Adiós Vida
Todo se ve difuso, pero parpadeas varias veces y ahí se enfoca mejor todo. Se ve una mañana ardiente, se oye el crugir de madera quemandose, el olor a sangre seca con posibles cuerpos que arden.
Se escucha un pitido a lo lejos desbanecerse: lanzaron una granada.
En el alrededor no hay vida: solo hay cuerpos sin vida por doquier. Aun no se ven aves caroñeras pero ya no deben tardar en aparecer; es mucha carne para no ser persivida hasta por perros carroñeros. Hay autos de combate, en todas partes, algunos con hombres muertos dentro otros vacíos.
Cuándo habrá empezado esta masacre en masa o, cuándo acabo...
En el suelo se puede persirvir, aparte de muertos tendidos y un mar de sangre mezclada de más de cientos de personas, los casquillos de todo tipo de armas con hasta cinturones de balas vacíos. Se ve chalecos de antibalas rotos, seguro por una escopeta o un rifle m82, aunque suene raro haya uno en un panorama como este debiese haberse escondido demasiado bien y no es imposible.
Hay personas con todo tipo de armas en mano antes de morir, uno de ellos había preparado una granada que termino pegándole así mismo al recibir un balazo imprevisto antes de lanzarla, que tragico, al parecer era una de fragmentación mk2. Al menos ya estaba muerto, puede que no haya sentido las metrallas.
Un chico murió con machete en mano y otro con un magnum 44, wow, quién pensaría andar en una guerra con un revolver.
Es triste que, hasta niños estuvieran, lanzando piedras o usados como soldados. Mares embarazadas, mujeres y niños juntos, incluso, para detener al enemigo seguro pero para qué, creyendo tal vez que el enemigo mantiene el corazón en la guerra, la verdad, es que hay algunos que no... en mayoría.
¿Mantuvieron una esperanza inútil que les costo vidas en altas cantidades? Doloroso, pero cierto. Nada sobrevive en la guerra, ni niños, ni mujeres, ni señores, ni enfermos, ni animales, ni nada, solo el fuerte, solo el que se mantiene cuerdo.
Muchos prefieren morir por su propia mano al final, para dar fin a ese momento, para acabar con su dolor porque no se sabe cuándo van a dejar de llegar más gente a morir y matar.
En este momento parece que nadie sobrevive. El cielo se ve azul, se ve un vivo azul para un lugar tan muerto, se ve un dulce y tierno amanecer en un lugar tan triste y desolado, como si no hubiera pasado nada hace semanas ahí, como si alguien abriera los ojos y viera el cielo, viera el amanecer, viera su renacer.
Muchos murieron así, viendo el cielo, pero viendo la cenisa que la empañaba porque no se podía ni ver la luna, todo era humo y puntitos rojos. Sí hasta en el mismo fin hubo más tormentos para los pobres agraciados del tormento de un tormento sin fin.
Casas asaltadas, muchos muriendo en su propia cama, otros en el sofá y otros al salir de la casa. Unos muriendo en batalla, otros muriendo fuera de ella, unos muriendo en la huida y otros muriendo dignamente peleando, pero igual asesinados.
¿Cuál es el fin de la pelea? ¿Cuál? Si aunque uno gane igual pierde; igual pierde vidas, igual queda con multiplex heridas; igual es golpeado, igual es lastimado, igual pierde.
¿Qué fin es ese? Una guerra solo para lastimar a otros, para marcar por siempre la tierra de sangre, dolor y sufrimiento, para luego irse y hacerse la víctima de su propia vida al pasar y sobrevivir de tal guerra en la que fue ganador los suyos, pero usted se siente mediocre, como un perdedor, como un misero insecto sucio de sangre de incontables inocentes, porque nadie es nadie para robar la vida de nadie, pero, a fin de cuentas igual es un sobreviviente.
Ya se deja de oír el crugir, ya hay mucho menos humo que antes, se ven tantos muertos que no se pueden ni contar, una vista con la que nadie desearía vivir en su consciencia: tantas vidas quitadas, tanta sangre manchada, tanto dolor, la horrible agonía vivída hasta por fin morir hasta por fin poder dejar de sentir el más profundo dolor, la más pronfunda tristeza de saber que ya no va a poder ver a los suyos, que ya no va a poder seguir el curso de su historia pues ya se fue, se fue la vida de entre las manos de muchos, muchos.
Es duro, sentir como la vida le pende de un hilo, conocer la impotencia de tener el control de elegir si vivir o morir, si salvar vidas o matarlas, si huir o ser valiente, pero no es algo que se pueda meditar sino que se hace en el momento sin voto de remordimiento porque no hay voleto de regreso.
Las lágrimas te salen... por eso se dice que la guerra no es para cobardes. Porque no se tiene tiempo de cambiar de opinión ni manera de regreso, es algo que se debe de vivir en el momento siendo consciente de que ese te puede ser el último. Como lo ha sido para estos, como le fue para todos, como les termino la vida en un parpadear de ojos, el último de sus vidas, quién sabe qué pudieron haber sido si se hubieran salvado, qué hubieran hecho, qué dejan atrás: ¿hijos?, ¿un noviazgo?, ¿un matrimonio?, ¿mascotas?, ¿padres?, ¿amistades?, etc., todo se le fue en un aliento.
Cierra los ojos, este solo fue un capítulo, de adiós, otro más solo que el último ya.
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