"No me puedes dejar"

Repetía una y otra vez en su mente mientras corría con desesperación, su corazón latía demasiado rápido, podría jurar que daba 200 pulsaciones por minuto aunque podría ser solo parte de su imaginación.

"Aún no, no... No..."

Solto un sollozo lastimero mientras secaba sus ojos y mejillas tratando de aclarar su vista pues ya había chocado con varias personas con las cuales se disculpo con un quedito "perdón" que no estaba seguro si habían escuchado.

"Por favor. No estoy listo."

Entro al enorme edificio que era el hospital y tomo el elevador para dirigirse al quinto piso, donde estaba su esposo. Corrió hacia la habitación y abrió la puerta de golpe.

—Hora de la muerte, 17:23.

—¡No! ¡No lo dejen morir! —pidió con un llanto desgarrador que haría llorar a cualquiera que lo escuchara. Sus piernas fallaron, había corrido demasiado y se sentía muy débil por lo que terminó cayendo de rodillas.

JiMin se acercó a HoSeok y lo abrazo con fuerza, tratando de reconfortarlo a pesar de saber que nada lo haría sentir mejor. El llanto del azabache era doloroso para los presentes, los medicos podrían jurar nunca haber visto llorar a alguien de esa forma.

HoSeok sentía su pecho arder, era como si le clavaran una daga de hierro hirviendo en su corazón, su mundo se había terminado.

Se levantó para acercarse al cuerpo de TaeHyung, sus manos temblorosas acariciaron las mejillas del menor y volvió a sollozar. Su cuerpo aún estaba tibio.

—HoSeok...

Abrazo con fuerza al castaño, acariciando sus cabellos como si este pudiera sentirlo. Su llanto no podía parar y no lo haría nunca.

—HoSeok...

Despertó de golpe y miró a TaeHyung con atención, quien le miraba preocupado. Sintió las manos del menor en sus mejillas, secando las lágrimas por aquel mal sueño.

No pudo evitar soltarse en llanto, aferrándose a su esposo tal y como había hecho en su pesadilla. El castaño no dijo nada, sabía que HoSeok había tenido una pesadilla sobre su muerte pues había gritado lo mismo que en el sueño.

Le dolía tanto que su esposo sufriera por su culpa, desde que supieron del tumor, constantemente tenía pesadillas y siempre despertaba llorando debido a ello.

HoSeok se quedó dormido, sin dejar de aferrarse al menor. Temía que este se fuera mientras dormía. TaeHyung le dio un beso en la frente y acarició sus cabellos hasta que también se quedó dormido.

•23.02.2022