La caminata por el parque era amena, se sentía feliz al estar junto a su esposo. Platicaba con él mientras iban tomados de la mano.

Pero para los demás, HoSeok estaba hablando con la nada misma mientras una de sus manos se movía de adelante hacia atrás como si estuviera sosteniendo la mano de alguien y jugando con ella.

YoonGi, quien pasaba por el parque de camino a su casa, lo miró preocupado y confundido. Ya NamJoon y SeokJin le habían dicho del extraño comportamiento del azabache pero no lo había presenciado nunca, hasta ese momento.

Se acercó a él y le llamó al estar lo suficientemente cerca.

—HoSeok, ¿Qué tal? —El mencionado se giro para mirar a quien le había llamado y sonrió, el mayor le miró con tristeza, a pesar de lo grande que era esa sonrisa esta no tenía brillo alguno, estaba apagada.

—Hyung, hola. Estoy dando un paseo con Tae, ¿nos acompañas?

El mayor quedó en shock, ¿acaso HoSeok estaba haciendo una broma de mal gusto? Su labio inferior tembló al ver al contrario apuntando hacia su lado y mirando en esa dirección, como si realmente hubiera alguien ahí.

—HoSeok... TaeHyung esta muerto —dijo serio, la sonrisa del menor se borro por completo y le miró confundido, negando con la cabeza.

—¿De qué hablas, Hyung? No digas esas cosas, Tae esta aquí —Volvió a señalar a su lado, YoonGi intento no soltar las lágrimas que se habían ocumulado en sus ojos pero fue inevitable, realmente el menor ya no era consciente de la realidad.

—Cierto, lo siento —Se disculpo en voz baja ante el nudo en su garganta, no pensó que la muerte de su mejor amigo afectaría tanto a HoSeok, mucho menos de esa forma—. ¿Qué les parece si vamos a su casa? Puedo llamar a JiMin y cenamos juntos.

—¿Tu qué dices, Tae? —El mayor puso su brazo frente a su boca y mordió la manga de su camisa, ahogando sus sollozos, las lágrimas no paraban de resbalar por sus mejillas—. Claro, Hyung. Será divertido.

YoonGi asintió al no sentirse capaz de hablar. El menor no parecía notar sus lágrimas o simplemente lo estaba ignorando, protegiéndose de la dolorosa realidad.

El rubio llamó a su esposo de camino a la casa de HoSeok. JiMin llego un par de minutos después que ellos y se dirigió junto a él a la cocina, desde donde escuchaban al azabache hablar solo.

—Debemos hacer algo, él no está bien —El menor abrazo a su esposo, quien sollozo mientras correspondía el abrazo— la muerte de TaeHyung ha sido lo peor que me ha pasado. Y HoSeok... ya no es él. Sonríe pero es falso.

—Lo sé, amor. Tenemos que hablar con sus padres, tal vez tengamos que llevarlo con un psiquiatra —El mayor asintió mientras se separaba, escucho como HoSeok decía "Te amo, Tae" y eso le destruyó el corazón. Ellos tenían que seguir amándose pero la muerte les ganó.

•23.02.2022