Capítulo 21.
Estábamos todos sentados en el salón. SJ hablando con mis padres y el suyo y yo pasándole el informe de todo lo que ocurre a Carol. Cada movimiento, cada gesto y cada seña que SJ me hacía mientras que yo disimulaba y me hacía la indiferente con él. Mascaba el chicle de menta apenas sin sabor mientras que miraba una red social cuando escuché la cerradura. Solté el móvil bloqueando la pantalla y me levanté corriendo del sofá en el que estaba para ir a la entrada a recibir a mis abuelos. Y ahí estaban. La estampa más bonita que jamás había visto. Mi abuelo cargando un par de bolsas mientras que mi abuela le quitaba la gorra y la colgaba en el perchero. Entraban sonrientes y hablando de algo que no logré captar. Me acerqué a mi abuelo y le abracé. Le echaba de menos. Me separé de él y abracé a mi abuela. Cuando me separé cogí las bolsas que llevaba mi abuelo en las manos y fui a dejarlas corriendo a la cocina mientras que gritaba para avisar a mi madre de que habían llegado. Fue una tontería porque ella ya lo sabía. Cuando salí de la cocina fui al salón donde mi abuelo se sentó en su sillón de siempre y mi abuela a su lado en uno de los sofás. Como siempre había sido desde que tengo memoria. Me senté en medio de mi abuelo y mi abuela y me quedé ahí a escuchar las anécdotas del viaje, ver las fotos que habían hecho... Para mí, estos momentos son los que valen la pena.
Mi abuelo y SJ no paraban de hablar. Tenían muchas cosas en común. Quien me iba a decir que un tío tan egocéntrico, borde y prepotente iba a tener tantas cosas que admiraba. La vida da muchas vueltas y una nunca sabe.
Me levanto del sofá y voy a la cocina. Tiro el chicle a la basura y voy hacia la despensa. Me apetece algo y no sé el qué. Cojo el tarro de galletas saladas y me llevo un par a la boca mientras que cojo un puñado. Lo cierro como puedo y cierro la despensa. Cuando me giro tengo a SJ pegado a mí. ¿Cómo consigue acercarse sin hacer ruido? Tras el pequeño infarto que me da le esquivo y voy a por un vaso de agua, se me han atragantado las galletas. Y encima el puñado que tenía ha acabado en el suelo. Genial.
-¿Qué quieres? –barro las galletas que hay en el suelo.
-Vaya, estamos más relajadas fierecilla –dice cruzándose de brazos.
-Vete a la mierda, ¿quieres? –le miro haciendo una mueca de asco y me acerco a la papelera para tirar todo.
-Veo que no hace falta que esté tu amiga para envalentonarte ¿eh? –sonríe y juro que le mataría lentamente.
-Ya sabes que a mí no me hace falta nada ni nadie para demostrar que me valgo por mí sola –me pongo en frente de él.
-Ya lo vi el día que tuviste que defender a la nenaza de tu novio –dice mirándome con el ceño fruncido.
-No le defendí, solo le ayudé porque un niñato abusón casi le mata –digo poniendo énfasis en cada palabra.
-Me halagas Darlene –se echa a reír –Prefiero ser así a que una mujer me tenga que defender. Si te llega a pasar a ti algo, ¿él hubiera reaccionado igual? –Pone un gesto serio –¿Le hubiera importado una mierda que le reventaran solo por salvarte? Porque yo creo que no –su semblante es serio, tanto que me dan hasta escalofríos.
-¿Y él es una nenaza? Entonces tú eres un niñato. Te rebajas al nivel de una "nenaza" –hago el gesto con mis dedos –pero tú eres un hombre. Permíteme decirte que no. Recuerda que siempre habrá alguien más fuerte que tú. Y que los tíos como tú al final encuentran una de dos: Uno –levanto mi dedo índice mientras que me acerco a él – otro que le enseñe a comportarse como un hombre y no como un niñato. O dos –levanto mi dedo corazón. Estoy muy cerca de él –llega una mujer que le para los pies y le hace ver que las cosas no son como ellos ordenan, sino como son.
-¿Y quién va a ser ese hombre? –Se acerca acortando la distancia entre nuestros cuerpos –¿Derian? No me hagas reír.
-¿Por qué siempre le tienes que sacar cuando hablamos? –Me pego a su cara –¿Estás celoso?
-¿Celoso de él? Es el mejor chiste que me has contado.
-Me alegra hacerte reír. Tú también eres muy gracioso sabes –le miro con una ceja levantada –Te voy a llevar al circo, así todos podremos disfrutar de tu –le doy un golpe en el pecho con mi dedo índice –humor.
-Yo también sé de uno al que podríamos llevar. Su nombre es Derian. Es una nenaza. Ah sí, y su novia le tiene que defender porque no tiene los huevos de pegar como un hombre.
-¿Ves? Siempre le metes. En serio, voy a empezar a creer que estás enamorado de él o algo –le doy en todo el ego. Lo sé por su forma de resoplar.
-¿Quieres que te demuestre otra vez lo que me gusta realmente? –pega su nariz a la mía y se me seca la boca.
-¿Otra vez? –frunzo el ceño.
Y no me responde porque sus labios están pegados a los míos. Tira del inferior y le sigo el beso. Se pega completamente a mí sin separar nuestras bocas. Sus labios, carnosos y perfilados, juegan con los míos. Subo mis manos a su nuca y él posa las suyas en mi espalda baja. Agarra con firmeza la zona y a mí se me escapa un gemido. En ese momento su lengua y la mía empiezan un baile que solo ellas conocen. Empezamos a caminar sin separarnos hasta que choco con la isla de la cocina. SJ sigue sin soltarme y baja un poco más sus manos. Le acerco más a mí tirando de su cuello y él aprieta su agarre. A este paso se me quedarán los dedos marcados, pero me da igual. Nos separamos por la falta de aire. Apoya su frente en la mía e intenta tranquilizar su respiración mientras que yo recupero el aliento. No nos separamos y juntamos nuestras narices. Deja un beso casto en mis labios y sonríe. Imito su gesto y acaricio su cuello con los pulgares. Su aroma me embriaga hasta tal punto que no sé lo que ocurre a mi alrededor.
SJ se separa rápido de mí y coge el vaso que dejé en la pila del fregadero. No entiendo nada hasta que veo que mi madre entra en la cocina a dejar las cosas que antes ocupaban la mesa del salón. Yo me giro hacia la despensa y me pongo a buscar no sé el qué. Espero a que mi madre se vaya de la cocina para salir yo. Cuando lo hace salgo de la cocina antes que SJ, quien me mira y sonríe. Me dirijo escaleras arriba para ir a mi habitación.
Una vez arriba me tumbo en la cama boca arriba y me empiezo a reír como una boba. No entiendo como pasamos de discutir y tirarnos pullas cada dos palabras a besarnos de esa manera. No hay quien nos entienda. Ni yo misma sé qué pensar. ¿Esto en qué punto nos deja? ¿Cuándo quiera él me va a besar y luego si te he visto no me acuerdo? No estoy dispuesta a estar así. Conmigo es todo o nada, las medias tintas no me van. Intento entenderle pero a veces se me hace imposible. Sé que es mayor y eso podría suponer un obstáculo, pero dos no se besan si uno no quiere. Y él, desde luego, quería. Me confunde con sus cambios de humos. No sabes cómo te va a salir al día siguiente. Si le beso, me para. Luego viene y se me lanza él. ¿Está jugando? Porque es lo que me da a entender. A lo mejor solo quiere eso. Tenerme ahí para cuando se aburra y cuando se harte de mí mandarme a la mierda.
Me levanto de la cama y voy a la ducha. Necesito relajarme y destensarme. Cuando salgo de la ducha veo que mi madre me ha dejado un sándwich en el escritorio junto con un vaso de zumo. Que mona. Me seco y me visto y me quedo un momento en silencio antes de colocarme en la cama para ver si SJ ya se ha ido. No escucho a nadie, solo a mis abuelos y a mis padres. Me coloco en la cama y me pongo a ver una película que tenía descargada hace tiempo mientras que me como el sándwich.
Cuando no llevo ni media película, me suena el teléfono. Es un mensaje. Desbloqueo la pantalla y entro en el mensaje
-Hola
Cuando veo quién lo manda no me lo puedo creer. ¿Desde cuándo SJ me manda mensajes? Contesto por cortesía.
-Hola, que quieres??
-Wow, ya estamos a la defensiva otra vez fierecilla?
-SJ no empieces por favor, no tengo ganas de discutir
-Y quien ha dicho nada de discutir?
-Dios, me estresas de una manera...
-No lo parecía mientras me besabas
Y ahí es cuando no sé qué decirle ni que hacer. Pasan unos minutos y sigo sin encontrar qué decirle así que vuelve a mandarme un mensaje.
-Que, te has quedado in palabras? Se que soy irresistible pero no es para tanto.
-Tu como siempre en tu línea eh. El ego no lo dejas a un lado nunca
-Yo? Que va
-No... para nada
-Me vas a negar que no te ha gustado
-Si te digo que sí te vas a la mierda un rato y me dejas en paz??
-Prueba a ver
-Si
-Si que...?
-En serio??
-Darlene
-Si, me ha gustado
-Así me gusta, que seas sincera.
-Y quien dice que estoy siendo sincera?? Puede que te esté mintiendo
-Oh nena, por tu forma de tirar de mí y de gemir, te aseguro que no mientes.
Cuando leo eso me muero de vergüenza. En ese momento no pensaba con claridad y menos teniéndole a él tan cerca. Me da vergüenza porque no quiero hablar de lo que ha pasado.
-Ahora vete a la mierda y deja de molestarme.
-Jajaja
Ahora en serio, mañana haces algo después de clases?
-Para ti tengo 20 exámenes, 10 trabajos de 500 hojas cada uno y 6 exposiciones
-Ja ja ja que graciosa.
-Mañana estoy ahí a la hora de salida. No hagas planes por la tarde.
-Me vas a secuestrar o algo??
-Eso es lo que tu quisieras. Iremos a comer y luego me vas a acompañar.
-Así, porque tu quieras??
-Mañana paso a por ti.
Y se desconecta. Paso de contestarle porque no tiene remedio. Odio cuando es tan radical y no deja que los demás hablen. Y por mucho que le mande mensajes o le llame sé que no lo va a coger ni va a hacer caso.
Así que con toda la rabia del mundo me termino la película y el sándwich. Apago todo y miro si tengo la alarma puesta. A saber que le digo mañana a mi madre.
Cuando suena la alarma maldigo en voz alta y doy vueltas en la cama hasta que encuentro el móvil. Encima ayer se me olvidó ponerlo a cargar y me queda un 15% de batería. Lo enchufo mientras que me preparo. Entro al baño y tras lavarme la cara y los dientes voy al vestidor, no sin antes asomarme a la ventana abriéndola de par en par para ver si hace mucho frío. Con la chaqueta de cuero sobrevivo.
Me visto y salgo de la habitación. Cuando voy bajando las escaleras escucho a mis abuelos murmurar en la cocina. Cuando entro doy los buenos días y voy a por un vaso para echarme un café bien cargado, lo voy a necesitar. Cuando termino subo otra vez a ver qué tal va el móvil. Me está abandonando lentamente. La pantalla va cuando quiere, el altavoz no se escucha casi y ahora no carga. Solo lleva un 17%. Perfecto. Miro la hora y ya se me hace tarde. Desenchufo el cargador y me guardo el móvil. Cojo la mochila y salgo de casa después de despedirme de mis abuelos.
Cuando veo a Carol le cuento todo lo que ha pasado. No se termina de creer lo que pasó en la cocina.
-¿Y tu madre no te dijo nada? Mira que ella es como un lince y de cuenta de todo eh –dice caminando a paso rápido antes de que nos cierren la puerta del insti.
-Que va tía. Metí la cabeza por completo en la despensa hasta que se fue. Y él se puso a beber agua. Lo disimulamos como pudimos. Encima luego me mando mensajes y me dijo que hoy venía a por mí a la salida y que no hiciera planes para esta tarde. No se tía, quiero ir, pero a la vez no quiero, ¿me entiendes?
-La verdad es que no pero vale –entramos al insti y subimos las escaleras con tranquilidad –Pero deja de jugar a dos bandos. Déjale las cosas claras a Derian, porque supongo que después de lo de ayer lo tienes claro ¿no?
-Bueno... más o menos. Encima SJ no para de compararse con él. Le mete en las conversaciones cada dos por tres y siempre es para dejarle por los suelos.
-Estará celoso.
-Eso le dije y que estaba empezando a creer que estaba enamorado de Derian o algo –nos empezamos a reír –El caso es que esta tarde me tienes que cubrir. Encima el móvil me está abandonando y no tengo batería. ¿En el recreo le puedes decir a mi madre que me quedo contigo en tu casa para ayudarte con una cosa de clase?
-Darlene, tu madre sabe que no vamos juntas –me mira y se ríe.
-Tienes problemas con alguna asignatura que sea común y ya está. Por favor Carol –le pongo ojitos y se empieza a partir de la risa.
-Está bien. Más vale que dios me lo pague con un buen hombre como SJ –la abrazo mientras que nos reímos.
Suena el timbre y cada una nos vamos para nuestra clase. Cuando entro en la mía Derian me mira fijamente y yo hago como que no le veo. Paso de él. Recuerdo lo que me dijo ayer y me empiezo a reír. A saber la cara que pone cuando vea a SJ recogerme. No es que sea mala, pero él me dejó tirada sin importarle como estaba. Ahora le toca sufrir un poco, si es verdad que me quiere claro.
Tras las tres primeras horas estamos en el recreo cuando llamamos a mi madre. Le explico lo que pasa con mi móvil y le cuento la trola de la casa de Carol. No hace preguntas y yo lo agradezco. Antes de colgar le digo que si necesita cualquier cosa que llame a Carol porque mi móvil va a morir. Cuando cuelga, apunto el número de SJ en el teléfono de Carol por si tengo que volver a casa o algo para que me avise. En los veinte minutos que nos sobran nos ponemos a hablar de todo un poco.
Y después de las tres últimas horas llega la hora de irse a casa. Estoy nerviosa por lo de ahora en adelante. No sé dónde me va a llevar. No es que tenga miedo de que me pase algo malo porque sé que con él no me va a pasar nada, pero no se sabe. El estómago no deja de encogérseme y tengo las manos frías. Estoy peor que en los exámenes finales. Cuando salgo del edificio lo primero que veo es el coche de SJ con él apoyado en el capó. Está de brazos cruzados y con un pie apoyado en él. Cuando le veo siento como mi sangre abandona mi cuerpo y vuelve con una fuerza que me empieza a arder la cara y todo. Es una sensación rara. Carol se pone a mi lado mientras que avanzamos hasta él, mirándole. Me empieza a hablar.
-Ahí tienes al dios griego. Pásalo bien, ya me contarás que tal todo –se aleja pero antes de irse se acerca otra vez y me susurra al oído –Derian está a tu izquierda. Y no tiene muy buena cara. Aunque está con Natalie "La simpática". La llamamos así porque quiere caerle bien a todo el mundo y luego resulta ser una falsa. Nadie la aguanta.
-Y menos la va a tener ahora –digo esto y me voy dejando a Carol confusa.
Carol no aparta la mirada de mí al igual que Derian. Me acerco a SJ lentamente Y cuando estoy a unos centímetros de él me lanzo y le abrazo. Él ve mis intenciones y me devuelve el gesto. Levanta un poco a cabeza y mira al frente mientras que la mano que está en mi espalda, a la mitad más o menos, va bajando llegando a la zona que agarró ayer en mi casa. Noto como sonríe y pasa las manos a mi cintura alejándome de él. Me separo de él completamente y abro la puerta del copiloto dejando la mochila en el suelo y entrando mientras que miro la cara de Derian. Si pudiera estar más enfadado seguro que habría explotado. Miro al fondo y veo a Carol de brazos cruzados y riéndose. Baja los escalones que quedan y se va con una sonrisa en su cara. Derian deja a Natalie, que no presta atención a lo que sucede, y se va de mala hostia. Cuando SJ entra en el coche, después de guardar mi mochila en el maletero, arranca y acelera maniobrando para salir de ahí. Cuando ya hemos salido del instituto me coloco en el coche de manera que no le veo ya que el pelo me tapa la parte izquierda de la cara.
-La próxima vez que quieras hacer una escena de celos búscate a otro –giro un poco la cara y solo logro ver la fuerza con la que sujeta el volante.
-Estabas disfrutando mucho, así que no me vengas ahora con esas. Yo hago lo mismo que tú. Me utilizas para cuando te aburres pues yo te utilizo cuando quiero dar celos. Así de simple –digo y le miro.
-¿Eso crees? ¿Qué te utilizo cuando me aburro? –hace una mueca indicando confusión.
-Sí, lo creo y sé que es así –digo y me cruzo de brazos mientras que me giro para verle de frente.
-Bien, ya que todo lo sabes y que todo lo entiendes, ¿qué te hace pensar eso?
-Te beso, me apartas. Me besas cuando te viene en gana. Me dejas por irte con Lessy porque seguro que estar con ella es más entretenido que estar conmigo. Me dices que te tengo que acompañar a no sé dónde y no me das la oportunidad siquiera de decirte lo que pienso o de negarme. ¿Te parece poco? Tengo más si quieres.
-A ti lo que te pasa es que estás celosa. Y no me digas que no porque sí. Si te aparto es porque no quiero hacerte daño. Es verdad que te beso pero porque no puedo aguantarme. Te dejo, sí, pero no por irme con Lessy, sino por lo que tú ya sabes. Necesito que me acompañes si o si o si no perderé un gran negocio. No conozco a ninguna otra que pudiera hacerlo –dice mirándome cada dos por tres.
Un momento, un momento. ¿Me aparta para no hacerme daño? ¿Qué me besa porque no puede aguantarse? Venga, este se va a reír de quién yo le diga.
-Mira SJ, no nací ayer. Tengo casi dieciocho años y ya sé cómo van las cosas. ¿Qué me apartas para no hacerme daño? Cuando te lo creas me avisas. Además me harás daño si yo me dejo, ¿no crees? No soy como las demás. ¿Qué no puedes aguantarte las ganas de besarme? Ya claro. Eso te importó bien poco cuando le comiste la boca a Lessy el día de la pelea, ¿necesitas que te lo recuerde? Porque parecías muy feliz con ella. Te acompaño porque ya no me queda de otra –miro el cartel que señala que salimos del pueblo –pero la próxima vez que me metas en tu mierda al menos espero que me preguntes si quiero o no entrar dentro. No me gusta que nadie decida por mí, para eso tengo la capacidad de hablar y expresarme, ¿está bien?
-Créeme que con dieciocho años no sabes casi nada de la vida. ¿Qué te ha pasado? ¿Te ha dejado tu primer novio? ¿Problemas con tu ex mejor amiga? ¿Se te ha perdido el móvil? –cuando dice las dos primeras cosas me tenso y me quedo pálida. No sabe que ha dado en el clavo, pero que no ha sido como el piensa –Cuando tengas unos años más me darás la razón. Si besé a Lessy fue porque ella se me lanzó, además no sabía que estabas ahí.
-Vale SJ, déjalo. No quiero seguir discutiendo –me coloco bien en el coche y me pongo a mirar por la ventana. Veo el reflejo de SJ. Está apoyando la cabeza en su mano izquierda mientras que conduce con la derecha. Resopla y se restriega la cara.
Con él siempre es lo mismo. Discutimos cada dos por tres. Estoy cansada de siempre lo mismo. No sé dónde estamos, con tanta discusión no me he fijado pero la ciudad es bonita. Aparca en frente de un italiano por lo que parece, más que nada por el letrero del restaurante. Antes de salir del coche SJ la coge del brazo.
-Necesito que te hagas pasar por mi novia –suplica con la mirada.
-¿Después de todo quieres que me haga pasar por tu novia? Estás loco –me suelto de su agarre.
-Por favor Darlene.
-¿No decías que en este mundo no tienen que saber quién te importa? Yo le importo a mis padres, recuérdalo –digo las mismas palabras que él me dijo a mí.
-Con él es diferente –dice negando con la cabeza.
-¿Quién coño es él? –frunzo el ceño.
-Le vas a conocer luego –se le está agotando la paciencia, lo sé.
-¿Por qué no has traído a Lessy? Seguro que a ella no le hubiera importado –me cruzo de brazos y le miro fijamente.
-Joder Darlene. Él ya conoce a Lessy. Todos en este mundo conocen a Lessy –y eso me termina de descolocar. ¿Quién será "él"? ¿Por qué es tan importante?
-Está bien. ¿Vamos a comer con él o algo? –pregunto para preparar el papel.
-No, pero él controla toda la ciudad. Sabe todo lo que pasa en cada rincón, en cada calle. Así que por favor no me falles –me mira esperando a que acepte.
-Está bien. Me debes una muy grande SJ. No se te olvide –me desabrocho el cinturón y cuando salgo SJ espera a que me ponga a su lado para posar una mano en mi espalda.
Entramos y el hombre le pregunta a SJ a nombre de quién está la mesa. Responde con el nombre de su padre y nos lleva a una mesa al final del restaurante, aislados de todo el mundo. SJ en vez de sentarse en frente se sienta a mi lado. Pide la bebida y luego coge la carta para ponerla en el medio. No deja de mirar a todos lados. Le noto nervioso. Cuando viene el camarero y deja las bebidas mira la carta.
-¿Qué te apetece? –pregunta muy cerca de mí.
-Pide tú. Cualquier cosa estará bien –digo un poco tensa.
-Está bien –pide dos platos que no sé qué son pero suenan bien.
Cuando el camarero se va SJ coge u vaso y le da un trago a la bebida. Apoya los brazos en la mesa y empieza a mirar hacia todos lados otra vez. Juega con sus dedos, frota sus manos, se pasa la mano por el pelo para echárselo para atrás todo el rato. Está nervioso y atento a todo lo que pasa, está alerta.
-Darlene –dice casi en un susurro, como si no quisiera que se enterara nadie –Siento mucho lo del coche. Hay veces que me comporto como un gilipollas. Lo siento –no aparta la mirada de mis ojos.
-Yo también me he comportado como una gilipollas. Pero es que me supera todo esto ¿sabes? –bajo la mirada y la dirijo mis manos –No sé cómo actuar cuando estoy contigo. No sé cómo vas a salir ese día. Si hago una cosa está mal, si hago otra también. Contigo no sé cómo acertar –le miro a los ojos de nuevo.
-Ya somos dos. Contigo es igual. Eres una mujer con un par, y no lo digo por enfrentarte a un tío que te dobla en estatura y peso –y mi mente viaja al día de la pelea en que le separé de Derian –sino porque no te callas nada. Si algo no te gusta lo dices y punto. Eres directa y aunque a veces eso te juegue malas pasadas es preferible a que te cuenten una verdad de diez mentiras. Eres diferente, como bien has dicho antes, por eso me gusta estar contigo. Sabes buscar una solución rápido. No te bloqueas, sales adelante y sin importarte nada. Tienes muchas agallas y lo has demostrado. Por eso te necesitaba hoy.
-¿Gracias? –no sé ni que pensar ni qué decir.
-De nada –nos reímos los dos –ahora me gustaría volver a estar contigo como antes.
-¿Te gustaría volver a discutir? –pregunto para picarle.
-Sabes que no. Con antes me refiero a cuando estábamos bien.
¿Y cuándo se supone que hemos estado bien? Si no era por una cosa era por la otra.
-Por mí vale –le miro y sonrío.
Él me da un beso en la sien y recuerdo que tenemos un papel que seguir. Por el bien que le trae, me acurruco a él y me apoyo en su pecho. Noto que se tensa y levanto mi mirada. Tiene la mandíbula tensa al igual que los hombros. Me incorporo y miro al mismo punto que él. No veo a nadie hasta que reconozco a Lessy. Pero lo que no encaja es el qué está haciendo ella aquí con un hombre que le triplica la edad. Miro a SJ y le pongo una mano en el pecho para intentar distraerle.
-Ey, que pasa –pongo mi mano en su mejilla y hago fuerza para que gire la cabeza y me mire.
-Es él.
Ya estoy aquí de nuevo. Espero que os guste el capítulo. Creo que es el más largo hasta la fecha. No he podido actualizar antes por los exámenes pero aquí lo tenéis. Como siempre, muchas gracias por leerme y comentar. Ayudáis muchísimo a que siga escribiendo. Estaba pensando en hacer una página de facebook de la novela, pero no me decido a dar el paso, ¿que creéis vosotro/as? Espero que sigáis votando y comentando. Un saludo enorme.
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