Sentimiento Eterno
Puede que esté equivocado, y es lo más probable. Pero, a pesar de todo, puede, como digo, que no me arrepienta. Este sentimiento, me niego a dejar que perezca. Mi determinación prevalecerá.
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Dejando un poco de lado el tema de Miku, al notar que el tiempo se estaba alargando, y con ello un pequeño y desagradable momento, Itsuki e Ichika salían un poco nerviosas de la cocina junto con varias bandejas con mini galletas, además de tener también chocolate caliente para nosotros cuatro.
Entrando apresuradamente, Ichika, con delicadeza, dejó la bandeja encima del kotatsu en donde nos encontrábamos Miku y yo, mientras que Itsuki dejaba con mucho cuidado las tazas de chocolate. Viendo como ambas se comportaban, lo más seguro es que algo haya pasado allí dentro, sin embargo, mi incapacidad para leer el ambiente, me era imposible descifrar algo que de lo más seguro que Miku ya se habrá dado cuenta.
- Bueno - entrando en el kotatsu, justo al lado mío -, ¿Por qué no mejor empezamos con esta reunión? De seguro tendrás muchas preguntas que hacernos - decía Ichika un tanto emocionada por tener a sus hermanas nuevamente frente a ella -.
- ¿No crees que exageras un poco? - le dije mientras alzaba mi taza - Creo que es mejor les des una breve explicación. Después de todo, nunca pudieron saber del todo el por qué lo que sucedía.
- Tienes razón, Fuutarou-kun - tomando mi mano por debajo de la mesa -. Ellas... merecen saberlo - temblorosa -.
Notando como aquella delicada, frágil y suave mano tuvo un gran poder sobre mí en el pasado, ver y sentir como sucumbia al miedo de las palabras, me hacía reflexionar dos veces de lo que realmente pensaba de ella. ¿Realmente estoy en el presente?, ¿Acaso no soy una mera ilusión del verdadero amor de Ichika?... ¿Quién se supone que soy?, toda mi vida... mis esfuerzos por salir de la pobreza, de ayudar a mi familia, de ser alguien en la vida, ¿Por qué todo se remonta a este punto?
La impotencia era lo máximo que llegaba a sentir. Incluso ahora, si fuera por decisión propia, me iría para no volver, sin embargo, no podía. El haber trabajado tan duro estos años por aquellas cinco idiotas, ya lo era todo para mi. No había vuelta atrás después de aquello. Un mundo vacío era lo que me esperaría si fuera un completo idiota.
- Vamos, no tienes por que presionarse así. No es como si los estuviéramos obligando - dijo un tanto nerviosa -.
- Tiene razón. No hay motivo por el cual nos tienen que contar. Ya está hecho.
- Miku... - forzando un poco la presión en mi mano - No. Lo que hice fue... fue... yo...
- Ichika - acariciando su mejilla en frente de Itsuki y Miku -, cálmate un poco, ¿sí?
- Uesugi-kun...
- Fuutarou...
- Más tarde podremos hablar de esto. Mientras tanto, pasemos un buen rato, ¿no crees? Ha pasado un año desde que no tienes interacción con ellas, así que qué mejor que pasarla bien, hablando de todo como si hubiera sido un chiste, contar anécdotas, que estar pasando un rato incómodo. Luego podrás hablar conmigo.
- Fuutarou-kun... - apoyando su cabeza en mi hombro - Sí, es verdad. No debo tener miedo - fijando su mirada en Itsuki -. Itsuki-chan, ¿qué te parece un reto de quién se emborracha primero?
- Ichika... "El tiempo sí que ha pasado, ¿eh?" Sí. No perderé.
- Bueno, mientras que ellas tienen su reto, Miku, ¿no te gustaría hablar un poco más?
- Creo que es lo único que tenemos por ahora. Pero con el ruido que harán, se volverá irritante.
- ¿Itsuki no suele beber?
- No... o por lo menos ya no desde que te fuiste.
- Y-ya veo.
Un agradable momento estaba presenciando. Después de mucho tiempo, mi cabeza por fin podía pensar que las cosas estaban mejorando, aunque sea un poco. Ver como Ichika sonreía sinceramente mientras que seguía tomando junto con Itsuki, me relajaba. Y conforme pasaban los minutos, la noche avanzaba de una forma tranquila y próspera.
Siendo ya las 2 am, las luces de las calles apagadas, un silencio por todas partes, ningún transeúnte de paso, era que, al parecer, nuestra ubicación era la única que ocasionaba disturbio a altas horas de la noche. El hecho de tener a una ruidosa y "prendida" Ichika por las varias cantidades de alcohol que bebió, al igual que Itsuki, era motivo suficiente para tenerme más o menos nervioso por la situación. Por lo general, quien ocasiona problemas, terminan oficiales llegando a tu vivienda. No quiero tener la marca de mal visto con mis vecinos.
- ¿No crees que ya llevan bastante tiempo tomando? - pregunté -
- Bueno~ Después de mucho tiempo, Fuutarou por fin está con nosotras~
- "¿Eh?" S-sí... "¿Acaso ella... también está ebria? ¡¿Miku?!" Supongo que igual esto tiene efecto en ti. Has bebido demasiado por hoy, que incluso puedo decir que te has salido de la palabra "moderado". Definitivamente no eres alguien que pueda parar una vez ebria.
- Hablas mucho, Fuutarou - acercando su mano hasta mi frente y deteniéndose con un ligero toque de sus dedos -.
- "No puedo ser el único cuerdo aquí" - fijandome en Itsuki - "Pero... tampoco es tan malo. Ha pasado un tiempo desde que te pude ver así, Itsuki" - suspiro - "Que problema. Realmente, qué problema. No puedo evitar este impulso de querer ir a abrazarla" ¿Hmm?
- Fuutarou - enojada -. Pienso que solo estás en tu mundo. ¿Qué hay de mi? - pestañeando -
- "Parece que pronto se quedará dormida por si sola" Bien, bien. Buenas noches, Miku - le decía mientras la recostaba en el pequeño sillón que tenía -. Ya has bebido suficiente.
- Hmm... - dejando caer sus brazos ya sin fuerzas - Sí... - dijo último antes de quedarse dormida plácidamente -
Después de un rato, con las dos que faltaban por dormir, ya era prácticamente la hora de levantarse. Una buena mini fiesta pareciese que se celebró toda esa noche, sin embargo, no podía decir lo mismo cuando la miraba a ella, aún de pie. Sí que es fuerte.
Siendo las 5 am, quien seguía despierto además de mi, era Itsuki. Con todo el desastre que habían ocasionado toda la noche, ella era la única en pie para ayudarme a ordenar todo el destrozo. Todo en silencio.
No tenía prisa, en lo absoluto. Sin embargo, desde que la pude ver más con detalle, sin duda alguna seguía siendo alguien radiante, alguien a quien admiraba. Y con la vergüenza entre mis ojos, el no tener un tema por el cual hablar durante un rato, me ponía más nervioso. Ya había olvidado más o menos lo que era sentirse así. Un poco angustiado diría yo. Pero realmente, era ella.
- ...
- ...
- ...
- ...
- ... ¿Y bien? ¿Te vas a quedar ahí sin decir nada? - dijo con un tono solemne -
- Bueno, estamos limpiando. ¿Qué podría decirte?
- Se han vuelto bastante cercanos, ustedes.
- Sí. Ha pasado un año después de todo. Creo que es lo común cuando vives con la misma persona por bastante tiempo.
- Esa es la magia de ser pareja. No lo olvides.
- ¿Uh?
- Sabes... aprovechando que ellas están dormidas.
- Dime.
- Ha pasado un buen tiempo, Uesugi-kun - dijo volteandose en mi dirección, mirándome fijamente -. Me alegra poder volver a verte.
- "¿Qué sucede con esa vista?" Gracias...
- Bien, sigamos. Pronto nos tendremos que ir, y no quiero tener que llevar a Miku precisamente a un hospital por beber de más.
- Es imposible que suceda.
- Igual que lo nuestro...
- ... ¿Eh?
- Solo bromeo. No me tomes tan en serio. Recuerda que estuve bebiendo hasta altas horas de la madrugada. Cielos, si que soy una profesora irresponsable.
- "Itsuki"
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