Especial 3: Soy un descuidado
Hoy ha llegado el día en el que contaré como ciertas personas descubrieron mi identidad. Nathaniel, Alya y Nino. En ese orden.
Ya conté que los padres de Marinette supieron de mi identidad el mismo día en el que derrotamos a mi padre como villano. Antes de la "épica pelea," dejé a Marinette en la azotea en la que mi padre luchó contra ella y le quitó el miraculous, una vez terminé con él, volví a por Marinette y la llevé de vuelta a casa, una vez allí, me pillaron cancelando la transformación. No hay mucho más que contar.
En cambio con Nathaniel... Él sabía que Marinette tenía algo con el súper héroe, y le extrañó que cambiase de golpe. ¿Pasar de un héroe a un compañero de clase de un día para otro? Muy extraño. Nadie más sabía que Marinette tenía algo con Chat Noir, sólo él.
Y hasta que no supo la verdad, él y yo éramos buenos amigos. Pasábamos tiempo juntos él, Nino y yo, hablábamos los tres de chicas, etc. Logré mantener el secreto de mi identidad varios años. Hasta que por mi estúpido orgullo, en un descuido me pilló.
¿Recordáis cuando dije que Nathaniel intentó quitarme de nuevo a Marinette?
Pues fue entonces cuando lo descubrió.
Todo pasó un año antes de tener a Emma, y unos días antes de que le pidiera a Marinette de casarnos.
Y es que, aún sabiendo que estábamos juntos, Nathaniel quiso intentar conquistarla. Ya lo había notado extraño los días anteriores.
«¿Cómo enamoraste a Marinette?»
«¿Qué le dirías a una amiga que te interesa amorosamente?»
«¿Y si la chica que te gusta tiene novio?»
Y él no es que tuviera muchas amigas con pareja en ese momento, sólo Milène, Alya y Marinette.
En cierto modo debería de estarle agradecido, ya que por lo que hizo en aquel entonces, yo me armé de valor para declararme.
En aquel entonces, mi padre acababa de encontrar a Le Coccinelle. Marinette empezó a pasar tiempo con ella, pidiéndole consejo para mejorar siendo Ladybug, así que pasaba mucho tiempo en mi casa, puesto que Gilda, o lo que es lo mismo, Le Coccinelle, se hospedaba en la mansión Agreste temporalmente.
—¿Y cómo conseguiste volar? —Preguntó Marinette a Gilda, yo estaba apartado y sentado en la misma mesa que ellas— Es decir, ¡yo no tengo ese poder!
—Bueno, existen unas piedras... —Vah, la conversación no me interesaba, así que no recuerdo más allá de lo que dijo.
En cambio, sí que recuerdo cómo Nino y Nathaniel llegaron a mi casa. Fui a abrirles.
—¿No se suponía que quedábamos en el parque directamente? —Pregunté al verlos.
—Nathaniel me insistió en venir a buscarte, —Me respondió mi mejor amigo Nino— que total, nosotros estábamos ya preparados.
Solté un pequeño gruñido, últimamente Nathaniel estaba muy pesado en venir a mi casa. Sobretodo cuando Marinette estaba. Sabía que estaría aquí porque lo mencioné por encima el día anterior.
—Vale, dejad que me prepare. —Pues estaba en pijama, era por la mañana y estábamos desayunando cuando llegaron estos dos, fui a avisar a Gilda y Marinette de que estaban aquí y me fui.
¿Cuál fue mi sorpresa cuando volví ya preparado?
Nathaniel, muy cerca de Marinette, muy pegado a ella. ¡Será que el comedor no era suficientemente grande!
—Marinette, ¿te gustaría quedar conmigo un día de estos? —Dijo el tomate— Tengo que hacer un cuadro para un trabajo de la universidad y me gustaría retratarte a ti.
—¡Oh! —los ojos de Marinette se iluminaron— ¿De verdad? —El tomate asintió sonriente— ¡Claro que sí! ¡Qué emoción, nunca me habían retratado!
Todo me olía a chamusquina. No me gustaba todo esto.
—¿Cuando la pintes, podría estar con vosotros? —No iba a dejar que se acercase demasiado a ella. Y mejor si Marinette no se daba cuenta de mis intenciones, ya que me mataría por ser un celoso que "no confía en ella." En quien no confío es en el tomate, no en ella. En mi princesa creo ciega y firmemente.
—Me incomoda mucho pintar con público.
—Sí Adrien, mejor si no estás.
Sí, aquí olía realmente a chamusquina, no eran imaginaciones mías.
Quedaron para el dichoso retrato un par de días después de aquello. Yo, que no me fiaba ni un pelo de él, fui transformado en Chat Noir al edificio en el que vivía Nathaniel. Fui a espiarles por la ventana.
Y allí estaba yo, enganchado como podía a una minúscula repisa de ventana, observando atentamente.
—¿Empezamos? —Preguntó Nathaniel preparando los óleos.
—Claro. —Le sonrío mi princesa.
—Marinette, ¿Puedo hacerte una pequeña proposición?
—Claro, dime, ¿Qué necesitas? ¿Que me ponga en una posición concreta?
—Bueno, es un poco más que eso... —Se sonrojó. No sé si os imagináis qué le pidió a continuación.
—Anda dime, no te andes con rodeos.
—Pues... —Tragó saliva fuertemente y allí vi que ninguno de los dos acabaría bien ese día— ¿Podría pintarte desnuda? Sería un desnudo artístico, nada erótico. Siempre soñé con pintarte así. Como mi musa, como mi amada.
Y en ese momento, fue que mi cabeza empezó a hervir de rabia. ¿Quién se pensaba que era para pedirle algo así?
Sin dejar a Marinette responder, entré por la ventana alterado, eso no lo iba a tolerar.
—¿¡Pero quién te crees que eres!? —Me acerqué a él— ¿Te parece normal pedirle algo así a la novia de un amigo?
—Chat... —Me intentó tranquilizar Marinette.
—¡Já! —Rió Nathaniel— ¿Y tú que tienes que ver en esto, Chat Noir?
—¡Como si no fuese su novio ni nada! —Las palabras salían de mi boca sin pensarlas— ¡Ya decía yo que te comportabas extraño últimamente! ¡Los consejos que me pedías no eran normales!
—Chat... —Marinette empezó a impacientarse.
—¡Joder! ¡Eres Adrien! —Empezó a reír el tomate, ahí fue cuando me di cuenta de mi gravísimo error, me tapé la boca rápidamente— ¡Ahora entiendo el cambio brusco de novio!
—¡Basta ya los dos! —Explotó Marinette, primero se dirigió a Nathaniel— Lo siento pero no voy a posar desnuda. No porque tenga una relación con alguien, sino porque no estaría cómoda, además, olvídate de lo de "tu amada" —acomilló con los dedos— aunque no lo parezca, estoy muy feliz con el idiota este de aquí. —Me señaló.
—L-lo siento... —Respondió Nathaniel cabizbajo— Y-yo quería un cuadro...
—No sigas. —Le pidió, este calló. Después se dirigió a mí— Y tú eres un idiota. ¿Cuándo dejaras de estar celoso? ¿No te das cuenta de que sólo quiero estar contigo? Aún no me puedo creer que hayas revelado tu identidad por una tontería como los celos. ¿A quién se le ocurre?
—Pero yo te quiero... Sólo quería protegerte...
—¿Cuántas veces te tengo que decir que me puedo defender yo solita? Quiero que seas mi compañero, no mi héroe que me rescata como una princesa en apuros que realmente no está en apuros ni necesita ayuda.
No sé cómo se lo hace, pero siempre gana las discusiones. Revelé mi identidad a Nathaniel por no pensar, ser celoso e inconsciente. Por puro orgullo. Soy idiota, ya lo dice Marinette. Al menos Nathaniel prometió no decir nada.
En cuanto a cómo lo descubrieron Alya y Nino, pasó varios meses después. Marinette estaba ya embarazada de cuatro meses.
Fue cuando Alya y Nino decidieron vivir juntos. Nos dieron una copia de la llave de su casa para las emergencias, y Marinette y yo quisimos visitarles urgentemente. ¡Ver la casa era una emergencia!
Así que nos dispusimos a ir un día sabiendo que ellos no estarían. Los amigos están para estas cosas. Si tienes la llave de su casa, lo menos que puedes hacer es presentarte allí de sorpresa.
Y así hicimos, fuimos, entramos y comimos en su sofá. Hasta que a Marinette le empezó a dar uno de sus antojos extraños de embarazada. Emma le hizo comer cosas raras.
—Pero Adrien, mi amor... —Sólo se ponía así de cariñosa cuando me quería pedir algo— me apetece mucho un bocadillo de Nutella con chorizo. —Me hizo morritos. No soy capaz de negarme— Y ya sabes lo que pasa cuando no como con un antojo...
Es verdad, cuando no come con los antojos se vuelve una fiera. Así que para no sufrir su ferocidad, me transformé, salí por una ventana y fui a casa rápidamente para coger lo que pidió. De paso, Plagg quiso queso, como no.
Cuando volví, pensé que aún no habrían llegado, así que no me preocupé por la transformación, entré de nuevo por la ventana dando voces.
—¡Marinette, princesa, tengo tu bocadillo asqueroso!
En ese mismo instante, Alya y Nino abrieron la puerta principal.
Nos miramos unos a otros.
—P-puedo explicarlo. —Dijo Marinette tartamudeando por los nervios a los recién llegados.
—¿Explicar el qué exactamente? —Preguntó Alya— ¿El que estéis aquí, el que Chat Noir esté entrando en nuestro apartamento por la ventana cual ladrón o el que Chat te esté llamando princesa cómo hace Adrien?
Sí, nos pilló. Bueno, me pilló. Marinette es mejor que yo ocultando su identidad. A día de hoy solo la conocen mi padre, Le Coccinelle y nuestros hijos.
Queda claro que soy un descuidado. Llegará el día en el que lo sepa todo París. Y seguro, que por culpa mía. Como siempre.
Al final la sorpresa no fue solo para ellos, también para nosotros... Eso sí, a Marinette no se le quitó el antojo del bocadillo de Nutella con chorizo, que además lo pasó por el microondas. Qué asco. Lo curioso es que a Emma le encanta ese tipo de bocadillos.
Después de aquello me vi haciendo entrevistas para el blog de Alya.
Marinette además me prohibió ser cariñoso con ella cuando es Ladybug. Decía que si me veía Alya siendo coqueto con Ladybug, se enteraría de su identidad secreta.
Maldita sea mi indiscreción.
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Buenaaas!!
Comentario 💬 y estrellita 🌟 si os ha gustado!!
Como veis, he decidido no eliminar el fic y seguir con los especiales. No era justo ni para mí ni para vosotros. Vosotros no tenéis la culpa de que algún aprovechado intente plagiar una obra, y no era justo castigaros a vosotros por ello.
Os pido perdón.
Tampoco era justo privarme a mí de disfrutar por escribir esta historia y leer vuestros comentarios.
También os doy gracias a todos aquellos que me han intentado animar y me han dado apoyo. Tanto dando ánimos como avisándome de otros plagios. Sois los mejores.
Os adelanto que creo que será mi capítulo preferido y con el que más me ría de todos 😂
Cia-ciaoooo 👋👋👋👋
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