Epílogo
♫♪.ılılıll|̲̅̅●̲̅̅|̲̅̅=̲̅̅|̲̅̅●̲̅̅|llılılı.♫♪
https://youtu.be/HTUq3Ik1GHM
Todo tomó sentido después de analizar las cosas.
Ese viaje en el tren no fue uno "normal" en el sentido del que Edd estuvo pensando.
En realidad, ese viaje resultó ser la forma en la que los seres vivos iban hacia el otro lado después de la vida.
Y eso tomó mucho sentido por todas las cosas que experimentó en ese viaje con Tord.
En primera; la respuesta del porqué su amigo siempre tuvo ese aroma a húmedo o del porque este estuvo mojado cuando se despidieron fue por la misma razón por la cual su amigo se fue del mundo.
Y bueno, la mano quemada se respondió al instante al descubrir que la casa que vio en llamas aquella noche no se trataba ni más ni menos que la casa del chico que siempre molestó a Tord.
No fue para nada fácil saber que su amigo asesinó a toda una familia por venganza.
No fue para nada fácil ser el único que sabía que su amigo fue el causante de ese homicidio.
No fue para nada fácil convencer a sus padres de que hicieran un velorio privado al oji dorado.
Cuando sus padres le pidieron la razón del porqué quería hacer un velorio al chico junto con su madre, Edd no tuvo de otra que contar toda su experiencia.
Sus padres evidentemente no le creyeron, de hecho, creyeron que se había vuelto loco y lo llevaron con psicólogos. Pero al ver que este decía toda la verdad, fue inevitable que se volvieran el nuevo punto de mira del pueblo y de las noticias.
La iglesia inmediatamente quiso sacar provecho de la historia del chico para atraer a más creyentes (y dinero) a sus iglesias. Pero Edd al ver eso no tardó mucho en decir que nunca hubo ningún dios ni nada parecido, de hecho, inventó de que los propios trabajadores del tren se reían de la religión.
Algo que de igual forma la iglesia manipuló para contradecirse y decir que era un viaje al "infierno".
Edd optó por no decir nada más.
Después de todo, nunca le gustó el tema de la religión.
—Gracias por acompañarme hasta aquí arriba Matt. —
—No hay de qué —dijo el peli rojo mientras jadeaba —. M-Me sorprende que todos aceptaran hacer esto aquí arriba. —
—Bueno no fue fácil, pero creo que fue lo mejor. Después de todo, Tord y su madre necesitaban un lugar especial. —
El castaño de apenas dieciocho años de edad miró con total calma las dos lapidas con nombres grabados.
En una estaba el nombre de Tord mientras que la de al lado se encontró el nombre de su madre.
Cada una tenía una breve escritura, ambas provenientes de Edd, el cual vergonzosamente pidió en privado al creador de las lapidas.
Al dejar ambos ramos de flores en cada lapida, el castaño se quedó de rodillas frente a las dos tumbas para después voltear su mirada y ver el hermoso atardecer.
Ya habían pasado dos años y medio desde que sufrió aquella anécdota del tren.
Cada vez que pasaba por aquellas vías dañadas, podía jurar que el mismo tren pasaba cada vez que una persona moría.
Siempre sintió la mirada de alguien cuando pasaba esas vías, pero cuando se animaba a voltear, este jamás se logró encontrar con nada.
Edd rió de forma agridulce.
Era increíble que dos personas sumamente buenas se fueran por el odio de otras tantas.
Y claro, Tord no pudo soportar perder a la persona que más le importaba en el mundo. Cuando la perdió, una nueva parte de él salió a la luz, como si él mismo hubiese intentado con todas las ganas evitar que saliera, pero al perder a su madre, esas restricciones al final se rompieron.
Tord quemó a las personas que fueron un veneno para su familia.
—Dices que fuiste su amigo ¿verdad? —
—Si —asintió —, Sorprendentemente, lo fui antes de que se fuera. —
—Es la primera vez que vengo aquí Edd —dijo al mirar la casa quemada —. ¿Aquí vivía él y su madre? —
—Así es. —
—Uhm...—cruzó los brazos —, Me sorprende que siga en pie después de todo este tiempo.—
Edd con un suave movimiento se levantó del pasto brilloso para ver con serenidad la casa totalmente quemada.
La parte baja seguía estando totalmente de pie.
El techo ya no se encontraba, pero la mayoría de las paredes seguían estando presentes. Aunque tenían una coloración oscura por el fuego y las cosas que sobrevivieron al fuego se encontraron totalmente descolorados o simplemente quedaron irreconocibles por haber estado expuestos al aire libre.
—¿Sabes algo Edd? —llamó su atención —, Cuando me constaste todo lo que sabías de él me quedé sumamente sorprendido y confundido. Es decir, ¿por qué su madre quedó paralitica y del por qué nadie se enteró de su muerte? —pausó —, Pero al ver que ellos vivían aquí, me acabo de dar cuenta que estaban alejados de todos. —
—Así es. Los vecinos que están abajo no escucharon ni vieron nada al seguir estando un poco alejados. —
—Entonces... ¿quién descubrió el fuego? —
—Ellos, pero cuando el olor a humo les llegó. —
Matt frunció levemente los labios.
Realmente Tord y su madre estuvieron alejados de todos.
—¿Nuestra antigua profesora viene aquí también? —
—Así es —asintió —, Ella y el dueño de los periódicos del pueblo se llevaban bien con él y con su madre. —
El castaño con ropas verdes metió ambas manos a sus bolsillos.
Aún podía recordar como en el funeral privado su profesora y el dueño de los periódicos llegaron sorpresivamente al funeral.
Su padre y madre al creer que era unas personas que se lamentaban por haber molestado al chico o a la mujer les pidieron amablemente que se fueran, pero Edd al recordar que Tord le había comentado que ellos dos siempre le habían ayudado inmediatamente intervino para que les permitieran estar.
Matt igualmente fue invitado, pero sus padres habían salido nuevamente de viaje y su abuela no estaba en las mejores condiciones como para subirse a una montaña.
—Realmente sigo sin poder creerme todo lo que pasaste en aquella noche Edd. —
—Yo incluso sigo sin creérmelo amigo —comentó con un suspiro mientras le palmeaba el hombro —, Pero es verdad. Incluso entablé una buena conversación con un zorro parlante que se podía mover y hablar como una persona. —
Edd miró el cielo con melancolía.
Recordaba de pie a cabeza al zorro, su voz y risa un poco sarcástica. Incluso aquella mancha en la frente.
Sin embargo, la imagen del zorro fue sorprendentemente alterada al momento que pensaba más y más en él.
En su recuerdo, el zorro ya no tenía aquella mancha en la frente, oh no, en su lugar se encontró un agujero del tamaño de un pulgar que lograba atravesar por completo el cráneo y la sangre se encontró chorreando de aquel orificio.
Su pareja igualmente fue alterada y ella igualmente tenía un orificio, la diferencia fue que este se encontró en el pecho en la dirección del corazón.
Una imagen de ambos tirados en un parque apareció en su mente.
Ambos fueron asesinados en un asalto mientras regresaban de una cita.
Edd tembló.
Sus rodillas se volvieron de gelatina y fue inevitable que cayera al suelo sin evitar llamar la atención de su amigo.
—¿E-Edd? —tartamudeó sorprendido y preocupado.
El castaño no respondió.
Más y más lagrimas salieron de sus ojos mientras todo su viaje se fue trastornando más y más.
Cada persona que vio en tren fue cambiando y pudo ver con claridad como es que llegaron ahí.
Algunos murieron ahogados en un barco llamado "Titanic", algunos murieron por algún incendio o guerra, y otros simplemente murieron por causas naturales o murieron por haber perdido partes de su cuerpo. En especial aquella familia de zanahorias que vio en el viaje con una gran y notoria marca en sus cuerpos.
Cada recuerdo fue peor mientras recordaba.
Fue como si volviera a estar presente en ese viaje pero con todos esos cambios notorios aplicados.
Pero lo que más le afecto fue tener nuevamente la viva imagen de su amigo en su cabeza, pero totalmente húmedo y azul junto con su mano roja e hinchada.
Tal como había muerto.
—Ahora entiendo por qué lo ocultaste Tord —musitó con las lagrimas manchando sus manos —. No querías que me asustara en el viaje. ¿Verdad?—
Matt no sabía que decir ante las palabras, pero optó por abrazarlo y soltar pequeñas palabras para calmarlo.
[☾★ ]
—¿Tanto por esto eh? —
El castaño de ojos dorados y totalmente empapado miró con rostro aburrido al nuevamente humano Tom, el cual este al escucharlo gruñó y lo empujo fueran del tren sin preocuparle ni lo más mínimo si algo le pasaba.
—Si algún día vuelvo a reencarnar en algo o alguien, espero jamás volver a verte. —
Tord rió amargamente mientras se levantaba.
—Pues espero reencarnar en alguien que se encargue de joder tu segunda vida. —
Tom rechinó los dientes al escucharlo y tras ya no poder seguir aguantando al chico optó por meterse nuevamente en el tren para verificar que ya nadie más se quedó a dentro.
El de ojos dorados al levantarse del extraño suelo brillante miró a sus alrededores.
No sabía si desde un principio iría al "cielo" o "paraíso" del que tanto había escuchado, pero fuera creyente o no, ese lugar no tenía para nada que ver con lo que había escuchado.
El lugar estaba totalmente vacío.
Ni siquiera estaba el tren cuando volteó.
No había nada.
Todo el cielo y suelo era una extraña paleta de colores.
Es como si una aurora boreal fuera un color y estuviese en todos lados bajo un cristal.
—¿Tanto para esto? —suspiró —, Me volveré loco estando aquí. —
—Tord. —
El mencionado se tensó al escuchar su nombre.
Sus ojos se abrieron como platos, sus manos y piernas perdieron toda la fuerza que tenían y su poco equipaje cayó al suelo nuevamente.
Al voltear, vio con total shock a la persona que le habló.
Bueno, tal vez al final ese "paraíso" no fue tan falso después de todo.
Y ese cambio de pensar tan repentino se dio por ver a la persona que más amaba en el mundo.
—¿M-Mamá? —
Sus lagrimas comenzaron a salir y al ver como su madre estaba frente a él de pie y con un aspecto sumamente bueno como si nunca hubiese quedado paralitica, fue imposible no evitar sentirse como un pequeño niño.
—Tranquilo —dijo al extender los brazos —, Estoy aquí cariño. —
—Todos te esperábamos hijo. —
Tord ya no sabía que sentimiento fue el que sintió al momento de ver a su padre aparecer frente a sus ojos.
—Ya pasó todo, no hay nada de qué preocuparse. —
Su abuela fue la siguiente en aparecer al igual que su abuelo tomados de la mano.
Ahí estaba lo más preciado y valioso que pudo haber pedido.
Su familia.
Con rostro totalmente estropeado por las lágrimas, Tord comenzó a correr hacia su dirección para lanzarse hacia los brazos de su madre para un fuerte abrazo, un abrazo que terminó convirtiéndose en un abrazo grupal con todos sus familiares.
Tord comenzó a hacerse más y más joven mientras más segundos pasaban. Y cuando finalmente dejó de pasar eso, un joven Tord de menos de diez años se encontró rodeado por los brazos de su madre, la cual con mucha felicidad con su esposo comenzaron a jugar con él en el aire mientras se dirigían a su hogar.
El castaño no supo en qué momento el lugar tan extraño se convirtió en una copia exacta de la montaña de donde antes vivió, pero, sinceramente, eso fue lo de menos, porque ahora mismo se encontraba enfocado en su más grande tesoro; su familia.
Fin.
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Notas: La idea original de este fic está inspirado en una película japonesa en donde un gato antropomórfico color azul despierta dentro de un tren y se encuentra en el viaje a un amigo de su misma especie. En el transcurso del viaje comenzará a notar que extraños seres subirán al tren y al final se dará cuenta que acompañó a su amigo en el viaje del más allá.
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