Capítulo 14.
Derian pone una mano en mi cintura y me acerca a él. Yo le abrazo por el cuello pegándome a él. Me cuesta respirar por lo que me separo de él. Cuando lo hago Derian gruñe y deja un beso corto en mis labios.
-Dios Darlene, pensaba que me ibas a pegar. Y créeme que bastante tengo con el dolor del moratón como para que me dieras un bofetón.
-No Derian, no te iba a pegar –me río –no sé qué ha pasado.
-Yo sí lo sé –se acerca a mí –no te has podido resistir a mis encantos –pega su cara a la mía.
-Oh vamos, no seas tan creído –pongo mi mano en su cara y le separo empujando. Se queja y me doy cuenta de que le he dado en el lado del golpe –Dios, perdóname Derian. No me he dado cuenta, lo siento.
-Tranquila, tú nunca me harías daño Darlene –lo dice tan serio que se me eriza la piel.
"Tú nunca me harías daño". Eso es lo que espero, no hacerle daño porque no se lo merece, y en el fondo sé que eso es lo que pasará.
Me levanto de la cama mientras que me seco las manos en los pantalones. Me acerco al escritorio donde he dejado las cosas y las cojo.
-Tengo que irme. Mi madre ya habrá llegado a casa y mi padre llegaba justo cuando me iba –me coloco la mochila.
-Vale. Te llevaría pero no tengo aquí el coche. Se lo ha llevado mi padre. Pero sí que te acompaño a la puerta, vamos.
Abre su habitación y salimos, yo antes que él. Bajamos las escaleras en silencio y llegamos a la puerta. Abro tirando de ella y Derian se apoya en ella.
-Cuando llegues a casa me llamas o me mandas un mensaje. Avísame, ¿vale? –su voz suena medio ronca.
-Está bien, te aviso. Me alegro de que estés bien. Hablamos –me acerco a él y dejo un beso en sus labios.
Sonrío al separarme de él y salgo. Bajo las escaleras del porche y me dirijo a la calle que lleva a la parada del autobús.
En el camino tengo el presentimiento de que alguien me persigue. Cada dos por tres giro la cabeza para asegurarme de que solo son tonterías mías. En una de las ocasiones veo un coche negro con los cristales tintados en una de las bocacalles. Me asusto y ando más deprisa hasta que veo la parada. Por suerte el autobús llega cuando veo que el coche sale de la calle y se dirige por el mismo camino por el que he llegado a la parada. Me subo deprisa y veo como el coche desaparece lentamente cuanto más avanza el autobús. Me siento y saco el móvil para escribir a Carol.
"Tía, he ido a ver a Derian y cuando iba a la parada del autobús tenía el presentimiento de que alguien me perseguía. Miraba cada dos por tres para atrás pero nada. Una de las veces vi un coche negro con todos los cristales tintados y justo cuando iba para la parada, que me quedaban pocos metros, ha salido el coche de la calle e iba por el mismo camino que llevaba a la parada. Me tiembla todo del miedo, hasta las bragas, no sé ni cómo te estoy escribiendo esto ahora mismo".
Guardo el móvil y miro por la ventana.
Cuando llego lo primero que hago es saludar a mis padres y subir a mi habitación. Me tiro en la cama y le escribo a Derian para avisarle de que he llegado. Veo un mensaje de Carol y lo abro.
"En serio? Y no has visto quién era? A lo mejor era algún tío buenorro y tu huyendo de él..."
"Oh vamos Carol, no estoy para bromas. En serio, era todo muy raro y daba miedo. No he visto quién era, llevaba todos los cristales tintados"
"Joder tía, díselo a tus padres. Y si es el que te quiso violar?"
"No creo que SJ le dejara con ganas de vivir, si es que no lo mató"
"Ese hijo de puta... Si no llega a ser por él y la paliza que le dio, no quiero ni pensar en lo que te hubiera pasado"
"Pero no pasó"
"Seguro que ya estás con esa cara de asco que solo tú sabes poner"
"Odio que me conozcas tan bien"
"Jajajaja, te dejo que tengo que cuidar de mis primos, hablamos luego!"
Y fin de la conversación. Dejo el móvil en la cama y me voy al porche trasero con el portátil. Me siento en el banco con los pies encima de este y las piernas encogidas. Después de un buen rato miro la hora. Las nueve. Entro en casa y miro que en la cocina está mi madre preparando la cena. La ayudo y después de cenar y limpiarlo todo, me subo a mi habitación. La luz del móvil parpadea, tengo algún mensaje de Carol seguro. Desbloqueo el móvil y veo que sí es un mensaje, pero no de Carol, sino de Derian.
"Hola Darlene! Mañana paso a buscarte para ir a clases. Díselo a Carol también"
Le contesto rápidamente.
"Oh, vaya, ahora voy a tener chofer y todo, soy muy privilegiada. Ahora se lo digo a Carol"
"Me temo que me vas a salir muy cara, la gasolina cuesta lo suyo."
"No te hubieras ofrecido, ahora te aguantas. Jajajaja"
"Jajajajaja. Nos vemos mañana"
Dios, que pocas ganas tengo de que llegue mañana. No quiero ir al instituto. Le digo a Carol que nos lleva Derian y ella como si fuera una niña con zapatos nuevos, súper contenta.
A la mañana siguiente apago el despertador de malas maneras. No tengo ganas de nada. Hoy no aguanto a nadie, ni a mí misma.
Me ducho rápido, me visto y cojo las cosas para ir a clase. Cuando bajo a la cocina me tomo un café y salgo para esperar a Carol y a Derian.
La primera llega que parece que esté de resaca y el otro llega sonriente. Saludo a Carol con dos besos y a Derian igual. Me monto en el asiento del copiloto y Carol se tumba en la parte trasera. A la mínima se queda dormida.
Cuando llegamos al instituto, la gente no deja de mirarnos al vernos salir a los tres del coche de Derian. A Carol la hemos tenido que despertar a frenazos hasta que se ha caído del asiento porque se había quedado dormida al final y no se despertaba. Esta niña tiene el sueño muy profundo.
Como no es uno de mis mejores días, estoy insoportable las primeras horas. No aguanto a los profesores ni a mis compañeros, y mucho menos los comentarios del por qué habré venido con Derian en el coche. Miro mal a todo el mundo y planeo su tortura y asesinato mientras que lo hago. Encima los profesores, son tan majos, que te ven mal y te buscan para que saltes. Y pues claro, yo no me callo y pues salto, contesto y no de las mejores maneras. Así que hoy me he ganado un castigo de una hora después de clases, así, por toda la cara. Mi lunes no podía empezar mejor.
En el recreo me siento en una mesa con Carol después de cogerme un café bien cargado. De lejos Derian nos ve y se despide de sus amigos. Viene hacia nosotras y se sienta al lado de Carol.
-¿Qué tal la mañana? –pregunta Carol sonriente. Al menos a ella le ha ido bien.
-Genial, me quedo castigada una horita después de clase, así, por el amor al arte –digo irónicamente y dándole un sorbo al café. Al menos no esta tan malo como pensaba.
-No me lo digas, tecnología.
-¡Acierto! –grito. Vuelvo a poner mala cara.
-Tranquila Darlene. Si quieres vengo a buscarte cuando termines. Me mandas un mensaje y vengo a por ti.
-No hace falta Derian, gracias de todos modos. Voy a avisar a mi madre de que me quedo otra hora más.
Le escribo un mensaje a mi madre. Al instante recibo su respuesta y se despide con un "no la líes más". Pongo los ojos en blanco y resoplo. Sin duda hoy no es mi día.
Cuando suena el timbre, volveos a clase. En esta ocasión los tres estamos en la misma durante las horas restantes, así que vamos juntos. Nos sentamos en fila, primero Derian, después yo y por último Caroline.
La clase de la profesora Susan es muy divertida debido a que se tira toda la hora diciendo que somos una clase que la hacemos sentir mal, que nunca había tenido una clase así y mil cosas más. La de inglés se me hace más amena, pero la última es insufrible. No puedo más con el aburrimiento así que saco el móvil y veo un mensaje a Carol.
"Tía, después de lo que te pasó, creo que Derian debería ir a buscarte luego. Y si el del otro día sabe dónde estudias y viene?? No sabe la hora a la que sales, pero podría estar esperándote en cualquier lado".
Recapacito y me tenso. Me coloco en el asiento y me remuevo inquieta. Voy a decirle que sí a Derian.
"Sigue en pie la oferta de venir a buscarme" No me apetece ir andando luego L"
"Claro que sí. Supongo que saldrás a las tres y media, así que estaré aquí a y veinte esperándote en el aparcamiento. Guarda ya el móvil si no quieres que te castiguen toda la semana ;)"
Sonrío y guardo el móvil.
Después de unos veinte minutos, las clases llegan a su fin y con ello comienza mi castigo. Camino por el instituto hasta llegar a mi taquilla y guardarlo todo. Derian y Carol me acompañan hasta la puerta. Me despido de ellos y entro.
Voy hasta las últimas mesas y me siento apoyando la espalda en la pared. Pongo los pies encima de la mesa y saco un libro para hacer el paripé como si estuviera estudiando.
El profesor de tecnología entra en la clase y mi cara de asco aumenta por momentos. Veo que se acerca a mí y cuando le tengo al lado de pie le miro sin cambiar mi postura.
-¿Crees que esa es una buena postura para estar en una clase? –pregunta mirándome.
-No sé si será buena o no, pero cómoda estoy un rato –digo cerrando el libro y tirándolo encima de la mesa.
-Darlene, ponte bien y estudia, te vendría bien –dice dirigiéndose a su mesa.
-Gracias pero no, bastante tengo con estar castigada. Además, me va más que bien en todas las asignaturas y lo sabes –sonrío enarcando una ceja. Toma esa.
-Está bien, haz lo que quieras, no quiero oírte más.
-Lo mismo digo.
Me pongo en la misma postura y guardo el libro. Me cruzo de brazos y veo como entra la gente poco a poco. Somos unos diez castigados. Veo que no soy la única.
Cada dos por tres miro el móvil para ver la hora. Me meto en un par de apps y busco algo con lo que divertirme. Pero no lo consigo. Me aburro muchísimo y no me queda casi batería.
Por fin, veo que el profesor se levanta y empieza a recoger sus cosas. Corriendo cojo mi mochila y salgo pitando de clase. Cuando salgo veo dos coches. El de Derian y el de SJ.
Este último se encuentra apoyado en el coche y cuando me ve se acerca. Suspiero y pongo los ojos en blanco. Le esquivo pero me coge del brazo y hace que pare en seco.
-Suéltame, ya –digo cortante.
-Darlene, por favor –me mira a los ojos y mueve su cabeza.
-He dicho que me sueltes, que no quiero saber nada de ti. Que me olvides. Me queda bien claro que para ti soy una niñata. ¿Por qué me sigues buscando SJ? –pregunto mirándole a los ojos cansada.
-Darlene yo –mira al suelo. Derian me llama para que monte en el coche. SJ me mira con rabia –Tienes razón, eres solo una niñata. No sé por qué coño he venido. Que te vaya bien.
-Lo mismo te digo. Dale recuerdos a Lessy de mi parte –me alejo de él y me dirijo al coche de Derian.
Una vez que me monto en él se lanza a darme un abrazo. Le respondo con el mismo gesto y me separo de él al escuchar el ruido del motor del coche de SJ.
-¿Qué quería? –pregunta arrancando el coche.
-Ni idea, tampoco es que me interese la verdad.
Pero la verdad es que si lo hacía, me interesaba el saber por qué no dejaba de buscarme, por qué siempre venía a buscarme. Solo quiero saber que le pasa conmigo, por qué a veces me da a entender una cosa pero luego lo jode todo con lo que dice. Dios, estoy tan confundida ahora mismo que solo quiero llegar a mi casa y desconectar de todo.
Cuando Derian me deja en mi casa, me despido de él con un beso. En los labios. Corto, pero intenso.
-Hablamos luego, ¿vale? –dice sonriente.
-Vale –sonrío y bajo del coche.
Entro en mi casa y saludo a mis padres. Subo a mi habitación y me tiro en la cama. Pongo el móvil a cargar y antes de bajar me llega un mensaje de Derian. Sonrío.
"Esta tarde tengo que decirte una cosa. Puedes quedar?"
"Claro, ven a buscarme y vamos a la cafetería del otro día, te parece??"
"Perfecto, a las seis voy a por ti, nos vemos"
Dejo el móvil de nuevo y bajo a comer.
¡Hola holaaa! Ya estoy por aquí. ¿Que tal todo? Espero que bien. Aquí tenéis otro capítulo. Esto va cogiendo forma y la verdad es que estoy muy emocionada. Ver vuestros comentarios, los leídos que tiene la novela y todo es un cúmulo de cosas que pufff, anima a seguir escribiendo. Quería daros las gracias por votar y comentar. Por todo, de verdad, es un gran apoyo. Bueno no me lío más. ¡Espero que os haya gustado! Votad y comentad mis amores. Besos
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