Bastian siguió observándola; porqué Jackson se negaba la posibilidad de estar con ella? Para él era perfecta.

- Nosotros nos vamos a dar una vuelta - dijo Lincoln agarrando a skyler - estaremos cerca si nos necesitas, vale?

Bastian asintió y los vio irse; él decidió entrar a la tienda llenándose de ese olor tan maravilloso que la envolvía pero no se dejó ver. Desde que la conoció sus expresiones demostraban su tristeza y enfado por la vida pero ahora lo que transmitía era una completa serenidad al tener los ojos cerrados.
Como la quería ver así siempre tuvo una idea y caminó hacia el mostrador.

- Buenas tardes, podría ayudarle en algo?

- Sí, quiero una guitarra como la que está tocando esa chica - dijo Bastian señalando a Becca - y la lleva a esta dirección!

Bastian le dio el papelito con la dirección e insistió en que fuera anónimo.

- Cuando desea que lo envíe?

- En la última hora de la tarde!

Bastian pagó con la tarjeta mientras observaba a Becca que seguía con los ojos cerrados; una suerte para él ya que sumando los cascos puestos podía hablar sin que ella le oyera ni viera. Cuando firmó en la máquina, escribió una dedicatoria totalmente anónima y todo estaba listo para enviar. Se acercó a Becca por detrás; estuvo así unos segundos y en el momento que se marchó de la tienda, ella abrió los ojos sintiéndose observada pero cuando se giró no vio a nadie. Levantándose, dejó la guitarra en su estante para después salir de allí y pasearse por la tienda de libros.
Bastian también entró caminando hacia las estanterías contrarias a las que ella se encontraba hasta coincidir.

- Perdona, has visto el libro Mírame una vez más? E perdido mi ejemplar - soltó Bastian con tono inocente.

- Que haces aquí? - dijo ella sorprendida.

- La trama es muy buena! - siguió Bastian.

- Eres tan...

- Simpático?

Becca pasó por su lado.

- Encantador? - volvió a decir él.

- Inoportuno? - dijo ella incrédula de que se calificara de esa forma cuando antes había sido un borde.

Lo que no sabía Becca era que el de antes había sido Jackson, no Bastian.

- No eres tan mala como crees, lo sabías?

- Y tú no eres tan duro como crees! - dijo ella irónica.

- Sigues enfadada?

- Cuando alguien me dice que hacer, me molesta! - dijo cogiendo el libro del estante y se lo colocó en la mano - más te vale que lo cuides! - y salió de la tienda.

Bastian sonrió al ver el libro y mientras se dirigió al mostrador, leyó la sinopsis; lo que le hizo pensar que podría tener razón. Becca a pesar de su faceta de no importarle nada, seguro que seguía actuando con el corazón cuando nadie la veía.

                                                    ~~

Llegó la noche y Becca hacía unas horas que había recibido un paquete con una guitarra dentro justo como la que había tocado en la tarde. Fue toda una sorpresa para ella pero aún más que fuera anónimo; quién podría regalarla algo así? Cogió la nota y la leyó: para que sigas disfrutando de la música.
Recordó estar en la tienda con la sensación de ser observada y a pesar de la desconfianza del regalo anónimo la dejó en su cuarto. Después de cenar y dejar todo limpio, cogió la guitarra, los cascos y salió de la casa cruzando la calle para sentarse y apoyarse en un árbol.
Estuvo tocando durante diez minutos cuando volvió a sentirse observada, miró a su alrededor y a unos metros de ella, medio escondido por la oscuridad de la noche estaba el animal que ya había tomado por costumbre quedarse allí sentado mirando su casa. Apartándose los cascos, se levantó despacio y lentamente caminó hacia él; cuánto más se acercaba, más podía ver que no era un perro como ella había pensado. Más bien parecía un lobo bastante grande; si se pusiera a su lado, le sacaría una cabeza. Con ese pensamiento detuvo sus pasos; entonces el lobo salió despacio de las sombras y pudo verle bien; el color de su pelaje tenía distintos matices y sus ojos rojos transmitían incertidumbre o preocupación, no sabría decir.
Estaría notando su recelo?
Cuando llegó a ella, dio un paso atrás y por un segundo atisbó en su mirada una pizca de tristeza; de pronto y sin saber por qué se sintió igual de triste que él, así que poco a poco llevó su mano al hozico y la mirada del lobo cambió a una de alegría cuando lo acarició. En el momento que la quitó, el grandullón apoyó su cabeza en el hombro de Becca dejándola completamente rígida; después de unos minutos más se relajó. Moviéndose despacio rodeó su cuello acariciando su pelaje, cuando lo oyó ronronear se alejó un poco para mirarlo pero él volvió a apoyarse en su hombro y movió su cabeza como si de un gato se tratara, restregándose contra la de ella haciéndola cosquillas en la oreja con su pelaje.

- Vale, vale, te sigo acariciando! - dijo ella riendo.

A Bastian, su carcajada le supo a gloria; por fin la oía reír y era él quién las había ocasionado. Después se apartó dejándola confusa y lo vio ir hacia la guitarra para después tumbarse dandola toquecitos con el hozico.

- Quieres que la toque? - dijo Becca acercándose; el lobo la miró - supongo que eso es un sí!

Sentándose a su lado, apoyó la guitarra en sus rodillas y cogiendo los cascos, se los acercó al lobo pero al ver como alzó la mirada, dudó.

- Puedo? - preguntó ella; no sabía si la entendía pero tenía que intentarlo - me gustaría que escucharas!

Becca al ver que no hacía nada, volvió a intentarlo poniéndolo por su cuello, cerca de las orejas y después agarró la guitarra comenzando a tocar la melodía. Mientras lo hacía, observaba al lobo que a su vez la miraba a ella con suma atención. Lo notó relajado y feliz y extrañamente ella se sintió igual.
Que la estaba pasando? Porqué parecía sentir lo mismo que el lobo?
Cuando terminó, le quitó los cascos y se tumbó boca arriba viendo al lobo imitándola boca abajo. En el momento que lo miró, recordó la escena de crepúsculo en la que los protagonistas estaban tumbados mirándose mutuamente; solo que ella no estaba enamorada y tampoco tenía ningún vampiro a su lado. Era un lobo; se transformaría en humano también? Sacudió mentalmente la cabeza; la realidad nunca superaba la ficción y eso es lo que era, la imaginación y la creatividad de una increíble escritora que había tenido tanto éxito que habían creado películas.
Podrían ser imaginaciones suyas pero al mirarse mutuamente sintió una conexión intensa; como si todo sentimiento de dolor y de pesar se desvaneciera para llenarla de calma y quietud.