Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Flores de amor

Dar flores como invitación para ir a la feria, era una tradición de muchos años y que bien hacía excelentes ganancias a los Wu, los floristas del pueblo. 



  Y como en todo negocio, a veces tienes que venderle a quien menos quieres. 



Por eso Yifan estaba batallando con cada flor que colocaba en el ramo que había pedido especialmente el heredero de la familia Huang para quien sería su futuro novio. 



— Gracias Yifan, es un ramo precioso, estoy seguro de que le encantará. 



— No es nada. 



— Bueno, es hora de irme, deséame suerte. 



Y despidiendo al joven con la mano Yifan mira como el ramo que de seguro era para Oh Sehun salía de su establecimiento. 



— Vaya, entonces el hijo de los Huang ya está cazado. 



— Sí, al parecer. 



— Oh, pensé que el chico Lu terminaría saliendo con el otro chico, el de ojos bonitos...pero no, Minseok terminó de novio con ese pandillero de Jongdae. 



— ¿Qué?



— Que Minah está preocupada porque Minseok está saliendo con Jongdae, el chico incluso compró una moto.



  — No, eso no pa', lo otro, lo de Lu Han. 



— Ah, Lu Han aceptó casarse con Zi Tao, no sabían que tenían una relación hasta hace poco. Pero Luhan está que destila más flores que un rosal en época buena. 

Ni el balde de agua que solía poner a las iris sibíricas le podía despertar tanto como aquellas palabras. 



Y es que quizá hasta ese momento no había visto las señales, obvias para estudiantes de una universidad pequeña en la que uno se da cuenta de todo. 



De como Zi Tao quizá no se sentaba al frente de Sehun para verlo, sino a su lado y de frente de Han, o como buscaba la forma de seguir a Sehun, porque Sehun siempre estaba pegado a su primo. 



O como el señor Huang enviaba peticiones de amapolas y geranios cada semana, y que muy curiosamente estaban en las ventanas que daban a la habitación del hijo mayor de la familia Lu. 



  — Hola.



— Sehun...



Y que torpe fue al no suponer tantas otras cosas, como el hecho de que Sehun rechazaba a todos cuando le pedían una cita, pero cuando él le mencionaba la posibilidad de ir al cine a ver los estrenos, Sehun ya se había ideado las formas de meter a escondidas las papitas que tanto le gustaban sin que el guardia los atrapara. 



O cuando pasaban las típicas horas hablando, más bien, las horas que Sehun tomaba de cada sábado para sentarse en el banco de siempre y hablar, hablar aun si Yifan fingía no prestar atención, Sehun se quedaba ahí.



Habían pasado casi tres semanas en las que Oh Sehun intentaba hablar de la feria, de lo bueno que sería comer ese algodón de azúcar rosa que le gusta, o como sería el lanzar los dardos y no ganar nada, subirse a la noria y ver los juegos artificiales.



  — ¿Qué haces aquí?



— Bueno, Hannie irá con Tao a la feria, así que...



  — ¿Qué?



— ¿Me vendes unos almorejos de esos grandotes? 



— Ah...¿almorejos?



Sehun no solía comprar flores, a no ser que fuesen para su tía,  y no es que no se los fuera a vender, pero, ¿para que quería Sehun unos almorejos cuando habían más flores preciosas que esas? Normalmente, solo eran para dar un poco más de ornamenta. 



Y dándole las más tiernas, esas que apenas tenían pequeñas espinas, se negó a cobrarlas, ¿para qué? No las cultivaban, nacían solas en las orillas de la siembra. 



Así como entró, nervioso, Oh Sehun salió dejando a un extrañado Yifan que se dispuso a acomodar las demás flores. 



Y después de un rato, la campanilla sonó de nueva cuenta. 



  — Buenas tardes, ¿qué...Sehun, ¿qué pasa?



— Yo...bueno...



Escondido tras su cuerpo, Sehun extiende un ramo de flores amarillas, lleno de girasoles y amapolas, un par de botones de oro y los almorejos que le había dado. 



— Sehun, ¿qué es...



— ¿Quieres salir conmigo? 





Sentir que los colores de las rosas rojas estaban en sus mejillas era poco, porque tanto Yifan como Sehun estaban sonrojados en la escena. Sehun tendiendo el ramo de flores casi silvestres al florista que con torpeza las toma.



  — Yo...



— Es que no podía comprarte las mismas flores que te quería dar...excepto los almorejos, se espinaron mis deditos al querer tomarlos y...



— Sehun...



— Es porque tú no me invitabas, ni siquiera me veías, yo...pensé que no te gustaba y...¡no voy a dejar que Zhang te de jamás esas rosas! 



Era el peor ramo de flores que había visto, sin forma alguna, pero el amarillo resplandecía en cada flor de tal forma que Yifan no podía evitar soltarse a reír como nunca y terminar robando algo de valentía de las azucenas para plantar un torpe beso en la frente de un impactado Sehun. 



  —  Sí quiero. 



  — ¿Y la feria?



— Para eso falta un día. 



— Bueno, mis flores favoritas son las amarillas, de esas que destilan...



—   Que destilan mucha, mucha, pero mucha alegría. 





Y aunque comenzará a tener comezón por las hojas silvestres que estaban en aquel ramo, Yifan jamás olvidaría lo especial que sería. 



Porque quizá en el fondo él ya sabía que Sehun lo buscaría con el ramo de flores amarillas. 

















•••

Estos son los almorejos

••

Tengo una especie de insomnio, así que esto fue lo que salió después de ver el playlist que tenía yo desde hacía muuuuuchos años   ♥

Ando emocionada con las flores, pero es que las que tiene mi mamá florecieron y están preciosas ♥



Espero les guste, lo hice con cariño ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro