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🧚‍♂️🧚‍♂️CAPÍTULO III EL PANTANO🧚‍♂️🧚‍♂️

La noche transcurrió de forma natural, y lo que es natural, no se puede evitar. Así todo en tierra esté hecho un lío y la existencia misma de Revas se encuentre en peligro, lo natural seguirá su curso como lo ha hecho por miles de años.

Nunca duermo con la oscuridad cubriendo el cielo, ya que este cambio de luz resulta ser el mas bello paisaje para mi, pero debido a los acontecimientos suscitados anteriormente, por primera vez mis ojos, y mi mente, se han puesto de acuerdo para desconectarse de la realidad y darme un tiempo para aclarar y tranquilizar mis pensamientos . Mi interior es un mar de sentimientos encontrados,  las lágrimas brotan sin parar y mis mejillas se empapan de ellas.

—Pobres, no merecían morir así —reflexiono—. ¡Fue mi culpa! —no puedo sentirme de otra manera, no después de lo que Amestría me había dicho—. ¡Si yo hubiera hecho mi tarea!, ¡era mi responsabilidad cuidar del reino!—digo entre lagrimas y con mucho dolor.

Si alguna hada salvó su vida, desde ahora seguramente me odiará al pensar que yo ignoré mi tarea conscientemente para que pagaran por el trato que me daban. Sin embargo, este pensamiento no se parece en nada con lo que en realidad estoy sintiendo.

Con los primeros rayos del amanecer del siguiente día, salgo de mi escondite y despliego mis alas luminiscentes con la intención de averiguar en donde estoy.  Vuelo por encima de lo que alguna vez fueron árboles de gran frondosidad, y que ahora solo son un cascarón, diviso el lugar hasta donde mi vista lo permite y a lo lejos puedo observar una gran nube negra; el bosque mágico de Terra sigue incendiándose.

Enseguida presto atención a mi alrededor, el lugar donde me encuentro es totalmente desconocido para mí. Nunca he volado hasta estas tierras,  y se me hace muy curioso que antes no haya notado que esto estaba aquí. Si puedo ver a lo lejos el reino de Terra, significa que ahora mismo me encuentro al oeste, basándome en la dirección de donde ha salido el sol. ¿Vatra ya tenía algo así?, este lugar debe estar dentro del reino de los Dragones, sin embargo no parece que sea así. Es como si de repente hubiera aparecido de la nada, pero, ¿quién lo materializó aquí?

Debo tener cuidado, no sé que esperar ahora, y es, que arriba el sol reina los cielos tan radiante y poderoso, pero en este bosque, se ven penumbras. Es tan raro, y me cuesta mantenerme en vuelo. Su atmósfera es muy pesada, me canso demasiado batiendo mis alas y ni siquiera he intentado trasladarme a otro lugar.

Bajo hasta las ramas de los secos árboles, encuentro un camino cuando mis ojos ven hacia el suelo. Tal vez si lo sigo encuentre algún lugar donde pueda quedarme momentáneamente, y entonces me aventuro a volar. Es muy difícil hacer mover mis alas y mantener un ritmo para seguir en vuelo, siento como si trajera dos placas de piedra en mi espalda y con cada pequeño avance, estoy quedando exhausta y no he llegado ni siquiera a donde inicia ese camino;  un gas verde se levanta del piso y comienza a invadir el terreno.

—¿Un pantano? —pregunto asombrada—. ¿Desde cuándo hay pantanos en Revas? —no recuerdo alguno que existiera.

Tengo que salir de aquí, esto ya comienza a tornarse muy extraño. Empezando por ese aire desalentador en Terra, luego el incendio con flamas que no se apagaban, pero si crecían, y luego la aparición de este pantano con su gas putrefacto que me puede matar.

Al querer regresar por donde vine, pierdo el camino. Bajo al suelo para poder evitar el gas, ya que mis pulmones me están doliendo. Cuando mis pies tocan el suelo algo truena, miro hacia abajo, pero la visión en el lugar es muy limitado. La penumbra junto con el gas verde no dejan tener una buena visión del paisaje, así que me pongo en cuclillas y tomo con mi mano lo que mis pies han tronado. Al observar bien lo que hay en mis manos me aterro, son huesos, los restos de animales y ¡humanos!

Los cráneos son incontables: grandes, pequeños, medianos; los forasteros humanos que alguna vez lograron atravesar a mi mundo por esos portales mágicos terminaron aquí. Algo los mató y los devoró ¿pero quién en Revas es capaz de esto?

El pánico se apodera de mí, volteo a mirar a todas direcciones conforme avanzo. Mis alas  delatan de nuevo mi terror interior y se encienden en su luz natural.

Mortificada por no poder controlarme, comienzo a escuchar el tronar de ramas de árboles, algo, o alguien las derriba, pero no puedo saber de que dirección viene ya que el sonido se escucha por todos lados.  Trato de convencerme de que debido a lo que vi anteriormente estoy imaginando cosas. Sin embargo no es así, los árboles secos en verdad comienzan a caer al suelo  ¿qué es lo que viene hacia mi?

Aquello que tira los troncos debe ser muy grande, ya que toda la vegetación muerta y seca es enorme en este lugar. Horrorizada comienzo a caminar sin rumbo alguno, pero el camino se torna lodoso y muy difícil de cruzar. Trato de pasar por pequeñas astillas de madera, o encima de ellas manteniendo el equilibrio, pero se deshacen al contacto con mis pies.

—¡Hummmmm! —escucho una voz gutural que viene de alguna dirección—,  que delicioso aroma... —la voz es extremadamente perturbadora—. Hojas verdes, flores de primavera bañadas en rocío de la noche, ¡qué deleite de aroma! —exclama la voz en júbilo.

《¿Puede olerme?》

Es una pregunta bastante intrigante, ya que todo huele a podrido a mi alrededor, y mi tamaño es mínimo como para que lo haya percibido. Además, no creo que sea tan apetecible para alguien, y no me quedaré a averiguarlo. Corro, pero antes de que pueda dar paso alguno, salgo proyectada al lodo con semejante fuerza, no puedo salir del mismo y me estoy hundiendo. Una enorme mano me saca de mi prisión lodosa y es cuando conozco a mi captor; es enorme y  jamás había visto en mi vida a alguien como él.

《¿Dónde diablos estabas escondido?》

Es lo que me pregunto cuando analizo que alguien de su estatura, complexión y rasgos, no pasa desapercibido.

El gigante ser al ver que lo observo aterrada, trae su mano libre para cubrir la que me sujeta y me aprieta; me quedo inconsciente al momento, pues me falta el aire.

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