Noche XII: Lluvia
Había pasado una semana desde la misión de Corea. La Inocencia había sido guardada de forma segura con Hevlaska, y no se habían asignado más misiones a los Exorcistas mientras todo el Cuartel General se apresuraba a trasladarse a la nueva base. Empacar tomó toda la semana, dejando a los Exorcistas sin personal y con exceso de trabajo exhaustos y más que agradecidos de llegar a la nueva sede en un día lluvioso y húmedo.
El cielo oscuro estaba oculto a la vista por las espesas y opacas nubes de lluvia, protegiendo del mundo sus únicas fuentes de luz durante la profunda noche. No se escuchó un sonido sobre el zumbido silencioso pero ensordecedor de la lluvia que caía, formando una atmósfera pacífica pero espeluznante. La lluvia caía sobre las dos figuras que estaban en la cubierta del barco. Ambos estaban protegidos de la lluvia por largas capas una en rojo y otra en negro con capucha. Las capuchas estaban levantadas, oscureciéndolos a ambos.
En algún lugar en el horizonte lejano, se alzaba una majestuosa creación arquitectónica, sus fortalezas intactas por la lluvia persistente. Los arcos y la decoración complejos de estilo gótico se montaron en el gran exterior, elevándose con absoluta superioridad.
Además, la característica tradicional de inaccesibilidad fue enfatizada más por la nueva Sede que por la anterior. Olas implacables chocan contra el acantilado, sobre el cual se alza el nuevo hogar de la Orden. Cualquiera que desee acceder a la estructura desde el exterior debe navegar hasta el acantilado y, si aún no ha sido hecho pedazos, escalar el acantilado escarpado.
El más alto estaba perdido en sus pensamientos mientras el más bajo miraba hacia el horizonte mientras fumaba un cigarrillo entre sus labios. Un golem volaba sobre las cabezas de su dueño.
–«Ése es...» –Penso mientras estaban de pie frente a la proa del barco en el que estaban mirando hacia el castillo.
–Vais a coged un resfriado aquí. –Ambos se dieron la vuelta cuando Lenalee y Johnny caminaron hacia a ellos en la terraza. La chica deslizó su petaca de nuevo en su bolsa.
–Lena, Johnny... No me molesta. Me gusta la lluvia. –Selene comentó despreocupadamente mientras se bajaba la capucha.
–Está bien, como habéis hecho estos uniformes tan abrigados... –Dijo casual Nea.
–¿Lo ves, Lenalee? –Preguntó Johnny.
–Je... Tienes razón. –Lenalee comentó.
–¿Qué?
–Johnny estaba diciendo justo eso cuando estábamos dentro... –Lenalee se río.
–...de lo formal que se han vuelto a la hora de hablarnos. E incluso dejaiste de utilizar los sufijos honoríficos. Solo lo hacéis con la gente con la que hablas más a menudo, como Saori, Kanda, Alma o Nea. –Johnny afirmó.
–¿Eh? –Dijeron ambos sorprendidos.
–¿No lo habías notado? –Preguntó Lenalee– No nos hemos dado cuenta porque cuando estamos en misiones de combate nuestras conversaciones pueden ser tensas hasta el punto de resultar desagradables... Pero cuando lo aclaro, estuve de acuerdo en que podría ser cierto.
–¡Pues no me había dado cuenta! Lo siento. –Selene tartamudeó.
–¿Eh? ¿Por qué? Me gusta cuando hablan casualmente. –Lenalee se río de nuevo.
Selene le dio una mirada fría –Baka. En cuanto bajemos, cada quien con sus asuntos. –Dio una calada al cigarrillo, soplando el humo por la comisura de su boca, alrededor del cigarrillo.
–¡Ajem! –Komui apareció e interrumpió la conversación para recordarles lo que estaban haciendo– Estamos en una misión. Prepárense para desembarcar. –Dijo palmeando el hombro de Selene.
–Ah. –Dijo Selene indiferente.
Lenalee lo miro sorprendida –Estas despierto, Nii-san...
–¿Se ha recuperado de su mareo? –Johnny preguntó con curiosidad con una inclinación de cabeza.
–No me hagáis hablar mucho... o voy a vomitar... –Gimió Komui, poniéndose un poco verde y tirando por la borda.
–«Éste es el nuevo Cuartel. Eh...» –Selene comentó protagonizándolo.
Mañana por la mañana, todos los del Cuartel General se trasladarán aquí...
Por eso, nos han enviado aquí antes para preparar la puerta.
El bote entró bajo un arco de roca que conducía a un túnel. Selene siguió a los demás observando cómo se iban. Un edificio nuevo, lo que significaba que ya no sabía dónde estaba todo. Sodom salió volando de su capucha, feliz de estar al aire libre otra vez. Libre para revolotear y estirar sus alas de nuevo. Sodom comenzó a chirriar a Selene, quien en respuesta dio varios pasos a la derecha justo a tiempo para evitar una esquina que sobresalía.
Cuando todos entraron a la nueva sede, notaron que estaba muy vacía.
–Ah, Nea, lamento pedirte esto cuando vinimos, ¿pero podrías ayudarnos con la puerta? –Johnny preguntó al lado de un teléfono.
–Claro. No hay problema. –Nea asintió antes de que apareciera una gran puerta del Arca, con el número 9– La 9 está conectada. –Anunció.
–Comprendido. Antiguo Cuartel General, verifique la puerta 9. –Dijo Johnny.
–Aquí el viejo Cuartel General, te oímos. ¿Qué tal es el nuevo hogar, Johnny? –Reever respondió.
–[¡No hay suficientes escalones!] –Se quejó alguien por radio.
–El equipo de Rob lo esta comprobando ahora mismo, así que esperad. –Dijo alguien más del Departamento Científico.
–¿Qué tal Rob?–-Preguntó uno de sus compañeros.
–[¡Aquí, Rob! ¡Numero 9 comprobada! La estoy abriendo...] –Hablo Rob por el radio caminando hacia la puerta– Jejeje... –Sonrío mientras abría la puerta– Puerta número 9 activada... Hola, Nea, Allen, Princess. –Saludó, asomando la cabeza por el Arca.
–¡Buenas tardes, Rob-san! –Allen saludó mientras Selene y Nea inclinaban la cabeza a modo de saludo.
《Flash Back》
–Es mentira. –Dijo Nea.
Komui y Selene permanecieron en silencio uno en su escritorio y el otro al lado del Noah.
–Claro que me sé la canción que me permite mover el Arca, porque yo la compuse para la Portadora del Corazón. El conocer la canción también te permitirá hacer "Músico"... Eso solo es una mentira que Cross te hizo decirnos, ¿no?
El chino bajó un poco la cabeza –¿Por qué piensas eso?
Selene negó con la cabeza con una expresión infeliz –Marian-san... ha estado probándonos de esta forma durante mucho. Rara vez me dice la verdad.
–Soy el único que puede mover el Arca. –Suspiró Nea– Da igual lo cuestionable que sean las circunstancias, como aliado de Renelle usaré mis poderes para la Orden cuando sea necesario, así que no te preocupes. –Hace una pausa, mirando a Komui con una expresión indiferente– Eso es lo que quieres que diga, ¿verdad?
Komui sudó un poco –«Pillado...»
–Komui, hay algo que me gustaría que le transmitieras a Marian-san. –Dijo Selene.
–¿Transmitirle? ¿El qué?
–Esto. –Selene sacó el pulgar de su puño e hizo un movimiento hacia abajo con él.
El chino se río secamente –¡¿Su Alteza Renelle?! ¿Me... estás diciendo que le haga eso?
La Exorcista y el Músico se dieron la vuelta para irse.
–¿Así que estás de acuerdo con usar el Arca para moverse al nuevo Cuartel General?
Ambos no respondieron mientras Selene abría la puerta. Salieron y desaparecieron en el pasillo. Unos segundos después, Komui escuchó un silencioso "Por supuesto".
《End Flash Back》
–Ni... ¡Nii-san! ¿¡Qué significa esto!? –Lenalee miró a su alrededor, solo para tensarse y saltar hacia su hermano cuando notó que estaban rodeados de personas con túnicas pesadas y máscaras con diamantes.
–Perdone por hacerle hecho esperar, jefe. –Uno de los CROW se adelantó hacia Komui y asintió– La primera etapa del interrogatorio de Renelle Lemercier Serine y Nea D. Campbell comenzará pronto. El inspector Lvellie ha pedido que esté presente.
Komui, repentinamente tenso y con el ceño fruncido, asintió –Por supuesto que lo hizo...
–Allen, preparemos los otros. –Dijo Johnny mientras Nea los colocaba a todos, cada uno en un área diferente. Pronto todos estuvieron instalados, Lavi y Bookman salieron del último.
–¡Buenas! Buen trabajo. ¿Y esto? Aquí hace frío... –Dijo Lavi.
–El transporte es mañana, Lavi. ¿Estás medio dormido o qué? –Dijo Allen recibiendo un golpe de Lavi en la frente.
–Como si lo estuviera. –Dijo Lavi.
–Estamos aquí por trabajo. –Dijo Bookman.
–¿Trabajo? –Lvellie preguntó acercándose detrás de Nea, Selene se giró para mirar al hombre solo por costumbre. Link también saludó por costumbre– Bien hecho, inspector Link.
Selene resopló y puso los ojos en blanco.
–Vosotros también habéis hecho su misión, Nea D. Campbell-kun, Renelle Lemercier Serine-kun.
Todos vieron a Lvellie parado allí, los CROW flanqueándolos.
–Quiero que sigan mis órdenes a partir de este punto.
Selene chasqueó la lengua ante su molestia.
–Exorcista Lenalee Lee. –Otro CROW dio un paso adelante– Exorcista Saori. Me temo que vosotras dos tendrán que esperar en la biblioteca. Si me siguen...
Lenalee se tensó cuando el CROW se acercó a ella, Saori se interpuso entre ellos, con el rostro en blanco y los párpados pesados mientras sostenía la cabeza ligeramente –Sé dónde está la biblioteca.
El CROW hizo una pausa, luego retrocedió, metiendo su mano dentro de sus túnicas e inclinándose levemente ante ella –Por supuesto. Con su permiso, entonces.
Saori miró a Komui, y cuando él asintió gravemente hacia ella, ella suspiró y asintió, tomando la mano de Lenalee y comenzando a empujarla hacia la puerta más cercana.
~
Lenalee se aferró a Saori mientras se sentaban en un sofá ligeramente polvoriento en la biblioteca, Saori se desplomó malhumorada y miró al vacío mientras mantenía una mano reconfortante en la pierna de Lenalee.
Distraídamente, se preguntó por qué Selene y Nea no se habían resistido o huido de ellos. Ellos siempre habían estado en los momentos más difíciles para ella y ella ni siquiera podía entender o comprender a su amigo o maestra.
Por supuesto, tenía otras cosas sobre las que podría (y probablemente debería) estar meditando, pero, francamente, no quería pensar en ellas en este momento. Estaba más preocupada por Selene y Nea...
–¡Johnny!
Saori parpadeó y se concentró cuando Lenalee gritó, enderezándose ligeramente cuando el joven se acercó nerviosamente. Miró levemente al CROW detrás de él cuando terminó de escoltarlo con una reverencia, como si necesitará ser escoltado tan lejos.
–Lenalee, ¿quiénes son esos? –Johnny preguntó nervioso, mirando al CROW y alcanzando a Lenalee mientras ella lo tomaba de la manga y lo acercaba– ¿Por qué está el secretario...?
–Parece que los han enviado directamente a la oficina central, en secreto... –Murmuró Lenalee, igual de nerviosa mientras miraba al CROW como si los fueran a atacar por hablar de eso. Tiró de Johnny para que se sentara a su lado y terminó– No he oído nada... –Hizo una pausa, miró a su alrededor y luego se tensó– ¿¡Y los chicos!?
Johnny la miró con los ojos muy abiertos y molestos, luego trago antes de responder –Se los han llevado con sus armas inmovilizadas... Me detuvieron al intentar ir tras ellos... –Hizo una pausa y luego gimió suavemente– Lenalee, Saori... ¿Estarán bien... Renelle y Nea? De algún modo... tengo un mal presentimiento de esto... -Se estremeció, encogiéndose ligeramente en su asiento– Esos chicos... Me pregunto si volverán sanos y salvos... –Dijo mientras Selene y Nea eran llevados por los CROW.
Saori se tensó ante eso.
~
–Vuestros cuerpos pueden sentirse un poco pesado, no os causará ningún daño. Es solo una técnica que se hizo para restringir sus armas. –Dijo Lvellie mientras tomaba el té.
–Si querías cambiarnos de ropas, podrías habernos puesto después... –Dijeron difícilmente ambos.
–No podía hacer nada al respecto...
El hechizo que estaba envuelto alrededor de las manos de Nea le dejó un sabor ácido en la boca de Selene. Sabía que estaba hiperconsciente de la magia y los diferentes hechizos. No pudo evitar notar sombríamente con un sentido de ironía sobre el hecho de que temían a Nea y pensaban en él como un peligro, así que lo ataron pero no la miraron dos veces.
–«Somos aliados y aun así... ellos van muy lejos...» –Ella podría usar su magia y escapar de ellos como lo hizo de niña. Probablemente podría hacerlo, pero probablemente tendría que contrarrestar su magia con la suya y así revelarse a sí misma, así que tal vez no era una buena idea– «No... No es eso... Ellos se preguntan si somos sus aliados o no. Pero lo han llevado al extremo, como era de esperarse. Aunque la misión oficial de Nea era configurar las puertas... Parece que este era su verdadero objetivo. A partir de ahora, empieza el verdadero desafío.»
Ahora Selene tendría que limitarse a partir de ahora para no revelarse. Si Link descubría que ella podía usar magia, estaría en serios problemas. Miró como un CROW amarró las manos de Nea frente a él con etiquetas de hechizos. Estaban siendo un poco extremos.
–Inspector Lvellie... –Komui expresó cuando Selene y Nea fueron conducidos por uno de los CROW– Sus vidas no estarán en peligro, ¿o sí?
–Si saben comportarse, no les pasará nada. –Lvellie respondió.
–"Lavi, te voy a dejar a cargo a esos dos chicos." –Bookman informó a su discípulo.
–"¿Eh?" –Lavi se volvió hacia su maestro– "¿Estás seguro?"
–"Estamos aquí como Bookman esta noche, así que asegúrate de tener las reglas de los Bookman en mente." –Bookman recordó mientras Lavi seguía a los CROW.
Uno de los CROW le indicó a Selene que los siguiera mientras salían de la habitación. Selene pronto alcanzó a Nea, caminando a su derecha entre los CROW y los inciensos que estaban quemando. Su nariz se arrugó por el olor. No fue agradable. Se detuvieron frente a una puerta blanca.
–El General Cross Marian está al otro lado de estas puertas. –Ambos pares de ojos se abrieron. No habían visto a Cross desde que atacó al de Nivel 4 e incluso entonces no se les había permitido hablar con él desde que regresaron de Edo. La visita de Selene esa noche seguía siendo un secreto, pero no tenían por qué saberlo. Selene y Nea reflexionaban sobre lo que Cross había hecho para permitirles hablar. Una sola mirada a la cara de Selene le dijo que estaba a millas de distancia, años atrás. Parecía tan lejano.
–Adelante.
La puerta se abrió y la pareja entró. Al otro lado de la habitación, de espaldas a ellos mirando por la ventana, estaba Cross. Selene no pudo evitar preguntarse qué era exactamente lo que el hombre estaba pensando, ella nunca podía decirlo pero siempre anhelaba saberlo.
–Ha pasado tiempo... –Dijo después de un tiempo de no verlos e tener su cigarro entre sus dedos.
Lentamente, entraron en la barrera mágica. La albina reprimió el escalofrío que le recorrió la espalda cuando todo el vello de su cuerpo se erizó. Ella nunca se acostumbraría a la sensación de su magia.
Un CROW enmascarado con túnicas rojas se paró en cada esquina de la barrera. Lavi estaba parado en la esquina apoyado contra la pared con la capucha levantada.
–«"CROW"... es una unidad de combate especial que trabaja para la Agencia Central en las sombras, de la cual, Renelle es miembro. Escuché que su poder de combate es sobresaliente. Central está siendo cauteloso con esos tres... Su intención debe ser...» –Se preguntó Lavi.
Selene permitió que la de ella se deslizara hacia abajo. Nea no podía hacer nada mientras escuchaba en silencio mientras el pelirrojo le cuentaba a Selene sobre su pasado.
–Nea... Mejor conocido como el Decimocuarto peleaba constantemente. Por ninguna razón, más que las órdenes de su Dios. Se hundió en un mar de sangre. Y con el tiempo dejo de cuestionarlo hasta que traicionó el clan Noah y fue refugiado por la Portadora del Corazón... Esa era Selene y su hermano Mana Walker.
–Hermanos, eh... –Murmuro Selene al recordar su propio pasado reflejado en el de ellos.
–Nea... ¿Por qué volviste a ser la mascota de la Diosa de la Guerra? Se supone que prometiste no volver a involucrarte con esa mujer... y que vigilará a Mana. Fue porque me prometiste que si lo hacía, regresarías a Mana algún día de seguro. –Las siguientes palabras que dijo Cross cayeron sobre Selene– Y si hacía eso, Renelle estaría a salvo. No... –Se corrigió– A Selene-hime. –Dijo haciendo que Selene suelte un jadeo de sorpresa.
–«¡¿Qué acaba de decir?!» –Se interrogo Lavi furioso después de escuchar su confesión.
~
–¡AAARRGH! ¡¡ESTOY TAN NERVIOSO QUE NO PUEDO NI LEER!! –Exclamó Johnny, apenas diez minutos después.
–Todavía no ha parado de lluvia... –Lenalee susurró.
–Ah, es verdad... Odio la lluvia. Siempre me pone nervioso.
–Sí. –Lenalee estuvo de acuerdo.
–Me gusta la lluvia, personalmente. –Dijo Saori– Siento que es una forma de hacer borrón y cuenta nueva... ¿sabes? Silencio.
–¡Lenalee, Saori, vamos a quedarnos despiertos hasta que vuelvan Renelle y Nea! –Johnny dijo con convicción.
–¡Sí! –Tanto Lenalee como Saori dijeron.
~
–Veo que no lo recuerdas. Es natural. Cuando el cuerpo humano del cual reencarno la Diosa de la Guerra muere, todos sus recuerdos mueren con ella. Para así nacer nuevamente como un ser sin recuerdos algunos. La orden que Central le dio a Sage fue de encontrar a ese recién nacido, pero nunca se imaginaron que ese recién nacido fuera acogido por la Familia Lemercier y el clan Serine. Y que este recién nacido se convertirá en una espléndida mujer que hizo un contrato con el traidor de los Noah. –Dijo mirando a Selene. El rojo se encontró con el rosa.
–¿A qué viene todo esto de repente Cross? –Ambos ojos regresaron a Nea, quien ahora le estaba gritando al general.
–No trates de negarlo, Nea. Renelle conocía la canción de esa partitura. Ese recuerdo le pertenece a la Diosa de la Guerra. En cuanto a ti Nea, eres el guardián elegido que guarda los recuerdos de la Diosa Selene. El día que Sage murió, también murió la Diosa Selene, pero el Corazón al negarse que muriera, dividido su alma en dos. ¿Quién eres tú? No eres la megami conejo que conozco. –Los tres podían sentir las miradas de los CROW tras sus espaldas.
Selene se quedo inmóvil, estaba congelada en su sitio. La terrible sonrisa estaba plasmada en su rostro, y cuando levantó la vista para encontrarse con los ojos de Cross, vio que su rostro se contraía en una mezcla de sorpresa y miedo.
–Así es. –La voz de Selene sonó fría, más fría de lo que jamás la había oído hablar. Envió escalofríos por la espina dorsal de todos– Yo no soy Juuri-san, tu baka usagi blanco. Pero también soy ella. Cada era, cada época, vosotros, la Orden, la Iglesia, me invocais cada 7,000 años para ayudaos a lidiar la guerra con el clan Noah y su ejército de Akumas. ¿No lo cree así, General Cross Marian-san?
–Cada 7,000 años... ¡¿Baka megami usagi-neko?!
–Ella soy yo y yo soy ella. –Dijo socorrona, como si quisiera molestarlo– El Haato... El cual poseo, no quiso dejarme morid y por eso hizo lo que hizo. Nos dividió y ahora somos dos personas diferentes, pero nunca se imaginó que volvería a reencontrarme con mi Ane-ue y a Él.
–Con que es así... –Cross esbozo una sonrisa- Pero sabes que tarde o temprano volverás a ser quien eras.
–Soy consciente de las consecuencias que conllevan esta vida y también las vuestras. Por eso lo diré por última vez... –Libera su poder, rompiendo la barrera de los CROW e haciendo que su cuerpo y cabello levitaran levemente para luego apagarla– Mi intención no es alarmarlos. Solo vine a dejaos un mensaje. –Dijo calmadamente.
–¿Quién eres tú? –Le preguntó Lavi haciendo que Selene le viera y le sonriera levemente haciendo que se sorprendiera de su gesto.
Selene chasqueó los dedos y todos los golem hicieron estática por ser activados al mismo tiempo.
–Todos me conocéis como Haato Hime, la deidad de las Deidades, Neko, Nieves, la hija de Sage, la heredera de la Familia Lemercier y del clan Serine, Ren... Mejor conocida como Serine Lemercier Renelle. Pero esta noche quiero hacer un anuncio... Ese no es mi verdadero nombre pero lo acepte como tal para sobrevivir durante 18 años. –Reveló a la Orden.
Todos al escuchar su confesión se quedaron sorprendidos. Nea y Cross se le quedaron viendo. Ellos ven detrás de Renelle la silueta de la deidad suprema, Selene.
–Mi nombre es Selene. Aquella que luchó contra el Dios del clan Noah y que contempló la tragedia del Diluvio Universal a través de los ojos del Archiduque Nea D. Campbell; ¡la diosa Selene! –Se presento.
–Tú eres... –Dijo sorprendido Lavi e igual sorprendiendo a todo el Cuartel.
–Justo como lo pensé... Selene esta despertando a un ritmo acelerado. –Murmuró Nea.
–Me disculpó por la confusión. Pero por favor escuchad lo que tengo que decir. –Pidio– ¡Y así podremos prevenir que la tragedia del Diluvio Universal ocurra de nuevo! Como todos son conscientes, yo soy quien confrontó al Dios de la Guerra, Ares. Y soy yo quien declaro esto a ustedes. ¡Ares ha vuelto! Él traera calamidades a este mundo una vez más. Y prueba de ello es mi alianza con Nea D. Campbell y Mana Walker, los sirvientes más leales de Ares. –Exclamo.
–¿Qué dijiste? –Preguntó Cross por no saber eso.
–Sé que es difícil de creer, pero es una verdad innegable. Nea. –Se giro al verle y le preguntó con la mirada de continuar o no.
–Como sabéis, el objetivo del Dios de la Guerra siempre fue cazar y destruir a la diosa Selene para traer los 3 días del Diluvio Universal. –Continuo Nea por Selene– Por ese propósito, me revele contra él y me uní a la princesa que era llamada en el siglo VI J.K. mientras que le pedía al General Cross Marian que vigilará a mi hermano para protegerlo del Sennen-kou mientras que yo, Nea D. Campbell, unía mis fuerzas con la Orden e enfrentaba al clan Noah y a su Dios.
Cuando Selene camina hacia ellos, se tropieza con sus propios pies y casi cae pero fue atrapada por Nea y Sodom, que se volvió humano.
–Nea, Sodom. –Dijo al verles.
–Ama.
–¿Estás bien? –Preguntaron preocupados por ella.
–Sí, gracias. Parece ser que ya no tengo más tiempo. –Se aleja de ellos y los tres se enderezan– Esos que sirven a los Apóstoles de Dios, les digo nuevamente; Ares ha vuelto. Y eso lo confirma el sello que se ha roto. El objetivo del clan Noah es matarme e encontrar a su señor una vez más. –Alza su mano, mostrando la palma de su mano abierta– ¡Y traer de vuelta el Diluvio Universal a este mundo! –Proclamo– Estos jóvenes, Nea D. Campbell y Renelle Lemercier Serine, los guiarán. Un día serán el pilar que traerán la noticia de la derrota del clan Noah. Proteged a Nea D. Campbell y Renelle Lemercier Serine, y vosotros vais a prevenir un segundo Diluvio Universal. ¡Ese es el deber de la Iglesia Central y la Orden que dirige la Diosa de la Guerra! –Proclamo haciendo que todos los presentes incluyendo la Orden completa se arrodillara ante Renelle y Nea– Les agradezco a todos. –Les agradeció antes de desmayarse.
–Ya la habéis escuchado. –Dijo Cross y tiró de los dos en un abrazo.
Nea estaba atónito. Cross rara vez mostraba afecto, y nunca fue más allá de lo físico alborotándoles el cabello. Selene se sentó con los ojos muy abiertos.
–Cuidaos bien. –Cross guarda una cajita pequeña en el bolsillo de Selene– Yo ya no podré protejeos a ninguno de los dos. Solo os tendréis el uno al otro a partir de ahora.
–Marian... -san... –Dijo Selene mientras luchaba por contener las lágrimas e sintió acariciar su cabello, tratando de calmarla tan sutilmente como podía.
–Fue un placer haberte conocido, mota blanca, niño. –Cross salió de la habitación, dejando a una shockeada Selene y un enfurecido Nea.
~
–Entonces pasó eso, Jefe. –Lvellie detuvo la grabación de la reunión ama-sirvientes– ¿Fue un resultado desafortunado para usted?
–El objetivo del Decimocuarto... No, de Nea-kun sigue siendo el mismo que el nuestro, el Conde Milenario y su dios Ares. –Recordó Komui– ¡No puede decir que es nuestro enemigo!
–Dependerá de por qué el Decimocuarto quiere matar a su anterior dios. –Lvellie señaló– Que su objetivo sea el mismo que el nuestro no es prueba de que no sea malvado. No hay garantía de que no se oponga a nosotros.
–¿Y qué hay del juramento al que lo obligó a la diosa Selene? –Presionó Komui.
–Ese fue solo un acuerdo verbal entre el XIV y la diosa Selene. –Lvellie respondió– No podemos decir con seguridad que no romperá el juramento.
–"Ya no se puede defender más a Nea." –Lavi se dio cuenta– "La Agencia Central ahora los considera peligrosos." –Miró a su maestro– "Oye, jiji, el General dijo al final que hay más en esta guerra. ¿Qué crees que signifique? ¿Jiji?" –Parpadeó cuando Bookman lo recordó en silencio.
–Vamos a regresar, Lavi. –Bookman informó.
–"¿Qué?"
–"Lavi, hasta que no lo apruebe, aleja esos pensamientos de tu cabeza. No le digas a nadie, ¿comprendes?"
–Anunciaré el tratamiento de Nea D. Campbell frente a los altos mandos de la Orden y los Exorcistas, incluido el mismo Nea D. Campbell. –Lvellie le dijo a Komui.
–¿Es esa una decisión del Papa? –Exigió Komui– ¿No sabe él que ahora que la señorita Selene...
–Buenas noches. –Lvellie lo interrumpió.
~
La habitación estaba vacía excepto por Saori, Allen, Johnny y Lenalee durmiendo en un sofá. Lenalee estaba dormida con la cabeza sobre el hombro de Allen, Saori estaba dormida con la cabeza sobre el pecho de Allen, y Johnny estaba dormido contra Lenalee con la cabeza sobre su hombro.
Selene y Nea los miraron dormir. Selene agarró una manta y se movió para cubrirlos mientras Nea pasa su mano sobre sus cabezas, acariciándolos antes de irse junto con Selene.
–¿Renelle-san? –Lenalee se despertó, pero solo vio su cabello desaparecer de la habitación.
~
Cross esta sentado en el alféizar de la ventana disfrutando del clima lluvioso. Era su favorito después de todo. No pudo evitar pensar en los eventos que acababan de ocurrir.
–Tienes una excelente hija, Rea. Salió identificada a vosotros dos. Y tú, hiciste un excelente trabajo criándola como si fuera tuya. –Las palabras brotaron de sus labios suavemente. No había necesidad de que los guardias escucharán. Dios no permitiría que Lvellie averiguara el linaje de la chica. Fue entonces cuando decidió que no había bebido suficiente vino. Era demasiado sentimental. Sin embargo, todavía sonrío– Aunque no haya sido así, le diste la libertad que Juuri no pudo tener. –Fue sacado de sus pensamientos por otro golpe y luego otro. Silenciosamente se inclinó y sacó a Jugdement de su funda que aún estaba en el suelo y se movió hacia la puerta. Tenía la sensación de que esto no era solo una visita amistosa.
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Dos pares de ojos se abrieron, el rosa se encontró con el rojo. Selene se sintió mal hasta el punto en que sacó a Tsukuyomi de sus uñas y lo sostuvo frente a ella mientras sus ojos disparejos buscaban al intruso.
~
A la mañana siguiente, la cámara se enfocó para revelar el tiro que el General Cross golpeó contra la ventana, Judgment yaciendo cerca de sus pies.
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