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Noche II: Otra vez, la destrucción de la Orden

Marie miró hacia las grandes puertas dobles que conducían al laboratorio. Todos los demás hicieron lo mismo, anticipando a la persona que cruzaría esas puertas en cualquier momento.

–¡HIHIHIHI! ¡HIHIHI! ¡HIHIHIHI! –La voz siguió riéndose mientras los Exorcistas y los científicos contenían la respiración, mirando fijamente a la puerta. Solo el sonido de un trueno lejano acompañó las risas histéricas.

Después de unos segundos de asfixia, las grandes puertas dobles se abrieron en la oscuridad. Una sombra apareció en la puerta. Muchos entrecerraron los ojos para ver quién era. Allen y Serenity, por otro lado, reconocieron al individuo de inmediato.

–¿Jef...? ¿Jefa de enfermeras...? –Allen dio un paso adelante para ver más claro– ¿Jefa de Enfermeras...? Ah, sí. Es ella.

–Es verdad. –Segundo Selene.

–Allen, Renelle ven bastante bien en la oscuridad. –Comentó Johnny, todavía tratando de entrecerrar los ojos a la enfermera jefe.

–Ahh... –Allen volteó con una sonrisa que no llegó a sus ojos sombríos– Durante mis años de entrenamiento,  éramos tan tacaños que desarrollé visión nocturna.

Selene gruño por lo bajo. La forma de entrenamiento de Cross fue dura, pero sus condiciones de partida fueron las peores.

La Jefa de Enfermeras caminó hacia él temblando levemente y hundiendo sus dientes en la dura y roja carne del brazo izquierdo de Allen. Allen se congeló, al igual que el resto del grupo.

Un científico con rápidos reflejos agarró a la enfermera y la apartó de Allen.

–¡¿Qué pasa, Jefa de Enfermera?!

–¿Eh? ¿Está enojada? ¡¿Por qué está enojada?! –Preguntó Lavi sudando.

–Moyashi, no te habrán echado de la enfermería, ¿verdad? –Kanda señaló con un pequeño dedo acusador a Allen.

Allen, con cicatrices mentales, fue retirado por Reever –En realidad, ya me habían tirado. ¡Y, me ha mordido! Morder a la gente no es normal, ¿no? –Objetó.

–¿Qué has hecho, Allen? –Reever cuestionó desde abajo.

–¡Qué! ¡Tú tampoco, Reever! –Allen se quejó.

Miranda se acercó a la jefa de enfermeras, forcejeando con el agarre del científico.

–¡GRAHHHHHH! –La matrona gruñó.

–Wow, eso suena fatal. ¿Se ha resfriado, Jefe de Enfermera? –Preguntó Miranda con preocupación mientras se acercaba a la enfermera que luchaba.

Lanzándose hacia adelante, la Jefa de Enfermera muerde el cuello de Miranda.

–WAHHHH

–¡¡Jefa de Enfermera, ¿qué haces?!!

La multitud actuó rápidamente, separando a la Jefa de Enfermeras y Miranda 50 metros uno del otro. Miranda se derrumbó completamente blanca y Marie la abrazó, no queriendo que cayera al suelo en estado de shock, la jefa de enfermera gruñó ferozmente.

–¡¿Por qué estás tan alterada, Jefa de Enfermera?!

–¡Babea! ¡Está babea por todos los lados!

–¡Tranquilidad! ¿Podemos hablar de eso? –Los miembros del departamento de ciencias trataron de sujetar a la jefa de enfermeras.

–Miranda, ¿estás bien? –Marie se arrodilló junto a Miranda mientras los científicos luchaban con la Jefa de Enfermera y se escucharon varios sonidos de mordiscos.

–Miau~~

–Qu... Qué miedo… –Susurró Miranda, sosteniendo su cuello. Sintió que su propio corazón latía frenéticamente y una extraña sensación se apoderó de ella.

Marie se estremeció cuando Miranda de repente se volvió hacia él. Su expresión estaba extrañamente en blanco.

–¿Miranda? Tu corazón suena...

Kach

En un abrir y cerrar de ojos, los dientes de Miranda estaban en el cuello de Marie.

–...extraño...

Marie se sonrojó de un rojo tomate y la multitud de testigos simultáneamente se miraron sorprendidos y los miraron boquiabiertos.

–¡¿EHHHH?!

Con un fuerte chasquido, el cable de alimentación principal de los auriculares de Marie se rompió.

–¡Miau! (¡Marie!) –Gritó Lenalee.

–¡Hey, Marie! –Kanda gritó.

De repente, Marie agarró la muñeca de Kanda y lo levantó.

–¿Eh? ¿Qué intentas hacer... –Kanda lo miró, la cara de Marie se veía de alguna manera muy aterradora y él también babeaba– ...Marie?

–¡¡KYAAAA!! –Saori se volvió hacia el grito del otro lado, donde muchos científicos que antes sujetaban a la jefa de enfermeras empezaron a morder a otros científicos. Los que fueron mordidos luego se volvieron y mordieron a otros.

–¿Qué pasa? ¡Oye! –Preguntó Allen mientras estaban apoyados contra una pared.

–Algo, algo raro está pasando. –Reever respondió inútilmente.

–¡¿Qué les pasa a estos tíos?! –Lavi les gritó a los otros que estaban actuando como zombis.

–Por favor, échale un vistazo a la puerta. –Link le dijo a Allen.

El Exorcista abrió mucho los ojos cuando más personas entraron al laboratorio. Todos se veían extraños, con los ojos agrandados de forma poco natural, las venas apareciendo en sus frentes y babeando incontrolablemente.

–¡¡No son ellos mismos...!! –Kanda exclamó mientras pateaba a Marie para liberarse de su agarre.

En una fracción de segundo, cada persona afectada se abalanzó sobre el grupo cuerdo restante. Sus gruñidos y rugidos inhumanos eran ensordecedores.

¡Dark Boots! –Lenalee activó sus Dark Boots y voló por los aires para evitar a los infectados, agarró a Kanda, Lavi y Bookman.

¡Sairi! –Selene saco, batió sus alas y voló hacia arriba para luego sacar su abanico, usa una de sus técnicas e extiende sus cintas haciendo que Saori, Alma y Daisya la agarran. Allen uso su capa para cubrir a todos antes de devolver a los infectados.

Miraron al grupo que quedaba en el suelo, pero ya no eran visibles. Las personas anormales han formado una montaña en el grupo.

–¡¿Miau?! (¡¿Qué haremos con Allen-kun y los demás?!) –Lenalee parecía sorprendida.

–¡Tsk! ¿La multitud les ha atrapado? –Kanda frunció el ceño, buscando a Allen y a los demás.

–Lo siento, de veras. –La luz brillaba entre los cuerpos apilados– ¡¡Crown Clown!!

Los cuerpos salieron volando y de la pila emergió Allen, vestido con su capucha blanca y brillante.

–¡¡De veras que lo siento!! ¡¡He intentado no haceros daño!! –Allen se disculpó.

–¡Corre, Allen-chan! –Selene gritó agarrando a Allen y tirando de él a través de la cinta para que dejará de disculparse con la gente.

Junto con Lenalee, Bookman y Kanda, el grupo salió corriendo del laboratorio a través de una abertura.

–¡Ahí vienen!

–¡¿Qué demonios pasa~~?! –Reever apretó los dientes, mientras corría y cargaba a Johnny, quien todavía no podía correr.

Mientras el grupo corría por pasillos y callejones, el anormal emergió de todos los rincones y grietas del Cuartel General. Gruñeron y chasquearon los dientes. El grupo perdió a otro científico sin nombre ante las bestias.

El grupo cuerdo de humanos restantes corrió sutilmente a un almacén olvidado, en un rincón profundo y húmedo del Cuartel General.

Cerrando la puerta en silencio detrás de él, Allen se giró para mirar por el panel de vidrio en la mitad superior de las puertas. Kanda saltó para pararse sobre los hombros de Bookman y Lavi se colgó de los brazos de Allen para ver afuera. Sus ojos iban de izquierda a derecha, observando a las bestias salvajes pululando por los pasillos.

–¡¿Qué les pasa a esos tíos?! –Preguntó Kanda irritado.

–Se están apeloteando y todo. –Señaló Lavi.

–Y muy rápido. –Dijo Allen.

Los científicos restantes se sentaron contra las cajas junto a la pared, jadeando y secándose el sudor de la frente. Lenalee, Saori, Serenity, Nea, Alma y Daisya se hundieron en el suelo exhaustos por tanto correr.

–¡¿Podría ser otro ataque del enemigo?! –Link especuló, su rostro lleno de seriedad, como de costumbre.

–No... ¿Cómo lo diríamos...? –Murmuraron los científicos en voz baja, su instinto les indicaba el criminal más plausible.

–Tenemos la sensación de que tiene algo que ver con nuestro residente de pelo risado... –Murmuró Reever e hizo una mueca, teniendo una sensación siniestra.

Allen se giró, se quitó a los dos niños de los brazos y se dirigió a las cajas para descansar un poco. Los dos chicos lo siguieron.

–Si te muerden, la infección se transmitirá a través de la herida. Ten cuidado.

–¿Infección? –Kanda repitió.

–¿Cómo sabes que es eso...? –Preguntó Allen.

–Porque yo creé el virus.

Allen y Kanda se dieron la vuelta. Allí, entre dos cajas escondidas en la oscuridad, vieron que era Komui, junto con su nuevo Komurin Ex, que se parecía mucho al propio Komui.

–¡Cogedle! –Reever acotó en una instancia. Señaló con un dedo autoritario al hombre chino. Sin embargo, los demás actuaron ante su mando. Allen lo agarró de los brazos, Kanda lo pateó, Lavi agarró una de sus piernas mientras Nea agarraba la otra, Bookman, Alma y Daisya se sentaron encima de él y Johnny y Rob sujetaron una cuerda.

Lenalee, Saori y Link se quedaron a un lado, observando los eventos como si se desarrollara un drama mientras el párpado de Selene comenzó a temblar molesta ante la situación.

La tormenta golpeó sin piedad contra la alta torre. Relámpagos y truenos golpearon contra el acantilado. Fuertes vientos azotaban en todas direcciones, arrancando hojas de las ramas y arrojando pequeñas rocas y arena.

Komui jadeó, mientras volvía a subir las gafas con una mano –¿Estáis diciendo de que todo esto es mi culpa? ¡Cómo es posible! –Dijo.

Komurin Ex había capturado y atado a Allen, Lavi, Bookman, Kanda, Reever, Johnny y Rob a una caja grande usando la misma cadena de hierro. Varios chichones hinchados se asentaron sobre sus cabezas. La caja detrás de ellos estaba llena de agujeros circulares del tamaño de balas y se veían expresiones de trauma en todos sus rostros.

–Así que, ¿eso es lo que pensáis de mí? ¡Pues muy bien! ¡Ya lo pillo! Dispárales, Komurin EX. –Komui lloró y puso mala cara, mientras le ordenaba a su robot que les disparara.

–E.E.E.X. –El gran robot, hecho con la apariencia de Komui, dio un paso adelante. Sostenía una ametralladora, producida a partir de su propio abdomen.

–¡¡Ya nos has disparado!! –Kanda escupió.

–Qué… fuerte… –Murmuró Allen. Fue el más lesionado del grupo.

–¡¡ES NORMAL QUE SOSPECHEMOS DE TI!! ¡¡¡ESTO ES LO QUE HACES PARA GANARTE LA VIDA, ¿VERDAD?!!! –Reever exclamó enojado.

Lenalee parecía sorprendida por el escenario y Link también los miró boquiabierto.

Lenalee corrió hacia el robot y lo sacudió violentamente –¡Miau, miau, miau! (Suéltalos, Nii-san!) –Le gritó a Komui.

–Komui giró la cabeza– ¿'Miau'?

Al instante, Komurin Ex sacó todo su arsenal y apunto al grupo atado.

–¡¿A qué coño habéis estado jugado con mi Lenalee...?! –Preguntó Komui a Allen y Lavi, un aura muy intimidante rodeándolo.

–Es difícil de explicar… –Lavi trató de calmarlo.

Selene tuvo suficiente. Golpeó a Komurin Ex, mandándolo a volar, luego agarró a Komui por el cuello y siseó tranquilamente, con una expresión muy oscura:

–Me importa un carajo tus fantasías pervertidas. Más importante aún, ¿qué diablos vas a ser con la infección?

–¡¡¡Eso es!!! –Intervino Allen.

Komui comenzó a sudar nerviosamente y luego dijo, cuando Selene lo soltó y puso su rostro en un puchero –Debería ser yo el que preguntará eso. ¿No fueron Reever y los demás los que me lo confiscaron y lo escondieron?

–¿Ehhh?

–Umm...

Reever frunció el ceño y sacudió la cabeza –Perdona. Te hemos confiscado muchas cosas, Shitsuchou, pero cuál era...

–Vamos, ¿recuerdas aquella vez cuando trabajábamos toda la noche? –Komui todavía hizo un puchero.

–¡Aah! ¡¿Eso es?! –Reever recordó de repente– ¡'Komuvitan-D'!

–Es una receta que te quita todo el cansancio y así podemos seguir trabajando. –El científico sin nombre recordó.

–Es tan poderoso que también te quita toda la razón y la lógica. –Johnny asintió.

–Fue un tratamiento completamente inútil para los zombies trabajarán horas extras... –Agregó Reever.

Komui volvió a subirse las gafas –Dejemos a parte los cómos y porqués por ahora. ¡¡Esto interfiere por completo en nuestro plan de traslado!! –Dijo, todo emocionado– Si hay anticuerpos para la infección, podremos detenerlos. –Se aclaró la garganta– Debería haber una fuente de infección a la que se le inoculo el virus 'Komuvitan-D'. ¡¡Y los anticuerpos solo lo pueden fabricar ellos!!

–¡EEH!

Komui señaló con un alto y poderoso dedo hacia el techo –¡Señores! ¡Encuentren esa fuente tan pronto como sea posible para que podamos seguir con el traslado!

–¡¿NO HICISTE ANTICUERPO?! –Reever y Johnny preguntaron en estado de shock, y sus rostros se desplomaron.

«Informaré de esto al Inspector Lvellie...» –Link pensó enojado.

«Lo sabía. ¡El combo Komui+ciencia es la causa...!» –Lavi y Kanda pensaron enojados en unión, mirando a Komui.

«¿Pero no me mordió la Jefa de Enfermera? ¿Me salve por el brazo izquierdo...?» –Pensó Allen y tuvo una sensación ominosa. Mientras tanto, Lenalee y Nea retuvieron a Selene, que quería golpear a Komui.

–«Algunas personas realmente solo están vivas porque sería ilegal matarlas. Oh, lo que sea, es más fácil pedir perdón que pedir permiso...»

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