30.- Un terrorífico maestro
En uno de los amplios patios de la familia Dumin, cuatro jóvenes elementales esperaban aburridamente conversando entre ellos.
Dos de sexo masculino y dos de sexo femenino, una de las jóvenes era Yasa.
—Cuando el anciano Jomei me informó que un niño nos enseñaría magia pensé que era una broma, dije "Quizás el anciano ya entró en los años seniles", más cuando entendí que hablaba en serio, pensé que todo el consejo familiar había perdido lucidez. ¿En serio tenemos que obedecer lo que nos diga un mocoso? — dijo un elemental de acero arrogantemente.
—No deberías decir nada estúpido Anriaro, un extranjero que puede utilizar magia sin afinidad elemental, ¿Sabes lo que haría la familia real si se llegase a enterar que tenemos a alguien así? ¡Se lo llevarían inmediatamente! De hecho, sospecho que los ancianos quieren que aprendamos todo lo posible antes de que lo presenten formalmente a la corona, al fin de cuentas no es una fuente de conocimientos que puedan mantener eternamente. — respondió la joven elemental de acero.
—No importa, es un niño. Si espera que lo llamemos maestro esta demente, solo necesitamos que nos enseñe sus trucos y técnicas de la manera más sencilla y práctica posible, si se rehúsa lo golpearé hasta que aprenda a obedecer. — refutó el elemental de acero llamado Anriaro.
—Kaerin, tiene razón Anriaro, Varr es un niño noble e inteligente, seguro nos apoyará de la mejor manera posible, pero eso no implica que podamos tratarlo con desprecio. Si lo intentas, yo misma te golpeare. — amenazó con agudeza Yasa.
—Lo dices porqué fuiste tú quien lo rescato de los demonios, el niño probablemente este enamorado de ti, su maravillosa salvadora. Apuesto que cuando reporte al consejo familiar hablará maravillas de ti y de lo inteligente que eres. Si fuera una competencia, probablemente ganarías. — dijo amargamente Anriaro.
Sin embargo, en ese momento el cuarto elemental, quien era curiosamente de cristal y había permanecido en silencio durante toda la charla comentó, — Es probable que sea una prueba, el torneo en la capital se llevará a cabo este año, paralelo a la reunión del Concilio de Guerra. El próximo patriarca o matriarca aún no ha sido decidido, sería conveniente que sean precavidos. —
—Lo dices como si solo nosotros tuviéramos oportunidad de convertirnos en el próximo líder de la familia, sin ningún apoyo has alcanzado nuestro nivel y tienes una variación extremadamente rara, mi padre despertó la suya mucho más tarde que tú y fue considerado un prodigio por la familia. De manera personal, creo que serías un excelente líder. ¿Qué opinas Kaerin? — añadió sonriente Yasa.
La joven elemental de acero llamada Kaerin respondió sonriente y sonrojada, —Creo que Minoru sería un excelente líder. —
Anriaro volteó los ojos y miró con envidia a Minoru, independientemente de su estatus y de las mujeres que pudiese conseguir a través de este, Yasa y Kaerin se encontraban a un nivel totalmente inalcanzable. La primera continuaba siendo una de las hijas más habilidosas y queridas del patriarca, mientras Kaerin era la discípula personal de la anciana Livinia. Las dos poseían estatus comparables al de él, por no decir superiores, mientras que él, no era otra cosa que el desesperado y constante cuidado de su abuelo, el anciano Jomei, al significa la última opción para continuar su estirpe dado que su padre había fallecido hace varios años en la guerra contra los demonios.
Sin embargo, pese el extraordinario apoyo ofrecido, su talento y destreza continuaban siendo abismalmente diferentes a las de Minoru, quién con total carencia de respaldo y linaje, había con su propio esfuerzo alcanzado el lugar donde ahora se encontraba, obteniendo el reconocimiento del consejo familiar, incluido su propio abuelo.
Siendo lo que más le irritaba, el hecho de que las dos jóvenes de extrema belleza y talento, usualmente optaban por revolotear al rededor de Minoru como niñas en plena pubertad. Anriaro era incapaz de suprimir su envidia y deseo para con el reconocimiento y atención mostrado por las jóvenes, lo que lo ponía usualmente en una posición de hostilidad contra los otros tres miembros del grupo, por lo que casualmente intentaba mostrar su superioridad y llamar la atención de las jóvenes, como en este caso, intentando imponer dominio sobre el nuevo profesor, quien de lo informado era aún un niño y sin duda alguna sería una presa fácil.
De pronto, unas pisadas se escucharon a lo lejos, una pequeña figura caminaba relajadamente mientras engullía ferozmente emparedados de diferentes tipos, a su espalda, dos sirvientes lo seguían con una mirada extraña. Uno cargaba una enorme pila de libros mientras él otro cargaba una enorme pila de más emparedados.
Varasloth había pasado los días anteriores revisando a plenitud la biblioteca privada de la familia Dumin y había finalmente, logrado estructurar y catalogar de manera relativa el nivel de magia del continente y sus tipos. Esto era importante dado que por su ancestral mente, una infinidad de conocimientos recorrían caóticamente su entendimiento, a cualquier persona normal le tomaría una vida normal dominar una de las solas materias o especialidades que Varasloth conocía, no obstante, el demonio no podía cometer errores, sabía que había llamado la atención de los ancianos ante la desesperación de capturar a los miembros de la familia imperial demoniaca, y aunque era evidente que debía revelar progresivamente algunas de sus cartas para mejorar su estatus y privilegios recibidos, aún no era el momento de llamar la atención a plenitud.
Por ende, conocer que era considerado normal en el continente y en el entendimiento de la raza elemental era necesario, no podía enseñar más de lo ya era conocido y debía regirse a las limitaciones que la gente de dicho plano entendían como normales.
El pedido del consejo era sencillo, aunque impreciso, la magia sin afinidad elemental era sencilla y a la vez compleja. La magia espacial era un claro ejemplo, ¿Era necesario tener afinidad espacial para poder usarla? La respuesta era no, un ser con suficiente poder y fuerza podría fácilmente romper la fábrica de la realidad y crear un pasaje, sin tener afinidad alguna, lo que de acuerdo a las teorías que Varasloth iba formando constantemente, era la mecánica utilizada por Las Sombras. No obstante, ¿Le enseñaría dichas teorías avanzadas a los elementales de la familia Dumin? Pues no. La ignorancia es una bendición y a veces era mejor mantenerla así, además la familia Dumin no había hecho nada para merecer su gracia, el hospedaje, la información y la comida habían sido pagadas hace bastante tiempo en creces con el simple hecho de no haber aniquilado a la ciudad entera.
—Oye mocoso, ¿Tú eres nuestro "profesor"? Ven acá a saludarnos. — llamó arrogantemente Anriaro, mientras Yasa lo miraba furiosamente y los otros dos lo observaban con intriga.
Varasloth quien no había estado prestando atención a su alrededor y se había concentrado en sus emparedados, levantó una oreja al escuchar la arrogante citación y para sus adentros sonrió horriblemente.
Sin embargo, para su exterior, el niño sonrió amablemente y lanzándole el resto de artículos que cargaba a los sirvientes corrió obedientemente al encuentro de Anriaro. El elemental de acero, al descubrir que su posición dominante había sido aceptada de manera sencilla por el niño, sonrió complacido, más cuando intentó continuar hablando arrogantemente, Varasloth mirándolo pronunció un conjuró en voz baja que ocasiono que inesperadamente, ninguna de las palabras de Anriaro pudiesen oírse.
Una alarmante sorpresa surcó por los ojos de los otros tres elementales, Anriaro se veía extremadamente furioso y hacía gestos como si gritara, pero pese a todo su esfuerzo, ningún sonido provenía de él.
Yasa de la nada rompió a carcajadas al ver a Anriaro sufrir literalmente en silenció para inmediatamente ser seguida por Kaerin. Ambas jóvenes preguntaron rápidamente, —¿Nos enseñaras a utilizar ese tipo de magia? —
Varasloth asintió tranquilamente, —Sí, y no solo eso, también les enseñare como contrarrestarla. —
—¡Yey! — saltaron las muchachas alegremente.
No obstante, por los ojos de Minoru, una sagaz interrogante se formó. El joven elemental de cristal no había llegado a su puesto actual sin pagar ningún precio, a diferencia de la inocencia y alegría que Kaerin y Yasa podían manifestar, el camino que Minoru había recorrido hasta entonces había sido crudo y desolado, su experiencia lo había convertido en una persona muy madura y podía analizar de manera increíblemente racional y lógica lo que acababa de observar.
—"¿No sería está magia excelente para asesinatos y espionaje? Es increíble que un niño pequeño pueda utilizarla con tal destreza."—, pensó en silenció. Al parecer las clases y la oportunidad que el consejo familiar le había brindado no serían tan aburridas como pensó inicialmente. Su presencia en la clase había sido netamente con fines de complacer al consejo, dado que, contrario a lo que muchos pensasen y el mismo promulgase, sus ambiciones no eran humildes.
La posibilidad de convertirse en patriarca era real, pero el momento de revelar sus garras aún no había llegado. De igual manera, la forma que había elegido con la que deseaba alcanzar sus objetivos era la misma que había utilizado hasta ahora, con su propio esfuerzo y trabajo.
Cuando veía a Yasa y a Kaerin, veía compañeras y posibles aliadas, no peones para sus planes o peldaños para un estatus elevado, su concepto de moralidad era increíblemente sincero y puro, pero no perfecto. La tentación de utilizar a las muchachas había recorrido su mente en diferentes oportunidades y ahora se presentaba de igual manera con el nuevo y misterioso maestro.
No obstante, el joven rápidamente descartó la idea, brindando firmeza a su corazón y voluntad, —Aprenderé todo lo que pueda del niño y si todo sale bien, se lo retribuiré en el futuro. — se dijo, asimismo, cuando de repente vio que el niño lo miraba con una gran sonrisa en su rostro.
La sonrisa visualmente era pura y sencilla, manifestando un cordial saludo, pero Minoru pudo sentir un ligero escalofrió recorrer su espalda, sus grandes ojos lo miraban con curiosidad e intriga anormal como si pudieran leer su mente y alma.
Minoru instintivamente saltó hacía atrás sudando frio, las muchachas notaron el extraño comportamiento de su compañero e ídolo y Yasa preguntó, —Minoru, ¿Estás bien? —
El joven elemental de cristal miró nuevamente al niño, que había desaparecido de su presencia para acercarse nuevamente al sirviente que cargaba los emparedados para seguir devorándolos y respondió, —Sí, no es nada. Sentí un ligero malestar, pero ya pasó, debe ser cansancio. —
Kaerin exclamó preocupada, —No te sobre esfuerces con tu entrenamiento, descansar también es igual de importante. —
Minoru asintió mecánicamente cuando Varasloth regresó con cuatro gordos tomos escritos a mano y se los entregó a los jóvenes elementales, ignorando por completo los fatídicos intentos de Anriaro por comunicarse y expresar su ira.
—Los leeréis para mañana, son de teoría pura, vuestra raza es toda una maravilla, su capacidad de utilizar vuestra magia elemental natural e innatamente es maravillosa. —Los elementales sintieron una pizca de orgullo al recibir el halago, más cuando Varasloth continuo, — No obstante, también los hace unos completos idiotas en teoría mágica y leyes físicas. — el orgullo se marchitó. — Por lo que deben aprender desde cero y rápido. Mañana habrá examen y el que falle quedará silenciado por una semana y modificaré la coordinación de sus extremidades, ni siquiera podrán escribir o caminar bien, quiero ver cómo le piden a alguien que los ayude a ir al baño. —
Los ojos de los cuatro elementales se abrieron como platos de horror, su nuevo maestro no era el pequeño e inocente niño que esperaban, era un tiránico monstruo con la habilidad suficiente para hacerlos sufrir y pasar vergüenza pública. Tampoco podían actuar directamente contra él dada las órdenes del consejo familiar, solo podían estudiar.
Yasa, que era quien más tenía familiaridad con Varasloth, aún impactada y de manera tímida preguntó, —Varr, ¿No podríamos comenzar mañana? Hoy es el juicio y ejecución de los prisioneros que intentaron fugarse aprovechando el escape de los demonios del calabozo de la ciudad, debemos estar como testigos dado que todos fuimos persecutores de varios de los condenados. —
Varasloth la miró incrédulo, —¿Ah? —, luego recuperándose, —¿Te refieres a toda la gente que escapó cuando la prisión explotó? —
Yasa y Kaerin asintieron buscando una luz de esperanza para evitar el tedioso estudio y el examen que su nuevo y exigente maestro les deparaba para el día siguiente. —Sí, todos serán juzgados y ejecutados, no debemos permitir que se cree un mal ejemplo para los escapistas. —
—"¿VAN A EJECTUTAR A MI NUEVO JUGUETE?"— gritó horrorizado internamente Varasloth. El fin del mocoso mitad elfo mitad dragón estaba cerca y debía encontrar alguna forma para evitarlo.
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NOTA DEL AUTOR: Estimados lectores, les dejó nuevamente los enlaces directos para los fondos de pantalla de celular de Varasloth (yeyyy🙌🏻).
Varasloth en su estado natural:
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Varasloth en su estado "chibi":
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Muchas gracias por darte el tiempo de leer mi obra, espero desde el fondo de mi oscuro y helado corazón que hayas podido sentir la misma emoción y felicidad que sentí yo al leer incontables y maravillosas obras de otros autores. Sé que la obra es nueva y recién va comenzando, pero en verdad me alegra que estés aquí presenciando el comienzo de un sueño. Gracias en verdad y hasta el próximo capitulo.
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