Soltó un suspiro mirándose al espejo una última vez, asegurándose de que no tuviera alguna cosa mala en su ropa o en su cara o en su cabello. La verdad es que se estaba dejando llevar por la emoción de salir nuevamente con Ryuko, entre que cuidaba a Ryuta y que ella tenía múltiples cosas que hacer en su empresa no habían podido concretar algo exacto, aparecieron un montón de problemas por ambas partes que no les dejaron ir a gusto.

Afortunadamente a dos semanas de lo que se podía considerar una salida en familia habían podido concretar su cita, sólo iban a salir a dar un paseo y comer un helado, hablando de lo que no pudieron la primera vez que salieron y tenía tanto que preguntarle a la mujer sobre todo...

Era extraño pero Izuku se sentía demasiado cómodo al lado de la rubia, sentía una paz interior cómo nunca había sentido con nadie y que sólo le aceptara la salida lo ponía sumamente feliz e imparable, no creía que algo pudiera arruinar esa sensación.

Izuku- muy bien... - limpio nuevamente su camisa roja y soltó otro suspiro dejando que los nervios se fueran- aquí vamos... - tomando una gorra para evitar el peligroso sol salió de casa para ir por su cita

Su cita estaba casi igual que él, animada por poder charlar con el chico que tanta intriga le causaba, habían un montón de cosas las cuales podían pasar hablando horas y aún no le parecían suficientes para Ryuko. Peinando su cabello simplemente imaginaba lo que iba a pasar en dicha cita, sonriendo de su pensamiento tonto y simple, parecía más una colegiala que una mujer adulta y seguramente si se lo mencionaba a Rumi se burlaría de ella hasta la saciedad.

Rumi- ya te diste cuenta que caíste otra vez por un chico? - comentó recostada en el marco de la puerta, preocupada por su amiga

Ryuko- gracias por protegerme tanto Rumi, en serio agradezco desde el fondo de mi corazón el que estés siempre para mi incluso antes que Ryuta alegrara mi vida- comentó tratando dd ganarse el cariño de su amiga

Rumi- no me convences con palabras bonitas- dijo con seriedad

Ryuko- hay vamos Midoriya-san no te agrada por que tiene la capacidad de vencerte en lo que sabes hacer perfectamente, le tienes rencor por ello- la peliblanca miró hacia un lado sintiéndose herida- además aún no caigo por un chico, luego de lo de Keigo eh cuidado mis pasos y se que hacer- se levantó tomando unas gafas de sol yendo hacia la puerta

Rumi- sólo ten cuidado... Sabes que las cosas no son cómo lo parecen- comentó al cruzar la puerta

Ryuko- lo tendré en cuenta, gracias... - le dio un abrazo a su amiga y fue hacia la salida- cuando despierte Ryuta dile que Midoriya-san y yo le trraeremos algo si?

Rumi- si... - comentó sin ánimo, no lo admitiria pero tenía algo de miedo por cómo podía salir esto

Su punto de encuentro fue en un parque cercano de amabas casas, un lugar lindo y tranquilo en el cual pasear por la tarde tras un día ajetreado en el cual sabían que pasarían un agradable momento entre ambos, alejados de todos los problemas que pudieran tener.

Izuku- Ryuko-san! - llamó a la rubia que estaba a la entrada del parque

Ryuko- Midoriya-san! - saludó al chico quien se veía algo inquieto

Izuku- lamento llegar tarde, tardé en comprar algo- sonrió mostrando una caja que emocionó a la rubia

Ryuko- un pastel... - el pecoso parecía sumamente avergonzado

Izuku- dos rebanadas para ambos, cuando fuimos con Ryuta-chan al evento la vi muy enfocada en los dulces, supuse que quería probar- a la rubia le brillaron los ojos bastante ilusionada

Ryuko- muchas gracias Midoriya-san! - sonrió alegre al pecoso quien sonrió tranquilo- ven hay que encontrar un buen lugar para comer- tomando al chico del brazo ingresaron al parque para una divertida tarde

No sabían que estaban siendo seguidos por aquel asesino que había contratado Keigo quién, había estado reuniendo información del peliverde y a pesar que el rubio no le había dicho absolutamente nada si le dijo sobre la mujer que parece demasiado encantada con él por lo que estuvo muy paciente siguiendo sus movimientos hasta tener un buen momento cómo este con ellos dos bastante encariñados en medio de un parque, sólo debía esperar y hacer su movimiento.

No podía hacerlo a plena luz del día, atraería mucho la atención indeseada y demasiados problemas para él, no podía tampoco hacerle daño a la mujer por que era importante para el idiota que le contrató. El trabajo era difícil eso lo tenía que aceptar, no lo suficiente para considerar aumentar el costo pero si bastante difícil y lo mejor podía hacer lo que más le gustaba...

Hacer un baño de sangre con una persona.

Siguió la cita de ambos, viendo cómo comían pastel y cómo hablaban de quien sabe qué, caminaron por todo el parque provocandose risas y sonrisas que al gran asesino no le interesaba. Se estaba desesperando por tener su baño sangriento y sus deseos de golpear la perfecta cara del chico verde sólo aumentaban.

Su oportunidad llegó cuando el sol se ocultó totalmente y las luces del parque difuminaban la vista de todos, en esos momentos eran pocos los que quedaban en dicho parque y entre ellos estaba la pareja, tan inocentes e inconscientes de que el mal asechaba entre la maleza que casi causaba compasión, sólo casi.

Izuku- la pase muy bien a tu lado Ryuko-san, no esperaba que fueras tan alocada cuando estudiabas- la mujer sonrió avergonzada

Ryuko- tu también hiciste locuras, que fue eso de meterse en medio de un asalto para salvar a alguien que no conocías? - se quejó al chico quien quedó bastante nervioso

Izuku- eso fue diferente, tu peleaste con todo el sistema de tu escuela- contraatacó de manera ingeniosa

Ryuko- no fue para tanto sólo... - antes de continuar fue empujada hacia atras por el pecoso justo cuando un puño caía sobre el suelo

Izuku- estás bien Ryuko-san? - miró a la mujer quien estaba bastante aturdida de ver el puño en el suelo

Ryuko- yo... - antes de hablar de la maleza salió un hombre bastante alto de cabello rubio y una sonrisa neurótica, portando unos pantalones militares y una camisa que a penas cubría su cuerpo

- vaya... Eres mucho más escurridizo y atento de lo que pensé... - sonrió mirando al pecoso el cual se encontraba serio

Izuku- quien eres? - habló frío haciendo sonreír al tipo

- he... Los muertos no necesitan conocer el nombre de su verdugo- en un rápido movimiento apareció sobre el pecoso lanzando un derechazo potente

Ryukyu- Izuku! - gritó con miedo, el chico no iba a salir vivo...

Izuku- creo que te falta mucho para llamarte a ti mismo verdugo... - habló con calma sorprendiendo tanto al asesino cómo a la rubia la cual miraba incrédula cómo el pecoso sostenía el puño del enorme sujeto entre su mano

- esto es más interesante de lo que creí... - sonrió con emoción saltando hacia atrás- hace mucho no encontraba a alguien que me diera pelea... He he he... - su corazón comenzaba a exaltarse ante la emoción

Izuku- sabes, si me dejas en paz esto puede terminar bien para ambos... - seguía con su calma imperturbable

- yo creo que no, lucharemos hasta la muerte y aún más allá de eso! - corrió hacia el pecoso el cual soltó un suspiro

Izuku- no quiero mostrarme cómo salvaje en frente de Ryuko-san pero si no me deja opción... - el pecoso saltó sobre el tipo evitando la embestida mortal del asesino

- basta de charla mosca muerta, peleemos! - lanzó su potente golpe con el codo derecho que fue detenido por la rodilla del pecoso

Izuku- si tu lo dices- sonrió de una forma bastante tétrica desde la visión de la mujer presente- no me culpes luego porque no puedas moverte! - en un arriesgado movimiento el pecoso saltó siguiendo el empuje del rubio alejándose bastante de él

- no escaparás! - se lanzó en contra del peliverde quien corrió para el encuentro

Con un potente golpe en el estómago frenó al gran asesino haciendo que retrocediera lo suficiente para lanzar una patada a la cara del tipo rompiendo su nariz con bastante más facilidad de la que el rubio esperaba para luego seguir con otra patada al rostro dejándole en el suelo.

Sin perder tiempo subió sobre el tipo golpeando repetida y frenéticamente el abdomen del rubio, quien en menos de lo que esperaba estaba cerca de la inconsciencia por lo que en un movimiento agarró al pecoso desde atrás en un mortal abrazo tratando de romperle los huesos. Con una rápida reacción el pecoso lanzó un cabezazo hacia atras golpeando nuevamente al agresivo tipo quien por reflejo dejó libre al peliverde que tomó su brazo izquierdo y de un rápido movimiento lo rompió sin piedad haciendo que el rubio suelte un grito desgarrador que llamó la atención de muchas más personas que estaban allí.

Izuku- que pasa? No que serias un verdugo?! - jalando el brazo del tipo le dio una patada en la garganta haciendo que se inclinara para otra patada en la cara y luego un puñetazo que le dejó en el suelo- atrevete a levantarte y te juro que lo siguiente que rompo es tu cuello- amenazó con rabia antes de girar a mirar a la rubia quien estaba bastante impactada- Ryuko-san... - dijo con miedo- esto... Yo... - la mujer pareció despertar de su ensueño caminando hacia el pecoso- bueno... Lamento que tuvieras que ver eso... - murmuró cuando la rubia estuvo bastante cerca- yo... Entiendo si tu... - antes de continuar la rubia puso una mano en la mejilla del pecoso

Ryuko- estás manchado de sangre... - habló con calma dejando al pecoso bastante sorprendido- estás bien? - sonrió al chico quien no entendía porqué la rubia actuaba así

Izuku- yo si pero tu? - la mujer sonrió de lado notablemente tensa

Ryuko- me asustó un poco el tipo... Pero tú... - el pecoso bajó la mirada con vergüenza- tú estuviste genial Midoriya-san - tomó la cara del pecoso entre sus manos obligándole a ver- gracias... - abrazó al aturdido chico quien sólo correspondió el gesto