Especial 2: Siempre llega tarde, por dormir
Hoy os voy a contar las dos veces en las que Marinette se quedó dormida en momentos o días que no debía... Aunque, bueno, aún me cuesta de creer que de verdad lo hiciese una de esas veces... ¡Realmente imposible!
Esas dos veces fueron dos días imposibles de olvidar, además de los más felices de mi vida, aunque bueno, como siempre, llenos de caos.
Ya sabéis que nosotros no somos una pareja normal como las demás, Marinette se toma las cosas a su ritmo, yo lo respeto, pero en ocasiones realmente parece hacerlo aposta. Nosotros, hacemos las cosas al revés.
Aunque nunca me llegase a decir que sí a ser pareja, sí que me dijo sí cuando le pedí la mano en matrimonio. Me da que lo que pasaba era que no le gustaba la idea de ser novios "oficialmente" sin estar segura de que fuera para siempre o que yo fuera en serio. En cualquier caso, sí que aceptó.
Cuando le fuimos a dar a sus padres la gran noticia, me sorprendió mucho que Sabine no nos diera una de sus charlas, al contrario...
-¡Se acabaron las charlas! -Dijo feliz mientras que Tom lloraba de felicidad, o eso quiero pensar- ¡Sed irresponsables, no uséis protección, traedme nietos!
Aún lo recuerdo bien... Que vergüenza, y ya no os digo lo que dijo como discurso en el banquete de bodas, el peor momento de mi vida. De verdad.
En cualquier caso, como nosotros hacemos las cosas al revés, Marinette sufrió un inesperado "milagro" dentro suyo unos meses antes de casarnos.
En efecto, se quedó embarazada. ¡Y qué puntería! La primera vez que está receptiva y lo hacemos ¡voy y la dejo embarazada! Yo pensé que ya no me dejaría tocarla más teniendo esa "puntería".
Oh, sí, y no os imagináis lo que me dijo cuando se enteró.
-Adrien, tenemos que hablar. -Yo obviamente, muerto de miedo, a ver si es que había sido tan poco satisfactorio que me iba a dejar.
-D-Dime...
-Ha pasado algo... Inesperado. -Dijo con pausas- No nos vamos a casar.
-¿¡Qué!? ¿Por qué!?
-Porque... Hay otra persona más...
-¿Otro hombre? -Dije al borde del llanto.
-O mujer.
-¿Qué?
-Aún es pronto para saberlo.
-M-Marinette, por favor, se clara.
-Que no nos podemos casar aún, quiero caber en el vestido.
-Espera... ¿Q-que me estás diciendo? -Empecé a olerme lo que intentaba contar.
-Adrien, estamos esperando un bebé.
Sonreí como un idiota y me desmayé. Sí, como habéis leído. Las cuatro últimas palabras me dejaron en estado de shock por el alto nivel de felicidad que me dió y me desmayé. Cuando desperté, Marinette me dijo que no quería casarse con el "bombo," ya que además, nos casabámos cinco meses después de la gran noticia y dijo que se le notaría. Así que lo pospusimos y nos casaríamos después del parto.
¿Que cuándo fue que se durmió?
Esta dormilona se puso de parto mientras dormía y no se despertó. Es más, me despertó a mi con el líquido amniótico en la cama antes que despertarse ella. Para contar y que no te crean.
-Marinette, -La mecí medio dormido esperando que despertase- Marinette, creo que te has orinado... -hasta que llegué a la conclusión de que Marinette debería haber parido una semana y media atrás- ¡Marinette! ¡Estás de parto! -la empecé a mecer con más fuerza- ¡¡Marinette, maldita sea, despierta!!
Visto que no se despertaba, me vi obligado a llevarla en brazos al estilo princesa hasta la entrada del apartamento, allí, la senté en una silla que teníamos en la entrada y abrí la puerta, acto seguido, empecé a llamar por teléfono a ver si alguien me podía ayudar.
¿La única persona que me respondió a las cuatro de la mañana? Nathaniel.
En ese momento él y yo estábamos en una situación algo tensa, ya que descubrió que yo era Chat Noir, pero eso es otra historia. Me descubrió y recordó como lo traté cuando se declaró a Marinette siendo yo aún un gato doméstico. Pero como él es buena persona, no dudó en ayudarme en esa situación.
En ese momento Marinette y yo aún no teníamos coche propio, y claro, no era plan llevar a una embarazada en brazos hasta el hospital, el cual se encontraba a una hora caminando normalmente. Vino Nathaniel hasta nuestra casa en su coche para llevarnos.
Volví a recoger a Marinette, que seguía dormida como un tronco, y la llevé en brazos hasta el portal del bloque de pisos en el que vivíamos. En menos de un minuto, Nathaniel ya estaba allí. Me abrió la puerta para poder dejar a Marinette dentro, la senté en el asiento trasero y le puse el cinturón de seguridad, yo me senté como copiloto.
-¿Está dormida? -Preguntó incrédulo Nathaniel.
-Sí, es imposible de despertar, ya sabes cómo es.
Cuando llevábamos cinco minutos de viaje, Marinette al fin empezó a despertar.
-¡Ah! -Gritó de golpe.
-¿¡Que ocurre, Marinette!? -Le pregunté alterado.
-El bebé me ha dado una buena patada o algo... -Dijo sobándose la panza de nueve meses y dos semanas- ¿Y dónde estoy?
-Cariño, estás de parto y te estamos llevando al hospital. -Le respondí con calma.
-Sí, bueno, -Intervino Nathaniel- si te hubieras esperado a estar casados para satisfacerte como pervertido, igual no estaríamos en esta situación.
-¿Acabas de llamarme pervertido?
-Sí, es que es la verdad.
-¿Y tú? ¡Que aún sabiendo que una chica está enamorada de mi -Recalqué la última palabra- y vas a saco con ella pensando que yo no estaba!
-¡Eh, que eso pasó hace ya siete años!
-¡Si, sí, pero bien que volviste a intentar quitarmela hace un año!
-¿Y tú? ¿¡Que creíste que podías hacer como si no pasase nada después de lanzarte a mi cara y arañarme siendo un gato pulgoso!?
-¡Dejad de poneros a parir el uno al otro! -Dijo al fin Marinette llena de furia y dolor- ¡Que la que está partiendo aquí soy yo!
Nos callamos en el acto.
Acabó todo bien, la niña nació sana y fuerte, fue un parto largo, Marinette era primeriza, por lo cual eran normales doce horas, pero acabó bien, Emma nació a las cinco y media de la tarde. Le di las gracias a Nathaniel una vez la niña estaba ya en mis brazos. Hicimos las paces gracias a Marinette y Emma, eso sí, de vez en cuando aún teníamos alguna pequeña confrontación.
La segunda vez que se durmió también fue difícil de creer, pero no tanto como cuando nació Emma. Bueno, no sé ¿No se supone que en el día de tu boda es el día en el que más nervioso estás? Yo por lo menos no pude dormir en dos noches por los nervios.
Sí, en efecto, Marinette se durmió el día de su boda.
Todo esto pasó unos años después de que naciese Emma, en realidad ya teníamos también a Hugo. Lo fuimos posponiendo y posponiendo hasta encontrarnos con dos niños, Emma con ocho años y Hugo con cuatro. Al final nos íbamos a casar con treinta. Sí, tal vez nos casamos ya siendo algo mayores, sobretodo teniendo en cuenta todos los años que llevábamos juntos, pero la vida con hijos no te da mucho tiempo para estas cosas.
¡Incluso le volví a pedir que se casase conmigo! En realidad ya lo tenía todo organizado; el lugar de la ceremonia, el lugar del banquete, el día perfecto en el que ninguno de los dos tenía tenía trabajo, los invitados... Todo, hasta la luna de miel coordinada con las vacaciones. Emma sería la niña de las flores y Hugo llevaría los anillos. Cuando le pedí de nuevo la mano en matrimonio, le dije que ya estaba todo organizado para casarnos ese mismo fin de semana.
Y ella se durmió. Y mira que lo organicé de modo que no tuviera que madrugar. La ceremonia iba a ser por la tarde y el banquete sería de cena.
¿Qué pasó? Que no se le ocurrió mejor idea que echarse una siesta "repomedora."
Yo no la pude ver, pero según me contó Emma, que ella estaba allí para ayudarla a prepararse, Marinette al ver que tenía tiempo de sobra, ya que estaba completamente vestida, peinada y maquillada, decidió dormir. Si, dormir. ¡Se puso a dormir estando a menos de una hora de la ceremonia!
Y claro, llegó tarde. Porque mientras dormía se le arrugó el vestido, se le estropeó el maquillaje y se despeinó. Es decir, que tenían que empezar de nuevo con la preparación. Lo peor es que nadie logró despertarla hasta que faltaban apenas diez minutos.
Y ya nos veis a mi, a Hugo, al cura, a mi padre, a sus padres y a todos los invitados esperándola. Lo peor de todo es que nadie sabía lo que pasaba. Yo me empecé a asustar pensando que se lo había repensado y decidió no casarse conmigo. Incluso Nathaniel se acercó a mí para decirme eso. Maldito Nathaniel.
Creo que Marinette batió el récord en cuanto a novias llegando tarde a sus bodas. Menos mal que el cura no tenía otras ceremonias ese día, porque Marinette llegó casi una hora tarde. Hugo llorando porque tenía sueño y se aburría, Emma cansada, las damas de honor cansadas, pues tuvieron que preparar a una novia dos veces, los invitados cansados, todos cansados. Menos Marinette, ella había dormido su siesta y era la única a estar como una rosa.
-Lo siento... -Dijo medio riendo cuando llegó a mi lado frente al cura.
-¿Te has dormido, verdad? -Respondí entre un bostezo y risas.
-Sip.
-Igualmente te sigo amando. -Empecé a reír casi sin control- Por estas cosas son por las que te amo, contigo, nada es normal, siempre será divertido o un desastre, pero nunca normal.
Me pegó en el brazo, ambos riendo. Hubo gente que se durmió, entre ellos Hugo, pero por suerte todo se animó en el banquete y la fiesta.
Digamos que ese día terminó la mar de bien para todos, Hugo fue la primera vez que se fue tarde a dormir y el niño estaba que no se lo creía de la felicidad; Nathaniel encontró a la persona con la que se casaría posteriormente. Alya y Nino anunciaron que iban a ser padres por segunda vez; Sabine fue feliz dando su vergonzoso discurso; Tom lloró todo el día de la felicidad; mi padre vino con Le Coccinelle a la ceremonia, etc.
Sí, todo terminó bien para todos. Una semana después nos fuimos de luna de miel, nuestro primer viaje siendo padres pero sin hijos, los cuales se quedaron con nuestros padres. Eso sí, mi puntería es legendaria... Marinette quedó embarazada por tercera vez en ese viaje. Ya teníamos con nosotros a Louis antes de nuestro primer aniversario de bodas.
Oh, sí, y por supuesto, Marinette se volvió a dormir, tanto el día en el que partíamos para la luna de miel, como el día en el que volvíamos.
Os dije que nosotros lo hacemos todo al revés.
Primero tenemos los hijos y luego nos casamos.
Y por supuesto, la vida junto a Marinette no es una vida normal, y eso, es una de las cosas que más me gustan de ella.
Con ella, nunca me he aburrido ni me aburriré.
******
Comentario 💬 y estrellita 🌟 si os ha gustado!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro