Había una vez, un joven maestro al que los vikingos llamaron General Dragón.

Se dice que la armadura que portaba resplandecía con la misma luz que las escamas de dragón, y tanto su verdadero nombre como su rostro eran un misterio para el mundo, pero donde una luz morada se viera y el rugir de un Furia Nocturna se escuchara, ahí estaría el General Dragón; con filas y filas de dragones salvajes esperando ser comandados por él.

Según las historias, el líder de una poderosa tribu lo encontró en uno de sus viajes y, sintiendo compasión por él pequeño, decidió adoptarlo. De esta manera, y sin mostrar su verdadera naturaleza, aquel muchacho se convirtió en el tercer hijo de una honorable casa vikinga y vivió los primeros años de su vida ocultándose bajo la piel de un cordero.

Alguna vez, conformó la orgullosa Triada de su isla. Alguna vez, tuvo dos hermanos mayores que lo amaban. Pero eventualmente acabó mordiendo la mano que le dio de comer y eligió el bando de los dragones.

Nadie supo en que momento empezó a perfeccionarse en el adiestramiento de las bestias, pero un día, de repente, abrió las puertas para ellos y les ordenó que destruyeran todo. Sus inexplicables acciones acabaron ocasionando no sólo la muerte de cientos de sus conocidos, sino también la de su hermana mayor y la del padre que lo acogió.

La caída de una de las islas más poderosas hizo temblar a todo el archipiélago, pero que el responsable fuera un niño, hizo que todos perdieran la cabeza. A partir de entonces, su reputación no hizo más que crecer; eventualmente se convirtió en uno de los personajes más temidos y respetados entre las islas, siendo admirado por lo más jóvenes y odiado por los más viejos.

A una edad tan temprana, no había nada que no pudiera conseguir, pero las malas lenguas cuentan que hubo una única cosa que su ejército de dragones no pudo darle: El amor de una mujer.

Se dice que tan pronto posó sus ojos sobre esta Berkiana, jamás pudo volver a apartarlos. Y a pesar de que esta doncella jamás volteó a verlo, el General Dragón trató desesperadamente de conquistarla, usando todo tipo de trucos y artimañas; llegando al punto, incluso, de establecer una alianza con Berk para ganarse su aprobación.

Pero quién podría haber sabido que esta mujer ya tenía a alguien más en su corazón. No sólo rechazó y despreció al General Dragón, ¡sino que incluso huyó y se casó con otro!

¿Cómo podría el respetable General Dragón soportar esta humillación?

Su furia fue tanta, que rompió lazos con Berk y asesinó a su representante más joven en el proceso, bañando de sangre la isla Sin Retorno y causando conmoción en el archipiélago con este repentino giro de acontecimientos.

Naturalmente, la gente de Berk se enfureció al escuchar lo que pasó. Sin titubear, dispararon más de cincuenta flechas al leal subordinado del General Dragón, dejándolo como un pedazo de carne irreconocible que enviaron para que el General Dragon supiera que ahora estaban a mano.

Esa, fue la gota que colmó el vaso.

El General Dragón enloqueció por completo, desatando una guerra contra todas las islas y matando a cientos de vikingos con ayuda de sus bestias escupe fuego.

Al final, luego de días de continua batalla y grandes pérdidas por ambas partes, la unión entre vikingos logró obtener la victoria.

El General Dragón cayó.

.......

......

.....

....

...

..

La niña de coletas lucía extremadamente infeliz.

—¿Qué? ¿Eso es todo? —Cuestionó, incrédula.

El niño a su lado resopló.

—¿Qué más quieres saber? El General Dragón era una escoria y tuvo lo que se merecía. No hay más que contar.

—Pues yo no estoy de acuerdo.

—¡¿Ah?!

—¿No lo ves? ¡Fue realmente malinterpretado! Una pobre alma que amaba lo que todos odiaban...No me sorprende que sea el villano en todos los cuentos.

—¿Qué demo...? ¿Siquiera escuchamos la misma historia? ¡Destruyó su hogar!

—Seguro exageraron los hechos.

—¿Qué pasa con su amada a la que mató?

—Probablemente fue un malentendido.

—¿Y el representante de Berk? Ese hombre estaba a punto de casarse, ¡y aún así fue asesinado por su Furia Nocturna!

—Quizás se lo buscó.

—¿Qué hay de los Cuentos de Sin Retorno? Todas las personas que estuvieron cerca del General Dragón tuvieron un final trágico. —Citando sus títulos, el niño levantó dedo por dedo—: La mujer que bloqueó un arsenal, El pequeño amo que corrió por el campo de batalla, El vikingo que enfundó su espada, La jinete de las...

—Estoy casi segura de que la mitad de lo que se cuenta allí ni siquiera pasó realmente. No puedes confiar en palabras que han viajado doce años en el tiempo, Sen.

—¡Por Odín! ¿Acaso no mató a tus padres?

El cuerpo de la menor se puso rígido y volteó a mirarlo, con ojos fríos.

El mercader aprovechó el momento para toser incómodamente.

—Bueno, los vikingos tienden a exagerarlo todo a veces —dijo con suavidad—. Y una historia que ha pasado por cientos de bocas a veces tiende a ser modificada, sin embargo, no habrá nadie que te diga lo contrario a lo que acabó de resumir.

Ambos niños lo miraron, ella cruzada de brazos y él pensativo, sin embargo, antes de que alguno pudiera responder, una voz autoritaria se escuchó.

—¡Oigan, ustedes dos!

La expresión de los niños se congeló.

—¡Es papá!

—¡Es tío!

Y sin dudarlo, ambos salieron disparados hacia la playa y abandonaron el muelle, corriendo como si sus vidas dependieran de ello. Para cuando el hombre que los buscaba llegó, la única persona allí era el mercader, quien pretendía contar sus ganancias del día y fingía no haber visto nada.

—Escapándose así de la academia... —Ceñudo, observó la vaga silueta de dos figuras alejándose—. ¡Ya verán cuando los atrape!

—Amo Dagur, tranquilícese, los niños son así.

—Como si no tuviera suficientes problemas. —Empezó a caminar nuevamente—. ¡Y deja de contarles esas historias! Deben estar entrenando, ¡no aquí perdiendo el tiempo!

Dicho eso, el hombre se marchó, siguiendo el camino por el que se habían ido los dos menores. El mercader suspiró y apoyó sus brazos en un barril, viendo cómo se alejaba.

—¿Ese era el Jefe Berserker? —Preguntó un adolescente, saliendo a cubierta con una caja de madera en sus manos—. ¿Por qué está aquí? ¿No debería estar en Berk? La conferencia entre líderes...

—Ya sabes que el Jefe Dagur tiene resentimientos hacia Berk —contestó con simpleza—. Aun si el mundo se estuviera acabando, preferiría lanzarse a sí mismo al abismo antes que poner un pie allí. ¿No sabes que hace años ni siquiera los apoyó en el asedio a Sin Retorno?

—No. Había escuchado que cuando el General Dragón le declaró la guerra a Berk, la Isla Berserker fue la única que no movió ni un solo dedo para ayudar, pero nunca pensé que tampoco los apoyaría en el golpe final. ¿Cómo es que terminaron en tan malos términos? ¿No eran aliados una década atrás?

—El Jefe Dagur tiene sus propias razones, pero dicen que todo empezó desde que cierto acuerdo matrimonial no se llevó acabo...

—¿Ah? Nunca escuché sobre eso, ¿el Jefe se iba a casar con alguien que no era la madre del joven amo Sen?

El hombre suspiró.

—Olvídalo. De cualquier forman, si fue por eso o por algo más, es imposible que lo sepamos ahora. Han pasado muchos años ya.

—No juegue conmigo, ambos sabemos que a excepción de esos ex-jinetes que quedan vivos, usted es la única persona que podría saber con certeza lo que pasó hace doce años.

—¡Oh, me halagas! A decir verdad, yo sólo era un comerciante vendiendo productos; las cosas que presencié y vi en esos años pueden ser un poco diferentes a lo que la mayoría de las personas cuentan, pero te puedo asegurar que no es falso. Al Jefe le molesta, pero si todavía tienes curiosidad, puedo contartelo. No creo que tengamos muchos clientes de todos modos.

—¿Eh? ¿Lo hará? ¡¿Ahora?!

—Bueno, este es un cuento un poco largo de escuchar...

—¡Estoy sentado, estoy sentado! ¡Adelante! ¡Cuente, cuente!

El mercader sonrió, las arrugas por el paso de los años se hicieron notorias.

—Bien, si así lo quieres —sus ojos estaban en el presente, pero su mente ya estaba viajando en el tiempo—. Esta es una amarga historia de amor que empieza quince años atrás.

»Inicia así: Había una vez...

Este intento de escritora tiene algo que decir:

✔ Este es un fanfic basado en las películas de HTTYD/CEATD. Sus personajes pertenecen a DreamWords y a Cressida Crowell.

✔ Dragones y demás personajes exclusivos de la serie también tienen participación aquí (No necesitas haberla visto para entender esta historia).

✔ Lo siento fanáticos del idioma original, pero siento que es más fácil para algunos lectores si uso Patapez, Brutilda, etc.

✔ La pareja principal es Hiccstrid, pero también habrá otras parejas secundarias y ships.

✔ Participación mínima de OC's (personajes originales). Los odia-OC podrán soportarlo.

✔ [Advertencia]: Muchos malentendidos, lagrimas y muertes dolorosas. ¡No mates a este intento de escritora!

.....

¡Sean bienvenidos a este fanfic!

Nunca había hecho tantos spoilers en un primer capítulo jaja, ha sido divertido y un dolor de cabeza, así que los invito a compartir sus teorías. No necesito decir que 9 de cada 10 cosas no pasaron realmente así, ¿verdad? Es lo divertido de los chismes; cada historia tiene dos lados y ahora que ya conocen la historia que cuenta el mundo, conocerán lo que en verdad pasó :3

Todavía hay mucho spoiler aquí, así que piensen en esta parte como una especie de profecía inevitable que se irá cumpliendo sin que nadie pueda hacer nada jaja

Empezaré a subir los capítulos cuando menos se lo esperen, hasta entonces, vayan agregando esta cosita a sus bibliotecas (っ ͡° ᴗ ͡°)っ❤

A~