Cuando llegaron al bosque, no demasiado lejos de la casa de Jackson, Becca estaba al borde de la desesperación. Jackson solo respondía con monosílabos y a duras penas podía sostenerse. Estaba temblando, sudaba y el brazo con el que se aferraba a ella no era más que un peso frío. Por si fuera poco, tenía la camisa empapada de la sangre de Jackson a la altura del hombro.
Entonces, divisó las figuras de Lincoln, Skyler y Douglas correr hacia ellos a gran velocidad. Los ayudaron a llegar a casa a pesar de las protestas de Becca de ir a un hospital.

- Hemos tenido un accidente en las ruinas - explicó ella - hace como una hora que tiene la estaca en el hombro!

- Skyler llama al médico de la manada de este lugar! - habló Lincoln por el link.

Ella asintió e hizo lo que le pidió.
Douglas miró a Becca preocupado por sus heridas.

- Te duele?

- No te preocupes, mejor ayuda a Lincoln!

Lincoln y Douglas, uno de cada lado, ayudaron a Jackson a ir a su habitación.

Al cabo de un rato vino un doctor y se metió allí dejando a Skyler ayudando a Becca a curar los raspones.

- No sería mejor que lo llevéis al hospital? - preguntó Becca.

- El doctor sabe lo que hace - respondió Skyler tranquila - ahora deja que te venda las manos!

Cuando subieron a la habitación vieron a Jackson discutir con el doctor mientras Lincoln y Douglas se llevaban las manos a la frente.

- Ponle la anestesia de una vez - dijo Lincoln.

- No lo hagas - protestó Jackson - te mataré si lo intentas!

- Que sucede? - preguntó Becca desde la puerta - hay algún problema?

Skyler supo inmediatamente de que iba todo.

- El único problema es que mi hermano es un auténtico zoquete - dijo lo bastante alto para que Jackson pudiera oírla.

- El doctor dice que la herida no es grave - dijo Lincoln acercándose a ellas - pero puede ponerse fea si no se la limpia en profundidad. El trozo de madera a quedado alojado entre la clavícula y la juntura del hombro; tienen que ver la herida para poder extraer las astillas o puede infectarse pero Jackson se niega a que le pongan la anestesia!

Becca echó un vistazo dentro de la habitación y comprobó que Jackson tenía un color horrible, temblaba como un perro mojado. Sus miradas se cruzaron; Jackson parecía tan orgulloso, exhausto y abatido que Becca no pudo evitar supirar.

- Tu y yo vamos a hablar!

- Quieres seguir discutiendo? - preguntó él con aspereza.

- Podeís dejarme un rato a solas con él? - dijo Becca a los demás.

- Claro - asintió Skyler - creo que eres la única que podrá convencerle.

- Si no lo haces puedes darle en la cabeza; de una u otra forma quedará inconsciente! - dijo Lincoln.

<< No me tientes - pensó Becca con una sonrisa >>

Los cuatro salieron dejándolos solos con la esperanza de que lo consiguiera.
Una vez que estuvo a solas con él, Becca se acercó a la cama. Frunció los labios al ver la estaca clavada en el hombro; como no había una silla libre, se sentó con cuidado en el borde del colchón.

- Porqué no quieres la anestesia? - preguntó preocupada mirándolo a los ojos.

Él apartó su mirada; no quería verse más vulnerable de lo que ya estaba.

- No me cuentes si no quieres - siguió Becca tocando su mano; al ver que no la apartaba deslizó sus dedos vendados por la palma fría de Jackson - necesitas la anestesia para que no sientas dolor.

Jackson volvió la mano y tomó la de ella con una delicadeza que hizo que Becca se estremeciera. Era una sensación de alivio, como si todo encajara; ambos contemplaron sus manos entrelazadas, conscientes del calor que las unía. Becca contempló su rostro parcialmente vuelto de costado.

- Jackson... - dijo ella en un tono suave - deja al doctor que te la pongan, cuando despiertes te encontrarás mejor!

Él rió con amargura y luego se quedó mirándola con curiosidad. Ella a duras penas podía creer que estuviera sentada en el borde de la cama sosteniendo la mano de aquel que tanto daño le había hecho.

- Confía en mí - insistió Becca.

- Porqué?

- Porque puedes!

Jackson sacudió la cabeza levemente sin apartar los ojos de ella. En un primer momento, Becca pensó que se estaba negando pero resultó ser que solamente estaba extrañado de su comportamiento.

- Está bien - masculló - que me la pongan!

Antes de que Becca pudiera avisar al doctor, Jackson volvió a hablar.

- Mirate las manos... - dijo fijándose en los dedos vendados de Becca, la punta de su pulgar rozó suavemente la superficie de las uñas de la joven.

- No es nada - respondió ella - tan solo unos rasguños!

- Gracias por sacarme de las ruinas - dijo cerrando los ojos y cogiendo la mano de Becca apoyó la palma contra su mejilla - eres mi ángel, lo sabías?

- Tú habrías hecho lo mismo en mi lugar - contestó ella.

Jackson bosquejó una sonrisa; la sensación de aquel rostro en su mano provocó en Becca una ternura tan intensa que se regañó y tuvo que recordarse a sí misma que él ya no era su novio. Notó que Jackson la miraba y sintió una conexión íntima y estremecedora entre ambos. Al final se apartó y abrió la puerta dejando entrar al doctor para que pudiera empezar con su trabajo.

Skyler, Lincoln, Douglas y Becca se reunieron abajo; todos estaban tensos y ésta última se rodeó con los brazos la cintura.

- Tranquilas - dijo Lincoln - el doctor lo curará y se recuperará rápido.

Skyler abrazó a Becca.

- Me alegro de que estés bien - dijo Skyler - gracias por ayudar a mi hermano!

Becca asintió; Skyler retrocedió y esbozó una sonrisa.

- No le pasará nada, ya verás.

- Eso espero - suspiró apretándose los dedos con fuerza.

~ 💜 ~

Una vez que el doctor terminó, Jackson durmió el resto del día.
De vez en cuando se despertaba para beber caldo; todos se dedicaron a cuidarlo. Jackson no podía dejar de soñar, retorciéndose acalorado y angustiado mientras una alucinación tras otra sucedía. Solo consiguió calmarse cuando le pusieron un paño frío y húmedo en la frente y una presencia amable y tranquilizadora se puso a su lado.

- Skyler? - balbuceó confuso.

- Chist...

- Tengo calor - murmuró con un suspiro de dolor.

- No te muevas!

Apenas si se dio cuenta de las dos o tres veces que le cambiaron el paño. Un frescor sobre su frente... una mano suave sobre su mejilla...

Cuando se despertó al día siguiente estaba cansado y con fiebre.

- Tienes un poco de fiebre - dijo Lincoln en la mañana - el doctor nos a dado antibióticos para bajartela. Lo bueno es que no tienes infección; descansa y mañana estarás mejor!

- No voy a quedarme en la cama todo el día - protestó Jackson.

- Tendrás que hacerlo - dijo Lincoln en tono alfa - los huesos no te soldaran bien si te mueves todo el tiempo!

Jackson frunció el ceño y se rascó la cara haciendo un gesto de dolor al mover el brazo.

- Donde está Skyler?

- Se a ido a comprar con Douglas y yo voy ahora para ayudarles pero antes te e traído el desayuno! Quieres que llame a Sophie?

- No!

Jackson pensando un poco se atrevió a preguntar por la persona que realmente deseaba ver; la persona que no se había molestado en ver como se encontraba o preguntar por él, después de que le dijera que confiara en ella.

- Donde está Becca?

Lincoln se sorprendió.

- Quieres que Becca venga aquí?

- Sí - dijo asintiendo muy convencido.

- Está bien, hablaré con ella - dijo Lincoln saliendo de la habitación.

Una vez que se hubo lavado y con mucho esfuerzo, Jackson volvió a la cama. Estaba dolorido y le costaba mantenerse en pie, cosa que lo enfurecía; tomó el desayuno que le había dejado Lincoln mientras contemplaba la puerta de su habitación con aire taciturno. Donde estaba Becca? Y si no quería estar con él? Había dicho que confiara en ella; lo había convencido con la anestesia para abandonarlo a continuación?

Bueno, pues Jackson ya no deseaba su compañía. Si se dignara a aparecer, la echaría y le diría que preferiría estar solo a estar con ella en la misma habitación. Le...

- Jackson?

A Jackson le dio un vuelco el corazón cuando la vio en la puerta; Becca sostenía un libro en una mano y un vaso lleno de un líquido pálido en la otra.

- Como te encuentras hoy?

- Aburrido - contestó él - por qué has tardado tanto?

- Creía que estabas durmiendo todavía - dijo entrando en la habitación y acercándose le dio el vaso con el líquido - tienes que beberlo.

- Que es?

- Medicamento para la fiebre.

Jackson ingirió aquel brebaje amargo mientras observaba como ella recorría el cuarto. Becca abrió la ventana para dejar entrar un poco de aire fresco; cuando regresó a su lado, le puso la mano en la frente para tomarle la temperatura.
Él la cogió de la muñeca para evitar que se moviera; de repente se dio cuenta de algo y la miró fijamente.

- Fuiste tú - dijo - fuiste tú quién vino anoche!

- Que?

- Tú me pusiste el paño húmedo en la frente varias veces!

- No se de que hablas - murmuró mientras veía como Jackson entrelazaba sus dedos con los de ella.

Sin embargo, ambos sabían que era cierto. El aire melancólico de Jackson se desvaneció casi por completo, sobre todo cuando vio preocupación en la mirada de Becca.

- Como están tus manos? - preguntó cogiendo sus dedos para inspeccionarlos.

- Mucho mejor - contestó ella - Lincoln me a dicho que querías mi compañía!

- Sí - se apresuró a responder él.

- Muy bien!

Jackson deseó abrazarla e impregnarse de su aroma. Becca desprendía un olor limpio y ligero; su favorito, el de su mate.

- Quieres que te lea un poco? - propuso ella -  e traído una novela. Te gusta Desde las sombras?

El día estaba mejorando ostensiblemente.

- A quién no?

Ella se sentó en una silla junto a la cama.

Jackson contempló su rostro; estaba un poco pálida y tenía ojeras debido, sin duda, a las numerosas visitas que le había hecho a lo largo de la noche.

- Pareces cansada- dijo sin rodeos - es por mi culpa, lo siento!

- No tienes que disculparte, todos hemos cuidado de ti, incluso Douglas!

El semblante de Jackson se ensombreció.

- Porqué tenías que traerle aquí?

Becca se molestó por el tono que usó y se levantó de la silla.

- Deberías dar gracias en vez de enfadarte. Quizá debería irme!

- No! - respondió Jackson rápidamente indicándole con la mano que se quedara - no te vayas; necesito compañía - viendo que Becca seguía dudando, añadió - y además tengo fiebre!

- Muy poca!

- Quedate Becca! Ibas a leerme, no?

Jackson reaccionó con sorpresa al ver a Becca sentarse otra vez y abrió el libro por la primera página.

- Desde las sombras - leyó - Con el demonio adentro. Parte I.

- Espera!

Becca expectante, miró a Jackson, quién escogió sus palabras cuidadosamente.

- Hace un tiempo estábamos juntos pero todo cambió...

- A que viene eso ahora? - le interrumpió tensa.

- Skyler me contó porqué te fuiste - siguió con tono suave.

- No debería haberlo hecho - negó Becca.

- Porqué no lo hiciste tú?

- Hablas en serio? - preguntó boquiabierta; al verle asentir, se enfureció y se desahogó - no hubo un solo día en todos esos meses que no pensara en tí; en lo feliz que me habías hecho. Creí en tus palabras, confíe en tí; sabes lo difícil que me resultaba hacerlo después de que " mis amigas " me traicionaran? Cuando conocí a Douglas, le hablé de tí; le tenía frito contándole como nos conocimos, lo mal que nos llevábamos pero un día terminamos juntos. Él deseaba conocer a ese chico del cuál no paraba de hablar y que con solo decir tu nombre, me sacaba una sonrisa. Dios! - se levantó de la silla frustrada - cuando supe que volvía... me enfadé por tener que dejar a mi padre pero después recordé que te volvería a ver - sonrió burlona - lo único que quería hacer era abrazarte, besarte... - suspiró negando con la cabeza - y lo primero que veo es a tí besándote con Sophie!

- Becca... - comenzó a arrascarse el brazo nervioso y ella sin darse cuenta también lo hizo.

- Si lo que querías era vengarte de mí por haberte dejado solo - siguió ella - lo hiciste muy bien!

- Pero lo has superado - dijo Jackson - estás con Douglas!

- Es que no me escuchas? - dijo exasperada - Douglas no es mi pareja; él tiene novio y está en Inglaterra. Douglas es como mi hermano mayor!

- En serio? - preguntó Jackson más que sorprendido por aquella revelación.

- Yo solo quería estar contigo, nada más - susurró cansada sin esperar ser oída.

Pero él lo hizo. Jackson volvió a recostarse sobre los almohadones mirándola con añoranza. Como se había equivocado tanto? Como había sido capaz de hacerla tanto daño? Recordaba la confusión, la rabia y la necesidad de querer hacerla sentir igual a como estaba él. Ella tenía razón, solo quiso vengarse teniendo una relación con Sophie pero eso tenía que cambiar. Cuando se recuperara, haría las cosas bien y hablaría con Sophie para terminar con ella y volver a conquistar a quién siempre fue su alma gemela, su vida. No iba a ser fácil pero no se rendiría; al pensar así sintió a Bastian inmensamente feliz.

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Dedicado a mi querida amiga MaryEstuardo2112 

por animarme siempre!!!!😘😘😘