Capítulo 10.- Nuevos Refuerzos llegan al Santuario
Yami, Yugi, Joey, Tea y Tristán habían arribado a Grecia, en dónde, mediante la presencia de Athena, visitarían el Santuario. Sin embargo, se habían dado cuenta de que unos soldados con cabeza de chacal los estaban persiguiendo; no obstante, habían sido salvados por Seiya y los demás Caballeros de Bronce.
Un poco después, nuestros héroes relatan sobre la historia de las llamadas Armaduras del Milenio. Sin embargo, uno de los demonios apareció en el lugar, irrumpiendo en el sitio, y buscando a uno de los portadores para vencerlo.
El demonio vio la armadura y dijo – Tu... ¡¡¡TU!!! ¡Esa armadura! ¡Eso no te pertenece! -
- Claro que si me pertenece, y este poder... – decia el portador de la armadura – ¡Yo lo usaré para acabarte!, ¡¡¡KISARA!!! ¡¡¡DAME TU PODER!!! -
Mientras corria el portador de la armadura, una mascara se colocó en su casco, cubriéndolo para finalmente levantar la mano y gritar – ¡¡¡Ven a mi, Dragón Blanco!!! -
Al levantar la mano al aire, lanzó una esfera de color azul brillante del energía, y lo mas increíble, esta esfera comenzó a volar por si misma y de pronto esta comenzó a dejar de verse como una esfera, sino como un largo dragón de un color blanco con azul, y de ojos azules con alas, el cual impactó contra el demonio y lo lanzó volando, éste se levantó sólo para ver que enfrente a el estaba el mismísimo Seto Kaiba, heredero del poder de Kisara, quien fuera la guardiana del poder del Dragón Blanco de Ojos Azules.
- ¡¡¡Cae bestia!!! – gritó el demonio, lanzando esferas de energía que golpeaban al Dragón Blanco de Ojos Azules, pero éste, aunque se mostraba afectado por los golpes, no se detuvo, y de hecho se estaba elevando al cielo.
Mientras que, desde una ventana en un edificio, Pegasus decía: – Es... ¡El Dragón Blanco de Ojos Azules! -
- Ese maldito dragón, ¡¡¡EL QUE PUEDE EQUIPARAR A LOS DIOSES!!! - gritó el demonio.
Mientras el dragón se elevaba en el aire, Tea volteó a ver al caballero con armadura dorada, éste se mantenía haciendo diversos movimientos y poseía en el brazo izquierdo una especie de pieza como una hoja o una ala desplegable.
- ¡¡¡Ataque de bola de neutrones!!!! – exclamó el caballero de armadura de oro, en ese momento el dragón blanco abrió su boca y disparó una bola de energía azul bastante potente, el demonio se cubrió con un brazo, pero éste explotó en pedazos y llamas, mientas la herida se cauterizaba y parte del cuerpo del demonio se mostraba con quemaduras.
- No puede ser... - dijo Tea mirando al dragón brillando mientras estaba en el aire.
- ¿Acaso ése es el verdadero poder? – dijo Kaiba – ¿del dragon blanco? -
Entonces el demonio manipuló su brazo arrancado y casi destruido para formar una especie de boca que se lanzo a atacar al dragon blanco al cuello, ambos la pseudo-serpierte o boca y el dragón blanco se atacaban mutuamente, Kaiba se lanzó corriendo contra el demonio, soltándole un puñetazo en el torso, seguido de una patada en el rostro, éste trató de defenderse, pero sin su brazo era imposible así que lanzo una plasta pegajosa para retener a Kaiba, quien saltaba esquivándolos, y justo cuando una de esas plastas estuvo a punto de caerles a Yugi y sus amigos, un escudo los protegió, al ver que los protegió, vieron que era el caballero de Dragón, Shiryu, quien hizo unos movimientos y gritó: – ¡¡¡Dragón Naciente!!! -
Al lanzar su ataque, la forma del dragón cambio ligeramente, golpeando a su enemigo y extermiandolo finalmente, pero éste rugió de una manera particular, una manera similar al Dragón Blanco de Ojos Azules, este respondió rugiendo igual.
- Parece que se acabó. – dijo solemnemente Kaiba, haciendo que su casco revele su rostro y al mismo tiempo Shiryu se quedó mirando a Kaiba, su armadura doraba tenía un brillo tan fuerte que casi deja ciegos a todos.
- ¿Q.. quién eres? – preguntó Yugi
Éste se presentó: – Soy Seto Kaiba, caballero de la armadura del Cetro Milenario. -
- El Cetro Milenario... – dijo Shiryu.
Kaiba lo miró y se dio cuenta del parentesco de la armadura que el usaba con la de Dragón de Shiryu, inmediatamente miró a Yugi y sus amigos.
Yugi y los demás entraron con Pegasus, escoltados por el caballero de Unicornio, Jabu, quien los presentó.
- Pegasus, aquí están – dijo Jabu.
- Ah, mi pequeño Yugi, supe lo que sucedió – dijo Pegasus girando su silla, ahora se veía algo diferente por un detalle menor, su ojo, no era normal, uno de sus ojos ahora parecía de metal.
- ¿Qué es eso? – preguntó Yugi confundido y preocupado.
A lo que Pegasus respondió: – Es el Ojo del Milenio. -
- Otra de las armaduras milenarias – dijo Kaiba.
Shiryu dijo: –pero el que se la ponga tendrá que perder... -
- Asi es, Caballero de Dragón – contestó Pegasus – Pero la verdad es que no me importa hacerlo. -
- ¿Pegasus, pero? – dijo Yugi
Pegasus lo tranquilizó diciendo: – No importa, esto siempre y cuando los que yo quiero estarán bien. -
- Muy bien, Pegasus – dijo Kaiba tranquilo – ¿Lo tienes? -
- Por supuesto – contestó Pegasus y acercó una caja de color dorado con negro – Yugi, esto es un objeto muy importante, muy poderoso y necesario que lo armes. -
- ¿Qué es esto? – preguntó Yugi abriéndolo y viendo un monton de piezas.
Pegasus respondió: – Es el Rompecabezas del Milenio, una armadura de las 7 Milenarias de Egipto, esta armadura necesita ser ensamblada y para salvar a Yami, a tu hermano, hay que armarlo. -
Escuchen chicos – dijo Seiya – si no vamos por ese chico, Yami, no tendremos muchas posibilidades para evitar la destrucción del mundo. -
- ¡Esto es muy arriesgado! – dijo hyoga – No tenemos la capacidad de hacerlo, no sin ayuda... -
- Creo que llegué en un momento adecuado – dijo una voz femenina atrás del grupo, lo que hizo que los 4 voltearan a ver... era una chica, una chica de cabello rojizo, Seiya la reconoció, ya que ambos se conocieron una vez un poco antes de los eventos del Torneo Galáctico, y recientemente esta chica había entablado una relación con el.
- ¿Shoko? – dijo Seiya sorprendido – ¿De verdad eres tu? -
- Así es, seiya, Seiya de Pegaso –contesto alegre la chica, quien inmediatamente corrió hacia Seiya para abrazarlo y darle un fuerte beso en la mejilla; mientras tanto, atrás de ella estaban otras chicas.
- ¿Y quiénes son ellas? – preguntó Shiryu.
A lo que Hyoga intervino – ¡Son las Saintias, Caballeros que sirven como guardia personal de Athena, y por eso no requieren usar mascaras como las caballeros femeninas normales como Marin, June o Shaina! ¡Yo me puse en contacto con ellas para que pudieran ayudarnos en nuestra labor! -
- Y es por eso que hemos regresado para protegerla – dijo una chica con armadura rosada – Soy Xiaoling de Ursa Menor pero pueden decirme Xiao. -
- Mi nombre es Shun de Andrómeda, un gusto conocerte – dijo el caballero de pelo verde.
- Mi nombre es Erda de Cassiopea - dijo la chica de armadura con colores similares a los de la armadura de Shiryu de Dragón, éste se acercó respetuosamente y extendió su mano, los 2 se miraron tranquilos sin decir demasiado.
- Soy Mii de Delphinus – dijo otra saintia, la de Delfín – Yo fui la primera en ponerse en contacto con Hyoga, es un gusto conocerlos a todos ustedes, caballeros de bronce - inmediatamente reconoce a Jabu dentro del grupo de ellos - ¿Jabu? ¿En serio estás aquí? -
- ¿Quién, yo? - se pregunta Jabu confundido, hasta que se acerca a ella y la reconoce - ¡Pero si eres tú, Mii! - corre hacia ella y la abraza - Me alegra tanto verte de nuevo. -
Por su parte, Hyoga contesta: - El gusto es nuestro, Saintias – dijo el caballero de Cisne mientras estaba estrechando su mano y sonriéndole a su ultima compañera, quien se presentó algo sonrojada: – Soy Katya de Corona Borealis y estoy aquí para proteger a Athena, no importa lo que me cueste. -
Inmediatamente Hyoga la reconoció diciendo: - Por supuesto que me acuerdo mucho de tí, amiga. Aún recuerdo cuando éramos unos niños y recibíamos los entrenamientos de Camus. ¡Cuánto tiempo ha pasado, Katya! -
- Admiro ese valor. – contesto Seiya – Si es lo que quieren hacer, entonces tendremos que luchar juntos, y tenemos que luchar junto a aquellos que menos esperamos tener de aliados. -
- ¡Si!, no entiendo, ¿qué tenemos que hacer? – preguntó algo confusa Xiao, mientras Seiya volteaba a ver al cielo un momento...
Yugi estaba mirando el rompecabezas, sabia que si no lograba armarlo no tendría oportunidad su hermano Yami, sabia que debía concentrarse lo mas posible.
En otro lado Kaiba estaba entrenando en solitario, lanzando movimientos mientras practicaba sus ataques.
- ¡¡¡Blue Eyes, Ultimate Burst!!! – gritó Kaiba, lanznado un estallido de energía en forma de rayo contra unos arboles destruyéndolos totalmente.
Pegasus se estaba poniendo por primera vez su armadura, el Ojo del Milenio emitió un brillo y creó una armadura de color dorado alrededor del cuerpo de Pegasus, tenia que acostumbrarse rápido a usarla si querían ganar y salvarse de la destrucción que se avecinaba.
- ¡¡¡Polvo de Diamante!!! – gritó Hyoga lanzando su ataque.
- ¡¡¡Exodia obliterate!!! – gritó su oponente de la armadura de la Llave.
Ambos chocaron mutuamente estallando, si no fuera por que Hyoga ya tiene un alto nivel de poder seria imposible que aguantara un solo ataque de su enemigo, sin duda Camus le enseño bien.
- Caballeros de Bronce, no los dejaré interrumpir a nuestros dioses egipcios – dijo el Caballero de la Llave.
- ¡¡¡Nosotros no te dejaremos destruir al mundo!!! -
Inmediatamente, los Caballeros de Bronce comienzan a separarse y a tomar caminos separados, a fin de evitar ser alcanzados por los guerreros egipcios.
***
Mientras tanto, en Ciudad Domino, mas chacales humanoides con cuchillas rodeaban la casa de Yugi y Yami, en el lugar, Xiao de Ursa Menor y Shun de Andrómeda defendían el lugar, un chacal se lanzo contra Xiao derribándola, pero ella lo patea y Shun aprovecha la patada de Xiao para atravesar al chacal con su Cadena de Andrómeda, otro chacal agarró a Shun por atrás y Xiao le devolvió el favor a Shun saltando y dándole una patada muy precisa en el cuello al chacal rompiéndole el cuello en el acto.
No obstante, otro grupo de chacales se dirigía hacia ellos, pero aunque trataban de esquivarlos, éstos se adelantaron y los sorprendieron, pero cuando nuestros héroes creían que ya todo estaría perdido, inmediatamente vino un nuevo refuerzo: se trataba de June de Camaleón, quien con su látigo, comenzó a fulminar al resto de chacales con un sólo golpe.
- ¡June! - exclamó Shun - ¡Que bueno que llegaste a tiempo! -
- De no haber sido por ti, ya estaríamos muertos. - replica Xiao.
- No es necesario que me agradezcan. - responde June, quien de inmediato se quita la máscara frente a sus compañeros - Yo sólo estoy haciendo una labor que debí ejercer hace tiempo. - June se acerca hacia Shun y le dice: - Sé muy bien que me extrañas, pero yo también sentí lo mismo durante todo este tiempo. - salta y dirige la palabra a ambos: - Bien, sólo vengo a decirles que un nuevo enemigo acaba de declarar la guerra al Santuario, y dependerá de nosotros el proteger a la diosa Athena y a la Humanidad. ¡Debemos estar preparados para lo que viene! -
La gran batalla entre los dorados egipcios y los atenienses de bronce estaba a punto de empezar...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro