Capítulo 17
Trato de mantener la calma mientras volvemos a un nuevo día de investigaciones. Apenas pude dormir en la noche con la presión de lo que puede estar pasando. He imaginado de todo un poco, pero estoy segura que nada se compara a la realidad.
-Debemos estar tranquilas. En Marte sabrán manejar la situación -dice mamá. Sé que está tensa por la espera de la respuesta de los encargados. ¿Quién no lo estaría?
Llegamos a nuestro puesto, pero allí escuchó un portazo fuerte detrás nuestro. No quiero darme la vuelta para ver lo que ha generado eso, pero es obvio que no es por algo bueno.
Unos brazos me toman por detrás y me sujetan con fuerza, y una mano me tapa la boca. Intento gritar como puedo pero ya es muy tarde.
***
Llevo días aquí encadenado. Ya no me quedan fuerzas para caminar, aunque apenas he podido hacerlo.
Me llevo las manos a la cabeza para llorar una vez más. Una de las miles de veces que lo he hecho aquí, y una de las muchas personas que lo hacen todo el tiempo.
Jamás creí que gastaran tanto para mantener a unas personas que no les aportan en nada. No entiendo qué tiene de bueno una sociedad que mantiene encerradas a muchas personas, totalmente encadenadas y con movilidad reducida.
Apenas nos alimentan pero es lo suficiente para seguir viviendo. Es como si los quisieran hacer sufrir pero que nos mantengamos vivos para seguir sufriendo. Esto solo es sufrimiento.
Un ruido fuerte me hace despertar de una de mis siestas. Abro los ojos pero veo muy borroso y los sonidos suenan lejanos. Me froto los ojos para mejorar mi visión, pero solo logro que los ojos me duelan.
Veo a la puerta abrirse y los pasos de unas personas entrando.
-¡Déjenos ir! -escucho un grito de una mujer a lo lejos. Debe ser una más de las que se unirán a nosotros, los encadenados.
-¡No sé atrevan! ¡Estamos protegidas por Marte! -grita otra.
¿Por Marte? ¿A qué se refiere?
Momento... esas voces...
Sospecho que son las mismas mujeres que gritaban que querían saber lo que soy cuando caí aquí. Pero son habitantes de este lugar, entonces ¿qué hacen aquí? Hay algo que no calza.
Intento seguir pensando en una respuesta pero el cansancio me vence. Solo alcanzo a ver cuándo las encadenan a cada una a una cama, a unas cuatro personas según lo que logro ver. Las golpean y lloran. No quiero pensar en lo que nos puede pasar.
***
Nos abrazamos entre sollozos mientras permanecemos encadenadas a unas camas. No entiendo por qué nos hicieron eso, solo sé que una de las personas fue la niña que ayer cerró la puerta apenas me reconoció.
Sospecho que estoy dentro de esa habitación a juzgar por el espacio amplio, pero no pude ver cuándo nos llevaban así que no puedo estar segura.
Dejo caer unas lágrimas mientras mi cuerpo se recupera de los golpes y mi mente trata de asimilar lo que pasó.
Esto es seguramente porque estábamos sospechando que había algo raro. Es lo único que se me ocurre.
No dejo de recordar los primeros días aquí, cuando nos trataban como la salvación para ellos. Y ahora estamos encerradas en un planeta que no conocemos.
Solo confío que en Marte sabrán que hacer, aunque con lo que han hecho han demostrado que tienen demasiada confianza en las personas de este planeta.
Estoy segura que volvieron a preguntarle a las autoridades de este lugar lo que está ocurriendo. Por eso estamos aquí, porque ellos no supieron solucionar el problema.
Eso significa que no solucionarán el problema a tiempo o al menos cómo se debe. Volverán a hacer lo mismo y esto terminará peor, y quién sabe qué puede ser peor aquí. No quiero imaginarlo.
¡No! No debo pensar así. Debo ser más positiva o al menos intentarlo. Si algo me ha enseñado lo poco que llevo de vida es que pensar negativo atrae las cosas negativas. Aunque aquí es muy difícil tener algo de esperanza de que esto pasará y que estaremos bien.
Ni siquiera estoy segura de que estamos acá por haber preguntado por los hechos. Nosotras somos investigadoras.
No pensé que en este planeta le harían eso a quien viene a ayudar. El recibimiento que tuvimos me dejó otra impresión de este planeta pero ahora sé que son muy diferentes a cómo imaginaba.
En Marte no ocurrían cosas de este tipo. Todo era justo y nos ayudábamos entre todos. Era una sociedad perfecta, la que ahora extraño demasiado.
En cambio esta sociedad se basa en mentiras y en ocultar cosas. Si no estuvieran haciendo algo raro me habrían abierto la puerta y tal vez habría pasado a la habitación. Al menos eso imagino que harían si una investigadora, a quien tanto admiran, les tocara la puerta.
Este planeta es peor de lo que creí. Y lo peor es que arrastré a mamá en esto porque se me ocurrió ir a investigar.
Ella no estaría aquí si no fuera porque también se me ocurrió mirar uno de los papeles que se le cayó a la encargada de las transmisiones en Marte. Desde el principio estuve obligada a ir acá pero mamá podría estar ahora sana y a salvo en Marte si ella hubiera querido.
Todo estaría mejor si no hubiera tomado tantas malas decisiones que involucran a los demás. Todo lo he hecho mal y todo es mi culpa.
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