🏁One 🏁
El corazón de Yoongi latía con intensidad, con la multitud como un telón de fondo. La vuelta 67 marcaba su ritmo, y aseguraría su quinto podio del año en Singapur.
Una llamada en su radio , lo atrajo devuelta era la voz de su ingeniero de carrera, Max Verstappen, ex piloto de la F1.
—Yoongi, atención. Hoseok va a distraer al otro para que no te
adelantén en tu penúltima vuelta , ¿Posibilidad que Jungkook te supere?
—Menos de un 10%, estamos seguros,— respondió Yoongi.
Max colgó y seleccionó una canción que tanto le gustaba a Yoongi, "Kill This Love" de Black Pink. Era su ritual de victoria.
Por otro lado, Hoseok recibía indicaciones de Max para distraer a Jungkook e impedir que alcanzara el primer puesto.
—Listo, Max. Estoy en posición,— dijo Hoseok por la radio.
—Perfecto, Hoseok. Recuerda, solo necesitas mantenerlo ocupado durante una vuelta,— respondió Max.
Mientras tanto, Yoongi se concentraba en su ritmo, resonando en sus auriculares. La adrenalina corría por sus venas, y su enfoque era absoluto.
La determinación de Jungkook era palpable mientras aceleraba su coche, decidido a alcanzar el primer puesto. No se dejaría vencer por su rival más fuerte de años Min Yoongi.
—Voy a alcanzarlo,—se dijo a sí mismo, mientras su coche rugía en la pista.
Hoseok se aproximaba para impedir el paso de Jungkook, según las instrucciones de Max. Pero Jungkook no se dejaría intimidar.
Al verlo acercarse, Jungkook aceleró , y su coche se deslizó hacia la curva. Hoseok, sorprendido por la velocidad en la que iba Mclaren, no pudo reaccionar a tiempo.
El choque fue inevitable. Los dos coches chocaron en el carril, y Hoseok perdió el control de su vehículo. Estrellandose contra la barrera de protección, deteniendose en medio de la pista.
—¡No! ¡Hoseok!— gritó Max por la radio.
Jungkook, aunque sacudido por el impacto, logró mantener el control de su coche y continuó adelante.
—¡Jungkook, atención! ¡Tienes que mantener la calma!—dijo su ingeniero de carrera.
Pero Jungkook ya estaba enfocado en su objetivo. La bandera amarilla se also en la pista, y los comisarios corrieron hacia el lugar del accidente.
La carrera se había vuelto aún más intensa. Yoongi, que había estado observando la escena, se dio cuenta de que Jungkook ahora era su principal rival.
—¿Qué pasa con Hoseok?— preguntó Yoongi por la radio.
—Ha tenido un accidente, Yoongi. No te preocupes, sigue adelante,— respondió Max.
Pero Yoongi ya estaba distraído. Su ritmo se vio alterado, y su coche comenzó a perder velocidad.
Jungkook, que había estado acechando, vio su oportunidad y se lanzó al ataque. Su coche se deslizó hacia adelante, y pronto se encontró junto a Yoongi.
—¡Vamos, Jungkook! ¡Ya lo agarraste!— gritó su ingeniero de carrera.
Yoongi intentó reaccionar, pero su preocupación por Hoseok lo había desestabilizado. Jungkook aprovechó la oportunidad y se colocó en el primer lugar.
La bandera blanca señalo la última vuelta. Yoongi intentó recuperar su posición, pero ya era demasiado tarde. Jungkook había tomado la delantera, y Yoongi se vio relegado al quinto lugar.
—¡No! ¡Cómo pude dejar que esto pasara!—gritó Yoongi, frustrado y decepcionado.
La carrera había terminado, y Jungkook se encontraba en el podio, con una sonrisa triunfante en su rostro , junto a su compañero Taehyung y Jin.
—¡Lo hice! ¡Lo logré!— gritó Jungkook, celebrando su victoria.
Mientras tanto, Yoongi se bajó de su coche, con la cabeza gacha, quitándose su casco con la mirada fija en el suelo. —Lo siento, Hoseok— dijo Yoongi, corriendo hacia donde estaba su amigo, que estaba a un lado del ya destruido auto, sintiendo una mezcla de culpa y decepción.
— ¿Estás bien? — preguntó , acercándose a su amigo.
— Sí, estoy bien — respondió Hoseok, con una sonrisa débil —. Lo siento, Yoongi. No pude hacerlo.
Yoongi sonrió y le dio una palmada en la espalda.
— No te preocupes, amigo — dijo —. Estamos en esto juntos.
La escena se vio interrumpida por los comisarios, que llegaron para atender a Hoseok, que se encontraba consciente pero sacudido por el accidente.
Después de hacerle un chequeo rápido, Hoseok vomitó, tirando todo el líquido de suero que había bebido. Su rostro se descompuso de dolor y debilidad. Luego, empezó a quejarse de un dolor intenso en la rodilla.
— ¡Puta madre! — gritó maldiciendo en español , agarrándose la rodilla con una expresión de agonía.
Rápidamente, llegó una ambulancia con luces destellantes y sirenas ensordecedoras. Los paramédicos se apresuraron a atender al mexicano , que se encontraba en mal estado.
— ¡Necesitamos llevarlo al hospital ahora mismo! — gritó uno de los paramédicos.
Con cuidado, lo colocaron aen la camilla y lo subieron a la ambulancia. Yoongi y Jackson se acercaron, preocupados por el estado de su amigo.
— ¿Está bien? — preguntó Jackson, ansioso.
— No lo sé — respondió uno de los paramédicos — debemos llevarlo al hospital para evaluar su estado.
La ambulancia se alejó rápidamente, llevando a Hoseok hacia el hospital. Yoongi y Jackson se quedaron atrás, mirándose con preocupación.
— Esto es grave — dijo Jackson.
— Lo sé — respondió Yoongi — Debemos ir al hospital y estar con él despues de esto.
Yoongi y Jackson se dirigieron hacia sus respectivas escuderías, rodeados de reporteros y fotógrafos. La noticia del accidente de Hoseok había generado un gran revuelo en el mundo del automovilismo.
Miles de flashes explotaron en la cara de Yoongi, que ya estaba molesto y frustrado por la situación. Consideraba que el accidente había sido una trampa de Jungkook y su escudería Ferrari.
— ¡Yoongi! ¡Yoongi! — gritaban los reporteros, intentando llamar su atención.
Uno de ellos, un periodista de una revista especializada en automovilismo, se acercó a Yoongi con una pregunta incisiva.
— ¿Cree que este fue un plan sucio de la escudería Ferrari? — preguntó el reportero.
Yoongi se detuvo, con la mandíbula apretada y los ojos entrecerrados. Estaba a punto de responder con una frase , pero justo a tiempo, su ingeniero Max llegó y lo interrumpió.
— Lo siento, no vamos a dar entrevistas por ahora — dijo Max, colocándose entre Yoongi y el reportero. — El equipo necesita tiempo para evaluar la situación y tomar decisiones.
Yoongi asintió, agradecido por la intervención de Max. No estaba de humor para hablar con la prensa.
— ¡Hasta más tarde! — dijo Max, guiando a Yoongi hacia la escudería.
Los reporteros y fotógrafos continuaron gritando preguntas y tomando fotos, pero Yoongi ya había desaparecido en el interior de la escudería, rodeado por su equipo.
Ambos se dirigieron hacia el interior de la escudería, rodeados de un silencio tenso.
— Necesito un momento — dijo Yoongi, con la voz aún tensa por la rabia y la frustración.
Max asintió.
— Vamos a revisarte también, por si acaso — dijo. — Y después, te recomiendo una ducha de agua fría para que te calmes.
Yoongi asintió, sabiendo que Max tenía razón. Se sentía al borde de un ataque de nervios.
Mientras se dirigían hacia el área de revisión médica, Yoongi miró hacia fuera y vio a los equipos de rescate recogiendo los restos del auto de Hoseok. El coche estaba totalmente destrozado, con el número 13 visiblemente pintado en el lateral.
Yoongi se detuvo, sintiendo un golpe en el estómago. La realidad de la situación lo golpeó de nuevo.
— ¡Max! — dijo, con la voz baja.
— ¿Sí? — respondió Max.
— Mira — dijo Yoongi, señalando hacia el coche de Hoseok.
Max siguió su mirada y se detuvo también. — Es peor de lo que pensaba.
Los dos se quedaron en silencio, observando cómo los equipos de rescate cargaban los restos del coche en una plataforma para su transporte.
Yoongi se sintió aún más enfadado y frustrado por lo que había pasado, se dirigió hacia la ducha de agua fría, esperando que el agua helada lo ayudara a calmarse y aclarar su mente.
¿Qué hara ahora sin su compañero y amigo a su lado?
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