. 

Luego disfrutarán de la tina tan hermosa que esta en el medio del baño. Ya deseaban usarla a su antojo. 

Jimin tomó sus pastillas, por que sabía que tampoco era el momento de quedar en cinta. Tal vez en unos años, pero ahora era muy joven para eso, ama a su novio y amaría tener hijos con él. Pero eso será después, todo a su debido tiempo. 

Se alistarón, Jimin se tubo que colocar una bufanda por las marcas que su novio dejó y el clima lo favorecia mucho. Salieron de su cabaña y fueron al restaurante del lugar, para reunirse con sus familias e iniciar sus vacaciones.

Aunque el Alfa pelinegro y el Omega rubio, ya lo iniciaron.

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¡Hola amigos!

Espero les guste este capítulo.

Como siempre, no soy buena escribiendo lemon, pero hago el intento.

¡Nos leemos mañana!

Bye💜

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