⋅   dorothea - Taylor Swift   ⋅

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   Me gusta pensar que nuestras diferencias fueron hechas para encajar. No me queda duda de que siempre fue así, pero nos costó un poco entenderlo.

   Tú con tu hermosa feminidad, clásica, bonita, digna de un libro entero solo dedicado a ella. Yo con mí caótico desorden que nunca supe dónde encajar.
   Al menos pude ponerlo al lado tuyo.

   Un segundo me toma escribirte cuando necesito ayuda para conectarme con aquel lado mío suave, rosado, que tanto aparté por años... A veces solo es por qué te extraño.
   Y también ahí estás vos, que cuando estamos juntas jugamos y reímos salvajemente. Me enseñaste que la feminidad no es debilidad, me mostraste letras de hermosas canciones y las volví mi mundo entero.

   Las tonterías más grandes surgen a tu lado y el caos parece el mejor chiste que podemos contar.

   Esos son mis recuerdos favoritos.

Tomé fotos en mi mente de la habitación de nuestra infancia.
Recuerda los pasos, recuerda las palabras dichas

   Y ahora que todo el mundo esta hablando de aquella película, con Margot en la pantalla grande y Billie con su voz angelical. "Toma mis manos, cierra los ojos y siente."
   Yo pensé en vos.

   Porque me acuerdo perfectamente de los juegos que cubrían mis tardes: pies descalzos, cabellos despeinados, barro bajo las uñas, los perros correteando a mí lado. Eran los momentos que más sentía la conexión con mí ser. Sin embargo, había otros: diferentes.

   Aquellos recuerdos son silenciosos.

   Cierro los ojos y siento el sol en mis mejillas que entra por la ventana abierta. A través de ella veo dos árboles gemelos y piedras de colores suaves en el suelo. Ambas sentadas sobre las frazadas, rodeadas de paredes verdes con posters gigantes de nuestras películas favoritas; dónde juntas dormíamos. En aquel hogar del nombre que anhelaba la luz del sol. También estás vos, recuerdo tus manos acariciando el cabello de las muñecas, acomodando sus ropas y recuerdo como te miraba yo.

   Recuerdo pensar: ella, tan magnífica, fortaleza y feminidad. Un estilo increíble y un carácter aún más grande. Ahí estaba yo, tan pequeña y ruidosa, siempre admirando.

   Lo recuerdo todo muy bien.

   En aquel momento (y por muchos años más) creía que no podía ser ambas. Que no podía ser suave y rosada, y también caótica y desordenada.

   Me obligué a elegir, por suerte estabas vos para mostrarme que puedo ser lo que mejor me siente. No importa que parezca no combinar, son diferencias que fueron hechas para encajar.

   Tengo más de 13 mil razones para quererte.

   Porque los juegos de maquillajes y sesiones de fotos se convirtieron en fiestas de espuma y amaneceres en la playa. Los monstruos resultaron ser solo árboles, y cuando el sol salió nos sacamos una foto que ahora descansa en la pared de mi habitación, una muy diferente y lejana a la anterior. 

   Nos criamos diferentes, aprendimos de otras maneras, opuestas pero jamás paralelas. Nuestras líneas se entrelazaban cuando lo necesitábamos, aún lo hacen. Desde la Luna hasta Saturno.

   Crecimos, las diferencias se hicieron abismos... Abismos de los que nos aventamos en paracaídas, tomadas de la mano para no perder el rumbo.

   Eso somos, dos posibilidades de la misma alma. El mismo molde que se rompió y creó dos seres tan diferentes entre sí, aún así siempre encontramos la manera de encajar, con miles de sonrisas en común.

   Océanos de por medio, discusiones o diferencia horaria, yo sigo en aquella habitación jugando a las muñecas contigo. Con tu nombre como flores blancas, como la canción de Dorothea.

   Una pequeña pantalla es el único lugar donde te veo ahora, y no tengo nada más que buenos deseos para ti.   

   Mis pensamientos harán eco de tu nombre hasta que te vuelva a ver.

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Martes 1, Agosto del 2023 - 02:32 am.