
Capítulo 17: Conociendo a Le Coccinelle
🔸POV MARINETTE/LADYBUG 🔸
En cuanto Adrien se destransformó, el sentimiento de alivio inundó el rostro de Gabriel, de sus ojos empezaron a salir lágrimas a borbotones y con una gran sonrisa se apresuró a abrazar a su hijo.
-No me vuelvas a hacer esto. -Lloró el diseñador.
-Tranquilo papá, -Adrien lo estrechó en sus brazos- ya estoy aquí.
Justo después, Gabriel se secó las lágrimas y, ya tranquilo, volvió a ponerse serio como siempre.
-Hijo, dame tu miraculous. -Exigió el diseñador.
-¿Qué? No, papá.
-No quiero que estés en peligro luchando contra Papillon en París.
-Papá, sabemos que tú eres Papillon.
Yo sólo escuchaba, en este caso no tenía ni voz ni voto en esta discusión, pero lo último dicho por Adrien pareció sorprender a su padre, que nos miró a los dos sin saber qué decir.
-¿Es que no quieres volver a ver a tu madre?
-¿Todo esto es por mamá? -Dijo incrédulo Chat- No te pienso ayudar.
-¡Pero si me dais vuestros miraculous podremos devolver a la vida a tu madre!
En todo el tiempo en el que estuve como heroína al lado de Chat, nunca lo vi más serio y decidido que en ese momento.
-"Sólo te digo que dejes los muertos como están, muertos." -Empezó a recitar a memoria Chat- "lo único inevitable en esta vida es la muerte."
De nuevo, los ojos de Gabriel se llenaron de lágrimas y rabia, preso por la rabia sacó a su kwami.
-Nooroo, transfórmame. -Gabriel se convirtió en Papillon delante de nosotros- ¡Si no me vas a ayudar, cogeré los miraculous a la fuerza!
Apartó bruscamente a Adrien y lo hizo caer al suelo para poder venir hacia mí sin que su hijo se interpusiera. Escapé por una ventana y él me siguió.
🔹ADRIEN/CHAT NOIR🔹
-¡No! -Di un golpe al suelo después de recomponerme cuando se fueron mi padre y Ladybug por la ventana- ¿Qué hacemos? -Le dije a Plagg- Nada de lo que le digo funciona y no quiero hacerle daño.
-Lo que repetiste parece que le hizo reaccionar, ¿Y si la clave está en Le Coccinelle?
Plagg dio en el clavo.
-Pero si vive en otro país... ¿Cómo la encontraremos?
-Eso ya no te lo sé decir. -Me respondió él pensativo- ¡Ya está! ¡El maestro Fu!
Esa fue la primera vez que escuché a Plagg decir cosas sensatas, con sentido y seriamente.
Fuimos lo antes que pudimos a casa de Fu, menos mal que no tenía clientes en ese momento, porque esto, tenía más importancia.
-¿Le Coccinelle? -Preguntó con curiosidad Fu- Hace mucho, mucho tiempo que no sé nada de ella.
-¡Pero debe de haber algo que nos ayude a parar a mi padre! Está descontrolado.
-Sí que es cierto que ella me dió un diario antes de partir y darme su miraculous. -Fu se acariciaba la barba intentando recordar- Pero no entiendo por qué podría parar a Papillon.
-Por favor, -Supliqué- tiene que haber algo.
-Si tan ciegamente crees en ello, te ayudaré ciegamente todo lo que haga falta.
Fu se puso a buscar por toda su casa, al rato, me dió un cuaderno con las hojas amarillentas por el pasar del tiempo.
🔼LE COCCINELLE🔽
[1986. Abril.
-Es que me gusta tanto... -Suspiró mi inocente amiga- Inteligente, creativo, misterioso,
No me lo podía creer, mi amiga Charlotte, enamorada del inestable de Gabriel.
-E inestable.-Le repliqué.
-No sé cómo puedes decir esas cosas, sois amigos de casi toda la vida.
-Por eso mismo sé cómo es.
Charlotte rodó los ojos cansada de mis réplicas.
Charlotte es mi mejor amiga, y sólo quiero lo mejor para ella. Tan pronto como vi que lo observaba con ojitos tiernos, empecé a intentar que no se acercara a él. Se lamentaba de que yo no le dejaba soñar despierta, pero es que claro, yo conocía a Gabriel.
-Hola. -Me saludó Gabriel secamente al entrar en clase.
-Hey. -Le respondí de igual modo pero con una ligera sonrisa, después de mi respuesta fue rápidamente a su sitio.
Todos los días empezaban igual. Gabriel no tenía por costumbre saludar a nadie del instituto, excepto a mi. Además de ser vecinos, nuestras madres son compañeras de trabajo y siempre nos dejaban juntos desde pequeños.
-Hoy me confesaré. -Charlotte me sacó de mis pensamientos con su decisión.
1986. Mayo.
-Decidido. Hoy sí que me confesaré.
-Sí, claro, -Reí descaradamente- recuérdame lo que pasó la otra vez.
-Me perdí. -Dijo en un susurro casi inaudible. Lo que provocó que yo riera aún más.
-No, no, dilo bien.
-Me perdí siguiéndole por la biblioteca. -Respondió de morros.
-Ya ves tú, por mi mejor si te pasan estas cosas.
-Tú no sabes lo que es estar enamorada.
-Ni él tampoco.
1988. Enero.
A día de hoy, Charlotte me ha dicho más de mil veces que se iba a confesar a Gabriel. Siempre sin éxito.
Pero últimamente la noto algo más distraída de lo normal, y no por su supuesto enamoramiento. La noto como más distante, como si me escondiera algo.
También hacen ya varios meses que en los que Tikki me hace compañía. Me vino como agua de mayo, gracias a ella me he empezado a sentir más libre, además de hacerme conocer a Le Paôn y a Papillon. Son buena gente. Creo que harían buena pareja, lástima que ninguno esté por la labor.
1988. Junio.
Gabriel ha empezado a tener de nuevo sus ataques de rabia, a la mínima explota y hace alguna locura. Lo conozco tan bien que sé cómo calmarlo, lástima que a veces llegue tarde.
El otro día sin ir más lejos, Andrè, el chico con el que pasa las horas de clase, por error le perdió un boli y él a su vez perdió los nervios, yo en ese momento estaba hablando con una profesora en otra aula, por lo que no estaba cuando perdió los nervios para controlarlo.
Cogió y se largó de clase, en realidad, desapareció durante todo el día. Ese día tampoco vi a Charlotte, pero sí a Le Paôn pululando por París.
Hace tiempo que sé que son la misma persona. Y también sé que ese día se lo pasó buscando a Gabriel cómo una loca.
Es mi mejor amiga, era imposible que no me diera cuenta.
1988. Septiembre.
La vuelta a clases nunca me ha gustado, y este año menos, a Charlotte y a mi nos han separado.
Lo bueno es que sigo estando en clase con Gabriel, este año parece que ha decidido sentarse a mi lado.
-¿Y este cambio? -Le pregunté divertida.
-Eres la única en todo el instituto que me cae bien. -Hizo una pausa mirando como André se colocaba en su nuevo sitio- Y mi única amiga.
-Ay, Gabi, -Le di una palmadita en la espalda- ¿Y por qué no te has sentado conmigo los años anteriores?
-Estabas con Charlotte, no me quería meter en medio.
En realidad es un chico tierno y de buen corazón, lo considero también un mejor amigo, pero eso no quita que piense que él y Charlotte no puedan estar juntos.
Le dediqué una sonrisa y al mismo tiempo recordaba como Charlotte me insistía en ayudar a juntarlos.
A los únicos que quiero juntar son a ella con Papillon.
1988. Diciembre.
De nuevo Gabriel perdió los nervios, por suerte esta vez sí que lo pillé a tiempo. Esta vez lo escuché golpear algo desde mi habitación, sabiendo lo que vendría después, salí por mi ventana, salté la pequeña valla que dividía nuestros balcones y entré en su dormitorio.
-Ya está, Gabi, tranquilo. -Le susurré al tiempo que le acariciaba el pelo. Lo obligué a tumbarse y a apoyar su cabeza en mi regazo. Entonces le dejé mi llavero blando de Snoopy. Así es como lo ayudaba a calmar los nervios desde que apenas teníamos siete años- ¿Verdad que ya estás mejor? -Él asintió- Venga, cuéntame qué ha pasado.
-He perdido el regalo que le iba a dar a mi madre. Me costó mucho encontrarlo.
Siempre ha sido muy detallista con su madre y nunca antes había perdido un regalo, así que entiendo que estuviera a punto de estallar, y más sabiendo que siempre se esfuerza mucho en darle algo especial.
1989. Marzo.
Esta noche es la primera en la que Charlotte se queda a dormir a mi casa, y eso que somos amigas desde hace varios años. Mi padre nunca me dejó llevar a nadie a casa hasta ahora, así que yo estaba feliz.
Casi a media noche escuchamos un pequeño estruendo proveniente de la habitación de al lado. Sabiendo lo que pasaba salí corriendo, Charlotte me siguió preocupada sin saber que ocurría.
-¿Qué ha pasado?
Por primera vez, Charlotte vio como tranquilizar a Gabriel. Saber que era un alma tan sensible la enamoró más aún de él.
1989. Mayo.
Charlotte y Gabriel se les ve últimamente más cercanos. No es que hablen, rían o pasen tiempo juntos, pero los conozco y sé que aquí está pasado algo. No me gusta. No me gusta porque sé que Charlotte cree que ahora que sabe cómo tranquilizarlo podrá estar con él sin que yo pueda decir ni mu.
A su vez, ella y Papillon cada vez se llevan peor. Y yo que pensaba que eran el uno para el otro...
Tikki me contó que no puedo intentar ganar contra el amor.
Hasta yo empiezo a creer en ello.
1990. Febrero.
He descubierto que Papillon y Gabriel son el mismo.
También he descubierto que Charlotte y Gabriel me han estado ocultando que estaban saliendo juntos desde el verano pasado.]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro