Capítulo 12.- ¡Vayamos al Santuario Egipcio! ¡Los Dioses Oscuros se levantan!
La guerra santa entre los Caballeros Atenienses y los Guerreros al servicio de los Dioses Egipcios acaba de comenzar, y mientras el destino del mundo continúa pendiendo de un hilo, el enfrentamiento entre Shiryu y Kaiba sigue estando en una situación demasiado pareja, mientras tanto, Yami, el portador de la Armadura del Rompecabezas se revela ante todos como la reencarnación del Faraón Atem. Entre las primeras personas en reconocer al Faraón se encuentra Ishizu Ishtar portadora de la Armadura del Collar, quien exclama lo siguiente:
– Alto, no te vayas, ahora veo la realidad, me inclino ante usted, Faraón... -
- Faraón... - dijo Yami dándose cuenta de lo que eso significaba, apenas cayó en cuenta de lo que ese titulo significaba.
- Yo soy Ishizu – dijo la caballero, dejando sorprendido a Yami...
- No... no... – decia la chica con armadura que habían enfrentado ambos Seiya y Shoko, estos se acercaron a ayudarla.
- No puede ser... todo esto está mal... muy mal – dijo ella.
A lo que Shoko preguntó: – ¿De que hablas? -
- Mi nombre es Mana, soy la heredera de la armadura de la Sortija Milenaria. -
- ¿Mana? – preguntó Seiya sorprendido.
Mana se levantó y dijo: – De verdad, no se que es lo que pasó, lo último que recuerdo es que sabíamos que una guerra santa nueva esta próxima a empezar y despues... nada. -
- Eso significa que... - dijo Shoko.
Ishizu asintió con la cabeza, dando una insinuación de una posible reencarnación.
Por su parte, Kaiba seguía librando su batalla.
- ¡¡¡Blue Eyes Burst!!! – gritó Kaiba, mientras que el Dragón Blanco de Ojos Azules comenzó a lanzar un poderoso rayo contra Exodia.
***
Mientras tanto, Yami, con su armadura, salió del lugar donde estaba atrapado, siendo seguido por Yugi e Ishizu.
- ¡Faraón! -dijo ishizu - ¡Es hora de partir al Sitio Sagrado de donde pertenecemos!
Mientras los tres se preparaban para marcharse Yami miró afuera y notó 3 estallidos en un lugar cercano; se trataban de Shiryu de Dragón y de Seto Kaiba, quienes seguían en su respectivo enfrentamiento.
- ¡¡¡Dragón Naciente!!! – gritó Shiryu.
Por su parte, Kaiba le siguió: - ¡¡¡Blue Eyes Burst!!! -
El Caballero Dorado contestó lanzando su ataque contra ambos, Shiryu se cubrió con su escudo, mientras que Kaiba saltó para evadir el ataque.
La pieza con forma de cabeza de Dragón en el brazo de Shiryu comenzó a brillar y a disparar un rayo de cosmos con forma de un Dragón, el cual se modificó repentinamente; no dejó de brillar y a cambiar y entonces cambió totalmente, la forma ahora era la de un dragón único, el Dragón Blanco de Ojos Azules.
- ¿Qué se supone que ha estado pasando? – preguntó Seiya.
Entonces Yami se acercó seguido de Ishizu y dijo: - Mi nombre es... Atem. – dijo Yami – Soy la encarnación del Faraón Atem del antiguo Egipto, y ellos son... mis Caballeros. -
- ¿Caballeros? – preguntó Tea.
Entonces Kaiba dijo: – Si, todos nosotros eramos parte de la corte del Taraón, excepto por 3 de nosotros, yo que soy la encarnación del sacerdote Seto, Pegasus que es sucesor del portador del Ojo del Milenio y Mana que era estudiante de Mahad, digo que era por que Mahad está muerto. -
- ¡¿Muerto?! –preguntó Yugi.
A lo que Seto contestó: – Asi es, y antes de morir le entregó la sortija a Mana. -
Mana miró algo nostálgica y dijo: – Si, el me encargó cuidar esto... - esto ultimo lo dijo tocando el pecho de su armadura, con el símbolo del Ojo milenario.
- Entonces, ¿Por qué nos atacaron? – preguntó Joey queriendo golpear a los caballeros pero Mana se lo impidió.
Ishizu dijo: - Porque se nos dijo que los eventos recientes perturbaron a la Tierra, y que esto ameritaba una nueva guerra santa.
- ¡¿Guerra santa?! – dijo Seiya preocupado.
Entonces Ishizu comenzó a contar: - Cuando el Santuario de Grecia se vio afectado y el Patriarca mató a Aioros, el Caballero de Sagitario, y Athena no se sintió su presencia, comenzó el descenso de la paz, entonces el cosmos de los guerreros de bronce estallaba, pero... uno era el mas significativo, el de Pegaso... esa armadura, desde la Era Mitológica, había tenido una serie de repercusiones durante siglos y milenios; desde Tenma hasta Seiya... y entonces el Santuario perdió caballeros de plata y bronce, además de que la armadura de Sagitario desapareció por un momento, luego los guerreros de Asgard atacaron, y luego Poseidón apareció, y justo cuando parecía que volvería ese equilibrio Hades, este finalmente murió pero... el desequilibrio que provoco la muerte de uno de los olímpicos provocó que el resto de los olímpicos tratasen de reconfigurar el mundo bajo la interferencia de los dioses gemelos Artemisa y Apolo, pero ésto provocó que el resto de olímpicos quedaran fuertemente debilitados... y esto fue suficiente para que los dioses egipcios nos llamaran para hacer la guerra contra el Olimpo... Osiris, Obelisk, Ra, los principales goberantes de Egipto, ellos 3 nos llamaron, a Mana la llamaron de su estudio luego de la muerte de Mahad, y a los que no estaban implicados en esto como Seto, Yami y Pegasus nunca los encontró y jamas supo que paso con esas armaduras... -
- Hasta ahora – dijo Seiya – que estas armaduras aparecieron con sus portadores correctos. -
- Es verdad, pero ahora mismo hay algo más que solo esto – dijo un sujeto con una armadura parecida a la de Libra, pero era diferente, pues en el centro tenia el Ojo del Milenio, símbolo de las armaduras.
- Mi nombre es Karim, y soy el dueño de la armadura de la Balanza Milenaria - dijo el recién llegado Caballero de la Armadura de la Balanza.
Shiryu vio al caballero con una armadura y entonces cayó en cuenta de que se parecía mucho a su maestro Dohko de Libra, provocándole nostalgia.
De repente, un sonido en el cielo llamó la atención de todos quienes salieron y vieron como se volvía una cumulo de luces, nubes y cosas raras, había comenzado... el fin del mundo.
- ¿Están viendo eso? – preguntó Jabu de Unicornio mientras estaba junto a Ban de León Menor.
Éste último caballero le responde: – Se parece a lo que pasó con Hades. -
- No... - dijo Shoko – ¡Es peor! -
- ¡¿Peor?! – exclamó June de Camaleón – ¡¿Como puede ser peor que con Hades?! -
Jabu de Unicornio miro expectante como Joey llegaba a su lado y decía – ¡Ay, naninta! Esto no es bueno, ¿Verdad? -
- No, no lo es – dijo Yugi junto a Yami.
Este ultimo dijo: – ¡Hay que detener la guerra santa ahora! -
- ¡Eso es imposible! –dijo kaiba – ¡La guerra debe completarse y para eso debemos confrontar a los dioses directamente! -
Pero para eso debemos abrir un portal para ir y enfrentarlos – dijo Karim.
- ¿Cuánto tardarán en eso? – preguntó Jabu.
A lo que Ishizu dijo: – Un poco de tiempo, no se cuanto exactamente. -
- ¡Entonces hay que defenderlos! – dijo Nachi de Lobo.
***
- ¿Lista para que los osos luchemos? – preguntó Geki de Osa Mayor a Xiao de Osa Menor.
La saintia respondió: – ¡Si, hagamoslo juntos! -
Los caballeros de bronce, salvo por el grupo conformado por Seiya, Shoko y sus respectivos amigos, se prepararon para defender a los Caballeros Dorados Egipcios que hacían un portal hacia los dioses.
Varios seres empezaron a bajar de los cielos, rápidamente varios sabían quienes eran esos seres debido a que en la época del mito existieron, sin importar si venían de Egipto o de Grecia, pero existieron a fin y al cabo.
- ¡¡¡Es un Cráneo Convocado!!! – gritó Mana.
- Y ese de ahí es un soldado de piedra, de hecho son muchos – dijo Shun.
Jabu saltó contra un soldado de piedra y lo pateó para posteriormente atacarlo con su poder, mientras exclama: - ¡¡¡Galope de Unicornio!!!
El ataque de Jabu hace que explote la cabeza del soldado de piedra y sus restos lanzan fragmentos contra los otros, frenando su avance momentáneamente, entonces Jabu saltaría y patearía a otro soldado de piedra para destruir uno de sus brazos.
- ¡¡¡Cuidado!!! – gritó Tea – ¡¿Qué es esa cosa?! -
- ¡Es la Maldición del Dragón! – dijo Kaiba.
- ¡Abrazo del Oso! –gritó Geki de Osa Mayor, agarrando por el cuello al cráneo convocado, el cual se resistía y aguantaba pero, no era suficiente para el, seguro caería en poco tiempo a este paso.
- ¡Aullido de la Muerte! – gritó Nachi de lobo contra Maldición del Dragón para irlo frenando, lastimando y de ser posible acabarlo por fin, el ataque de Nachi lograba frenar al Dragón quien usaba su Llama del Dragón contra ellos.
- ¡Cuidado, un Monstruo Verde! – dijo Seiya, señalando a un Feral Imp (Diablillo Salvaje)
A lo que Shoko lanzó su ataque contra él: – ¡¡¡Meteoros de Equuleus!!! -
- ¡¡¡Ave Fénix!!! – un grito en el cielo llamó la atención de todos al ver una figura de un ave chocando contra la Maldición del Dragón.
- ¡Ikki, hermano! – gritó Shun, mientras corre hacia su hermano para saludarlo.
A lo que Ikki respondió: – No debemos dar ni un paso atrás, nosotros nos encargaremos de esto. -
- Tiene usted razón, tenemos que movernos rápidamente a reunirnos con los dioses – dijo Pegasus aterrizando con una armadura puesta y un casco que le cubria un ojo.
- Buena idea, iremos con ustedes – dijo Tristán.
Entonces Kaiba dijo: – Lo siento pero ustedes no pueden ir, solo Yugi es el único humano sin armadura que puede ir con nosotros. -
- ¡¿Qué?! – reclamó Joey – ¡No lo abandonaremos! -
- Si van, no sobrevivirán – dijo Yami – no puedo hacer nada para llevarlos, ustedes se tienen que quedar. -
- ¡De acuerdo! – dijo Tea – ¡Por favor, cuida a Yugi! -
- ¡¡¡Muy bien, ahora vámonos!!! – dijo Pegasus junto a Shoko, Seiya y todos los caballeros que irían con los dioses, en medio llevaban la armadura de Sagitario, asi como las armaduras de Acuario, Virgo, Libra y Leo, entonces finalmente el portal se abre y se lleva a todos los que estaban agarrados desapareciendo de ahí.
***
Tras atravesar el portal, llegarían a un sitio que parecía una especie de templo parecido al Santuario pero con apariencia egipcia.
Abajo ocurría una batalla en la tierra, tanto las fuerzas de autodefensa como los de bronce luchaban contra seres horribles que llegaban al lugar.
- ¡Ahggg! – se quejó Joey sintiendo algo saliendo de el.
- ¿qué le pasa? – preguntó Tea preocupada.
Entonces Jabu dijo: – Se le sale el cosmos a este chico. -
- ¡¿Pero cómo?! – preguntó Tea, y entonces a Joey se le salió del pecho un destello de energía y se quedó desmayado, entonces el destello de energía toma la forma de un dragón, ¡El Dragón Negro de Ojos Rojos!
- ¿Pero de dónde salió eso? – preguntó Geki.
En ese mismo momento, el dragón comienza a disparar contra varios de los seres que atacan. De repente, se escuchan algunas voces...
- ¡El poder absoluto solo le pertenece a aquellos que puedan mantener el equilibro cósmico! -
- ¡Y en este mundo ocurren demasiados desequilibros, Poseidón, Hades, los Olímpicos, todos ellos han provocado un desbalance tan grande que ahora en esta guerra santa, nosotros debemos vencer a los Olímpicos! -
- ¡Regresaremos el mundo a un estado de paz ahora que Hades ya no existe! -
- Su propósito es bueno – dijo Seiya – ¡Pero ustedes quieren destruir a gente que no tiene la culpa de todo esto, no pueden tomar las vidas de todos y hacerles esto! -
- Tiene razón –dijo Yami – las guerras entre los Olímpicos y ustedes siempre han sido terribles, pero esta vez puede ser diferente, no debe de haber una guerra que acabe a todos, no asi. -
Ahora, tanto los Guerreros Atenienses como los Guerreros del Milenio, se encuentran bajo el regazo de los dioses de Egipto, esperando las pruebas que están por venir.
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