Especial 2 - Bucky x Natasha
Finalmente las cosas han mejorado entre Steve y Tony, han vuelto a ser una familia. Bueno, a ese rubio solo le falta volver a proponerle matrimonio para que todo vuelva a la normalidad. Ya han pasado bastante tiempo desde la ultima vez que nos vimos, no puedo dejar de pensar en el. Solo quisiera volver a verlo
-¿Natt? Tierra llamando a Natt, ¿Me escuchan?- escuche como alguien me llamaba. Parpadee varias veces antes de ver que era Loki quien me hablaba
-¿Q-Que sucede?- le pregunte algo confundida
-Necesito que te arregles lo mas pronto posible- respondió sin borrar una pequeña pero perceptible sonrisa de su rostro
-¿Arreglarme? ¿Para que?- volví a preguntarle aun mas confundida
-Tu no preguntes y solo hazlo-. Con la cabeza llena de dudas, entre a mi baño y comencé a ducharme. No sabia si ponerme algo elegante o algo casual, así que tome un vestido negro que me hacia ver elegante pero sencilla, un maquillaje sencillo y lista. Baje las escaleras y solo encontré una nota, la abrí y vi que esta tenia escrito "Coche negro, matricula 4582NY41". Mire para todos lados, pero no encontré a nadie, así que decidí hacerle caso a la nota
Salí de la torre y busque el coche con dicha matricula, estaba estacionado del otro lado de la calle. Camine hasta ahí, inmediatamente la puerta del piloto se abrió y Clint salio... Estaba vestido con un smoking negro -Mi lady, su carruaje esta listo- dijo mientras abría la puerta del asiento trasero
-¿Que es esto, Clint?-
-Usted no pregunte, solo haga caso-. Le hice caso y me senté en el asiento, el volvió a su lugar y comenzó a manejar. Busque mi teléfono en su bolso, pero descubrí que no estaba ahí, así que solo mire por la ventana. Pasamos por varios paisajes, hasta llegar a un restaurante que tenia la reputación de ser muy costoso
-¿Que hacemos aquí, Clint?- le pregunte
No respondió mi pregunta, solo salio del coche y abrió la puerta de mi asiento mientras extendía su mano. La tome y el me ayudo a salir del vehículo -Entra- dijo
Bastante nerviosa, mas por la impresión que podía dar que la situación en la que estaba, atravesé la entrada y camine hasta la recepcionista -Disculpe, no entiendo nada de lo que esta pasando. ¿Cree que podría explicarme que es lo que sucede?-
-Su nombre, por favor-
-N-Natasha Romanoff...- respondí
Ella hizo una leve señal con sus dedos y dos meseros se acercaron a mi, uno de ellos me entrego una hermosa rosa y el otro un papelito que tenia escrito "La mejor mesa esta cerca de las estrellas". Inmediatamente, el otro mesero señalo con sus manos unas escaleras, las cuales subí hasta llegar a una puerta. La abrí y de inmediato note un camino de rosas, cuyas orillas estaba iluminada con pequeñas velas
No pude evitar sonreír un poco, pude sentir como mis mejillas se coloreaban levemente, comencé a seguir ese camino. Al final, estaba una mesa decorada con un elegante mantel blanco, los platos y cubiertos estaban perfectamente acomodados, incluso había una cubeta con hielos, los cuales se encargaron de enfriar la botella de champagne
Sonara raro, pero al instante note un aroma a loción para hombres, y no era el que habitualmente usaba Stark o Clint, este era completamente diferente. Voltee buscando al dueño de aquel aroma, encontrándome con esos ojos azules que yo ya conocía hacia algún tiempo. Aun incrédula por lo que estaba viendo, me acerque lentamente hasta el. Mis manos, un poco temblorosas, acariciaron sus mejillas; comprobando que el no era un producto de mi imaginación -James...-
-Lamento haberte hecho esperar tanto, mi amor-. Sonreí un poco antes de acercarme a el y unir nuestros labios en un beso, abrazándolo por el cuello
-Mi trabajo aquí ha terminado, no regreses muy tarde a la torre-
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¿Quien hubiera pensado que ya ha pasado casi un año desde esa noche? No me arrepiento de haberles hecho caso a los muchachos.
-Natasha, apúrate, Bucky esta al borde del colapso-. Escuche como Wanda tocaba la puerta con fuerza, casi parecía querer romperla
-Ya casi estoy lista-
Pasaron algunos minutos y la puerta se abrió dándole entrada a Wanda y a Loki -Natt, ¿Porque el corsé parece como si lo hubiera amarrado un niño de 5 años?-
-¿Que no se amarran así?- les pregunte bastante confundida
-A ver, ven acá-. Me acerque a la esposa de Thor y ella desamarro el nudo que había hecho antes de volver a amarrar las cuerdas -Listo. ¿Donde esta el velo?-
-No pienso utilizar esa cosa-
-Por favor, Natt, te veras bien-. Claramente pude notar como en sus ojos sobresalían destellos, como los que un niño suelta cuando pide un juguete muy popular. Solo atine a soltar un gran suspiro de resignación antes de señalar a mi ropero, en donde estaba la caja con dicho objeto. Ella rápidamente lo tomo antes de admirarlo por VARIOS segundos -No se como no te gusta, es precioso-
Se subió a un pequeño banco de madera antes de colocarlo en mi cabello, asegurándose de que se quedara firme. Me mire al espejo, debo admitir que me veía muy bien, no pude evitar sonreír completamente ilusionada -No lo puedo creer... Por fin llego el día-. Las mire y vi como ellas sonreían un poco, se notaba que también estaban felices por este día -Solo porque las quiero mucho, les daré esta noticia antes... Este no es el día mas feliz de mi vida, es el segundo-
-¿Y cual es el primero?- me pregunto Wanda
Sonreí mientras colocaba mis manos sobre mi estomago -El día que me entere que este pequeño, o pequeña, venia en camino-. Ambas parecían no comprenderlo al instante, pero tras varios segundos de silencio, en toda la habitación se escucharon dos gritos MUY largos
-¡¿Porque no nos habías dicho?!- me gritaron muy sorprendidas
-Se los acabo de decir, sordas- respondí riéndome un poco
Sus gritos de emoción fueron acallados por unos golpes que alguien dio a la puerta -¿Todo esta bien allá dentro?- era la voz de Thor
-Si, estaremos allá en 5 minutos, trata de calmar a Bucky- respondió su esposa
-Ok... ¿Ya estas lista?- dijo Wanda con una pequeña sonrisa
-Si-. Tome el ramo y las 3 salimos del cuarto, ambas estaban tratando de hacer la clásica musiquita de bodas para calmar mis nervios, y lo lograron (En cierto modo). Cuando llegamos a la puerta que daba a la azotea de la torre, sentí como mi cuerpo comenzaba a temblar, mi corazón latía a mil por hora
-Natt, tranquila, todo saldrá muy bien. Hoy solo disfrútalo-. Los ojos verdes de Loki fue lo único que logro eliminar todos mis nervios, suspire y asentí con una sonrisa en mi rostro
-Lo siento, muchachas, pero yo la entregare-. Voltee y ahí estaba el millonario playboy sonriéndome mientras extendía su brazo. Con un pequeño puchero, ambas se fueron a sus asientos -Estas hermosa- susurro apenas tome su brazo
-Tu tampoco luces mal, pero ya es habitual verte en traje-
Las puertas se abrieron de par en par y todos los invitados se pusieron de pie; el estaba ahí, en el altar, completamente quieto pero con una sonrisa embobada en su rostro. Ambos comenzamos a caminar, creía que la alfombra era interminable, pero cuando menos lo espere ya estaba frente al amor de mi vida
-James, te entrego a Natasha, alguien a quien quiero como una hermana. Cuídala mucho, y te juro que si la lastimas, te castro sin anestesia-
-No tienes que preocuparte por eso, daría mi vida por ella-. No pude evitar que mi rostro se sonrojara a tope al escuchar esas palabras, el solo tomo mi mano y me ayudo a subir a su lado, sin borrar aquella sonrisa de su cara -Estas preciosa- susurro en mi oído
-Tu también luces muy guapo-
-¿Podemos empezar la ceremonia?-. Ambos asentimos -Estamos reunidos para presenciar la unión entre Natasha Alianovna Romanoff y James Buchanan Barnes. Antes de comenzar, ¿Alguien se opone a esta unión?-
Voltee hacia Stark y vi como Loki lo sostenía fuertemente por la espalda mientras con una de sus manos tapaba su boca. La ceremonia siguió, realmente no le preste mucha atención, en ningún momento deje de mirar a mi futuro esposo. Mi mente solo salio de aquella nube hasta que escuche al sacerdote llamarme una y otra vez -Natasha, tus votos-
Ambos nos levantamos de nuestros asientos y tome el micrófono con una mano, era ahora o nunca de soltarlo todo -James... Quizás nuestro primer encuentro fue algo diferente a lo que muchos desearían, estábamos en medio de conflictos y problemas. Y a pesar de eso, la vida nos demostró que tu y yo debíamos estar juntos, y aquí estamos, frente a nuestros amigos, nuestra familia. Por eso yo, Natasha Romanoff, prometo amarte y respetarte, en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe- dije mientras colocaba su anillo en su dedo
-Tu turno, James-
-Natasha... ¿Que mas puedo decir que no te he dicho? Te amo mas que a nada en este mundo, eres la mujer mas maravillosa que he conocido. No puedo decirte otra cosa mas que gracias, gracias por darme la oportunidad de estar a tu lado el resto de mi vida, de protegerte, de amarte cada día mas. Yo, James Barnes, prometo amarte y respetarte, ser tu apoyo en tus momentos difíciles, cuidarte de todos aquellos que traten de lastimarte, y estar contigo hasta dar mi ultimo suspiro-. No pude evitar soltar unas lagrimas traicioneras al sentir como ese pequeño aro de metal se deslizaba por mi dedo. A muchos le parecería insignificante, pero en estos momentos, ese objeto significaba mucho para mi
-Y ahora yo los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia-. Inmediatamente me colgué en su cuello mientras lo besaba sorpresivamente. Sus manos sujetaron mi cintura y me alzo por los aires al mismo tiempo que los demás arrojaban pétalos de rosa a nuestro alrededor -Te amo- susurre mirándolo a los ojos
-Yo también te amo-
La fiesta fue bastante exótica, ¿Que mas podría esperar si el organizador fue Tony?. Nuestro primer vals... Totalmente mágico, incluso pude olvidar a las personas que estaban a nuestro alrededor, eramos James y yo. Para mi sorpresa, Fury nos dio un regalo de bodas bastante peculiar, nos dio una semana para nuestra luna de miel (La cual fue costeada por Stark)
Al llegar al hotel, que por cierto estaba en Dubai, entramos a nuestro cuarto. Todo era bellisimo, un largo camino de rosas cuyos bordes eran iluminados por un sinfín de velas (Las cuales, por cierto, desprendían un cierto aroma a manzana). Sentí como mis pies dejaban de tocar el suelo, mire su rostro y el solo sonreía un poco antes de cerrar la puerta con su pie. Me reí un poco mientras me acurrucaba en la curvatura de su cuello; abrió otra puerta, el camino de rosas terminaba en un gran corazón que adornaba el medio de una cama
El cuarto estaba a oscuras, siendo iluminado por la tenue luz de las velas que estaban sobre cada uno de los muebles de la recamara. Lentamente, me coloco de nuevo en el suelo frente suyo. Una de mis manos se elevo hasta su mejilla y la acaricio suavemente, amaba esa barba que lo hacia lucir tan varonil. Me acerque hasta que nuestros labios se encontraron, ese beso se sentía como el primero que el me había robado. Sus manos se abrazaron en mi cintura mientras yo rodeaba su nuca con los míos
Cuando menos lo espere, estaba recostada sobre aquellos pétalos que desprendían un aroma tan hipnotizante. Sin romper la unión en nuestros labios, comencé a desabotonar lentamente su camisa, antes de acariciar su pecho y arrojarla al otro lado del cuarto. Soltó una pequeña risa mientras bajo sus labios por mis cuellos, un leve escalofrió recorrió mi cuerpo, provocando que mi espalda se arqueara un poco, como si tratara de buscar aunque fuera un pequeño roce entre nuestros cuerpos
Tome su rostro y volví a besarlo al sentir como sus manos rodeaban mi espalda y comenzaban a bajar el cierre de mi vestido. Lo empuje un poco para que pudiera levantarme de la cama y colocarme a los pies de esta; la cara de James reflejaba una confusión absoluta, pero yo trate de responder sus preguntas sonriendo coquetamente mientras yo misma me quitaba mis ropas, quedando solamente en una sexy lencería (Cortesía de Wanda). Mi sonrisa se amplio aun mas al ver como su mandíbula, literalmente, cayo hasta el suelo
-¿Te gusta lo que ves?- pregunte en un tono bastante coqueto
-Dios... Eres la reencarnación de Afrodita y yo un simple mortal-
Me senté sobre su regazo y volví a besarlo, me reí un poco al sentir su desespero por concluir con nuestra unión, ya que me recostó rápidamente en el colchón. De mis labios comenzaron a surgir un sinfín de gemidos, este hombre sabia como usar su boca para llevarme hasta las nubes y sus manos hasta el infierno
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Los primeros rayos del Sol entraron en la habitación y comenzaron a molestar mis parpados, lentamente los abrí y sonreí al ver la tranquilidad que el rostro de mi ESPOSO irradiaba al dormir. Me separe cuidadosamente de sus brazos y me vestí con su camisa antes de bajar a la cocina (Sip, el extravagante de Stark llego a tal grado que pidió uno de los pocos penthouse con 2 pisos)
Estaba bebiendo un vaso con jugo cuando sentí como 2 brazos varoniles rodeaban mi cintura -Buenos días- susurro en mi oído antes de depositar un tierno beso en mi mejilla
-James... Tengo que decirte algo muy importante-. Me zafe de sus brazos y voltee hacia el mientras tomaba sus manos y las colocaba en mi estomago -Ayer creí que era el mejor día de mi vida, pero hace unos días me entere de algo que lo ha convertido en ese día. Por mucho tiempo estuve pensando en como darte esta noticia, y creo que es el momento-
-Natasha...-
-Ayer juramos ante todos que estaríamos juntos para siempre, que nos apoyaríamos, y que cuidaríamos de nuestros hijos. James... Es hora de comenzar a cumplir con este ultimo juramento-. Pude ver como sus ojos se llenaban de lagrimas, al mismo tiempo que se agachaba a la altura de mi vientre y depositaba un tierno beso
-Gracias... Por este hermoso regalo que me has dado...-
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Desperté gracias a un pequeño llanto que provenía de una cuna que estaba al lado de nuestra cama. Me levante y camina hasta ella, tome entre mis manos ese pequeño cuerpecito que no dejaba de llorar. Creo que se calmo en cuanto sintió un leve movimiento, no despego sus ojos de los míos. Sabia que tenia hambre, así que baje mi camisa y lo pegue a mi pecho para que pudiera comer; algo doloroso al principio, pero amaba esa sensación de tener una conexión con mi bebe
Me senté en la mecedora que estaba al lado de una ventana y comencé a mirarlo con una sonrisa mientras lo arrullaba. A los pocos segundos sentí como alguien se unía a nosotros mientras acariciaba los pocos mechones pelirrojos que ya se le comenzaban a notar -No hemos pensado en un nombre...-
-Yo ya pensé en uno... James-
-¿C-Como yo?- pregunto, no se si estaba confundido o estaba conmovido
-Si... Habra sacado mis ojos y mi cabello... Pero se parece mas a ti, ademas, es costumbre que el primogénito se llame como uno de los padres-
-James Buchanan Romanoff... Me gusta como suena-. No fue el único, mi pequeño pataleo un poco mientras sonreía (Sin dejar de comer). Con mi única mano libre, lo tome de la barbilla antes de robarle un pequeño beso... Que después se convirtió en uno mas atrevido. Lo siento por el, pero aun no pasa la cuarentena
Creo que después de todo... Si estaba destinada a tener una familia
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