Cuatro años, cuatro años donde estudiaba como una condenada pero a valido la maldita pena, siente que mejoró muchísimo como cantante y como musico, en sus tiempos libres iba a bares a cantar y se sorprendió al ver que a los franceses les gustaba su música, en la universidad ganó muchos fanes

Pasó todo ese tiempo solo viendo a su familia por videollamadas, no iba a mentir conque rompía en llanto al extrañarles, lloró mucho más cuando se enteró que su perro Watson murió enfermo y ella no pudo estar con el en sus últimos momentos de vida

Extrañaba a los Haitani y a los Kawata, siempre hablaron por videollamadas pero no era lo mismo, muchas veces necesitó de su compañía

—¿Viaje a Japón?— en un Japonés algo malo le preguntó Cherry

—Si, mañana viajo a Japón—

Había terminado la Universidad, no les había dicho a su familia que regresaría a Japón, quería darles una sorpresa al llegar

—Te extrañar muchísimo—

—Yo también Cherry, te prometo que te llamaré apenas llegue a Japón— habló de manera lenta,  pesar de tantos años de amistad Cherry nunca aprendió tan bien el Japonés

Decir que se sintió sola en París sería una mentira, Cherry siempre le dio sus mejores consejos y le ayudó a sobrevivir en un País donde pensaba que no lograría vivir una semana, la Burgeois fue su salvavidas

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—Hogar dulce hogar—

La nostalgia la invadió por completo, casi lloraba por la alegría de volver a su país, le hubiera gustado ser recibida por sus novios y familia pero como bien dijo, quería sorprenderlos con su llegada a Japón, pensaban que su vuelo fue cancelado pero allí estaba

Sacando su celular como prometió llamó a Cherry, con solo tres timbres la francesa contestó

—Ya llegue, no tienes que preocuparte— río —tu japonese ser de mierdese— no evitó burlarse de Cherry, algunas veces hablaba así a propósito con su amiga cuando ella hablaba o no entendía nada del Japonés —estoy en aeropuerto—

Estiró su mano para tomarse una selfie, se la envió a Cherry la cual raramente estuvo silenciosa un buen rato cuando ella hablaba hasta por los codos

—¿Detrás de mi que?—

Cuando se dio la vuelta se escucharon disparos, vidrios romperse y los gritos de terror de las personas

Asustada trató de huir pero la habían sujetado por detrás y le habían puesto una bolsa en la cabeza, trataba de soltarse pero habían amarrado sus pies y manos por detrás de su espalda, escuchaba como los gritos era cada vez más lejos y después una explosión

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"—Hoy hubo un ataque terrorista en el aeropuerto internacional de Tokyo, hubieron muchas muertes, personas gravemente heridas y el secuestro de una chica joven, hasta ahora no se conoce el paradero de estos terroristas que sembraron el terror en Tokyo, se dicen que este es un grupo terrorista conocido como "Las lunas superiores"—

—Por favor si alguien sabe sobre este grupo o sobre esta chica, conocida como Kaguya Tengen llame al número en pantalla—"

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—No no no no— Hinatsaru cubrió su boca apunto de llorar —Uzui-san por favor dime que esa no es mi hija— no pudo aguantar más, lágrimas empezaron a correr por sus mejillas y caer al suelo

—No puede estar pasando esto— susurra Suma también llorando

—Dios por favor, que no le pase nada malo a nuestra hijita— Makio juntó sus manos, no podía pasarle nada malo a Kaguya o nunca podría vivir en paz

Uzui miraba atónito la televisión donde mostraban por las cámaras de seguridad todo lo que había sucediendo, apretó sus puños con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos

—Si le tocan un solo pelo a mi princesa juro que los voy a matar— se levantó del sofá y con pasos rápidos pero fuertes se dirigía a su oficina, tendría que hacer unas llamadas y cosas nada legales

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—Chifuyu dime que no es cierto— Baji lloraba abrazo a su novio como nunca antes lloró en su vida —por favor dime que ella está bien—

—Lo lamento mucho— quería prometerle que Kaguya estaría bien, que iba a regresar pero no podía, no iba a darles falsas esperanzas a Baji que estaba roto

—Mi mejor amiga, mi hermanita fue secuestrada por unos cabrones y lo van a lamentar— de manera algo torpe limpio sus lágrimas —Chifuyu te amo demasiado pero Kaguya es parte de mi y no quiero que intentes hacerme cambiar de idea—

—¿Baji de que hablas?—

—Yo mismo iré a partirles el culo aunque vaya
preso—

—¡Baji no puedes hacer eso!—

—Lo lamento mucho Chifuyu—

Siendo seguido por su novio fue a la puerta del apartamento para ponerse sus zapatos y chaleco, se sorprendió cuando Chifuyu también lo hacia

—Si vas voy contigo—

—No tienes que...—

—¡La puta que te parió Baji Kaguya no es solo amiga sino también mi amiga yo también se partir culos! ¿¡se te olvidó que eramos pandilleros temidos o que mierda!?—

Olvidando el insulto Baji sonrió feliz de que su novio también se apunte a su cometido

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—Están muertos— Ran con enojo pateo la mesa que se partió en miles de pedazos

—¿Que hacemos?— Rindo sentía su corazón apretarse, si a Kaguya le pasaba algo iba a matar a quienes le hicieran daño

—Lo que mejor sabemos hacer— se gira para mirarlo —¿recuerdas nuestros tiempos de pandilleros?, volveremos a esos días—

—Me gusta como suena—

Ambos hermanos estrecharon manos y se abrazaron, ambos querían a Kaguya, si tenían wue asesinar a personas con sus propias manos lo harían

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—Yo los mato— Smiley apretó sus puños con fuerza, la sonrisa de su cara era una verdaderamente aterradora pero parecía que en cualquier momento se borraría

—Hermano no quiero que nada malo le pase a Kaguya—

—No le va a pasar nada ¿y sabes por qué?— Smiley abrazó por los hombros a su hermano gemelo —porque era es fuerte y nosotros haremos pagar a quienes la secuestraron—

—¿Lo prometes?—

—Te lo prometo—

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Policía de altos mandos estaban reunidos en aquella sala al igual que toda la familia Tengen, los novios de Kaguya, Baji y Chifuyu

Tenían el corazón en la boca, le rezaban a todos los Dioses que existían para que Kaguya estuviera a salvo

Cuando el teléfono empezó a sonar, Tomioka el capitán de la mejor guardia de policía de todo Japón hizo una señal de silencio y mirando a Uzui, asintió rápidamente con su cabeza para que contestara el teléfono

—¿Diga?— el Tengen llevó el teléfono a su oído a pesar de haber un altavoz

—¿Te acuerdas de mi Uzui?—

—¿Como olvidarme de quien a pesar de darle una gran oportunidad en la vida me estafó en el primer momento que tuvo?— apretó su puño, trataba de retener todos los insultos pero debía mantener la calma —¿que es lo que quieres de mi para darme a mi hija?—

—Directo al grano, me gusta, quiero diez millones de euros españoles, no yenes, libras esterlinas o dólares, quiero los euros que posees en tu cuenta—

—Te daré todo lo que quieras y mucho más pero quiero a mi hija sin un solo rasguño—

—El producto puede venir algo defectuoso ¿sabes?, además quiero mantener a mis muchachos entretenidos—

—¡Tocale un solo pelo a mi hija y yo mismo iré a matarte con mis manos!— golpeo con tanta fuerza la mesa que esta se agrietó —¡ponme con mi hija!—

—Pero que arisco, con esa mala forma no podemos negociar bien y para tu mala suerte tu hijita ahora mismo está inconsciente, ¿por qué no me dijiste que sabía pelear?, a las malas tuve que ponerla a dormir una larga siesta—

—¿¡Que le has echo a mi hija!?—

—No nos desviemos del tema, ¿quieres?, hablando sobre el dinero quiero que vengas mañana en el mediodía al puente de Shibuya, ahí haremos nuestro intercambio, pero ve solo, si hay veo algún policía o a alguien más tu hija será solo un pedazo de carne para mis perros—

Dicho eso... colgó