|🌸|Capítulo 4|☁️|
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Ambos niños se dirigían a la biblioteca, WangJi se encontraba más que dispuesto en mostrarle las reglas al menor después de verlo romper muchas de ellas y lastimandose en consecuencia, preocupando al dragón menor que rápidamente lo llevó a ver a un doctor para curar el golpe en su rodilla izquierda.
–Aquí–
El mayor por un año desplegó un rollo dónde estaban escritas las reglas de la secta.
El menor, meneando su colita gatuna miraba asombrado la cantidad que había.
–Son muchas– dijo bajando sus orejas.
El Lan menor lo miró y asintió, posando su mano en su cabeza.
–Pero así no te lastimas–
El minino asintió, comenzando a leerlas una por una.
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Habían pasado mucho tiempo ahí, ambos estaban saliendo de la biblioteca tomados de la mano, comenzando a caminar tranquilos por el lugar, a veces topándose con más discípulos los cuales los saludaban con una reverencia.
No fue hasta llegar a las habitaciones que visualizaron al discípulo encargado del Jiang con una madera con platos de comida para el menor.
–Joven Jiang, justo a tiempo, es hora de su comida–
–¿Puede WangJi comer conmigo?–
Preguntó con una sonrisa, mirando a lado al dragón, quién se sonrojó ligeramente.
–Claro que puede, si el joven Lan así lo desea–
–Mmh– asintió el pequeño Lan.
–Bien, traeré sus alimentos también–
Ambos pequeños entraron en la habitación de Jiang Cheng, dejando el discípulo los platos y yendo por los del dragón menor.
Unos minutos más, y ambos comían tranquilamente, solos en la habitación, siendo por parte de ambos que repentinamente se daban de comer mutuamente, como un pequeño juego que si bien, recibirían un regaño del maestro Lan QiRen si los viese, ellos disfrutaban.
[•••]
Después de la comida siguieron paseando por Gusu, descubriendo más cosas nuevas a los ojos del minino y jugando con los conejitos mascotas del dragón menor, y si bien estába oscureciendo, realmente estaban tan divertidos en la pequeña burbuja que compartían que no lo notaban.
–Joven Lan, joven Jiang, el toque de queda está próximo, deben regresar a su habitación–
Jiang Cheng bajó sus orejas, no quería apartarse del dragón menor, algo le decía que no lo dejara ir.
WangJi al notar el desánimo del menor, lo abrazó, dirigiendo su vista al discípulo que lo venía a buscar.
–Iremos, y dormiré con él–
Y con esas simples palabras, se separó tomando la manita de Jiang Cheng, caminando hacia su habitación con sus orejas levemente rojas, llevándose con sigo al pequeño niño gato que tenía un rubor en sus mejillas.
El discípulo que solamente los veía, sonrío divertido, como omega había notado algo difícil de percibir a aquellos que todavía no presentaban su casta.
Tenían un lazo especial.
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Listo!
Cómo pueden ver, fue más corto que el anterior, es por eso que decidí subirlo hoy también ^^
Que tengan lindo día!
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