Regresar a Corea les hizo sentir varias cosas. Era una montaña de sentimientos encontrados. Calma, tranquilidad, nostalgia, felicidad, entre otras cosas.

Hasta cierto punto, anciaban regresar y ver nuevamente a sus amigos y familiares cercanos pues ya hacía más de un mes desde que no los veían. Se supone que solo se irían por un par de semanas pero su luna de miel se extendió más de la cuenta ya que en el último día, decidían viajar a otro lugar.

Pero no podían culparlos, estaban recién casados y lo único que querían era disfrutar su tiempo juntos, divirtiéndose y sin tener ningún tipo de preocupación. Eso definitivamente fue lo mejor.

Hubieron días en los que eligieron quedarse en el hotel tan solo para estar abrazados todo el día, mirando películas y comiendo como si no hubiera un mañana.

Cada recuerdo formado, cada risa grabada y cada "te amo" dicho les hizo sentir que estaban en el paraíso. No había nada mejor que estar con la persona que amas, siendo felices.

Se habían divertido tanto y la felicidad que sentían era tan inmensa que incluso se olvidaron por completo de la enfermedad de TaeHyung; pero su regreso a Corea fue como un balde de agua helada que les echaron cuando afuera está congelandose.

HoSeok entró a la oficina de su esposo, sonriendo enormemente pues tenía una gran noticia. Desafortunadamente su sonrisa se esfumó en cuanto miró a su esposo caer al suelo, dándose un fuerte golpe en la cabeza.

El mayor no pudo reaccionar cuando el cuerpo de TaeHyung comenzó a moverse de forma poco natural. YoonGi, quien pasaba por allí en ese momento, corrió hacia su amigo al darse cuenta de lo que pasaba e hizo lo posible para que no se lastimara más de lo que ya lo había hecho mientras las convulsiones pasaban.

Suspiro al finalizar las convulsiones de su amigo y giro para mirar a HoSeok quien parecía seguir en shock, y lo entendía. No era nada fácil ver a la persona que más amas morir de una forma tan dolorosa y lenta en cierta forma.

Tomo su celular para llamar a emergencias y que así, llevarán al menor al hospital.

—HoSeok... HoSeok —llamó, logrando que este por fin reaccionará y se acercó corriendo hacia su esposo, arrodillandose a su lado mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas— tranquilo, estará bien.

Trato de animar a pesar de saber que TaeHyung no estaba ni estaría bien. El azabache asintió, tratando de convencerse él mismo. Pronto estuvieron camino al hospital donde atendieron a Kim.

HoSeok miró a su esposo dormir al estar en una habitación del hospital. Se acercó a él y acarició sus cabellos con cariño.

—Mm, ¿Dónde estamos? —La voz del menor sonó muy baja. Abrió sus ojos con lentitud y miró al azabache, quien pudo sonreírle aunque se notaba forzado.

—En el hospital, chocolatito —El castaño llevó una de sus manos a la mejilla derecha de su esposo y seco lentamente las lágrimas que se deslizaron por esta.

—Lo siento, ¿Te asuste? —HoSeok sollozo con fuerza ante su pregunta, cubrió su rostro pues definitivamente no quería que el menor lo viera así.

Este suspiro y lo abrazo con fuerza cuando el mayor intento separarse. Ninguno dijo nada, tan solo se abrazaron, querían aferrarse a esos momentos juntos pues no sabían cuando sería el último.

•23.02.2022