🧚♂️🧚♂️CAPITULO VI DEPREDADORES🧚♂️🧚♂️
<<¿Qué hace un Hada aterrada en un posible enjambre de escorpiones? Buena pregunta, yo estoy en este dilema y no sé que hacer... >>
-Señor Golban, pensé que ya se habría marchado -el segundo escorpión que ha salido de ese túnel subterráneo se pone a la par de el primero.
Este escorpión, es uno mas joven. De piel blanca y mas musculoso. De cabellera larga color negro profundo. De apariencia mas humana de cintura a cabeza, pero sus ojos, al igual que el primer escorpión, tiene una pupila completamente en un café oscuro. Su coraza es amarilla, como si su clima fuera más desértico. He escuchado que en los desiertos de Saxadda también tienen escorpiones, por lo que posiblemente éste provenga de ese lugar.
-¿Qué hace? -pregunta confundido el joven escorpión cuando mira que el segundo con su desaparecida nariz, olfatea captando una aroma.
La actitud de este escorpión llama mi atención. ¿Cómo describirlo? Es un escorpión con una actitud muy calmada, tranquila y desinteresada. Con una gran moderación en sus gestos, lo cual evita que pueda ver la relevancia que le da a las acciones que hace su superior.
-¿Pero qué es ese olor? -con un gesto algo asqueado, nota mi aroma-. Tan dulce, tan embriagante, tan... tan... ¿¡una hada!? -exclama emocionado al final al saber que su platillo favorito se encuentra a su alcance.
Inmediatamente ambos escorpiones siguen mi aroma; esto hace que entre en pánico por que ya son dos amenazas en un mismo lugar. Olfatean las paredes, el suelo, pero aunque mi aroma es muy peculiar, les cuesta cuadrar el lugar exacto en el que me encuentro.
El joven escorpión se acerca a mi posición, y esto hace me aterre. Me muevo buscando un mejor escondite. Cambio mi posición con cuidado y lo más silenciosamente que me es posible, hasta meterme en un viejo tronco hueco con bastante musgo para ocultar mi aroma y de alguna manera sentirme segura.
-Creo que ya se fue -escucho decir en el exterior a el más joven de los escorpiones. Por una pequeña rendija miro cuando toma su mentón en forma pensativa dudando de su sentido olfativo.
Sin embargo, ¡zaz! Todo fue un truco para que me confiara. Su enorme pinza rompe la madera que me cubre, el pequeño tronco se rompe en pedazos tomándome por sorpresa y es inevitable salir volando con tan fuerte golpe sobre la madera. Ambos escorpiones me ven, pongo en evidencia mi posición y puedo notar ese éxtasis que les causa mi presencia.
Ambos sonríen perversamente, se lanzan con desespero hacia mi como depredadores hambrientos. Reacciono, mis alas se mueven hasta impulsarme a las vigas del techo. Me paro sobre la fuerte madera y corro por ella pensando que estoy fuera del alcance de mis perseguidores y podré escapar. Sin embargo aquel llamado Golban, golpea la viga, vibra la madera y pierdo el equilibrio. Caigo, pienso rápido y de nuevo se baten mis alas para alcanzar un lugar alto, pero el escorpión más joven ya anda sobre la pared; olvidé que podían andar sobre cualquier superficie y son muy rápidos.
No tengo tiempo de hacer nada, el más joven de mis perseguidores es muy rápido y ya está casi en mi posición, el escorpión mayor sigue golpeando vigas y se comienza a desquebrajar la cabaña. Presa del pánico por que me atrapen, o por que un pedazo de madera me caiga encima, no me doy cuenta que la parte externa de la construcción contiene mucha maleza encima, que al siguiente golpe todo se viene como una avalancha verde y el techo se rompe por el peso de la misma.
El aguijón amarillo me golpea por un costado y voy a impactar a una pared aturdida. Rápidamente el escorpión mas viejo me tapa el paso y el segundo aparece vertiginosamente rápido y ambos me tienen acorralada.
-Parece un hada señor -me estudia el más joven con esas pupilas oscuras y tétricas-, pero hay algo distinto en esta mosca. Es mas alta de lo normal, su piel no es blanca, es de un color raro, ¿qué eres? -me pregunta confundido.
El miedo inunda mi ser, me paralizo, palidezco. Estos seres me pueden comer en cualquier momento y recuerdo que de nada habrá servido el que el vampiro de ojos amarillos me hubiera sacado de esas cavernas, exponiendo las vidas de sus compañeros para darme una oportunidad.
Me pego a la pared, quiero ser parte de la madera mullida y el desespero, el horror, el llanto me inunda. Rasguño la madera de la pared buscando escapar, sin embargo entiendo que es imposible y vuelvo a ver a mis captores de frente, observando que ellos se divierten con mi acción desesperada. Todo me abandona de un momento a otro y caigo de sentón al suelo como si fuera de trapo. Me falta el aire, no puedo pensar ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!
El escorpión más viejo al ver mi raro comportamiento acerca su fea cara a donde estoy. Tiemblo presa del miedo y no puedo moverme. Me olfatea una y otra vez y puedo percibir su aliento pútrido; acaba de alimentarse.
-Puede que... -balbucea entonces-. Tal vez.. -se responde a él mismo asimilando el aroma y tratando de buscar esta fragancia en su memoria-.¡Godrin! tenemos una mosca muy valiosa. -El escorpión se emociona de una manera tan maquiavélica que me causa terror.
Al ver que no me muevo por tan repentino giro de emociones, el viejo escorpión me golpea con su pinza para asegurarse de aún sigo viva. Quiero moverme, pero estoy en shock y por mas que lo ordeno, no puedo. Me toma entre su tenaza levantándome. Me agita, me sacude, me acerca a su oído para escuchar si aun respiro y late mi corazón.
-Pues aún respira... -dice algo confundido.
Sin pensarlo más, de nuevo se dirige a esa escotilla bajo tierra conmigo en su extremidad. Godrin lo sigue a sus espaldas cerrando la única salida y es cuando la esperanza me abandona por completo. ¿Cuál es mi propósito de vida? Me han atrapado tres veces con la promesa de matarme en tan pocas horas, que empiezo a creer que mi destino si, o sí, es morir; solo que inconscientemente he burlado al Dios de la muerte y esto ya lo está haciendo enojar.
El túnel que lleva bajo tierra es muy oscuro, no puedo ver nada por más que trato, pero tampoco soy tan tonta como para activar mi habilidad nocturna y afirmar que soy la rareza que dicen. Trato de regresar la tranquilidad a mi, mi temor toma control de mi ser y por ello no puedo hacer nada. Quiero ser valiente, quiero actuar como las hadas centinelas que tanto admiré y a las cuales siempre quise pertenecer. Ellas no estarían sin hacer nada, buscarían como escapar con lo que tuvieran a su alcance.
《Dunkel, piensa...》
Me habla mi subconsciente.
《Amestria solo fue al bosque para advertirte que no regresaras a Terra, por que te buscaban. Ella sabía el peligro y se sacrificó por ti; jamás fue a esa parte del bosque en su vida, ¿recuerdas por qué? 》
Hasta ahora pongo atención a mi voz interior. Y es verdad, Amestria le tenía miedo a esa parte del bosque, debido a que fue testigo de cómo un escorpión devoraba a dos hadas centinelas y eso la traumó.
《Cuatro vampiros de Iarna, ¡VAMPIROS! Fueron a esas cavernas solo por ti. Los carniceros eran mucho más fuertes que ellos, y lo sabían, aún así estaban ahí para liberarte a ti.》
¿Quién más tenía que morir para que entendiera el mensaje? Ya no podía permitir depender de alguien más, o iba a morir por mi culpa. Era hora, yo tenía que defenderme y pelear para sobrevivir.
《¡Eso es! Tu puedes, no dejes de pelear nunca...》
Después de esta pequeña reflexión, inmediatamente trato de zafarme de las pinzas de el escorpión. No puedo, es muy fuertes y me aprieta cada vez más lastimándome. La oscuridad no es el problema, me encanta, pero la situación cada vez se torna más difícil cuando la humedad del lugar, y el calor, se hace insoportable provocando me sofoque. Necesito aire fresco, los síntomas de claustrofobia vuelven, la desesperación por sentir la brisa es tal, que mi vista se va adaptando a la nula luz, sin darme cuenta que estoy a punto de delatar mi naturaleza.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro