Capítulo 27.
Llegamos a casa a de Carol. SJ se va fumando un cigarro mientras que esperamos a mi amiga, la cual sale al cabo de cinco minutos con un tacón a medio poner. Cuando llega al coche saluda a SJ con dos besos como si se conocieran de toda la vida. Se sienta en la parte de atrás y yo me giro para saludarla. SJ arranca y en nada estamos en la casa en la que dan la fiesta. Es bastante grande y está apartada de todo por lo que no hay nadie que se queje de la música. El patio delantero está lleno de gente en grupos o en pareja, alguna que otra besándose como si no hubiera un mañana. Salimos del coche y caminamos hacia la casa. Al entrar hay más gente que fuera, y eso que había una persona cada dos metros. SJ me da la mano y empieza a andar por la casa. Cojo a Carol de la mano para no perderla. Llegamos a la cocina que parece estar más desierta aunque todavía sigue habiendo gente. SJ se prepara una copa y Carol y yo nos preparamos otra, mientras que empezamos a bailar al ritmo de la música. SJ está apoyado en la encimera y no deja de mirar en nuestra dirección. Al rato nos damos cuenta de que no es el único que nos mira pero Carol y yo seguimos a nuestro aire.
-Tía, tengo que ir al baño –Carol deja la copa en la encimera y se va.
-¡Loca! ¡Ni siquiera sabes dónde está! –grito antes de que se mueva.
-Tu novio sí. SJ –grita mirándole –El baño.
-Sube las escaleras y a la izquierda. La segunda puerta –dice dando un trago a su bebida.
Cuando Carol se va me acerco a SJ. Me apoyo en su pecho y me inclino para besarle. Pone sus brazos en mi cuello y profundiza el beso. Noto el sabor del alcohol mientras me besa. Bajo mis manos a su cadera y las dejo ahí apoyadas. Él baja las suyas y me abraza por la cintura pegándome a él por completo, cosa que me hace sonreír.
-Sí queréis podéis subir a una de las habitaciones –SJ se separa de mí y sonríe en dirección al chico que nos ha hablado.
Sin soltarme le da un apretón en la mano y una palmada en la espalda, típico de los chicos. Yo me giro y esta vez apoyo mi espalda en SJ. El chico es bastante guapo la verdad. Piel morena, ojos claros, labios carnosos. Tiene un cuerpo trabajado por lo que se ve y será un par de centímetros más alto que SJ.
-Me llamo Darikson, pero llámame Darik –me da la mano –Tío, hay una loca que no sé con quién ha venido porque no la conozco, que ha liado una que no veas porque no salía del baño. No me había dado tiempo casi a subirme la cremallera del pantalón cuando ha conseguido quitar el cerrojo el baño y ha entrado como si nada. Voy a tener que cambiar las puertas de la casa a este paso –la casa es suya, ¿vivirá solo? -Y no está nada mal la verdad.
SJ y yo nos reímos. Darik se prepara su bebida mientras que habla con SJ de no sé qué entrega o algo de eso. SJ se apoya en mi hombro mientras que habla con él y bebe de su bebida. Yo le doy un par de tragos a la mía y de pronto veo entrar a Carol. Darik, al verla, se empieza a reír.
-Esta es la loca del baño –Darik se gira y la mira. Como no, mi amiga tan normal como siempre.
-Pues la loca es mi mejor amiga –digo mientras que me pongo a su lado –Carol, no te puedo sacar de casa.
-Tía, no me aguantaba más y este no salía del baño. A saber que ha hecho ahí dentro –pone una mueca de asco y todos nos reímos.
-Pues, sabiendo que es el dueño de la casa, puede hacer prácticamente lo que quiera –digo y me empiezo a reír al ver la cara de mi amiga.
-¿Ups? –Darik se empieza a reír y ella se da la vuelta dándole un trago a su bebida. Escucho que suena su canción favorita y se gira hacia mí.
Carol tira de mí y nos guía hasta la sala metiéndose en el medio hasta que hace hueco para bailar. Yo me empiezo a reír mientras que bailo con ella. La gente empieza a animarnos mientras que bailamos y nosotras seguimos a nuestro rollo. Me giro, dándole la espalda a Carol y veo a SJ de frente hablando con Darik. Le miro y empiezo a bailar para provocarle. Sonrío y él me devuelve la sonrisa sin dejar de hablar con Darik. Este mira el móvil, parece que le están llamando. Se lo pone en la oreja y se va. SJ se acerca lentamente y me giro. Veo que Carol está bailando con un chico y yo me río mientras que sigo bailando. SJ se pega a mí y bailo con él. Meneo las caderas lentamente. Aprieta el agarre de mi cadera y me clava los dedos. Me giro y le miro a los ojos. Ese tono oscuro que no promete nada bueno está ahí, esa mirada que me vuelve loca. Me muerdo el labio y se lanza a besarme. Le esquivo y acaba besando mi cuello. Me pego por completo a él mientras que su boca sigue en mi cuello y recorre cada parte de mi piel. Me muerde el lóbulo de la oreja y suelto un gemido agarrando su nuca para que no se aleje. Sabe cómo volverme loca. Me separo y tiro de él hasta llegar a la puerta que da al patio trasero. Nos apoyamos en la valla del porche y SJ saca un cigarro. Me ofrece uno y lo cojo. Enciende el suyo y luego enciende el mío. Le miro, sonrío y le beso. Cuando terminamos SJ me pega a él y saca su móvil. Pone la cámara y me lo pasa. Rodea mi cintura con sus brazos y besa mi cuello. Hago un par de fotos de diferentes maneras y en diferentes posturas.
A las seis de la mañana o así ya no queda nadie en la casa. No está muy sucio pero hay que limpiar todo. Carol va un poco feliz de la vida con las copitas de más. Le confío su vida a Darik que la lleva a una de las habitaciones. SJ y yo nos vamos a una de las últimas habitaciones del piso de arriba. Enciende la luz y lo primero que hago es quitarme los zapatos, no aguanto más con ellos. SJ se acerca y se quita la camiseta y los pantalones. Yo me quito el vestido y lo dejo al lado de su ropa. Me meto en la cama y siento a SJ en el otro lado de esta. Me giro y nos miramos a los ojos. Sonrío y apoyo mi cabeza en su pecho. Con su mano izquierda toca mi pelo. Paso mi brazo izquierdo por encima y lo apoyo en el centro de su pecho, justo donde late su corazón. Poco a poco me quedo dormida escuchando cada latido de su corazón retumbar en mi oído.
Antes de irnos ayudamos a Darik a limpiar todo. No íbamos a dejarle con todo el marrón. Carol y yo recogimos todos los vasos y botellas de la casa. Recogimos algunos cristales rotos y pasamos el cepillo. SJ y Darik se ocuparon de mover todos los muebles que estaban cada uno en una punta y terminaron de recoger con nosotras. Darik no quería que hiciéramos nada pero insistimos. Nos montamos en el coche y nos pusimos de camino a casa de Carol. Cuando llegamos nos despedimos de ella y quedamos en hablar más tarde. A SJ y a mí nos esperaba un par de horas para llegar si es que no pisaba mucho el acelerador.
-¿Hace mucho que conoces a Darik? –miro hacia SJ.
-Hará unos diez años. Nos conocimos cuando mi madre murió. Estaba con mi tío, trabajaba para él. Ahora trabaja conmigo.
-¿Él también vende? –pregunto.
-No –acelera un poco –él se encarga de arreglar el negocio. Estudia al cliente y prepara el lugar de entrega, la hora...
-Al menos sé que no corres tanto peligro. No te expones ante alguien que no conoces –Darik hace un gran trabajo. Se ocupa de la seguridad de SJ, de cierto modo sería como una clase de guardaespaldas.
-Él nunca dejaría que nada me pasase. Al igual que yo tampoco dejaría que nada le pasara, es como un hermano para mí. Nos hemos criado juntos –SJ sonríe. Me acerco y le doy un beso en la mejilla.
Me coloco en el asiento y miro al frente. Le pido su teléfono y antes de pasármelo lo desbloquea. Me meto en las fotos y me paso las que nos hicimos. Cuando termino lo bloqueo y se lo paso. De vez en cuando le miro y observo cada movimiento que hace. Sonríe e imito su gesto. Empieza a acelerar y a mí me encanta. No tardamos mucho en llegar a casa. Salgo del coche con los tacones en la mano y ando descalza hasta que entramos en casa. En el salón están hablando y bebiendo café. Les saludamos y subimos.
Una vez en mi habitación dejo los tacones al lado de la cómoda y me dirijo al armario para coger ropa y meterme en la ducha. Cuando salgo SJ está en mi habitación con el pelo aun húmedo. Me acerco a la cama y cojo la ropa. Me quito la toalla y empiezo a vestirme.
-Dios, no me tortures así –se echa hacia atrás en la cama y se queda boca arriba.
-No estoy haciendo nada, solo me estoy vistiendo –termino de colocarme el sujetador –Además, no es la primera vez que ves una mujer desnuda SJ –y al decirlo caigo en la cuenta de que ha habido muchas.
-No, pero ninguna me afectaba tanto como tú –se incorpora en la cama y se apoya sobre un brazo. Me pongo un pantalón. Su boca se abre para decir algo pero no suelta nada.
-¿Qué te pasa? –le miro frunciendo el ceño.
-Nada –su tono es neutro.
-Vamos SJ, dímelo. Sé que te pasa algo. ¿Por qué estás así? –paso mi mano por su mejilla y bajo hasta apoyarla en su pecho.
-¿Tu y Derian habéis... -no le dejo terminar de hablar.
-No, no me he acostado con él. Si eso es lo que te tiene así, tranquilo que no –me alejo de él.
Me acerco a la ventana y me apoyo en el alfeizar. ¿Se piensa que eso es así siempre? ¿Qué siempre que esté con un chico me voy a acostar con él? ¿Y si por eso está conmigo? ¿Porque se piensa que soy como todas con las que se acuesta? Agacho la cabeza y miro mis pies. Todo era demasiado bueno.
-Darlene, perdóname, no quería que te lo tomaras mal –está detrás de mí. Apoya sus manos en mi cintura–Perdóname –me giro y le miro a los ojos.
-¿Esa imagen tienes de mí? ¿Qué porque lo haya hecho contigo ya lo he tenido que hacer con Derian también? ¿Eso es lo que soy para ti? ¿Un polvo seguro? –con cada palabra que suelto se me encoje más el corazón ante la idea de que sea cierto.
-¿Qué? No. Solo quería saber si él estuvo contigo de la manera en que tú y yo lo estamos –pone sus labios en mi cuello pero yo me remuevo y me alejo de él.
-No, no estaba enamorada de él. No me acosté con él porque no le quería. Para que te sientas mejor –hice comillas con mis dedos –solo he estado con dos hombres. Erick, por desgracia, y tú. Solo estaba con Derian para poder olvidarme de ti pero aquí me tienes, preguntándome si soy tan poca cosa para ti como un simple polvo –se acerca a la puerta y cuando creo que se va a ir la cierra con pestillo. Se acerca a mí.
-No, eso no ha sido ni es así. Nunca lo será. Joder Darlene, cuando me acostaba con Lessy te veía a ti, pensaba en ti. No te podía sacar de mi cabeza joder –me coge de la barbilla y levanta mi cabeza para mirarme a los ojos. Me alejo de él de nuevo.
-Me parece bien. ¿Cuándo lo hicimos ayer pensaste en Lessy? Parece que ese es tu pasatiempo, acostarte con una y pensar en otra. Espera, que a lo mejor mientras que estabas conmigo no pensabas en Lessy sino en otra de las tantas con las que lo hiciste –me pongo con los brazos en jarra.
-Dios Darlene, eres muy terca. Eso no ha sido así. Cuando estuve contigo no podía dejar de pensar en todo lo que me hacías sentir. Contigo no me hace falta nada más, nadie más –suspira y se echa para atrás.
-Ah, perdona por sentirme como una cualquiera con tu pregunta pero es lo que has dado a entender perfectamente –pongo los ojos en blanco. Se acerca a mí y me abraza por la cintura.
-Perdóname, no quería que te sintieras así, no fue mi intención, lo juro. Mírame –sus ojos muestran arrepentimiento –No quiero que jamás se te pase por la cabeza la idea de que mientras te hago mía estoy pensando en otra porque eso es imposible. Nunca te usaría de esa manera, lo juro –me besa el cuello –Perdóname –susurra en mi oído.
-Está bien, te perdono. Al menos me quedo tranquila después de hablar contigo y de haber aclarado todo contigo –me apoyo en su pecho.
-Llevamos un día de novios y ya hemos tenido nuestra primera pelea. Creo que hemos batido un récord –le doy un golpe en el pecho y se empieza a reír.
Termino de vestirme y de secarme el pelo para después ir con SJ a la cocina. Vamos a su habitación después de comer algo abajo. Me tumbo en la cama mientras que él termina de hablar con Darik de algo relacionado con el trabajo. Cuando termina entra de nuevo en la habitación y se tumba a mi lado. Dejo el móvil y le pregunto que qué tal todo. Me dice que bien, que no era nada importante. Me apoyo en su pecho y él me rodea con sus brazos. Me encanta estar así con él. Una de sus manos está acariciando mi pelo, cosa que me relaja.
-¿Qué te dijo Carol? –hago dibujos en pecho con mi dedo.
-Esa chica sabe acojonar a un tío. En resumen me dijo que como te hiciera daño ya podría despedirme de una parte muy preciada para un hombre si en un futuro quiere tener hijos –me río ante la amenaza de mi queridísima amiga.
-Esa es mi Carol –SJ se ríe.
-Me cae bien. Es una chica con las ideas claras y cuida a los suyos. Vamos a llevarnos mejor de lo que pensé en un principio cuando la vi en tu habitación.
-Carol es así. O la odias o la quieres –le abrazo.
-Ahora entiendo por qué os lleváis tan bien.
-Es como mi hermana. No sé qué haría sin esa loca y sus ideas. Soy afortunada de tenerla.
-Y yo soy afortunado de tenerte a ti –SJ deja un beso en mi cabeza. Niego con la cabeza y ruedo los ojos.
-Exagerado –levanto mi cabeza y le miro a los ojos. Me pierdo en su mirada.
-Darik me ha dicho que en Nochevieja podríamos pasarnos por su casa. Hará otra fiesta pero esta vez no habrá tanta gente. Solo los más cercanos. Me dijo que podías llevar a Carol –sonríe.
-Me da a mí que tu amigo quiere algo con mi amiga. Espero que no se le ocurra hacerle nada malo porque te quedas sin hermano –le miro seria pero me contagia la sonrisa. Dejo un beso en sus labios.
-Tranquila que estando yo ni él ni nadie tocará a tu amiga ni tampoco a ninguna de las chicas que allí haya. No me gusta que maltraten a una mujer delante de mí –me devuelve el beso y cuando me doy cuenta me tiene encima de él a horcajadas.
Me agarra por las caderas y clava sus dedos en mi piel a la vez que hace que me presione contra él. Pongo mis manos en su pecho y las bajo hasta llegar al bajo de la camiseta. Tiro de ella sin dejar de besarle. Aparta mis manos un momento y sube las suyas a mi espalda mientras que se incorpora en la cama. Una vez sentado él y yo encima de él tiro de la camiseta y se la quito. Dejo besos por su cuello y bajo lentamente a la clavícula. Le clavo los dientes y gime. Sonrío ante su respuesta. Vuelve a poner las manos en mi cadera y me sienta justo encima de su erección. Muevo las caderas lentamente y le oigo quejarse. Me mira a los ojos y me quita la camiseta deprisa dejándome en sujetador. Besa mi cuello mientras que yo pongo las manos en su nuca. Baja hasta mi hombro y deja besos y algún que otro mordisco. Lleva las manos a mi espalda y desabrocha el sujetador. Lo deja caer al suelo y me da la vuelta. Me besa y pasa las manos por todo mi cuerpo. Se detiene en mis pechos un rato mientras que su boca no se separa de la mía. Con mis manos intento liberarle del pantalón. Se separa para quitárselo y cuando lo hace vuelve a colocarse encima de mí. Deja besos por mi clavícula, luego en mi pecho deteniéndose dejando un leve mordisco en cada uno y baja hasta llegar a la cintura. Baja mi pantalón junto a mis bragas y lo tira al suelo. Mi cuerpo arde ante su tacto en cada lugar de mi cuerpo.
-SJ –gimo en su oído.
-Me encantas –se separa y se quita los bóxers.
Coge un condón y se lo coloca. Se coloca entre mis piernas y entra en mí. Clavo mis uñas en su espalda y gimo. Su ritmo es lento pero profundo. Sale casi por completo y entra de golpe, volviéndome loca. Sin poderlo evitar suelto un gemido.
-Shh, nos van a oír –dice con la voz entrecortada por cada embestida.
-Dios, me vas a volver loca –un gruñido sale de su garganta y empieza a aumentar el ritmo.
Me abre más las piernas con las suyas y empieza incrementar el ritmo y la fuerza de las embestidas. Me besa con agresividad y yo le devuelvo el beso. Pone sus manos a cada lado de mi cuerpo y sigue con su ritmo. Clavo mis uñas en su espalda y siento que el orgasmo está cerca. Me incorporo un poco y él viendo mis intenciones hace que giremos en la cama quedando yo encima de él. Apoyo mis manos en su pecho y le miro a los ojos mientras me empiezo a mover. Hago círculos con mi cadera mientras que él se muerde el labio. Me muevo encima de él y voy aumentando el ritmo. Me agarra del culo y marca el ritmo que sigo sin pensar. Noto que se va tensando y su mandíbula se aprieta. Me muevo más rápido sintiendo que yo también estoy llegando. Aprieta su agarre y gime. Su cuerpo está tenso y a los segundos me tenso yo sintiendo el orgasmo recorrer mi cuerpo. Gimo y me dejo caer encima de su pecho mientras que el orgasmo hace sus últimos estragos por mi cuerpo. La respiración de SJ esta agitada al igual que la mía. Su pecho sube y baja rápidamente. Cuando noto que mi respiración está más calmada me levanto de SJ y me tumbo a su lado. Tiene un brazo bajo mi cuello a modo de almohada. Con la otra mano tira de mi mentón y me da un beso.
-Eres increíble –dice entre dientes –Tengo que ir al baño un momento.
Se levanta no sin antes darme un beso en la frente y coge su pantalón del suelo. Aprovecho que él se ha ido y me visto. Coloco la colcha de la cama y las almohadas y cuando todo está colocado espero a que venga. Me hago una coleta y me tumbo mientras que miro el móvil. No tengo ninguna notificación así que lo dejo en la mesita que hay al lado de la cama de SJ, justo al lado de su móvil que se ha encendido anunciando una nueva notificación. Una tal Cristie le ha mandado una foto y un mensaje con un "cuando vas a venir?". En ese momento SJ sale del baño. Tiro el móvil encima de su lado de la cama y le doy la espalda.
-Hay alguien que te reclama. Quiere verte –mi tono de voz es neutro.
-Cristie –adivina su nombre –Es la mujer de Roger y tranquila, no me van las de cuarenta años –no sé quién es Roger pero me he quedado más tranquila al saber que no es ninguna de las tías con las que ha estado –Hablé con ella ayer por teléfono y me dijo que pasáramos un día por su casa para comer.
¿Pasáramos?
-¿Quién es Roger? –me giro y quedo frente a él quien también se ha tumbado en la cama.
-Roger es un hombre que trabaja para mí. Hace tres meses le dieron un tiro y estuvo cerca de morir. Está en casa bajo los cuidados de su mujer, Cristie y su hija de ocho años, Anne. Ayer me dijo que la herida ya había cicatrizado por completo y que podía mover el brazo medianamente bien aunque tenía que seguir con la rehabilitación –coge el móvil y los desbloquea, entra en el chat con Cristie y me enseña la foto en la que sale un hombre de mediana edad. Se le ve un hombre robusto de esos a los que da miedo enfrentarse. A su lado sale una pequeña niña de un pelo rubio como las candelas y unos ojos azules cristalinos.
Me siento avergonzada por ponerme celosa por eso pero también tiene que entender que es normal que esté así cuando habrá estado con un montón de chicas y seguro que alguna le llamará o escribirá para volver a estar con él.
-Lo siento, no sabía nada. Me alegro de que esté bien y que no terminara mal la cosa. Pero ¿pasáramos? ¿saben quién soy? –pregunto dudosa.
-Desde el momento en el que empezamos todos y cada uno de mis hombres saben quién eres.
-¿A qué te refieres? –le miro con el ceño fruncido.
-A que no te pasará nada mientras estés conmigo. Cada uno de mis hombres sabe quién eres, cómo eres y lo que eres para mí. No es que te tenga vigilada, sino que te tengo protegida –vaya con SJ, no sabía nada de eso.
Coge el móvil de nuevo y lo coloca delante de nosotros. Entra en las fotos y una de las que nos hicimos ayer la pone de perfil en whatsapp. Sonríe y deja el móvil en la mesita de nuevo.
Unos golpes en la puerta hacen que nos levantemos. SJ se acerca a esta y abre. La figura de Alfred aparece y entra cuando SJ le indica con la cabeza que lo haga. Cierra de nuevo la puerta y Alfred va hacia la silla que hay en frente de la cama. Se sienta y cuando SJ se sienta a mi lado Alfred empieza a hablar.
-Darlene, sé que sabes a qué se dedica SJ, a lo que nos dedicamos –SJ no está solo en esto –Sé que es muy peligroso pero es nuestra forma de vida desde hace bastantes años.
-Lo sé y lo entiendo Alfred. Si te preocupa que le diga algo a mi familia o algo puedes estar tranquilo porque no se lo diré a nadie –SJ apoya una mano en mi muslo y aprieta levemente.
-Ya sé que no dirás nada y estoy tranquilo por ello –sonríe –A lo que me refería es a que ahora tú también formas parte de esto. No me refiero a que tengas que vender ni hacer negocios –niega con la cabeza –Me refiero a que ahora tú estás con mi hijo y él es bastante conocido en este mundo. Sabrán que eres uno de sus puntos débiles y debes tener mucho cuidado Darlene.
-Todos mis hombres saben quién es –SJ mira a su padre –Saben cómo es y lo que es para mí. Ellos también estarán pendientes de ella.
-Me alegra saber que les has avisado –Alfred se levanta y se acerca a nosotros. Pone cada mano en el hombro de SJ y en el mío –SJ, espero que te des cuenta de la chica que tienes al lado. Ya no solo por mi amistad con sus padres, sino por la valentía de meterse en esto contigo y no salir huyendo.
-Me doy cuenta cada vez que la miro –Alfred aprieta el agarre levemente de nuestros hombros y sonríe, gesto que imito.
-Gracias por confiar en mí –me dirijo a Alfred. SJ se levanta y abraza a su padre. Me levanto cuando se separan y abrazo a Alfred.
-Ahora bajemos a cenar, tu madre ha hecho una cena que huele que alimenta –Alfred sonríe y se dirige a la puerta. Después salgo yo y por último SJ.
Bajamos y cenamos con mi familia mientras que hablamos de todo un poco.
Hola hola amores! Ya estoy por aquí otra vez con un nuevo capítulo que espero que os guste. Como siempre gracias por votar y comentar y, ¡no paréis de hacerlo! Nos leemos pronto, un beso.
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