Marinette.

Durante el camino a mi casa estuve sintiendo que alguien me seguía. Pero decidí ignorar ese sentimiento pues mire varías veces y no me encontré a nadie
Cuando llegué a casa alguien me tocó el hombro y de un veloz movimiento me dí la vuelta y le dí un puñetazo a quien estaba detrás de mí, y cuando supe quién era rápidamente me arrepentí de haberle dado aquel golpe.

- Luka.- Lo nombre.

- Eso dolió.- Dice el peli- azul sobando su pómulo.
- Tienes mano pesada.- Repite mirándome.

- Lo siento Luka,.

- ¿Estás bien?

- Es que me asustaste creí que era algún extraño el que me seguía y sólo quise defenderme.

- Tranquila soy yo ¿Puedo acompañarte?

- Claro ven.- Entramos juntos, ya estando dentro vimos películas y comimos la verdad la pasamos bien, al día siguiente en el colegio le conté a Alya todo lo que pasó con Luka.

- Pobrecito.- Dijo Alya haciendo referencia a Luka.

- Si verdad, pero ya me disculpé.- Cuando la última hora de clases terminó salí sola antes que Alya ella me dijo que me adelantará que ya me alcanzaba, entonces comencé mi camino a casa pero de nuevo comencé a sentir que alguien me seguía pensé que nuevamente era Luka pero al darme la vuelta me encontré a alguien totalmente diferente y desconocido, un chico. Alto, cabello rubio, ojos verdes, y piel clara,

Pasaron tres días más y todo fue igual hasta que un día me cansé y le exigí una explicación a ese tipo.

- Soy su guardaespaldas.- Me dijo.

- No, ¿Un Guardaespaldas? Eso no puede ser posible.

- Lo es señorita.

- Pero como, mi madre no me habló nada acerca de un guardaespaldas.

- Ella quiso que fuera secreto pero ya lo descubrió.

- Así que por eso me seguías a todos lados.- Cuando llegué a mi casa mi mamá me saludó de lo más normal y cariñosa entonces yo con mi cara de pocos amigos la miré.

- ¿Cariño?- Pregunta ella.

- ¿Mamá, me quieres explicar porque tengo un "guardaespaldas"?

- A eso, asíque ya te enteraste.

- Sí ya lo sé y me debes una explicación y espero que sea buena.

- A ver no me hables así.

- ¿Como quieres que te hablé entonces? Después de lo que hiciste.

- No hice nada malo ¿Es pecado protegerte? Desde que tu papá nos abandonó he vivido con miedo de que te pasé algo estando yo trabajando.

- Mamá lo entiendo pero ¿No crees que tengo edad suficiente como para cuidarme yo sóla?

- No claro que no.

- Mamá! Por favor.

- Tienes 17 años aún eres menor de edad.

- Pues no pienso obedecerle a ese "guardaespaldas" tuyo.

- Marinette.- Ella seguía gritando mi nombre mientras yo me iba a mi cuarto es increíble que haya hecho eso.