Los tres primeros días transcurrieron tranquilamente.

Disfrutamos de la pesca,  la naturaleza y de simplemente caminar de la mano.
Tae con su irreverencia y locura nos hace reír constantemente.

Por las noches toca la guitarra y nos deleita con su hermosa voz.

Ahora es él quien duerme solo, desde que supo de nuestra relación Jungkook duerme todas las noches conmigo.

RM y Jin están acampando en el bosque, se comunican con nosotros por las mañanas y por la noche. RM se escucha bastante feliz, no sé si son ideas mías pero... ¿será debido a que se encuentra con Jin?

La noche del miércoles estábamos los tres junto al fuego,  cuando todo quedó a oscuras.

Me puse inmediatamente en alerta.

—Tae, escóndete en tú habitación con Jungkook. Cierren con llave y no se muevan de ahí hasta que yo les avise.

—¡Jimin no!

—¡Por favor, bebé! Así no tendré que preocuparme por tí y será más fácil atraparlos.

Sentí un sollozo proveniente de él. A tientas lo abracé y besé su labios ya mojados por sus lágrimas.

—Bebé,  todo saldrá bien, recuerda que te amo.

—Y yo a tí.

Tae se lo llevó para esconderse en la habitación.

Mientras tanto, yo le envié un mensaje a RM para avisarle lo qué estaba pasando.

Vi unas sombras deslizarse por fuera, por las siluetas eran dos hombres armados.

Me escondí cerca de la ventana para tener visión de la puerta de entrada y de la trasera. Un pequeño clik me indicó que estaban entrando a la cabaña.

La adrenalina estaba corriendo a mil por mis venas.

Ambos hombres se separaron para buscar a Jungkook. Uno  de ellos se acercaba peligrosamente a la habitación de Tae. Yo no podía acercarme, porque el otro hombre se dirigía hacia mí.

Sin dudar le disparé en la pierna,  cayendo al suelo.
Mientras se quejaba de dolor lo amarré para evitar que escapara.

Al sonido del disparo, el otro individuo, pateó la puerta de la habitación de Tae abriéndola de golpe.

Tae, sin alcanzar a reaccionar, fue apresado. Siendo por tercera vez apuntado con un arma en la cabeza.

—¡Suelta el arma ahora! —le gritó el atacante furioso a Jungkook  que lo apuntaba —o mato a tu amigo frente a tus narices.

Jungkook no desobedeció y tiró el arma al suelo.

—Ven acá ahora y ponte al lado de éste.

Salieron lentamente de la habitación con el sujeto dirigiéndolos hacia donde yo me encontraba.

—¡Tú! —gritó dirigiéndose a mí — tira tu arma lejos.

Obedecí también, no podía poner en riesgo la vida de los chicos, sólo rogaba que RM llegara luego.

—Ahora —empujó a Tae hacia mí —amárralo.

Tae lo hizo.

—Ahora a tú amigo.

Y tiró a Jungkook al suelo sin dejar de apuntarle.

Cuando yo y  Jungkook nos encontramos atados,  el individuo le pegó un fuerte golpe en la cabeza a Tae que cayó inconsciente al piso.

Luego se dirigió al otro hombre que lo acompañaba y sin rastro de piedad le voló los sesos.

—Espero que tengan claro que ninguno de ustedes saldrá con vida de éste lugar.

Jungkook trató de ganar tiempo.

—Te doy el triple de lo que te ofrecieron si nos dejas libres.

El hombre se largó a reír.

—¿Me crees tonto? Ya viste mi rostro sólo me queda matarte.

Mientras Jungkook hablaba, yo logré soltar las amarras de mis manos.

—¿Es mi tío el qué te contrató? —continuo Jungkook.

El atacante se puso a reír.

—¿Quieres saber?, pues sí,  él te quiere muerto. Linda familia ¿no?

Yo con mis manos ya liberadas trate de alcanzar el arma del atacante muerto, pero se dio cuenta y apuntó a mi cabeza para disparar.

El sonido de un disparo retumbó en la sala.

Era  Tae, que al despertar cogió mi arma y le disparó al atacante, para luego, por la impresión, caer nuevamente desmayado.

RM por fin apareció en la sala.

El atacante tomándonos por sorpresa disparó su arma contra Jungkook. Yo alcancé a jalarlo,  arrastrándolo hacia mí.

RM le dio un certero disparo en la cabeza, cayendo al piso muerto.