No tenía idea de que vendrían más personas, en mi mente solamente seríamos yo y Jasmine, además de Kenneth, por supuesto, es decir, tampoco es que me disguste la idea de que haya más personas con nosotros.

De las chicas, estaban Mary, Ava y Linda, a las tres las conozco perfectamente, podría decirse incluso que ya somos amigas, aunque solamente seamos colegas de fiesta, son chicas que siempre están demasiado ocupadas durante el día como para salir al shopping o juntarse a beber algo.

En cuanto a ellos, solamente un rostro conocido Jacob, quien ya antes había venido con nosotras y se ha mostrado interesado en salir conmigo, pero Jasmine que es quien mejor lo conoce, le tiene prohibido acercarse demasiado, lo tiene tachado como un chico mujeriego, algo que tampoco me alienta demasiado a tener algo con él.

—Bueno, ellos son Robert y Joe, a Jacob ya lo conoces —pasa su mirada de mí a Kenneth— Pero tú no, así que se los presento.

—Un gusto —se limitó a decir con una leve sonrisa.

—Ellas son otras amigas con las que solemos salir, Mary, Linda y Ava —le dijo a Kenneth y ellas sonrieron mientras lo analizaban.

Mary fue la primera en aproximarse a saludarlo, luego fueron todos casi en fila y los chicos pasaron a saludarme a mí, por supuesto que Jacob no perdió la oportunidad de venir también a saludarme.

Estábamos a punto de pasar la puerta principal para entrar en la discoteca cuando me tomó del brazo Kenneth, que se veía un poco más serio de lo normal.

—Solamente un rato Lennon, no puedo quedarme toda la noche despierto, si no mañana estaré destruido —explicó con un tono de voz un poco irritado.

—Ese no es mi problema — canturreé.

Entré dentro de la discoteca sin permitirle decir ni una palabra más de queja, las chicas estaban al pie de la escalera, hablando entre ellas y riendo, pero cuando me vieron acercarme se detuvieron, solamente se quedaron mirándome.

—Oye Lennon, le estaba diciendo a Jasmine, que lo mejor sería subir a la zona vip, acaba de acercarse un chico aprovechando que los otros fueron por bebidas a fastidiar —habló Linda lo suficientemente alto para no tener que aproximarse mucho— Además si continuo usando esta tonalidad de voz me voy a quedar casi sin voz.

—Me parece buena idea —le hablé un poco más cerca del oído para no forzar tanto la voz.

Estuvimos varios minutos paradas esperando a que los chicos volvieran y lo hicieron con bebidas para todos, entonces Linda les dijo a todos al oído lo que supuse que era la propuesta de subir a la sala vip.

Decidimos volvernos miembros de los vips porque aunque antes nos gustaba la idea de quedarnos bailando y conocer personas sin importar su clase social, todo cambió cuando un día un chico comenzó a acosarnos a todas, nos estuvo molestando toda la noche, fue un verdadero fastidio.

Al subir le tomé la mano a Kenneth, que parecía un poco incómodo ante la situación, pero era una manera de que el guardia supiera que venía conmigo, ya que a todos nos conoce y Kenneth es el nuevo, que dicho sea de paso, no es miembro de los vips.

Esta es una ventaja del club, puesto que tenemos la membresía, tenemos derecho a subir invitados, un máximo de dos personas por miembro y deben comportarse como es debido, de lo contrario se les puede terminar prohibiendo el acceso.

Con nuestras bebidas y una música un poco más baja de lo que estaba abajo, las chicas empezaron a bailar, Jacob estaba bailando con Mary, pero no dejaba de mirarme, a mí en lo particular no me gustaba empezar bailando, si no me gustaba beber lo suficiente para perder la vergüenza antes de llegar a eso.

Me fui a un sofá, por supuesto que Kenneth no se quedó allí parado con ellos, sino que se vino conmigo, se sentó a mi lado mientras contemplaba a las personas de nuestro alrededor.

—No sé por qué esperaba que nos quedáramos en un lugar donde hubiera personas normales, pero estamos aquí y esto parece un sitio donde los ricos pueden comprarlo todo —sonrió de lado.

—¿A qué te refieres? —pregunté en un tono un tanto desinteresado mientras le daba un trago a la bebida.

—Solamente mira a tu alrededor, las pocas personas que hay de una clase media, parecen las mascotas de esas personas adineradas —se encogió de hombros.

—Es una tontería, solamente distingues cuáles son los ricos por la ropa que llevan, creo que tienes un poco de prejuicios con respecto a las personas que tienen dinero —me quejo mientras juego con el sorbete de mi vaso.

—No, yo sé de lo que estoy hablando, ustedes solamente saben jugar con las personas que no tienen los mismos recursos —comentó mirando hacia un punto fijo.

Puse los ojos en blanco, no quise decir más nada, Kenneth se ve como el tipo de persona que no es fácil hacerle cambiar de opinión y no es como si yo quisiera cambiar algo en él.

—¿Puedes traerme otra bebida? —le pregunté a lo que levantó ambas cejas.

—¿Me estás pidiendo que yo vaya a buscarte otro trago? —pregunta como si no hubiera escuchado bien.

—Eso dije —parpadeé con incredulidad.

—No me des órdenes, además no puedo alejarme de ti —comentó.

Solté un soplido con irritación, me levanté en aquel mismo silencio, avancé hacia la barra de bebidas y le pedí a un chico que me trajera otro trago igual al que tenía. Me tuve que quedar allí parada, Kenneth se paró a una corta distancia, pero era la suficiente para no sentirme tan asfixiada.

El chico me entregó mi vaso, sin embargo, no me moví de allí, tenía expectativas de pedir otro trago en algunos momentos más, no basta con dos para meterme en la pista de baile, sobre todo porque este es un ambiente mucho más tranquilo.

Estaba un tanto perdida en mis pensamientos cuando de repente una voz llamó mi atención, cuando giré el rostro, vi apoyado en la barra al chico del centro comercial, al parecer sintió mi mirada, porque de reojo me miró y una sonrisa apareció sobre sus labios, ancha y enseñando sus perfectos dientes.

—Tú, ¿cómo sigues de tu brazo? —preguntó apoyándose de lado para poder charlar más a gusto.

—No pensaba encontrarte en este sitió —confesé con sinceridad— Estoy mucho mejor, tuve un excelente enfermero cuando me lastimé, te lo recomendaría, pero no me dijo su nombre.

—Nova —pronunció relamiendo sus labios y no pude evitar mirarlos— Te hubiera dicho mi nombre, si tu novio no te hubiera sacado de allí volando, estábamos en medio de una conversación.

—¿Mi novio? —esbocé una sonrisa ancha y tuve que aguantar mis ganas para no reírme.

—Hablando de él —se pasó sus dedos entre su cabello y de repente le trajeron su trago.

—Lennon —escucho la voz rabiosa de Kenneth detrás de mí.

El fuerte calor recorrió por mi cuerpo, no tenía derecho de hacerme esto, no dejaría que me arruinara la oportunidad de salir con un chico guapo, además creo que ambos estamos de acuerdo con que lo que sucedió no se debe volver a repetir, sería una locura, después de todo vamos a pasar mucho tiempo juntos y si mi padre se entera de lo que sucedió lo va a despedir.

—Kenneth es mi guardia —me apresuré a decir antes de que se decidiera a marcharse.

—Lennon —pronunció las palabras con un poco más de irritación.

Relamí mis labios, tensé la mandíbula y me atreví a darme la vuelta, sus ojos tenían llamas de furia, se veía que la situación le estaba consumiendo, celos, eso es lo que veía.

—Kenneth, estoy teniendo una conversación ahora mismo, podemos hablar en otro momento —le digo antes de volver a darme la vuelta y sonreírle al chico.

Deje de centrar mi atención en Kenneth, regresé a enfocarme en Nova, quien parecía completamente divertido e interesado en la situación.

—¿Segura que no es tu novio? —preguntó con curiosidad— Se veía furioso, muy enojado, ese tipo de molestia que solamente se resuelve con venganza.

—¿Kenneth, mi novio? —me carcajeo— No, qué va.

—Me imagino entonces que no te va a importar que esté bailando con otra chica —comenta.

Ni siquiera fue necesario que me dijera ni una palabra más, me di la vuelta para verlo, lo encontré en la pista de baile con Ava, mi mandíbula se tensó al punto que mis dientes crujieron, la furia se apoderó de mí, por supuesto que esto no se quedaría así.