Eran las 11:14 pm, ya estaba completamente oscuro, y por como Fuutarou ya conocía desde hace tiempo a Nino, él sabía que decirle que se fuera no era una opción, aún si se lo había dicho. Sin embargo, el hecho de haberla dejado tanto tiempo cerca de él, podría haberse convertido en su segundo error, después de todo, era peligroso e imprudente. Fuutarou de inmediato quiso alejarse un poco de ella, pero...

- Oye, Fuu-kun.

- ¿Uh? ¿Qué pasa? 

- Desde el festival escolar... ¿Has vuelto a besar a alguien? - dijo un poco avergonzada, mientras que al mismo tiempo apartaba la mirada -

- N-no... 

- Eso sonó sospechoso, ¿no crees?

- Es tu imaginación. 

- Bueno, no importa. - apoyándose en el regazo del pelinegro sin previo aviso - 

- ¡N-Nino! ¡¿Qué se supone...?!

- ¿Quieres intentarlo? - sonrojada - Mi interior me dice que no me aproveche de la situación, pero mi corazón me dice lo contrario... Dime... ¿A quién le hago caso?

- Se supone que viniste a regañarme por lo de Miku, no esto...

- Dejemos entonces que el impulso domine esta escena. - sonrió mientras acercaba sus labios hacia los del pelinegro - Luego, si quieres, puedes hacerme lo que quieras.

Y dentro de un impulso sin precedentes, Nino se encontraba besando a Fuutarou, sin siquiera con la intención de detenerse. 

Mientras tanto, con los minutos pasando al paso de una tortuga, como si el momento fuera eterno, Nino no podía dejar de disfrutar la sensación de tener los fluidos de su persona especial. El sonrojo y la intensidad aumentaba considerablemente con los segundos. Y yendo desde el principio de todo, al igual como todo había empezado, espontáneamente, el final de un comienzo había empezado con la llegada de Ichika. Una presencia insignificante en segundos decisivos.

- "Fuutarou-kun..." - observando la escena desde la entrada del salón - "¿Qué estás haciendo...? Oye..."

- Vamos... - tomando aire - No te detengas, Fuu-kun. - acariciando sus mejillas, sin percatarse de la presencia de su hermana -

- Ha... ha... ha... Eres muy impulsiva. - agotado - ¿Qué crees que logras con...? 

- ¿Hmph? ¿Fuu-kun? - notando el silencio repentino de Fuutarou -

- "Es egoísta de mi parte... Las cosas nunca salen como las planeo" ¿Qué estoy haciendo? - derramando lágrimas frente al pelinegro - Dime... ¿Qué estoy haciendo mal?, ¿En qué me estoy equivocando? - decía temblorosa por la reacción -

- ¡I-Ichika! - exclamó Nino con cierto nerviosismo al darse cuenta de su hermana - ¿Q-qué se supone que haces aquí...?

- Ichika... 

- Ja... Ja, ja, ja, ja, ja, ja... - llorando - ja, ja, ja... 

Con un gran impulso de ira, en menos de cinco segundos, Ichika se había lanzado encima de Nino, sin siquiera importarle si Fuutarou estuviera cerca de ella. Ahora, con el plan, la cena, el baile, ¿qué se suponía que quedaba? Las esperanzas puestas en aquella velada mágica, todo, se había ido por la borda con aquel beso. 

Nino, quien se encontraba intentando retener a Ichika de los repetidos golpes que le estaba brindando por la frustración, fue que no pudo aguantar demasiado y de inmediato le hizo una señal a Fuutarou para que este pudiera reaccionar. Era normal que él estuviera así. Ella, Ichika, siendo su novia desde hace dos años, los cuales siempre fue puro secretismo, ¿Qué se suponía que debía sentir ahora? Aún sí quisiera sentir arrepentimiento, no podía, no era digno de sentirla, así que sin más, solo podía sostener y separarla de Nino para que se calmara. 

- ¡¡Ven!! ¡¡¿Por qué te alejas?!! ¡Tú, maldita cualquiera!

- Ichika, reacciona, por favor. - sosteniendola con fuerza -

Sin fuerzas para moverse, Nino ya se encontraba en su límite. Aunque solo hayan sido unos segundos de tortura por parte de su hermana, sentir como todo ese dolor lo desprendía ella, era agonizante y triste. Y, recordando aquel pensamiento, el miedo por haber faltado su propia palabra, la tenía más débil en el suelo del salón, llorando.

- Perdón... - limpiándose la sangre que salía de su boca - 

- ¡Él es mío, ¿oíste?! - aplicando fuerza en contra de Fuutarou - ¡Fuutarou-kun es solo mío! - llorando de la frustración -

- ¡No puedes decir eso! - tomando valor - Fuu-kun no eligió a nadie ese día. ¡Él no te pertenece, a ninguna de nosotras!

- Vamos, Ichika, cálmate. 

- ¡No sabes nada de nosotros, así que mejor cállate, estúpida cualquiera! ¡Él ya es mi novio! - calmándose por el ligero cambio que había hecho Fuutarou en el agarre - ¿Ves? -  señalando con sus manos los brazos del pelinegro que se encontraban en su cintura, tocando y sintiendo su piel desnuda - ¿Cuando Fuutarou-kun te ha abrazado de esta forma?

- O-oye, no confundas las cosas. Nino, ayúdame un poco por aquí.

- ... - atónita por la observación -

- ¡Nino! No es tiempo de que dudes ahora. Ayúdame con ella.

Sin poder articular ninguna palabra, Nino no sabía que sentir en ese momento. El ver como era verdad lo que decía Ichika, la forma en como Fuutarou sostenía a su hermana, era alarmante. Aunque se tratara de un agarre, para Nino, no era normal esa forma de hacer las cosas, especialmente si se trataba de su pelinegro. 

- Quiero creerte, Fuu-kun. - levantándose -

- ¿Qué estás diciendo? Deja esas tonterías a un lado y ven.

- Vaya. Creo que Fuutarou-kun debería dejar de mentir sobre nosotros. Harás que me sienta más triste. - decía con malicia mientras presionaba su cuerpo más al del pelinegro -

- "Maldición. Maldición. Maldición. Maldición. Maldición."

- D-d-detente... No digas nada más. - nerviosa -

- Madura de una vez, Nino. No puedes seguir esperando a alguien que ya tiene pareja, pero bueno, supongo que puedo invitarte a una de nuestras citas, de vez en cuando. - burlona por la actitud de Nino -

- ¡Cierra tu boca de una vez! - dijo el pelinegro para luego taparle la boca a Ichika con su mano - V-vamos, Nino. Ayúdame a...

- Sólo dime si es verdad todo lo que está diciendo ella. - al borde de las lágrimas - ¿Qué es eso de que ella es tu novia?, ese día no fuiste por ninguna, pero aún así, ella... ¿Por qué?

- ... Yo... Yo.

- ¿Por qué ella?, ¿Por qué nunca nos dijiste nada?

- ... Yo... No tuve el valor suficiente... solo eso. - bajando la mirada -

- Entonces... ¿Es verdad?

- No lo sé. Dejé de saber de mi mismo hace años.

Sin palabras que decir, sin aliento para continuar, sin fuerzas para seguir, Fuutarou no podía hacer nada al respecto. La frustración de no saber quién era él mismo, quien era el verdadero Fuutarou, lo agobiaba. Y con el peso de no poder corresponder bien las palabras de Nino, simplemente ésta se retiraba del lugar en silencio, dejándolo solo, a la merced de su hermana. Ya no había amor en el actuar de Nino.

- cerrando la puerta con fuerza - "Confié en ti, estúpido Fuu-kun" - avanzando a paso acelerado para alejarse lo más rápido del apartamento -

...

...

...

...

...

- Ahhh~ Menos mal que terminó. Ya me estaba cansando de tu agarre, Fuutarou-kun. - sonriente - Bueno, ahora que ella ya no está, ¿Qué te parece pasar el rato juntos?

Sin fuerzas con las cuales poder retener a Ichika, Fuutarou simplemente, por la ira, sentía una frustración enorme. ¿Qué se supone que pasaba por la mente de Ichika? El haber hecho de tal magnitud la pelea, dejaba en duda la cordura de ésta. Pero, ella no tenía la culpa, ¿verdad? Después de todo, ella solo era un juguete, uno con el cual Fuutarou podía desahogarse de vez en cuando por todo, y más si eran "pareja". Sin embargo, ya todo no tenía sentido, y el beneficio de no saber qué hacer con una de las cinco, era la gran indecisión que lo carcomía.

- ¿A qué viniste...?

- ¿Sí? - dijo ya en dirección a la pequeña cocina de Fuutarou -

- ¿Por qué estás aquí en primer lugar?, ¿Qué quieres de mí?

- Hmm... Bueno, si tratas de culparme, Fuutarou-kun, te puedo decir que no funcionará. Es tú culpa por dejar que ella te besara. Me tienes a mi para eso. 

- Pero...

- Además, ella arruinó una velada espectacular... - cambiando su tono de voz - La detesto. No la quiero ver.

- "Si ya de por sí era complicado tener ciertas interacciones indebidas con Itsuki, ¿qué clase de cosas me pasarán si sigo con Ichika? En verdad, la vida es una mierda"

- "¿Nino es quien pudo entrar en el corazón de Fuutarou-kun? No lo entiendo"

- "Por favor, cuídate, Nino" 

- "Por favor, no vuelvas a aparecer, Nino"