Noche IX: Empieza la misión
Al momento que Selene insertó la llave y abrió la puerta para que entraran a la habitación, vislumbrando los elegantes interiores antes de que alguien vestido de oscuro embistiera a la albina, pero fallo. En el momento que insertó la llave, la chica sintió que alguien los esperaba adentro. Se agachó, esquivo su ataque, se paro detrás de él, tomo su mano que tenía el arma y la inmovilizo detrás él, y tomo el arma para presionar la hoja contra su garganta mientras le veía con una mirada asesina.
Kanda intentó sacar su katana de repuesto, pero una mano se lo impidió. Se giró y la mano del Noah sobre la suya, impidiendo que haga una locura.
–Observa. –Dijo sereno– Esto siempre sucede. Ya sean Akumas o enemigos humanos que buscan la corona.
–Cham-eulseong-i geoui eobs-eo... Geulaeseo na gat-eun jeonmun amsaljaleul jug-ilyeogo han iyuga seolmyeongdoenda. (Soy de poca paciencia... Así que explica por qué intentabas matar a una asesina profesional como yo.) –Le dijo al oído, enviándole un escalofrío por la columna vertebral ante su tono gélido y mordaz.
Con un movimiento de su muñeca, tiró la daga que tenía el extraño al momento del atentado, Selene lo soltó y tiro al suelo para sacar su revólver de la funda, posar su pie sobre su pecho e apuntarle con esta, Kanda observaba todo sorprendido mientras Nea lo veía con aburrimiento ante los fracasados antentados hacia su persona.
–Geuligo dangsin-i geojismal-eul haneun geos-eul bomyeon... dangsin-eun jug-eun salam-ibnida... hun Kang-Dae J. Loyard. (Y si veo que mientes... eres hombre muerto... Lord Kang-Dae J. Loyard.) –Dijo asesinamente haciendo que sus pupilas cambiarán y se volvieran rejillas.
–Tienes agallas para atacarnos en el momento que ponemos un pie aquí. –Dijo Kanda en inglés, sus ojos de ónix brillando.
El nombrado Kang-Dae J. Loyard no dijo nada, mirándolo sin comprender. Selene suspiró.
–Él no habla inglés. –Dijo en japonés, cautelosa de revelar información en caso de que el hombre estuviera fingiendo ignorancia.
–Geu jeom-e daehae sagwadeulibnida, junim J. Loyard. (Me disculpo por eso, Lord J. Loyard) –Se disculpo Nea mientras cerraba la puerta y fue a su lado para agacharse a su altura– Geunyeoui eolyeoss-eul ttaebuteo peulangseuui chagi yeowang-i doeeossdaneun iyulo manh-eun. Gong-gyeog-eul bad-assseubnida. (Desde niña ha sufrido muchos atentados hacia su persona por ser la próxima reina de Francia. Es por eso que reacciona así.) –Explicó mientras se enderezaba e Selene quitaba su pie, se aleja e guarda su arma en la funda del muslo de su pierna izquierda.
Kanda procedió a quitarle la capucha negra, deteniéndose cuando el sonido de un inodoro saliendo de la cisterna provenía del baño. El picaporte giró y la puerta se abrió un poco.
Una adolescente de la edad de Selene salió del baño. Tenía el cabello en un color negro claro y ojos azules, bastante bonita, quizás un año o dos más joven que Selene. Llevaba un vestido azul de aspecto bastante caro, con elaborados encajes y volantes. En su cuello brillaba un sencillo collar de diamantes. Definitivamente nobleza.
–¿Yeogiseo mwohaneungeoya, i meongcheonghan nomdeul-a? (¿Qué hacen aquí, par de inconscientes estúpidos?) –Exigio Selene, abandonando sus modales.
–¡Mullon dangsin-eul mannagi wihae! (¡A verte, por supuesto!) –Exclamó el chico contento de verla mientras se ponía de pie– Ondaneun mal-e deultteun ma-eum-eulo dangsin-i muggo issdeon hotello chaj-agassseubnida. (Cuando dijeron que vendrías, no pude evitar emocionarme e ir a buscarte en el hotel que se os hospedaban.)
–¡Babo! (¡Imbécil!) –Le grito al chico de constitución delgada, cabello negro claro que crece hasta el cuello con el flequillo cayendo sobre su rostro, ojos azules. Viste una camisa de vestir manga larga color negro, el cuello lo tiene abierto en forma de V, pantalón gris y zapatos negros.
–Geu eoliseog-eun taedo ttaemun-e dangsin-eun jeolm-eoseo jug-eul geos-ibnida, Hwon-ssi. (Por esa estúpida actitud, moriras joven, J. Loyard-ssi.) –Le dijo burlona.
–¡Hajiman bogo sip-eoss-eo, Ren‐nim! (¡Pero quería verte, Ren-nim!) –Replicó haciendo un puchero como un niño pequeño que no recibía su juguete.
–Imi ihaehaess-eo, imi ihaehaess-eo... (Ya entendí, ya entendí...) –Dijo cansada de lidiar con su rabieta de niño mimado.
–¡Geulsse, naleul musi geuman! (¡Bueno, basta ya de ignorarme!) –Espetó la pelicastaña rubia clara ofendida de ser ignorada. Se volvió hacia Selene– ¿Yeogiseo mwohae? ¿Wang-gwan-e daehan galmang-i neomu keoseo pyeongmin-euloseoui salm-eseo beos-eonalyeogo aesseugo issseubnikka? (¿Qué haces tú aquí? ¿Tanto es tu desesperó por la corona que intentas salir de tu vida de plebeyo que te volviste esto?) –Dijo intentando de humillarla y burlarse de su posición.
–¿Manyeoga dangsinboda eonnileul nae yaghonjalo jeonghal jeongdolo ma-eum-i apassnayo? (¿Tanto te duele que la bruja decidió a tu hermana por encima de ti para ser mi prometida?) –Se burló, callándola haciendo que se ponga roja de la furia– Hajiman naneun dangsingwa sigan-eul nangbihalyeogo on geos-i anibnida. Deo jung-yohan yaegiga iss-eoseo... jeonhwahan salam-eun Min Hwa-unni. (Pero no vine a perder el tiempo contigo. Tengo asuntos más importantes que tratar... Ya que fue Min Hwa-unni quien me llamo.) –Paso de largo, ignorándola e haciendo que su enojo hacia ella aumentará aun más por esa ofensa hacia su persona.
–¡Ren! –Le replico ante su forma relajada ante la situación.
–Sorera o tebanasu. Korera no orokamono wa kyōide wa arimasen, karera wa karera no kyōdai ni totteta dano zutsūdesu. (Déjalos ir. Estos tontos no son una amenaza, solo un dolor de cabeza para sus hermanos.) –Dijo en japonés.
–Tch, no entendí ni una sola palabra de la conversación. –Se quejó, dejando su pose de pelea, pero aun así seguía en guardia por cualquier cosa.
–Te los presento. Ellos son dos de los hermanos de Min Hwa J. Loyard-unni, nuestra clienta. –Selene señaló a los dos, quienes miraron confundidos el intercambio de palabras extranjeras– Habla en inglés para que este (Kanda) siga la línea de la conversación y no tenga que explicarlo dos veces. ¿Tu inglés sigue siendo una mierda, J. Loyard-ssi?
–Eonjenacheoleom babo... (Tan idiota como siempre...)
Selene solto un suspiro pesado –Concuerdo contigo por esta vez, Ha-neul.
Ha-neul asintió, dándole la razón por una vez.
–¿Tú puedes hablar inglés? –La nombrada Ha-neul le preguntó en inglés a Kanda.
Kanda pareció aliviado, finalmente escuchando un idioma que podía entender.
–Obviamente, ya que somos de Gran Bretaña. –Dijo– ¿Por qué no hablaron en inglés antes, en lugar de parlotear en coreano?
–Porque este idiota de aquí no habla inglés del todo, solo lo básico por ahora. Su acento es patético. –Replicó Ha-neul– ¡A parte su japonés es tan rápido que no puede seguirles el ritmo!
–Eso lo hice a postra. –Respondió Selene con frialdad.
–Tú pequeña chiquita... –Gimió aprentando los dientes, molesta por su acción.
–¿Sabes hablar japonés también? –Preguntó intrigado por eso.
–Estudie el japonés en caso de que esta idiota volviera. –Explicó.
–Cosa que sigues sin entender, Ha-neul. Sabe pronunciar bien, pero al escribir eres patética. –Agregó Selene.
Ha-neul se volvió hacia su hermano, ignorando a la chica –Geuligo eomma appaga gyoyugbileul neomu manh-i naeyahaneunde... Dangsin-eun baboyeyo. (Y se supone que mamá y papá pagan tanto por tu educación... Eres un idiota.)
–Oe, baka. ¡Maseukeuleul beos-eo! ¡Naega jangdamkeonde gaeboda moshan i nyeoseog-eul pul-eojulge! (¡Quítate la máscara! ¡O te aseguro que suelto a este chico que es peor que los perros!) –Le amenazo, sino hacia lo que le ordenaba.
Kanda sonrío mientras giraba hábilmente su espada en su mano.
–Geuligo naneun jinjihada. (Y hablo en serio.) –Agregó.
Al ver que no estaba jugando y estaba hablando enserio, y por la forma amorosa en que Kanda acariciaba su espada, Kang-Dae pareció deducir que sería prudente seguir las órdenes de la alguna vez fue la prometida de su Noona.
Kang-Dae se quitó la tela de la cabeza, revelando su cara y cabello, que estaban ocultos en la máscara, pero que Selene aun recordaba. Parecía mayor que Ha-neul y Selene, tal vez alrededor de dieciocho o diecinueve años, pero el brillo juvenil en sus ojos revelaba una inmadurez que contrastaba con la seriedad de su hermana.
–¿Por qué le soltaste la correa y dejaste que hiciera tal tontería cuando entramos? –Inquirió Selene.
–No se suponía que lo hiciéramos. –Frunció el ceño Ha-neul– Este idiota decidió jugar al asesino por su cuenta y ver si podía luchar contra todos ustedes, ya que por lo que hemos escuchado, ustedes son luchadores bastante hábiles. –Señaló con el pulgar a su hermano– Él pensó que estarían a la par de él, pero cuando escuchó que vendrías, eso lo animo a ir más enserió. Me alegro de ver que no lo sois, porque eso estaría diciendo que sois terriblemente débiles. Lo siento por eso... Se suponía que debía estar bien amarrado para que no se soltará de la correa, pero tenía que ir el baño.
Hizo un movimiento para ir y sentarse en la silla. Sacó su caja de cigarrillos y encendedor del bolsillo del pantalón. Saca uno de la cajetilla con los dientes para encenderlo entre sus labios. Dio una calada al cigarrillo, soplando el humo por la comisura de su boca, alrededor del cigarrillo.
Nea la empujó contra la pared por los hombros, sus pulgares presionando firmemente contra el hueco del cuello de Ha-neul. Ella lo miró sorprendida.
–¿Qué significa esto? –Dijo ella, su voz chillando ligeramente.
–Calla y escucha. –Le ordenó haciendo enfurecer a la chica.
–No confiamos en nadie. –Explicó Kanda, tomando su katana y apuntándola al cuello de Kang-Dae– Cualquiera podría haber encontrado la información que nos dijiste; cualquiera estaría incluyendo a Akuma.
–O negociadores del Conde. –Siguió Nea.
–¡Ni uno ni lo otro, bakas! ¡Si fuéramos Akumas, nos habríamos transformado y los hubieramos atacado hace mucho tiempo! –Ha-neul dijo indignada.
–Ya lo sé, maldita sea. –Maldijo Selene– Oigan, ustedes dos, déjenlos en paz. Yo me encargo del resto. –Dijo dando una calada y luego sopló el humo para luego botar el cigarrillo consumido.
Nea le obedecio y la solto para luego ir al lado de su ama mientras Kanda seguía igual e incluso iba a prostestarle por su ingenuidad ante la situación.
Sodom salió volando de la capucha de Selene, aterrizó sobre su regazo y abrió los ojos enormemente. Hubo algo de estática, y la voz de Allen salió del demonio.
–[¿Renelle-nee?] –Dijo con incertidumbre.
–Lemercier al habla. ¿Estáis en la habitación del hotel?
–[Sí, solo les estoy haciendo saber a todos que estamos aquí. Lenalee y yo estamos en la habitación 313, y Lavi está en la 314.]
–Bien. Allen-chan, ¿tu ojo izquierdo esta activado?
Podía escuchar una especie de zumbido mecánico.
–[No. Ningún Akuma en el radio que nos encontramos todos. Y eso que son trescientos metros... Si eso es lo que te preocupa.]
–Yo no, BaKanda sí. –Dijo divertida haciendo que a Kanda le saliera una vena pulsante ante sus estúpidos juegos.
–[¿Pasó algo?]
Selene miró a Kanda y le sonrío calidamente haciendo que el espadachín bajará un poco su postura y enojo.
–No. Yu solo me esta explicando unas cosas de mi falta de manejo con la katana por el tiempo que estuve en la cama de la enfermería. –Dijo calmando al chico de la otra línea y al que tenía enfrente.
Entonces las suposiciones que le escribió Min Hwa en coreano eran correctas y que los Akumas se estaban apoderando de Corea del Sur, entonces era raro encontrar un hotel tan elegante sin ningún Akuma.
Ha-neul miró a los dos Exorcistas y al Noah.
–Ya te lo dije. Ren, tienes pésimo mal gusto en tener en tus filas a hombres como este. –Le dijo.
–Lamento decirte esto, pero yo no los elijo, sino la Inocencia los elige para ayudar a la portadora del Haato. –Solto otra calada.
El cautivo de Kanda gimió cuando Kanda presionó la hoja más profundamente.
–Pero eso no explica por qué saben de la Inocencia.
–Eso es porque Min Hwa-dongsaeng debió contarles de lo que estaba pasando en Seul cuando me fui.
–Más te vale que no te equivoques, Nieves. –Kanda decidió confiar en ella y envainó su espada.
Ha-neul vacilante se acercó a la mesa de café y se sentó, indicándole a su hermano que se sentará a su lado. Serenity se encontraba sentada frente a ellos. Kanda y Nea permanecieron de pie, uno a su lado y él otro apoyado contra la pared, su arma acunada en su brazo.
Sodom volvió a emitir algo de estática.
–[¿Renelle-san? ¿Nea-kun? ¿Kanda?] –Dijo la voz de Lenalee– [¿Todo esta bien?]
–Sí. Estamos bien. –Respondió Selene– Solo es un inconveniente menor. Ustedes solo quédense ahí por un momento, les contaré la situación de la misión en su momento.
–¿[Hay alguien con vosotros?]
–Sí, los dos tontos de los hermanos de mi ex vinieron a buscarme.
–[¿"Ex"?] –Preguntó Lavi.
–Nada de vuestro interés, moyashi, baka usagi. –Dijo mientras soltaba una calada.
–[¡Es Allen, baka mota blanca Nee-san!]
–[¡Eres peor que Yu, Ren!] –Se quejaron los dos chicos.
–Bien, os diré. La bruja de mi madrastra me obligo a estar con Min Hwa-dongsaeng, la persona que nos contrato, pero yo fui sincera con ella y me dijo que ya sabía que era una chica y decidió volverse una aliada a favor de la Orden y que su familia trabajaría a favor solo mío. Esa es la razón de porque Min Hwa J. Loyard-dongsaeng fue explícita cuando envió la carta de petición a Komui.
–[Oh, está bien, entonces te lo dejo a ti. Kanda, Nea-kun, si Renelle-san os da órdenes, seguidlas. De acuerdo con las instrucciones de Nii-san, Renelle-san es la líder en este viaje, y ella se encargará de todas las negociaciones.]
–Como sea.
–[¡Lo digo en serio, Kanda!] –Espeto molesta– [Renelle-san es la líder, ella está dando las órdenes. No hagas ninguna estupidez ni pongas en peligro la misión. Nea-kun, te lo dejo a tu cuidado. Cuídense, chicos.]
La estática se detuvo cuando se corto la conexión.
–¿Por qué el disfraz? –Preguntó tímidamente Kang-Dae– Sin él, eres hermosa. –Añadió coqueto.
–Tus coqueteos son estúpidos. –Dijo seria.
–Al menos lo intente. Pero te repito, sin todo eso eres hermosa. –Su fuerte acento afectó gravemente su inglés, pero Selene, Nea y Kanda lo entendieron bastante bien. Kanda frunció el ceño.
–Ambos son jóvenes. –Dijo Ha-neul. Miró bien a Kanda– Tú también eres guapo.
Selene le vio estoica, ocultando su rabia; ya que estaba de servicio y no podía poner su sentimiento en medio de su trabajo.
Como ella dice "Todo sentimentalismo debe desaparecer en el campo de batalla."
Kang-Dae se acercó e intento agarrar la mano de Selene, pero ella se echó hacia atrás, evitando su agarre.
–Sigues sin querer que la gente te toque, ¿eh? –Dijo en su inglés deficiente– Esta bien, Renelle-nim. Cuénteme que fue de usted, Renelle-nim. ¡Oh! Perdón, creo que no debería hablarte familiarmente.
–Está bien. Vuestra Noona deja que la llame familiarmente. Con vosotros os haré una excepción por la alianza de las compañías.
–¡Gracias! –Salto hacia ella y la abrazo– Vueles a tacabo y rosas. –Dijo escondiendo su cara en su escote.
–Lo sé. Me lo dicen a diario. –Dijo palmando su cabeza, algo incómoda por el abrazo.
En la habitación se podía sentir un aura amenazante irradiando de la figura inmóvil de Kanda, la cual no quedo desapercibida por Nea y sonrío divertido debajo de la máscara.
Kanda se acercó y lo separó de la persona incómoda de Selene.
–Haz eso de nuevo y te corto por la mitad. –Amenazó, lanzando el brazo de Kang-Dae hacia él– No la toques.
Ha-neul miró la interacción con interés. Kang-Dae, aunque asombrado por la brutalidad de Kanda, recuperó su compostura varonil.
–Es bueno saber que Renelle-nim tiene un prometido que siempre este a tu cuidado, Noona. –Halago.
Kanda pareció sorprendido por el repentino halago.
Cuando el joven japonés no respondió, Kang-Dae repitió la pregunta.
–¿Están ustedes dos juntos? –Kang-Dae probó con una terminología diferente.
–Sí. Estamos juntos, pero no comprometidos. –Había hablado en voz alta logrando que su rostro se calentará mostrando un tono rojizo en sus mejillas.
Selene podía sentir su corazón palpitar en su pecho mientras su sonrojo aparecía en su cara e agacho la mirada para ocultar su sonrojó mientras su flequillo ocultaba su vista, avergonzada y halagada por sus palabras.
–Es bueno saber que Renelle-nim escogió a una buena persona como usted, Kanda-hyung. –Dijo tomando e apretando su mano en un saludo.
Kanda al ver su acción, le recordó la actitud infantil de Alma y pensó que él actuaría así o más cuando lo supiera.
Kanda vio que en su mirada no había nada de maliciosa, solo amor, cariño y respeto por la chica que alguna vez fue tratada como un varón.
Kanda al sentirse incómodo, quito su mano y se alejó de él, desconcertando al chico.
–No le haga mucho caso, Lord J. Loyard. Estos dos son fáciles de tomar el pelo fácilmente. –Nea aclaró sus dudas y Kang-Dae sonrío ante las actitudes de ambos.
–Ahora. –Dijo Selene, su tono tenso para ser profesional– Ha-neul, cuénteme un poco sobre los orígenes de esta misión.
–Sí... Bueno, para empezar... Después de que mi Noona y tú terminarán en términos de amigas, mi familia empezó apoyar a la Orden hasta llegar a la actualidad. Notamos cualquier cambio peculiar y lo informamos a la Orden, ya sea que los cambios se refieran a Akumas o la posible Inocencia. Hay una familia inglesa que se mudó cerca de nosotros, y últimamente, han tenido algunas ocasiones bastante extrañas con cierto collar. Es una reliquia familiar, dicen... que se ha perdido muchas veces. Pero ha regresado misteriosamente cada vez, a pesar de que la familia está segura de que desapareció antes por su propia voluntad. Ha habido rumores de que está maldito y, ocasionalmente, cada vez que el collar desaparece por sí solo, ocurre un asesinato al día siguiente. Mi familia cree que los asesinatos son en realidad los exorcismos de Akumas.
–Eso tiene sentido. –Murmuró Nea.
–Sí. –Selene se volvió a Ha-neul– ¿En cada asesinato, no se encontraron los cuerpos, solo sus ropas?
–Exactamente.
–Ya veo... Tenemos que ir al baile porque la noble está usando el collar, ¿y no podremos conseguirlo de otra manera?
–Exacto.
–Eso no suena demasiado difícil... Hablar con ella no es una opción. Costaría mucho para convencerla y no tenemos el tiempo para hacerlo. –Suspiro, hundiendo su cuerpo en la silla– No tengo opción, tendré que ir vestida como Ren.
–Si quieres recuperar la Inocencia y terminar rápido, no tienes opción. Una última cosa... Ultimamente ha habido un grupo creciente de extraños que han entrado en los círculos sociales altos, y sus acciones son bastante... turbias. –Dijo haciendo que la mirada de Selene se volviera seria y se enchinada.
–Akuma. –Dijo enteniendo sus palabras. Sería mejor que ni Lavi ni Kanda no supieran nada sobre el creciente número de Akumas en la sociedad. Ha-neul pareció entender y se abstuvo de dar más detalles– Bien, aceptaré el trabajo, a cambio...
–Sabía que dirías eso. –Murmuró.
–A cambio que nadie sepa que la princesa Renelle Serine estará en la fiesta, sino Ren Lemercier.
–¿Qué ganas con ocultar tu identidad ante el círculo social?
–Algo que una cabeza hueca como tú no entendería ni por todo el oro del mundo. –Dijo haciendo que Ha-neul frunciera el ceño ante el insulto, pero se detuvo al regresarle el insulto y solo siguió con la conversación.
–Nuestros padres y Min Hwa-noona os esperan en nuestra casa. –Dijo Ha-neul después de un momento de silencio.
–Iremos. –Dijo Selene.
–Iré contigo. –Dijo Kanda, poniéndose de pie con Selene.
–Bien. Pero no me hago responsable si aparecen los Akumas.
–Solo dame a Tsukuyomi. –Le dijo.
–Bien. –Sus uñas brillan, la katana se materializo. La luz era demasiado cegadora; y los cego por unos segundos. La luz cegadora se alargó y ensanchó en la palma de sus manos hasta convertirse en su espada, empuñadura y hoja completa– Aunque la empuñes, no podrás activarla como si fuera Mugen. Y quédate lo más posible cerca de Nea.
–Bien. –Tomo a Tsukuyomi y la engancho a su cintura e aceptando su advertencia.
–Allen-chan nos hará de apoyo con la localización de los Akumas mientras nosotros seguimos a Lady Ha-neul y J. Loyard-ssi. –Explicó el plan consciente de la mirada de Ha-neul en ellos– Sodom, restablece la conexión.
Sodom amplio los ojos para conectarse con Timcanpy.
–Bajen al vestíbulo. –Ordenó Selene– Suban al carruaje y esperad a uno de nuestros compañeros. Es notable, tiene el pelo blanco y un pentáculo sobre el ojo izquierdo. Llevadlo a la residencia y hacedle comprobrarad si hay algún Akuma. Nosotros llegaremos siguiendo el carruaje. Solo dejan la dirección en caso de que se pierda.
Ha-neul tomó una libreta y un bolígrafo del mostrador de la cama y escribió una dirección –No es lejos de aquí.
–Estaré allí unos minutos después de que llegues. –Dijo Selene– Allen-chan estaremos allí en un momento. Adelante.
Ha-neul asintió, sin preocuparse por la brusquedad de Selene, ya que la conocía de hace tiempo atrás, y le hizo señas a Kang-Dae para que la siguiera. Kang-Dae se giro y siguió a su hermana en silencio.
–Un. (Suerte.) –Se despidió Kang-Dae.
–Ustedes también. –Dijo Selene, cerrando la puerta cuando se retiraron de la habitación.
Sodom amplio los ojos y una luz salió de estos, y la imagen y voz de Allen salió de sus profundidades.
–[¿Renelle-nee? ¿Qué pasa?]
–Allen-chan, necesito que hagas algo por mí. Los hermanos de nuestra clienta acaban de irse y te están esperando en un carruaje frente al hotel. Ve con ellos a su casa y verifica si hay algún Akuma. No quiero una emboscada.
–[Entendido.] –Dijo Allen– [¿Y que hay de ti?]
–Te seguiremos a pie.
–[Entiendo.]
–Ustedes dos junto a Allen-chan no entrarán a la residencia y vigilarán los alrededores en caso de que un Akuma merodee el lugar. Después de eso, regresad al hotel. La familia dice que quiere reunirse con uno de nosotros por razones de seguridad. Les informaré a todos cuando regrese. –Indicó el plan.
–[Entendido.] –Dijo Allen alegremente. Selene sonrío calidamente al escucharlo llamando a Lavi– [Cuida de las chicas, Lavi. Y no te pases con ellas.]
Selene, satisfecha con sus instrucciones, detuvo el enlace de comunicación.
–¿Segura que estarás bien al reunirte a solas con ellos? –Preguntó preocupado.
–Sí. A parte, Min Hwa-unni es una de las pocas personas que puedo llamar amiga, sin morderme la lengua. –Le dijo divertida.
–Bien. Kanda y yo usaremos su Golem para contactar contigo ante cualquier anormalia.
Selene asintió, tomo y puso a Sodom en su hombro, abrieron la puerta y se fueron de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella y corrieron hacia las escaleras.
Los dos Exorcistas y el Noah llegaron desapercibidos a la salida lateral del hotel y se deslizaron por las puertas, recibidos por una ráfaga de viento helada. El clima ciertamente se estaba poniendo más frío. Vieron el llamativo cabello blanco de Allen entre la multitud mientras subía a un carruaje. Los tres partieron, siguiéndolo a paso rápido. Sodom estaba acurrucado en su cuello, preparándose para el establecimiento de comunicación de Allen en cualquier momento. Después de unos buenos quince minutos siguiendo al carruaje, notaron que se detenía frente a las puertas de una gran mansión. Kang-Dae y Ha-neul se apearon de los escalones del vehículo casualmente.
Sodom zumbó junto a su oído.
–[Renelle-nee.] –Dijo Allen.
–¿Todo sigue tranquilo?
–[Sí. No hay ningún Akuma por la mansión. Ésta se encuentra despejada.]
–Eso es raro, moyashi. ¿Seguro que no hay nada?
–[No, BaKanda. Y aunque lo hubiera, ¿qué podrías hacer con una Inocencia que no es tuya?] –Dijo sarcástico.
–Limítense solo a hablar de la misión y no de perder el tiempo con sus estúpidas riñas. –Regaño Nea a ambos chicos antes de que iniciarán sus típicas peleas.
–Eso es sospecho. –Solto precavida.
–[No, no lo es, pero algo es raro... En el camino aquí, no había ningún Akuma en absoluto... Eso es atípico.]
–Lo es. –Reflexionó Selene– Le preguntaré a la familia al respecto y me pondré en contacto con vosotros. Cuidad de Lenalee y los demás, ¿de acuerdo?
–[Claro. Nos vemos de regreso al hotel.] –Dijo terminando la conversación, Kanda y Nea se fueron por lados separados pero sin alejarse mucho del otro mientras Selene corría rápidamente hacia un lado de la mansión y saltaba la pared.
Selene aterrizó en los arbustos a lo largo de la pared este. Las ventanas de la mansión eran enormes y sus cortinas estaban abiertas, dejando a los habitantes de las habitaciones fáciles de ver. Estaba en el lado este de la casa, miró de cerca. El primer piso parecía estar lleno de sirvientes y sirvientas, a juzgar por su atuendo. El segundo piso estaba vacío, a excepción de la habitación que parecía ser el estudio. En cuanto a sus habitantes, no podía estar segura de qué vestían. Ella estaba demasiado lejos.
Como si fuera una señal, sus ojos picaron levemente y se acercaron a la vista deseada. Sus sentidos se agudizaron. La habitación era tan visible como si ella estuviera justo al lado de la ventana. Dos personas estaban en el estudio, un hombre, una mujer. Su vestimenta confirmó las sospechas de Selene: eran los nobles. Vio a través del reflejo del vidrio de la ventana y vio un cristal pequeño en forma de una escama rosada en su cuello detrás de su nuca. Ella frunció el ceño. Poco a poco su cuerpo se empezaba a destruir lentamente.
Selene, que no pensaba en sus desgracias durante mucho tiempo, escaló la pared con facilidad y se agarró al alféizar de la ventana. Sin mucho esfuerzo de su brazo, se balanceó y aterrizó en el mostrador que sobresalía. Antes de que los ocupantes de la habitación la vieran, Selene abrió las cerraduras y se invitó a sí misma al calor del estudio. El hombre y la mujer la miraron con la boca abierta por la sorpresa. Se escuchó el sonido de correr fuera del pasillo, y Ha-neul, seguida por su hermano, irrumpió en la habitación. Se detuvo cuando vio a Selene apoyada con indiferencia contra la pared, la ventana junto a ella entrando en ráfagas de aire frío.
–¿Cómo has llegado hasta aquí? –Ha-neul jadeó, arreglándoselas para recordar hablar en inglés.
–Te seguí. –Respondió de manera casual, cerrando los cristales– Simplemente asumí que aquí estarían tus padres y Min Hwa-unni, a juzgar por su ropa. Sin embargo, es bueno verte subir tan rápido; eso me ahorrará tiempo.
El hombre, presumiblemente su padre, se recuperó de su conmoción.
–¡No nos des esos sustos, Ren! –Le reprochó.
Selene bajo su capucha e revelo su identidad ante la familia e hizo a un lado su capa para revelar el emblema plateado en su hombro derecho.
–¡Renelle-nuna! –Una joven salto a ella en un abrazo, cerrando fuertemente sus brazos alrededor de su cintura e ocultando su cara en su pecho.
–También me alegra volver a verte, Min Hwa-unni. –Saludo, acariciando su cabello.
La joven tiene el cabello largo, negro claro y lacio. Acomodado en un pequeño fleco con mechones de cabello a los lados, en la parte posterior, una parte de su cabello está trenzado de forma circular, mientras el resto de su cabellos suelto por su espalda. Lleva puesto una camisa blanca con chaleco negro con dorado y pantalones grises.
–¿Ahora trabaja con la Orden Negra, Sir. Renelle Lemercier Serine? –Preguntó Gejutel J. Loyard, el líder de la Familia J. Loyard.
–Dígamos que es un acuerdo mutuo... En fin, vine por la solicitud de Lady Min Hwa-dongsaeng. –Dijo Selene mientras deshacía el abrazo.
–Entiendo. –Dijo comprendiendo su situación. Toda la familia parecía estar bien educada en idiomas extranjeros. Dado, por supuesto, debido a su estado.
–Un placer volver a verte, querida. –Saludo formal la señora Riliane J. Loyard.
Selene estudió la familia aliada de su compañía. Gejutel J. Loyard-ajusshi era bastante regordete y bajo, con cabello gris, el cual tiene peinado hacia atrás y un bigote a juego. Su rostro estaba lleno de arrugas, pero sus ojos mostraban un destello y un brillo que transmitía una naturaleza relativamente tranquila. Su esbelta esposa estaba junto a él, una cabeza más alta que su esposo. Ha-neul había heredado su apariencia de su madre. Suaves ojos azules y cabello negro claro, esbelta y bonita. La familia era bastante atractiva en general.
Riliane desató el listón de su cabello mientras su largo cabello blanco caía a su hombro y espalda, tomo el rostro de Selene entre sus manos y la miro detenidamente.
–¡Déjame ver tu cara! –Exclamó Riliane.
–¿Eh? Bueno... –Dijo dudosa, pero acepto su solicitud.
–¿De verdad eres tú? ¿De verdad eres Renelle? –Preguntó seria.
–¿Acaso soy alguien más? –Dijo Selene con indiferencia.
La mirada seria de Riliane cambio a uno lloroso con las mejillas levemente sonrojadas.
–Renelle. Volviste. –Dijo con la voz cortada por las lágrimas.
–Sí, tenía que hacerlo en algún momento...
La señora Riliane quita sus manos de su rostro e salta a su cuerpo para abrazarla mientras lloraba en su hombro, sorprendiendo a la albina.
–Renelle, bienvenida a casa. Me alegro que hayas sobrevivido. –Dijo apretando el abrazo mientras los demás veían y se limpiaban las lágrimas excepto Ha-neul que había desviado la mirada ante la escena conmovedora.
–Tad... Tadaima. –Dijo algo incómoda por su afecto– «Esta calidez... Es la misma que sentí aquella vez con Haha-ue...» –Pensó feliz mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos e aceptaba el abrazo.
La señora Riliane deshizo el abrazo y se alejó de ella –La última vez que supe de ti, habían dicho que habías sufrido un accidente. –Dijo limpiándose las lágrimas.
–Así es... Digamos que fingí mi propia muerte para sobrevivir de los Akumas. –Dijo rascándose la nuca.
–¿Cuántos años tienes?
–¿Por qué importa? –Ha-neul había hecho el mismo comentario.
–Tengo 17 años. Pero en seis meses cumplo la mayoría de edad.
–¡Increíble! ¡No olvides enviarnos la invitación para el baile! –Dijo emocionada Min Hwa.
–Sí. Lo tendré en consideración. –Dijo colorada.
–¿Cuántas personas están contigo? –Preguntó la señora J. Loyard.
–Siete.
–¿Y tú eres la mayor?
–No... Mi... –Reflexionó Selene por un momento, tratando de encontrar un término apropiado para describir a Kanda– Kanda-san es el mayor de nuestro grupo. –Dijo poniendo una mirada de enamorada al pensar en el japonés.
–¡Así que finalmente te enamoraste! Ahora podré dejar de preocuparme por tu futuro, Renelle-nuna. –Grito de la emoción Min Hwa– Recuerda presentarmelo para hablar seriamente con él. Como es Kanda-hyung. Físicamente.
–Pues... –Dijo pensativa, llevándose una mano al mentón– Es alto, digamos que me rebasa por una cabeza, es fuerte, sobreprotector conmigo, es antisocial, es decir, no habla mucho y es pésimo con las palabras, así no os sorprendais si os dice algo hiriente, de cabello azul atado en una coleta alta y tiene aficiones asiáticas, ya que es de japón. «Eso último es mentira, pero si se los explico, sería demasiado incómodo para ambos. Mejor me guardo el cómo nació Yu...»
–Ya veo. Es igual que tú.
–No. No del todo. Sus padres son totalmente japonés.
–Entiendo.
–¡Noona, deja de preguntarle esas cosas a esa cualquiera como si fuera parte de nuestra familia! –Señaló Ha-neul.
–Ha-neul... Aun sigues con lo mismo... –Dijo triste Min Hwa.
–Déjala. He oído peores insultos que ese.
–Entonces ¿no sé por qué una mocosa como está esta aquí? –Recalcó Ha-neul.
–La Inocencia es indiscriminada cuando se trata de elegir a sus Acomodadores. –Dijo Selene con un poco de frialdad– Tengan la seguridad del equipo que me fue asignado es muy capaz y esta bastante bien calificada para completar la misión.
–N-no, eso no es lo que quise insinuar. –Dijo Riliane apresuradamente– Es solo que... la información que hemos reunido... muestra un problema bastante grande. Todos ustedes son simplemente niños... y podrían morir fácilmente.
–La misión que estamos a punto de discutir no se la diremos al resto de mis colegas. –Dijo Selene– Esto es entre J. Loyard-ajusshi y yo.
–¿Qué? –Riliane se quedó boquiabierto– ¡No, eso es imposible! ¡La reunión de Akumas, es enorme! –La volvió a abrazar, mostrando su preocupación por ella– De ninguna manera permitiré que te arriesgues de esa manera, y más si es por—
–Lo sé. –Dijo separándola de ella para verla al rostro rojo por contener las lágrimas nuevamente– Pero es algo que debo hacer, de lo contrario, todas vidas que fueron sacrificadas no podrían descansar. Y es lo mismo para Sir Sage Lemercier. Así que no se preocupe por mí porque estaré bien. En vez de lágrimas, sonría... –Le sonrío, no la habitual sonrisa que le provocaba esa reacción, sino una pequeña sonrisa sincera mientras limpiaba sus lágrimas que se formaron en sus lagrimales– Sonría sabiendo que estaré bien. Por favor, confíe en mis habilidades y no juzgue mi fuerza en función de mi edad.
–Sí. –Sonrío aunque algo torcida por las lágrimas.
–Eso esta mejor. –Dijo alejándose de su persona.
–Disculpe que cambiará la conversación al trabajo de inmediato. –Dijo Selene– Sería mejor si no me quedará aquí mucho tiempo. ¿Le han informado de esto a la Orden?
–Mis padres iban hacerlo, pero yo me negue. –Explicó Min Hwa– Les dije que no dijeran a la Orden sobre la información que hemos recopilado.
–Comprendo. –Entendio Selene los pensamientos de Min Hwa– Por eso, enviaste la carta para hacerme venir, ¿cierto? –Preguntó alzando una ceja.
–Qué bien me conoces, Renelle-nuna.
–¿Cómo no hacerlo? –Dijo irónica.
–Um... Renelle, si me permite... –Riliane dijo vacilante.
–¿Sí?
–¿Por qué... Min Hwa y tú no quereis decirle nada a la Orden? Quiero decir... ¿No son todos ustedes una sola organización?
Selene frunció el ceño y oscurecio su mirada –Es complicado con esos idiotas. Como podrá ver, los Exorcistas no tienen mucha confianza en nadie, y eso incluye a los altos mandos de la Orden Religiosa Negra. Y más en mí, por el contrato de sangre que hice con un Noah que traicionó a su familia por mí.
–Ya veo... ¿Así que realmente no podemos contarle a nadie sobre esta... reunión de Akumas?
–Por favor, no lo haga. –Selene se giro sobre sus talones– Me falta información de antecedentes. Y más porque esa habitación esta a nombre de un Akuma.
–¿Lo notaste? –Intervino Ha-neul.
–Desde que pise el hotel. Yo prefiero algo simple, pero para un Akuma que usa la piel de una nobleza sí. –Entrecerró los ojos– Hablenme de ella.
–Su nombre es SeoJoon J. Loyard. Y era nuestra hermana mayor. Nuestra familia ha sabido acerca de los Akumas y del Conde por un tiempo, desde que nos encontramos con algunos Akumas en uno de nuestros paseos nocturnos. SeoJoon los conocía, y cómo el Conde engañaba a aquellos que estaban desesperados para revivir a sus seres queridos en forma de Akuma. Sin embargo, hace un año, el prometido de Elluka murió en un accidente, y Elluka lo revivió con la ayuda del Conde.
–Así que SeoJoon esta muerta...
–S-sí. –Dijo Riliane entre lágrimas nuevamente– Nuestra primer hija... cayó en manos del Conde.
–Mira que matarse por un hombre... Es lo más estúpido que he oído. –Dijo sin el más mínimo tacto ante su pérdida.
–¿Qué fue lo dijiste? –Dijo molesta, tomándola del cuello de su chaqueta– Tal vez tú no sepas lo que es el tacto, pero respecta...
–Me burló de tu enojo, no de su dolor. –Dijo tosca, zafandose de su agarre– Yo también experimente la pérdida de un ser querido, pero eso no significa que deba tirarme de un barranco para seguidle. En vez de llorar por él y llamar al diablo, decidí vivir por ese ser querido, porque eso es lo que él hubiera querido.
Ha-neul se sorprendió de sus palabras e parecía controlar mejor sus emociones, aunque Selene percibió un ligero temblor en sus brazos mientras continuaba con su historia.
–SeoJoon ahora es un Akuma. Al principio, no teníamos idea, hasta que una mariposa rosa apareció y nos entrego un mensaje con toda la información que necesitamos saber.
–«¿Una mariposa...? ¡Sairi! ¡Esto es cosa de Yona! ¡Ella envió a alguien para que enviará el mensaje!» –Pensó.
–El prometido de SeoJoon había estado muerto por más de medio año, y asumimos que acababa de superar la muerte. Vivir con ella bajo el mismo techo... no podíamos decir que había cambiado. Una misteriosa mujer la visitó hace cinco meses, y SeoJoon... No, el Akuma, se transformó y atacó una vez que descubrió que era una Exorcista. Logró escapar. La misteriosa mujer mando a su guardián más fiel a investigar y descubrió que ahora está en Suiza. Mientras el guardián estuvo aquí, percibimos un crecimiento extraño entre los rangos nobles... extrañas desapariciones, un número creciente de negocios y personas turbias...
–¿Y el sirviente pensó que todos eran Akumas? –Adivinó Selene.
–Y lo son. Hasta ahora, no han hecho nada... pero el sirviente de esa misteriosa mujer asumió que habrá una catástrofe inminente.
–¿Dijo por qué?
–Simplemente dijo que las cosas van a empezar a suceder... El Conde está acelerando el ritmo.
–Por supuesto... ¿y dijo algo sobre cómo se suponía que debía lidiar con eso?
Los Señores J. Loyard intercambiaron miradas –Se le ocurrió una idea... pero es arriesgada.
–Aceptaré el desafío. Ya que este es un trabajo encomendada por la cabeza de los Lemercier.
–La idea es que te hagas pasar por SeoJoon en la fiesta.
–¿Y con eso le haréis saber que soy un Akuma y me dará la información?
–...Sí.
Selene maldijo por lo bajo. Un plan temerario, arriesgado y completamente infundado. Sin embargo, era completamente como Yona la ve. Si tenía buena suerte, y si todo salía bien... le daría a Selene una ventaja indescriptible. Y si no lo hacía, toda la operación se arruinaría y ella tendría que luchar para salir. Lo cual no sería demasiado difícil. Su corazón parecía latir desenfrenadamente ante la necesidad de destruir a los Akumas.
–Bien. Sigue con la historia.
–Bien. Su sirviente envio fotos de como es SeoJoon actualmente. Ella tiene más o menos tu edad. Unos años mayor, por supuesto... pero ustedes dos tienen más o menos la misma altura. El público simplemente piensa que Elluka está en Suiza para realizar estudios universitarios. No hay posibilidad que SeoJoon regresé. Sin embargo, nos dijeron que escucharon que Elluka ahora es una parte bastante... importante de la acumulación de Akumas en Suiza.
–¿En Suiza? –Repitió Selene, asombrada– Esta reunión... ¿también está ocurriendo en Suiza?
–Eso hemos oído...
Lo que significa que algo andaba muy mal. Toda Europa podría ser susceptible. ¿Hasta dónde había progresado el Conde con sus planes? ¿Y la Orden no sabía nada al respecto? Una ola de molestia se apoderó de ella. No es de extrañar que el Conde estuviera tan seguro de que ganaría, cuando todo el Vaticano todavía no tenía ni idea. Pero no se espero que Yoona diera un paso adelante de él.
–Bien... –Dijo Selene, frustrada, pasándose la mano por el cabello– Acepto el trabajo, no por la Orden ni mucho menos lo hago bajo ese idiota Vaticano que me compró, sino lo hago por alguien que consideró una madrina para mí. –Dijo finalmente.
Riliane caminó hacia ella y colocó sus manos sobre sus hombros.
–Podrías morir fácilmente. –Dijo con voz firme– Tienes diecisiete años, pronto a cumplir la mayoría de edad, deberías estar en fiestas, reuniones, liderando tus compañías... ¡Dios sabe qué! ¿Por qué estás tan dispuesta arriesgar tu vida al tomar este trabajo?
–Riliane... –Dijo Gejutel, tratando de aplacarla.
–Porque tengo una deuda pendiente conmigo misma. –Interrumpió Selene, su mirada era firme– Y no pienso descansar hasta haber zanjado esa deuda pendiente. Bailes, vestidos pomposos, joyas, lujos... nunca fueron de mi interés ni de ninguno de mis compañeros. Nosotros no estamos familiarizados con ese tipo de vida. Tengo fe y esperanza en ellos y en su fuerza. Porque su fuerza es la mía y creo en ellos. Por eso debo seguir luchando para que vosotros, los que no podais luchar estén a salvo. Y el que estéis colaborando con la Iglesia, son obstáculo para el Conde, el cual debo proteger. El que sigais viviendo es mi verdadera recomenza. Por eso –Junto ambas manos debajo del abdomen e inclinó la cabeza hacia ellos– les pido que confíeis en mí y mis compañeros.
Riliane parecía apenada, pero no dijo nada más, para alivio de Selene. En cambio, llevó una mano a la cara de Selene y alzo su mirada, examinándola, mientras su expresión cambiaba a una de negocios.
–Tu estructura facial es muy parecida a la de SeoJoon. –Dijo Riliane– Y también de carácter, fortaleza y espíritu. Tal como debe ser una princesa japonesa de la Era Meijin.
Selene se sorprendió por el repentino escrutinio.
–No eres la persona que dices ser, pero no lo preguntaré. Sino lo hice antes, mucho menos pienso hacerlo ahora. Volviendo a la conversación, los ojos de SeoJoon eran rosa, cerca del color de tus ojos. Su cabello era castaño rubio, pero podemos darte una peluca. ¿El baile, supongo que irán tus amigos?
–Así es. –Dijo firme.
–¿Cuántas chicas y cuántos chicos son?
–Cuatro chicos y tres chicas.
–¿Van a ir todos en grupo?
–No... La idea es ir en parejas. La primera pareja es Saori con Allen Walker-chan, la segunda pareja es Lavi Bookman con Lenalee Lee y la tercera pareja soy yo y Yu Kanda-san, –Dijo colorada por eso– y Nea, mi guardia, como chaperón.
–Ya veo... –Los ojos de Riliane se nublaron mientras pensaba– Las otras dos chicas...
–Lenalee y Saori.
–Sí, ¿también son asiáticas?
–Lenalee, sí. Saori, no. Es griega.
–Ya veo. Bueno, entonces, para sus vestidos...
–«Así que eso es en lo que estaba pensando tan intensamente. En los estúpidos vestidos...» –Arqueo ante ese pensamiento.
–Estás un poco más pálida que SeoJoon. Tendremos que maquillarte mucho. Para tus amigas... yo me encargaré de todo. Gejutel, amor, ¿te encargarás de los chicos?
–Por supuesto.
–¿Y asumo que tu compañero te acompañará? ¿O lo hará Kang-Dae?
–Yo no tengo problemas, eomeoni. –Se ofreció Kang-Dae, esforzándose por entender la fluida conversación.
–Te lo agradezco, pero primero quiero ir como el futuro heredero de los Lemercier. Luego iré como SeoJoon.
–Entiendo. –Dijo comprensible ante los disturbios de su familia.
–Bueno, te acompañaremos al baile. Kang-Dae, acompañarás a los amigos de Renelle mientras Renelle es la pareja de Min Hwa, Ha-neul, acompañarás a los demás. Una vez que te pongas el traje de SeoJoon, preséntalos como tus amigos del extranjero. Si se supone que no se conocen, entonces dos de ustedes no deben mezclarse. ¿Entendido, eolin-i?
–Sí, eomeoni. –Dijo en unión Min Hwa y Ha-neul.
–Renelle regresa a las 4:00 de la tarde para prepararlos. La fiesta es a las 8 pm.
Selene frunce el ceño –No creo que sea tiempo suficiente... Si es que me entiende, Riliane-ajumma. –Dijo tímida mientras se frotaba el brazo izquierdo.
–Tienes razón. –Comprendio Riliane su punto– Es posible que necesitemos más que eso... –Reflexionó por un momento– Vengan a las tres y media.
Selene ahogó un gemido por respeto. Miró el reloj, considerando apropiado irse.
–Me iré ahora. Mis compañeros estarán queriendo saber los detalles del baile...
–Oh, sí, olvidé decírtelo... Ha-neul señalará a la noble con el collar a tus amigos. –Dijo Gejutel– De esa manera, los otros Akumas, si están aquí, posarán su atención en ti.
–Eso estará bien. Sin embargo, tengo una pregunta. Allen-chan tiene la capacidad de ver Akumas y yo de sentir su aura, y en el camino aquí, notó que no hay ninguno en esta ciudad. ¿Alguna idea de por qué?
Ha-neul hizo una mueca –Kang-Dae jidoleul gajyeowa. (Kang-Dae, tráeme un mapa.)
–¿Waeyo? (¿Por qué?)
–Sikineun daelo hae Ha-neul. (Sólo haz lo que dice Ha-neul.) –Le dijo dulcemente Min Hwa.
Kang-Dae salió de la habitación, confundido, y regresó con un mapa del país, que colocó sobre la mesa. El grupo lo estudió detenidamente.
–Estamos aquí, un pequeño pueblo justo en las afueras de Seúl. –Señaló un punto cerca de la parte noreste del mapa– La mayoría de las familias que viven aquí son nobles, y la ciudad se usa principalmente para fiestas, reuniones sociales...
–La sociedad de la aristocracia. –Dijo Selene a la ligera.
Ha-neul frunció el ceño ante su cruda redacción –Algo así. Hanok, por supuesto, es la ciudad más poblada. Mi suposición es que tantos Akumas acuden a Hanok, ninguno se molesta en establecerse aquí. Pero muchos vienen para las reuniones.
–Eso es bueno. Un problema menos.
–Murmuró Selene– Esto será más fácil para nosotros movernos. Gracias, eso es todo lo que necesitaba saber. Más detalles sobre la reunión de los Akumas me lo pueden dar más tarde; será mejor que regrese antes de que me echen de menos.
–Te acompañaré hasta la salida.
–Ofreció Ha-neul.
–No hace falta. Conozco el camino. –Dijo modesta– Nos vemos en un par de horas. –Se retiro.
Ha-neul caminó rápidamente por el elegante pasillo y las escaleras de mármol.
–El chico que te acompaña... –Comenzó a decir lentamente.
–Ve al grano. –Pidió Selene que fuera directa, porque conocía esa mirada de interesada en algo y no se cansará hasta obtenerlo.
–Bien... –Boto el aire que estaba conteniendo en sus pulmones– ¿Ustedes dos... están realmente saliendo? –Sus ojos azules brillaron extrañamente.
–«Sí, esa es la materialista e interesada Ha-neul, que solo le interesa quedarse con todo lo que ve y no le importa a quien deba despedazar para obtenerlo.» –Penso al ver su mirada.
–¿Sí o no? No tengo tu tiempo.
–Dijo molesta con solo su presencia.
Selene le vio molesta mientras una vena pulsante apareció en su cien por su comentario. En eso, su expresión cambia por una confiada –¿Desde cuando YO, LA FUTURA REINA DE FRANCIA, debo de darle explicaciones a las interesadas como tú? –Dijo aclarando sus estatus sociales.
Ha-neul tomó mal esa estática porque no logró lo que quería, así que cambió de estrategia.
–¿Es japonés, como tú?
–¿Eso no es obvio? –Dijo obvia– Se lo mencione a Min Hwa-unni. –Le vio estoica.
–Tus estúpidos jueguecitos me están hartando... –Dijo cansada de sus juegos.
–Te dije que fueras directa al momento que pusiste esa estúpida mirada de interesada. –Fue sincera con ella.
–Muy bien. Como quieres que sea directa, te lo diré... ¿Ustedes dos realmente están saliendo? ¿O solo estás jugando con él al igual que con los otros con los que salías?
La mirada estoica de Serenity cambio a una gélida –Punto n¹. Eso no es de tu interés. Y punto n². Yo no soy como tú. Fría, hueca, materialista, falsa, amargada y resentida de tu hermana SeoJoon. Y ni trates de ocultarlo, tu rostro y el tiempo que pase con ustedes fue más que suficiente para darme cuenta que la odias por ser la consentida de tus padres.
–¿Entonces qué harás para cuidarlo? –Dijo segura de si misma y de su belleza.
–¿Disculpa? –Le encaró molesta por su actitud.
–Solo mírate y basta para compararnos. –Se burló de ella y su apariencia– Aunque ambas nacimos en este mundo aristocrático, ambas somos muy diferentes. Yo tengo porte, estilo, modales y clase. En cambio tú, tú eres una corriente sin vergüenza, sin modales y vil vulgar ladrona asesina que mataba para comer en ese mugroso y corriente teatro de mala muerte. Y un tipo atractivo como él no necesita a... –Miro arriba abajo de Selene– alguien como tú.
Selene sintió que la furia y los celos le quemaban las venas al rojo vivo. Mantuvo lo que más se pudo para controlarse y de no golpearla.
–Así que... no lo olvides. No lo descuides o podría quitártelo. –Dijo Ha-neul con una sonrisa traviesa.
–Quiero ver que lo intentes. –Dijo Selene, caminando sola hacia la puerta. Se dio media vuelta– Nosotros, los Exorcistas, tenemos trabajo que hacer, no relaciones que entablar. –Agregó.
–Estoy seguro de que a Sir Kanda no le importaría un poco de... sabor a su vida con una verdadera mujer. –Dijo haciendo explotar la bomba.
El sonido de su mano sobre la mejilla de Ha-neul hizo eco, la mirada atónita de Nea y la sorprendida de la coreana fue una escena poco peculiar, difícil de olvidar.
–¡Yu no es como te lo imaginas! –Ha-neul toco su mejilla– Él podrá ser lento en algunas cosas, pero eso es porque nadie se lo explico o le enseño hacerlo. Él no tuvo una vida fácil ni mucho menos el resto de nosotros. Y eso es lo que nos une... Porque compartimos el mismo sentimiento. ¡Así que no vuelvas a decir que eres mejor partido para Yu que yo, cuando ni siquiera lo conoces como yo si lo hago!
Dio media vuelta y desapareció entre la multitud, ajustando la capa sobre sus hombros mientras Nea la seguía a una distancia prudente, Sodom iba sobre el hombro de Nea a una distancia segura de su mal humor junto con él. La ira y la ansiedad formaban espuma en su pecho como un brebaje mal preparado. Pensar que un cliente podría hacerla sentir tan perturbada.
Celos. Un sentimiento tan corrupto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro