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Capítulo 07

A primera vista Bucky podía decir que su relación con Judy retomó el camino que llevaba previo a la desafortunada pesadilla que sufrió el día que se quedó a dormir en el sillón de ella. Luego que la ayudara con su desagradable cita, la mujer había vuelto a tratar de acercársele activamente sin hacer mención a ninguno de los dos eventos y eso para él era perfecto. Sin embargo le era imposible no percatarse del cambio de actitud, pese a que ella trataba de disimularlo. Antes hablaban cuando se encontraban al salir o llegar a sus casas o por algún evento inusual, en cambio en las últimas semanas se la había cruzado con más frecuencia y sabía que no era por mera casualidad.

No comprendía cómo había ocurrido, ni por qué una joven atractiva, con una vida tranquila y sin mayores preocupaciones se fijaría en alguien como él. Su sueldo de la fábrica le alcanzaba para sobrevivir sin ningún tipo de lujo, era extremadamente reservado y poco conversador y si eso no bastaba para mantener a distancia a cualquier mujer, su apariencia descuidada no era en absoluto algo positivo. Pero pese a todo eso Judy había comenzado a tratar de pasar más tiempo con él, ya sea tratando de salir a la misma hora y ofrecerle acercarlo a la parada del bus o invitándolo a ver alguna película con ella luego del trabajo. Bucky no sabía qué hacer al respecto fuera de agradecer en silencio que Judy no presionara con algún intento de acercamiento físico o una declaración abierta de interés.

Su plan no había cambiado, aún pretendía conseguir un trabajo en un barco pesquero que le sirviera como inicio para llegar a Europa del Este. Sin embargo no estaba buscando ese empleo activamente, Winnipeg había sido su hogar por los últimos cinco meses y a pesar de los problemas su situación era mucho mejor de lo que había anticipado en un primer momento. Sabía que debía irse, que no era sabio ponerse cómodo, pero la rutina y el tener a alguien con quien interactuar le daban cierta sensación de normalidad y le costaba hacerse a la idea de dejarlo atrás.

―Es una pena que no planeen venir a Winnipeg ―comentó Judy desanimada mientras manejaba de regreso al edificio en compañía de Bucky.

La mujer llevaba un buen rato quejándose sobre cómo la ciudad no estaba entre los planes de concierto de Postmodern Jukebox, un grupo que se dedicaba a tocar canciones modernas con ritmo de décadas pasadas que se volvió popular subiendo videos a YouTube. Esa música era de lo poco que Bucky se sentía a gusto escuchando y Judy se había percatado. Pensaba que quizás podía invitarlo a ir a un concierto con ella, pero estaba convencida que iba a ser imposible que él aceptara a menos que se tratara de algo que le agradara lo suficiente como para tentarlo y hasta ese momento los integrantes de ese grupo eran los únicos músicos vivos que parecían gustarle.

―No mucha gente debe de conocerlos aquí ―respondió él tras los breves instantes que le tomó pensar una respuesta adecuada. Se había impuesto el reto de tratar de participar más activamente en las conversaciones, iba a necesitarlo si no deseaba llamar la atención cuando iniciara su viaje.

―Quizás el próximo año vengan, podríamos ir ―ofreció ella luego de suspirar derrotada.

Bucky no supo cómo responder a eso. No quería decirle que pensaba irse, pero tampoco se sentía bien alimentando falsas esperanzas, más cuando reconocía que la invitación iba más allá de una salida entre amigos.

―¿Estás ocupado en la noche? ―preguntó ella―. Tengo un par de oraciones de una traducción que me están matando, sé que no eres traductor, pero me serviría una segunda opinión antes que decida lanzar una moneda y lo deje a la suerte.

―Mañana ―ofreció él ante el pedido. No pensaba exponerse a otra situación similar a la que los dejó sin hablarse por cerca de una semana, cada vez que iba a casa de Judy se preparaba bien el día anterior y sólo se quedaba por periodos cortos.

Ella asintió satisfecha y dibujó una sonrisa en su rostro, iban a pasos de bebé, pero confiaba en que eventualmente Bucky se abriría con ella.

. .

El sonido de una sirena lo despertó de golpe en la madrugada. El silencio de la noche fue roto al interior del edificio con múltiples voces que señalaban que debían apurarse en subir las escaleras. Antes de que Bucky pudiera tomar control de su cuerpo, una ola de adrenalina lo inundó y le obligó a ponerse de pie violentamente. Con su mente nublada por el brusco despertar sólo fue capaz de temer lo peor: lo habían encontrado y estaban a punto de tratar de capturarlo.

No iba a dejar que eso ocurriera, no le importaba si se trataba de HYDRA, S.H.I.E.L.D o las fuerzas del orden locales. Se acercó a la ventana pensando escapar por ahí, pero el reflejo de las luces de la sirena le hizo reconsiderar siquiera abrir un poco las cortinas, su departamento daba a la calle principal, ese camino debía estar bloqueado y estaría demasiado expuesto.

Optó por su segunda opción, la que sabía sería la ruta más complicada. Abrió la puerta preparado para recibir un ataque, pero parecía que no lo estaban esperándolo aún. Estuvo a un paso de aprovechar la oportunidad, pero se detuvo un instante para dirigirse hacia la única mesa de su departamento y empaquetar de forma rápida las libretas en las que había estado volcando cada recuerdo de sus fragmentadas memorias. Con sus únicas posesiones de valor salió con asombrosa velocidad del departamento y tomó las escaleras con dirección al techo, listo para huir y desaparecer.

. .

A Judy le tomó varios minutos decidirse levantarse de la cama y salir a ver qué estaba ocurriendo en el edificio. No era la primera vez que una ambulancia llegaba de improvisto, la mayoría de los inquilinos eran personas mayores proclives a accidentes y enfermedades, pero el alboroto que estaba sintiendo era algo nuevo. Algo somnolienta y envuelta en una bata de noche que se asemejaba mucho a un kimono corto, se aventuró al exterior de su departamento.

No le tomó más de un minuto darse cuenta que algo había ocurrido con el Sr. Johnson, la puerta de su departamento se encontraba abierta y aunque no se podía ver al viejo veterano, parte del personal de emergencia que había acudido se encontraba hablando con la casera en lo que parecía ser un intento por comunicarse con algún familiar del hombre. Por lo poco que logró escuchar entre el resto de inquilinos, el anciano había sufrido una fuerte caída sobre una mesa de vidrio cuando trató de ir al baño sin usar su silla de ruedas.

Comprendía que siendo una persona mayor una ambulancia era necesaria, pero habían acudido dos, sumadas a un camión de bomberos y una patrulla de policía. Era un despliegue mayor para atender una simple caída, independiente de la fragilidad del herido.

―Uno de los bomberos comentó que tuvo que cerrar la conexión de gas ―susurró una vecina que llevaba el cabello lleno de ruleros.

Judy la observó extrañada, quizás el Sr. Johnson había ocasionado algunos daños a su departamento durante su caída, aunque le costaba imaginarlo, el hombre tenía muy poca movilidad.

Cuando el anciano fue retirado en una camilla, Judy decidió que no servía de nada quedarse a escuchar las especulaciones hechas por sus vecinos, ya en la mañana se acercaría a hablar con la Sra. Abbott, ella debía estar más enterada. Dejó atrás los cuchicheos y susurros subiendo por las escaleras de regreso a su departamento con toda la intención de regresar de inmediato a la cama. Sin embargo a unos pasos de su destino se dio cuenta de algo singular; la puerta de su vecino estaba entreabierta.

―¿Bucky? ―llamó acercándose despacio―. ¿Bucky? ―insistió al no recibir respuesta alguna y percatarse que la luz del interior estaba encendida.

Colocó la mano derecha en la puerta para abrirla por completo, pero se detuvo luego de empujarla unos pocos centímetros. Nunca había entrado a ese departamento y sabía que Bucky era un hombre sumamente reservado que seguramente no recibiría con buenos ojos una invasión a su privacidad. Sin embargo el no recibir respuesta le preocupó, quizás había sido un simple descuido, pero él no se mostraba con un hombre despreocupado en ese aspecto.

Decidió terminar de abrir la puerta y volver a llamar a su vecino. Cuando no recibió respuesta se aventuró al interior del pequeño departamento y notó de inmediato que Bucky no había decorado el lugar en absoluto. Los pocos muebles eran viejos y si la memoria no le fallaba eran los que la Sra. Abbott ofrecía a los inquilinos que deseaban el lugar amueblado.

Dio un par de pasos hasta quedar frente a la puerta del baño, pero con un sencillo vistazo al interior confirmó que el departamento se encontraba completamente vacío. Consideró sus opciones pensando que lo mejor que podía hacer era salir, cerrar la puerta detrás de ella y estar atenta a cuando sintiera a Bucky regresar para explicarle. Pero antes de poner en marcha su idea se percató de la presencia de una maceta que reconoció de inmediato, se trataba de la hiedra inglesa que le regaló el día que fue a presentarse.

―Sigues viva ―susurró sonriendo un poco al acercarse a la ventana donde se encontraba la planta y ver con agrado que se encontraba en muy buen estado. No sabía si era porque Bucky la había estado cuidando con esmero o simplemente el vendedor había tenido razón y era casi imposible poder matarla aunque uno se olvidara que de ella.

―¿Qué haces aquí? ―cuestionó Bucky con voz rasposa, sobresaltando a la mujer.

―¡Bucky! Casi me matas del susto ―soltó ella llevándose una mano al pecho.

Él sólo la miró de forma intensa en espera de que se fuera, en realidad no le interesaba saber qué hacía en su departamento, necesitaba aislarse del mundo y no iba a poder hacerlo con ella ahí. Le tomó toda su fuerza de voluntad detenerse a la mitad de su huída y convencerse que estaba malinterpretando la razón por la que el edificio había sido el objetivo de los vehículos con sirenas. Desde el techo, segundos antes de dar un salto a la edificación vecina, divisó que los vehículos que ocasionaban el ruido eran solamente dos ambulancias, un camión de bomberos y una patrulla de policía. Nadie trataría de atraparlo con tan pocos efectivos aunque se tratara de personal encubierto.

―Tu puerta estaba abierta y no respondías ―contestó ella sin pasar por alto los músculos sumamente tensos en el cuello de él―. Entré a ver si estaba todo bien, como no te vi cerca del departamento del Sr. Johnson creí que quizás habías dejado la puerta abierta por error y te habías ido. Justo estaba a punto de salir y cerrarla.

―No deberías estar aquí ―le reclamó elevando el tono de voz y apretando su puño metálico.

―Perdón...

―¡Vete! ―gritó Bucky golpeando la pared al sentir que iba a perder el control, no podía tener compañía cuando se encontraba en ese estado.

Judy dio un salto hacia atrás asustada al escucharlo y sobre todo al ver la abolladura que acababa de ocasionar en la pared que conectaba sus departamentos sin mostrar mayor esfuerzo.

―Vete ―repitió él bajando el tono de su voz al momento en que notó la sombra del miedo asomándose en los ojos de ella―. No quiero hacerte daño...

―Bucky... ―llamó tratando de recuperar la compostura―. Déjame ayudarte ―ofreció al reconocer por primera vez que su vecino tenía problemas más profundos de lo que había sospechado luego de la pesadilla que tuvo en su departamento. Sabía que peleaba día a día contra algo, pero no había logrado percatarse de la magnitud hasta ese momento.

―No entiendes, nadie puede ayudarme ―susurró más para sí mismo que con intención de ser escuchado por Judy.

―Lo sé, sé que posiblemente no entienda ―asintió ella en voz baja. Claro que no comprendía lo que le ocurría, posiblemente aunque él le explicara seguiría sin poder ponerse en su lugar, ella jamás había sentido lo que significaba ser atormentada o traicionada por su propia mente. Conocía las señales debido a su madre; los cambios de humor radicales y malos despertares no le eran algo nuevo, pero pese a todo eso nunca logró entender por completo lo que ocurría al interior de su progenitora ni la pelea cuesta arriba que parecía que jamás ganaría―. Pero aún así puedo apoyarte si en algún momento necesitas a alguien, no tienes que estar siempre solo.

Él la miro con curiosidad y esbozó una sonrisa triste. No importaba cuan buenas fueras sus intenciones ni cuánto esfuerzo le inyectara a lo que ofrecía, ella no podía ayudarlo.

Nota de autora: Este capítulo ocurre a finales de Abril, ¿alguien sabe qué evento del MCU debería ocurrir ahora que comienza Mayo? Con Bucky las cosas van bien por momentos y mal por otros, pero considero que es lo más realista que puedo presentar. El Bucky de Civil War sigue mal, pero se le ve comprando sus higos como persona normal, eso quiere decir que al menos puede aparentar por momentos y con el fic quiero que se vea un poco que esos dos aspectos conviven.

Bucky no salió huyendo al final porque pese a que las sirenas de emergencia activaron todas sus alarmas, tampoco es que haya habido un regimiento de carros policiales y pudo darse cuenta de eso a tiempo. Judy es una chica con suerte, si se hubiera cruzado con Buck cuando estaba alterado las dos únicas opciones eran que la ignorara por completo o que le hiciera algún daño en su intento de escape.

Este fic está cerca de acabar, si tendrá segunda parte donde realmente pueda explorar una posibilidad de romance como se debe (Y no sólo un "crush" unilateral) va a depender de cómo el MCU presente a Bucky en sus próximas entregas. 

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