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Estabilidad Amorosa

Bajo la tenue y voraz confusión por las palabras de Itsuki, Fuutarou, sin reacción alguna, no dejaba de mirarla. ¿Acaso esto era un juego perverso por aquella chica? Aún si lo fuera, era uno de muy mal gusto. Si resultara que de verdad estuviera embaraza, decir que él tomara la responsabilidad como padre, era algo que ya no estaba en su jurisdicción. Y bajo los efectos de la adversidad, dando pasos hacia el lado contrario, Fuutarou sin siquiera darle un tipo de respuesta y/o oportunidad para una explicación, solo guardo silencio en dirección a casa. 

- Uesugi-kun...

- . . . Hora de irnos. 

- Sí.

El camino fue incomodo para ambos. Con la distancia involuntaria que se habían dado, Itsuki ya no sabía que pensar. Decir después de un año sin verse que estaba embaraza, sin duda era algo que el pelinegro no podría sobrellevar tan fácil como cualquier otro problema, sin embargo, era necesario decirlo. Tener una verdad como aquella de traer una vida al mundo, era algo que era indiscutible de ocultar. Con a penas la imaginación de ver a su querido pelinegro notar los cambios físicos con el tiempo, sin siquiera saber algo al respecto, probablemente el daño hubiera sido aun peor... y más si se trataba de un hijo bastardo.

Como prueba de determinación, Itsuki simplemente obedeció las indirectas de Fuutarou durante el trayecto. Ya no había nada más que hacer para cambiar el resultado. Ahora, sabiendo que Itsuki tenía un mes de embarazado, Uesugi Fuutarou aún seguía perplejo por la elección que le había hecho la pelirroja, y no era de más como otras situaciones en el pasado, era una elección de adulto.

10 am.

Pasado ya el tiempo desde que se fueron a dar un paseo corto e incomodo, Itsuki, junto con Miku, se encontraban en la estación de trenes de Kioto, esperando a su hermana mayor para que se despidieran después de una larga ausencia. Mientras tanto, Miku se encontraba conversando con Fuutarou en una pequeña tienda, decidiendo de paso el regalo de las demás que no vinieron. A pesar de la distancia y las diferencias, aún siendo una pequeña muestra de presencia, iban a recibir de vuelta un pequeño recuerdo por su pelinegro. Yotsuba y Nino se llevarían una gran sorpresa por los presentes. 

Itsuki, prácticamente al lado de la puerta del tren, triste por el acontecimiento que había vivido temprano con su pelinegro, ¿Qué era realmente asumir la maternidad y paternidad? Siendo que esta se las ingenio para averiguar y demostrar que aquel estudiante con el que cometió el error se estaba acostando con otras estudiantes, el camino hacia la expulsión no fue difícil, sin embargo, la herida de aquel instante, al saber que por unos momentos lo comparó con Uesugi Fuutarou, era insoportable hasta más no poder. El llanto de frustración una vez llegado a casa después de ese día fue inmenso. Pero las cosas eran diferentes ahora. Las circunstancias ameritaban una oportunidad de redención y apoyo emocional. Una vez concluido el silencio absoluto por el estudiante y las enormes pruebas en contra suya por más de 20 estudiantes, era que Itsuki pudo tener paz en no arriesgar su trabajo, incluso después de haber visto esa expresión en el rostro del estudiante. La victoria era de ella. Nakano Itsuki había ganado y perdido todo ese día. 

- "¿Habré hecho mal en volver?" - pensaba entre fuertes dolores de cabeza - "Solo quería verlo... ¿Por qué le tuve que decir eso?" - mirando las demás parejas que caminaban por los alrededores, tomados de la mano - "Tal vez... si no hubiera sido tan terca en aquel entonces... ¿Estaría ahora casada con Uesugi-kun? Sería agradable formar una familia" - sin notar que estaba derramando lágrimas - "Sí... sí..." - lamento - Sería hermoso... en verdad.

- ¿Itsuki? - dijo Ichika al llegar con unas cuantas bolsas medianamente grandes - ¿Qué pasa? 

- "No..." Nada, Ichika - limpiándose con un pañuelo -. Solo me sentí triste porque nuevamente no nos veremos en mucho tiempo. 

- Vamos. Tampoco es como si jamás nos volviéramos a ver. Ya habrá días que podremos vernos sin problemas.

- Sí, tienes razón. 

- Así que no te sientas triste. Harás que tu hermana mayor también se ponga a llorar.

- Ya, ya. Entendí perfectamente - dando una leve sonrisa -.

- ¡Bien! Así me gusta. 

- "No puedo preocuparla con mis problemas. No puedo perturbar su felicidad con mi embarazo... pero en algún punto todas tendrán que enterarse. No quiero que llegue ese día." - sonriendo para mantener las apariencias -

- Parece que ya está todo listo para partir. Vamos. No querrás perder el tren ahora.

- N-no... Obvio que no. Vamos con las demás.

Acercándose hacía donde estaban los demás para despedirse, antes de abordar el tren, Itsuki pudo ver que Miku portaba en ambas manos dos grandes bolsas con obsequios bastante jocosos.  La exagerada compra a pesar de ser solo un recuerdo, había dejado perplejo a Ichika e Itsuki, sin embargo, esto no detuvo que Miku explicara de que regalo era para quien. Y ante la distancia, Itsuki pudo ver como era que el pelinegro estaba actuando como si nada hubiera pasado. 

- Fuutarou-kun, ¿Sucede algo?

- Ah... eh... Nada, Ichika. ¿Por qué la pregunta tan de repente?

- Bueno~ Pude notar que no te encontrabas bien, así que por eso... ¡Pero si dices que estás bien, no veo el motivo por el que te encuentre mal! 

- Gracias siempre por esa confianza - acariciando su cabeza en frente de Itsuki y Miku -.

- No sigas, Fuutarou. Ya entendimos que ambos se quieren mucho. No tienes por que demostrarlo cada vez que pueden.

- Perdón, perdón. Es la costumbre.

- Uesugi-kun... - susurró - "Ya no... ya no hay nada más que pueda hacer, ¿verdad?" - bajando la mirada - 

Terminando después de un rato con las despedidas y saludos para los que no estaban con ellos, Itsuki y Miku se embarcaron en el tren, dejando en soledad a Ichika y Fuutarou, tomados de la mano. Ver la perspectiva del tren hacia donde estaba su hermana, tomada de la mano del hombre que una vez amó, era doloroso. A pesar de ser una situación normal, para Itsuki no lo era. En el fondo de su corazón, bajo la presión de aquellos tiempos por ser la elegida, una despedida como la de ahora pareciese ser un adiós definitivo. Y aunque puede estar arrepentida del pasado, nada podía hacerse para cambiar lo que ya se había concretado. No servía de nada reclamar los errores del pasado, no servía que pensara en el futuro. El presente era lo único que le quedaba.

- ¿Qué pasa, Itsuki?

- No, nada. 

- Desde que abordamos que te comportas extraña. ¿Algo sucedió con Fuutarou?

- Descuida. No pasó nada entre nosotros, te lo puedo asegurar de las formas que quieras.

- Hmm. Creí que después de un año sin verlo te lanzarías para abrazarlo a la fuerza. Según recuerdo, ustedes dos eran buenos bebedores. Eres una profesora, no creo que sea un buen ejemplo si algún estudiante te viera.

-Ja, ja, ja. Tu sentido del humor no ha cambiado en lo absoluto.

- "Nunca dije algo que diera gracia." Bueno, entonces debería dejar de preocuparme de más. Puede que se deba a la visita que hicimos.

- Sí, debe ser eso.

- Fuutarou parece que se alimenta bien. Ichika suena un poco más madura de lo que recuerdo.

- S-sí...

- Supongo que dentro de unos años más, ellos dos... ¿Qué piensas que pase?

- ¡Eh!

- No estas prestando atención, Itsuki. Es más, creo que ni siquiera quieres saber lo que pueda suceder con ellos dos.

- No es eso. Es solo que... parece que recién estoy teniendo este ataque de nostalgia. Uesugi-kun e Ichika no parecen los mismos... o eso creo.

- Es una forma muy rara de interpretar las cosas. 

- Es mi forma de verlos, eso es todo.

- Bueno, en todo caso, me alegra haber venido. Probablemente me hubiera arrepentido si no aceptaba la invitación de Ichika.

- "¿Arrepentimiento?" Sí. Era una oportunidad de oro. La próxima vez, volvamos con todas las demás. Sería agradable estar las cinco juntas nuevamente.

- Sí, eso haremos.

Regresando a la gran Kioto, aún estando en la estación de trenes, Fuutarou e Ichika no podían dejar de ir tienda tras tienda por varias pequeñeces que les interesaba. Con la mirada de Ichika centrada en una argolla bastante reluciente y cara por obviedad, la mirada de Fuutarou, aún si demostraba estar interesado en lo que veía su acompañante y pareja, la decisión de si aceptar una responsabilidad tan loca como ser padre no dejaba su cabeza. Aún con la idea principal de despejar su mente con todas las tiendas que podía visitar junto con Ichika, pareciese que todo era inútil. El daño que le había provocado la hermana menor era sin duda espantoso. Y aunque ahora era un tiempo de parejas con Ichika, el retumbar de las palabras de Itsuki, de esperar un hijo en menos de nueve meses, era inquietante para su estabilidad mental, cosa que, a pesar de lo sutil que lo ocultaba, Ichika pudo notar cierta preocupación que lo agobiaba.

- Fuutarou-kun - decía mientras se probaba al argolla -. Dime la verdad. ¿Te encuentras bien?

- ¿Hmm? ¿Qué clase de pregunta es esa? Si de verdad estuviera mal, ya te lo habría dicho. 

- ¿Seguro~? - admirando el bello diseño que tenía la argolla - Ah, esto es muy lindo. 

- ¿Quieres tenerlo?

- Eh, bueno... sí... pero ya sabes. El tiempo lo dirá todo.

- Entonces está bien. Esperare hasta que me digas.

- "Parece que de verdad se encuentra bien" - mirándolo de reojo - "¿Qué habrá conversado con Itsuki?" Oye...

- Dime. 

- ¿De que han hablado Itsuki y tu? Me surge la curiosidad.

- De nada en especial. Lo común que uno diría después de tiempo sin verse.

- Ajá... ejemplo.

- Pues... el estado de Yotsuba. Tenía intriga de lo que pasaba con ella.

- ¿Y?

- Bueno, parece ser que termine saliendo de la universidad al mismo tiempo que ella. 

- Oh, ya veo. Incluso para eso están conectados.

- ¿Qué?

- No lo digo con malas intenciones, sino que, bueno, en preparatoria, en el último festival escolar, creí que irías tras ella. Pero al final todas nos enteramos que no fuiste por ninguna. Luego, un año después fuiste a verme y todo pasó tan natural. Ahora míranos. Ya no somos adultos jóvenes sin experiencia.

- . . .

- ¿Fuutarou-kun?

- Todo ha pasado tan rápido. ¿Cuándo fue la última vez que pude ver a mi hermana?

- Vamos, Fuutarou-kun, no te pongas en modo decaído. Lo lograrás nada comportándote así - saliendo de la tienda después de haber visto todo -.

- ¿No crees que fue un poco descarado probar todo para luego no comprar nada? - saliendo a la par -

- ¡Descuida! No tendría sentido que estuviera disponible las muestras de prueba si no quisieran promocionar sus productos. Además... - acercándose a la par de Fuutarou -

- ¿Además... qué?

- Además... - deteniendo al pelinegro para besarlo en la mejilla, en pleno público - Aún tenemos mucho que planear antes de que llegue aquel día.

- Ichika.

- Así que no te sientas triste. Yo estoy aquí para ti.

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