Esa noche no pude dormir. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Clara en ese vídeo volvía a mi mente, como una pesadilla recurrente de la que no podía escapar. Intenté convencerme de que todo era una broma de mal gusto, un montaje hecho para asustarnos, pero en el fondo sabía que algo mucho más siniestro estaba ocurriendo.

Cuando el amanecer apenas comenzaba a teñir el cielo de un gris pálido, decidí que ya no podía quedarme de brazos cruzados. Tomé mi teléfono y le envié un mensaje a Leo.

—"Tenemos que averiguar qué está pasando realmente con ese filtro. Nos vemos en tu casa."

Para cuando llegué al sótano de Leo, él ya estaba en plena actividad. Había vasos de café vacíos esparcidos por su escritorio, y su rostro mostraba signos claros de una noche sin dormir. Apenas me vio entrar, me señaló una pila de papeles que había impreso.

—"Kihara, creo que encontré algo," dijo, con la voz ronca y cargada de adrenalina. —"He estado revisando los términos y condiciones de la última actualización de Snapchat, y hay algo que no tiene sentido."

—"¿Términos y condiciones?" repetí, frunciendo el ceño. —"Nadie lee esas cosas."

Leo esbozó una sonrisa amarga.

—"Exactamente, y por eso esconden cosas ahí. Mira esto."

Tomó uno de los papeles y lo deslizó hacia mí. Lo leí rápidamente, mis ojos recorriendo las líneas de texto denso y legalista hasta que llegué a un párrafo que me heló la sangre:

"Al utilizar el filtro 'Ethereal', el usuario otorga un derecho perpetuo e irrevocable a la recopilación y análisis de datos biométricos, incluyendo pero no limitado a patrones faciales, emociones y respuestas neurológicas. Estos datos serán transferidos a una tercera entidad no especificada para fines de desarrollo y optimización del producto."

—"Esto es... una locura," susurré. —"¿Qué significa 'tercera entidad no especificada'? ¿Quién podría estar detrás de esto?"

Leo se encogió de hombros, pero la preocupación en sus ojos delataba que él también estaba aterrorizado.

—"No lo sé, Kihara, pero esto va mucho más allá de una simple app de redes sociales. Parece que están recolectando algo más que solo datos superficiales. Es como si estuvieran... estudiándonos, analizando cada microexpresión, cada emoción."

Me dejé caer en una de las sillas, tratando de procesar lo que acababa de leer. Esto explicaría por qué tantas personas estaban desapareciendo. Pero, ¿qué hacían con esa información? ¿Y quién era esa entidad misteriosa?

Decidimos ir más a fondo. Mientras Leo intentaba rastrear la dirección IP de la entidad que aparecía en los términos, yo me sumergí en las profundidades de Internet, explorando foros ocultos y comunidades de hackers donde los usuarios compartían teorías sobre lo que podría estar ocurriendo. Fue en uno de esos rincones oscuros donde encontré un hilo que llamó mi atención.

El título era simple, pero escalofriante: "El Filtro que Roba Almas".

Decenas de usuarios anónimos compartían sus experiencias con el filtro Ethereal. Algunos hablaban de rostros extraños que aparecían en el fondo de sus fotos, otros mencionaban la sensación de ser observados incluso cuando no estaban usando la app. Pero lo que más me perturbó fueron los relatos de personas que habían intentado eliminar la aplicación solo para descubrir que seguía reapareciendo en sus teléfonos, como un virus imposible de erradicar.

Le envié el enlace a Leo, quien se detuvo de inmediato para leer.

—"Esto es... increíble," dijo, con una mezcla de asombro y horror. —"Según estos usuarios, el filtro está diseñado para escanear más allá del rostro. Se está recolectando algo llamado 'data espiritual'."

—"¿Data espiritual?" repetí, incrédula. —"¿Qué demonios significa eso?"

Leo se quitó las gafas y se frotó los ojos antes de continuar.

—"Es solo una teoría, pero parece que hay registros de software experimental capaz de leer ondas cerebrales y estados emocionales, incluso capturar 'esencias'. Como si estuvieran buscando algo más profundo que la imagen superficial, algo que defina quién eres en tu núcleo."

—"¿Como un alma?" pregunté en un susurro.

Él asintió, y en ese momento sentí que un frío helado me recorría el cuerpo. No estábamos tratando con simples hackers o una empresa de tecnología invasiva. Esto era algo más oscuro, más antiguo y aterrador que cualquier cosa que hubiera imaginado.

Horas más tarde, justo cuando el cansancio comenzaba a pesar sobre nosotros, recibimos un mensaje anónimo en el foro. Era un enlace a un sitio web en la deep web. El remitente solo dejó una advertencia: "Si quieres respuestas, aquí las encontrarás, pero prepárate para enfrentarte a la verdad."

No sabía si era una trampa, pero no teníamos otra opción. Leo accedió al enlace a través de una VPN y un navegador cifrado, haciendo todo lo posible para protegernos de cualquier posible ataque.

La página que apareció era simple, con un fondo negro y un texto en rojo:

"Proyecto Luminex: Transferencia y Captura del Alma."

No podía creer lo que estaba viendo. Era un archivo confidencial que detallaba un experimento llevado a cabo por una empresa llamada Luminex Corporation. Según los documentos, habían desarrollado una tecnología capaz de extraer "la esencia vital" de los usuarios a través de dispositivos digitales.

—"Esto... esto es una locura," murmuré, mi voz apenas un susurro. —"Están usando el filtro para robar algo más que datos. Están... tomando algo esencial de nosotros."

Leo asintió, sus manos temblando ligeramente mientras navegaba por el resto de los archivos.

—"Creo que lo han disfrazado como un simple filtro de belleza, pero en realidad es un conducto para... extraer la esencia vital. Es como si estuvieran alimentando a algo con nuestra energía."

Era imposible de procesar, pero a la vez todo encajaba. Las desapariciones, los rostros distorsionados, las figuras en el fondo de las fotos. Esto no era un simple hackeo, era un asalto directo a la esencia misma de quienes éramos.

Y lo peor de todo, Clara estaba en el centro de ello.

—"Tenemos que detener esto," dije, con una resolución renovada. —"Antes de que Clara sea la próxima en desaparecer."

Leo asintió, su rostro endurecido por la determinación.

—"El siguiente paso es averiguar dónde están los servidores de Luminex. Si podemos destruir el código fuente del filtro, podríamos detener esto."

Pero mientras planeábamos nuestro próximo movimiento, no sabíamos que alguien más nos estaba observando. Esa noche, al regresar a casa, encontré una nota deslizada bajo mi puerta.

"No te acerques más, o serás la siguiente."

Miré alrededor del pasillo vacío, pero no había nadie allí. Sentí que nos estábamos quedando sin tiempo, pero no podíamos detenernos ahora. Clara, y quizá nuestras propias almas, dependían de ello.

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